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More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Death City :: Death City :: Cementerio
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More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Aunque corría, no lograba de perderlo de vista. Aunque trataba de esconderse, siempre lo encontraba. Aunque intentaba alejarse, siempre estaba pisándole los talones. Se moría de miedo, solo quería ovillarse en un lugar oscuro y apartado y romper a llorar como hacía de niño, pero no podía, tenía que escapar de la forma que fuera. Estaba en un bosque, muy extenso y muy oscuro, los árboles eran ciertamente enormes y altos, con las ramas cubriendo por completo cualquier vista que se pudiera tener del firmamento. Era de noche, lo único que se oía eran los pasos del rubio al correr, su respiración agitada, y el mal augurio del croar de los cuervos que sobrevolaban el frondoso bosque. Sentía que se quedaba sin aire por cada paso que daba, debilitando así su velocidad, y acercándose más a aquello. Uno de los cuervos volaba en descenso, con las hermosas plumas negras brillando con la luz que parecía no tener un origen preciso, algunas de las mismas soltándose y bailando en el aire hasta caer al suelo. El ave se ubicó justo al lado del chico, que lo miró horrorizado al ver como el grajo sonreía de una manera retorcida, a la vez que el joven tropezaba y finalmente era atrapado.
Se despertó sobresaltado, sintiendo el frío sudor que le cubría todo el cuerpo, llevándose la mano al pecho solo para comprobar lo que ya se imaginaba, su corazón totalmente acelerado a causa de la pesadilla. Se sentó y se frotó los ojos con la mano, se sorprendió al encontrarla húmeda, ¿Acaso había estado llorando? Así parecía. Respiró profunda y tranquilamente, en busca de calmarse, de bajar la velocidad de su corazón. Sentía como este último golpeteaba en su pecho, con un ritmo constante pero que no ayudaba para nada a calmarlo. Se limpió el sudor de la frente con la mano derecha, y observó a su alrededor. La fina capa de blanca nieve que cubría el suelo, los árboles que carecían de hojas (Ya sea porque finalizaron su periodo de vida o simplemente era el efecto del invierno), y las lápidas de cemento que daban descanso eterno a los caídos en batalla, a quienes antes fueron ancianos de manos gastadas, a inocentes a quienes la muerte se llevó antes de tiempo.
-¿Cómo me dormí aquí?
Fue la pregunta que le inundó la cabeza, junto con un mar de posibilidades, el punto principal era que hacía frío, es más, había comenzado a nevar, y por la nieve en el suelo, el brujo dedujo que había nevado otro poco antes. De repente recordó eso mismo, “Soy un brujo”, y con alivio notó que su Soul Protect estaba activado. Por otro lado, su ropa era demasiado fina, y la nevada, aunque leve, no ayudaba a guardar calor. Su casa ahora mismo estaba demasiado lejos para ir, y aún estaba demasiado agitado como para tener ganas de irse de ahí, de modo que apoyó la espalda en un árbol, cerró los ojos, suspiró, los volvió a abrir, y se quedó con la mirada perdida en algún lado.
Se despertó sobresaltado, sintiendo el frío sudor que le cubría todo el cuerpo, llevándose la mano al pecho solo para comprobar lo que ya se imaginaba, su corazón totalmente acelerado a causa de la pesadilla. Se sentó y se frotó los ojos con la mano, se sorprendió al encontrarla húmeda, ¿Acaso había estado llorando? Así parecía. Respiró profunda y tranquilamente, en busca de calmarse, de bajar la velocidad de su corazón. Sentía como este último golpeteaba en su pecho, con un ritmo constante pero que no ayudaba para nada a calmarlo. Se limpió el sudor de la frente con la mano derecha, y observó a su alrededor. La fina capa de blanca nieve que cubría el suelo, los árboles que carecían de hojas (Ya sea porque finalizaron su periodo de vida o simplemente era el efecto del invierno), y las lápidas de cemento que daban descanso eterno a los caídos en batalla, a quienes antes fueron ancianos de manos gastadas, a inocentes a quienes la muerte se llevó antes de tiempo.
-¿Cómo me dormí aquí?
Fue la pregunta que le inundó la cabeza, junto con un mar de posibilidades, el punto principal era que hacía frío, es más, había comenzado a nevar, y por la nieve en el suelo, el brujo dedujo que había nevado otro poco antes. De repente recordó eso mismo, “Soy un brujo”, y con alivio notó que su Soul Protect estaba activado. Por otro lado, su ropa era demasiado fina, y la nevada, aunque leve, no ayudaba a guardar calor. Su casa ahora mismo estaba demasiado lejos para ir, y aún estaba demasiado agitado como para tener ganas de irse de ahí, de modo que apoyó la espalda en un árbol, cerró los ojos, suspiró, los volvió a abrir, y se quedó con la mirada perdida en algún lado.
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Konoha Genet
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Blanco. La nieve cubriendo la calle y los tejados, el cielo un tanto nublado, que brillaba lastimosamente, pero si bien no lograba dar la sensación cálida que se supone que debería dar un cielo despejado, tampoco reflejaba los lúgubres colores de un cielo nublado habitual, simplemente brillaba sin brillar realmente, oscurecía sin oscurecer. En definitiva, si se tuviera que describir aquel día con una sola palabra, la rubia hubiese elegido blanco sin pensárselo demasiado. A veces, en días blancos como ese, no podia evitar pensar que el blanco no era un color, si, el color del cielo y la tierra eran blancos esa mañana, pero eso no era lo que habia hecho su día especialmente de ese color.
El día habia transcurrido monótono y aburrido, como si cada hora durase el doble, las cosas habían parecido mejorar a la hora de la salida, cuando el profesor aparto a unos cuantos de sus compañeros y por supuesto a ella, de la clase NOT, para hablarles de "Algo importante", si era sincera, le habia dado un vuelco al corazon. Una ronda de vigilancia, se emociono, era un trabajo habitual para los alumnos de esa clase, pero ella nunca habia tenido la oportunidad, era simple, solo tenian que separarse y recorrer la ciudad, ver si estaba todo en orden, aun con la simpleza de la tarea, se emociono ¡Era la primer misión real que le daban!, podría haber salido gritando de la escuela, pero no quería verse como una total novata, asi que se limito a darse prisa y bajar las escaleras de la escuela de dos en dos.
Entendió más pronto de lo que le hubiera gustado el por que les habían asignado eso, asignado vigilancia un día como esos específicamente a ellos. La ciudad estaba tranquila, tal vez por que a nadie se le apetecía dar un paseo con el frío que hacia, claro que no, estar dentro de un restaurante, cafetería o dentro de sus propios y cálidos hogares sonaba mucho más agradable. Pensó en ello cuando se tuvo que ajustar la bufanda, y pudo ver su propio aliento frente a ella, tonta clase NOT, tonta mano que era lo único que servia en su fastidiosa condición como arma, se sintió mal, sabia por que le habían dado esa "tarea", por que era un día en el que no iba a pasar nada de nada, y claro, era perfecta para hacer creer a gente como ella que servia de algo. Llevaba un rato haciendo el tonto sentada en uno de los columpios del parque, apenas balanceándose de forma suave, tal vez debía hacer lo mismo que todos e irse a casa, el sol reía con menos fuerza a cada carcajada que daba y era obvio que pronto la grotesca luna se mostraría en el cielo, solo significaba una cosa, más frío, infló las mejillas, escondiendo un poco el rostro en la bufanda, suspiro, se levanto del juego y se estiro. Una parte de ella insistía en que se fuera a a casa, por otro lado... quería seguir con esa pseudo-misión. Al final tomo la decision de que, por patética que fuera, era una misión... no, no era una misión, era una tarea, como si le hubiese tocado hacer el aseo después de clases, o algo por el estilo, más le valía hacerlo y bueno, era cierto que habia perdido mucho tiempo en el parque haciendo... bueno, haciendo nada. Por lo que para cuando llego al cementerio los últimos rayos del sol se dieron por vencidos y dieron paso a la oscuridad de la noche, como se habia tomado en serio su papel, traía una linterna.
Le fue fácil olvidarse del mal trago que habia tenido toda la tarde, jugar con la linterna en un cementerio era mucho más divertido de lo que habia imaginado, se sentía como una cazadora de fantasmas o algo por el estilo, aun cuando habia empezado a nevar, brincoteaba por ahí y por allá, agitando la linterna en todas direcciones, rondando incluso por el suelo llenando toda su ropa de nieve, incluso habia empezado a tararear la canción de los caza-fantasmas mientras correteaba. Así la rubia estaba completamente sumergida en su pequeño mundo donde se deshacía de seres fantásticos con solo alumbrarlos, se puso de espaldas en un árbol, se detuvo como si hubiera enserio algo del lado opuesto del tronco, se giro rápidamente, apuntando la linterna para "deshacerle". Soltó un chillido, algo así como un "EEEK!" muy fuerte cuando lo que alumbro no fue un tronco vació como esperaba, si no un muchacho, incluso se habia caído de espaldas a la nieve, con la mirada un tanto desorbitada, respiraba un poco agitada-¡FANTASMA!-grito sin discreción alguna apuntando con el dedo al joven rubio, comenzando a lanzarle bolas de nieve.
El día habia transcurrido monótono y aburrido, como si cada hora durase el doble, las cosas habían parecido mejorar a la hora de la salida, cuando el profesor aparto a unos cuantos de sus compañeros y por supuesto a ella, de la clase NOT, para hablarles de "Algo importante", si era sincera, le habia dado un vuelco al corazon. Una ronda de vigilancia, se emociono, era un trabajo habitual para los alumnos de esa clase, pero ella nunca habia tenido la oportunidad, era simple, solo tenian que separarse y recorrer la ciudad, ver si estaba todo en orden, aun con la simpleza de la tarea, se emociono ¡Era la primer misión real que le daban!, podría haber salido gritando de la escuela, pero no quería verse como una total novata, asi que se limito a darse prisa y bajar las escaleras de la escuela de dos en dos.
Entendió más pronto de lo que le hubiera gustado el por que les habían asignado eso, asignado vigilancia un día como esos específicamente a ellos. La ciudad estaba tranquila, tal vez por que a nadie se le apetecía dar un paseo con el frío que hacia, claro que no, estar dentro de un restaurante, cafetería o dentro de sus propios y cálidos hogares sonaba mucho más agradable. Pensó en ello cuando se tuvo que ajustar la bufanda, y pudo ver su propio aliento frente a ella, tonta clase NOT, tonta mano que era lo único que servia en su fastidiosa condición como arma, se sintió mal, sabia por que le habían dado esa "tarea", por que era un día en el que no iba a pasar nada de nada, y claro, era perfecta para hacer creer a gente como ella que servia de algo. Llevaba un rato haciendo el tonto sentada en uno de los columpios del parque, apenas balanceándose de forma suave, tal vez debía hacer lo mismo que todos e irse a casa, el sol reía con menos fuerza a cada carcajada que daba y era obvio que pronto la grotesca luna se mostraría en el cielo, solo significaba una cosa, más frío, infló las mejillas, escondiendo un poco el rostro en la bufanda, suspiro, se levanto del juego y se estiro. Una parte de ella insistía en que se fuera a a casa, por otro lado... quería seguir con esa pseudo-misión. Al final tomo la decision de que, por patética que fuera, era una misión... no, no era una misión, era una tarea, como si le hubiese tocado hacer el aseo después de clases, o algo por el estilo, más le valía hacerlo y bueno, era cierto que habia perdido mucho tiempo en el parque haciendo... bueno, haciendo nada. Por lo que para cuando llego al cementerio los últimos rayos del sol se dieron por vencidos y dieron paso a la oscuridad de la noche, como se habia tomado en serio su papel, traía una linterna.
Le fue fácil olvidarse del mal trago que habia tenido toda la tarde, jugar con la linterna en un cementerio era mucho más divertido de lo que habia imaginado, se sentía como una cazadora de fantasmas o algo por el estilo, aun cuando habia empezado a nevar, brincoteaba por ahí y por allá, agitando la linterna en todas direcciones, rondando incluso por el suelo llenando toda su ropa de nieve, incluso habia empezado a tararear la canción de los caza-fantasmas mientras correteaba. Así la rubia estaba completamente sumergida en su pequeño mundo donde se deshacía de seres fantásticos con solo alumbrarlos, se puso de espaldas en un árbol, se detuvo como si hubiera enserio algo del lado opuesto del tronco, se giro rápidamente, apuntando la linterna para "deshacerle". Soltó un chillido, algo así como un "EEEK!" muy fuerte cuando lo que alumbro no fue un tronco vació como esperaba, si no un muchacho, incluso se habia caído de espaldas a la nieve, con la mirada un tanto desorbitada, respiraba un poco agitada-¡FANTASMA!-grito sin discreción alguna apuntando con el dedo al joven rubio, comenzando a lanzarle bolas de nieve.
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Ruri Togashi
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Aunque era de noche y él no estaba prestando atención, el joven rubio había percibido movimiento a sus espaldas, más bien era ruido, alguien tarareando una canción o algo por el estilo. El brujo no creía en fantasmas o espíritus, aunque si en la vida después de la muerte, pero de cualquier modo, fantasma o ser vivo, ¿Quién diablos estaba en un cementerio a esa hora? Aparte de él, claro. Por cierto, en primer lugar, ¿Cómo llegó ahí y para colmo se quedó dormido? Esas cosas solo le pasaban a él, aunque pensó que siendo un brujo tendría algo más de lógica. No se atrevió a mirar atrás, no por tener miedo, nooo claro que no, él no era una persona miedosa ni nada, no le temía a cementerios, ni mucho menos a apariciones. No era un coba-…
-¡WAAAH!
No pudo evitar responder al grito (Con una voz claramente más grave) al ser repentinamente alumbrado con una linterna y además, recibido con un grito (Chillido) obviamente femenino (Que en caso de provenir un hombre, como narrador le aconsejo que se tire de un precipicio lo más pronto posible) que también lo tomo por sorpresa. Claramente su primera reacción fue ponerse a la defensiva, aunque se cayó hacia un costado, logró apoyarse en la mano derecha y ubicar la izquierda a modo de “escudo” (Aunque estaba tan flaco que definitivamente no servía de mucho) mientras la chica lo acusaba de… ¿Ser un fantasma? Eso debería gritarlo ÉL. A ver, repasemos. Invierno, cementerio, de noche, desabrigado, nevando, le doy un premio si no se agarró neumonía con eso, pero, ¿Qué más para asegurarse de enfermarlo? ¡Sí! ¡Más nieve! Esto es muy divertido.
-¡HEY! ¡HEY! ¡Ya basta!- Gritaba mientras era atacado con más nieve, aunque usaba ambos brazos para cubrirse mientras se apoyaba en una lápida, varias bolas de nieve daban en el blanco y se escurrían lo suficiente para metérsele dentro de la ropa, de la camisa y sudadera para ser más exactos-¡No soy un fantasma!¡Ya deja de hacer eso!
Aunque en realidad no era la persona que más fácil se irritaba, ya era suficiente con estar muriéndose de frío por los factores dichos anteriormente, no necesitaba la nieve a bombardeo llegando precisamente a los pocos lugares en los que la nevada no lo alcanzaba por el mero hecho de traer la capucha puesta. No era precisamente su noche, ¿Eh? Maldito desafortunado.
-¡WAAAH!
No pudo evitar responder al grito (Con una voz claramente más grave) al ser repentinamente alumbrado con una linterna y además, recibido con un grito (Chillido) obviamente femenino (Que en caso de provenir un hombre, como narrador le aconsejo que se tire de un precipicio lo más pronto posible) que también lo tomo por sorpresa. Claramente su primera reacción fue ponerse a la defensiva, aunque se cayó hacia un costado, logró apoyarse en la mano derecha y ubicar la izquierda a modo de “escudo” (Aunque estaba tan flaco que definitivamente no servía de mucho) mientras la chica lo acusaba de… ¿Ser un fantasma? Eso debería gritarlo ÉL. A ver, repasemos. Invierno, cementerio, de noche, desabrigado, nevando, le doy un premio si no se agarró neumonía con eso, pero, ¿Qué más para asegurarse de enfermarlo? ¡Sí! ¡Más nieve! Esto es muy divertido.
-¡HEY! ¡HEY! ¡Ya basta!- Gritaba mientras era atacado con más nieve, aunque usaba ambos brazos para cubrirse mientras se apoyaba en una lápida, varias bolas de nieve daban en el blanco y se escurrían lo suficiente para metérsele dentro de la ropa, de la camisa y sudadera para ser más exactos-¡No soy un fantasma!¡Ya deja de hacer eso!
Aunque en realidad no era la persona que más fácil se irritaba, ya era suficiente con estar muriéndose de frío por los factores dichos anteriormente, no necesitaba la nieve a bombardeo llegando precisamente a los pocos lugares en los que la nevada no lo alcanzaba por el mero hecho de traer la capucha puesta. No era precisamente su noche, ¿Eh? Maldito desafortunado.
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Konoha Genet
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
No se detuvo cuando el "fantasma" gritó, ni tampoco cuando le dijo que parara, simplemente bajo poco a poco el ritmo, arrojando cada vez menos bolas hasta que mantuvo una ultima en la mano, mirando con recelo al chico-fantasma, se levanto rápido, obviamente a la defensiva y dio un leve paso hacia atrás. El chico traía ropa muy ligera para la época, aun si fuese de día, la ropa seria ligera para el invierno en aquella ciudad, la rubia entrecerró levemente los ojos, con los cuales examinaba de arriba a abajo al chico-¿Qué no lo eres? ¿Huh? ¡Eso es exactamente lo que un fantasma diría!-Exclamó justo antes de lanzarle la ultima bola que tenia en la mano, como si quisiera agregar fuerza a su acusación (Y claro, por que el frío le comenzaba a lastimar). No retiraba la mirada ambarina del chico, no quería que desapareciera usando sus poderes de fantasma como si nada, aun tenia que... que... ¿Qué tenia que hacer si se topaba con un fantasma? No tenia una maquina caza fantasmas ni nada por el estilo, tampoco sabia hacer exorcismos... en verdad que era una molestia, puesto que no podía tocarlo, no tenia ninguna idea en especial de que hacer... ¿Ah, no podía? Ladeó la cabeza aun mirándolo, estaba cubierto de nieve... completamente cubierto... de... nieve.
-Eeeh... ¿Por qué no te atravesaron?-Preguntó aun con la cabeza ladeada, en un tono que sonaba casi decepcionado, desvió la mirada a un costado-Vaya fiasco de fantasma-Musitó entre dientes a la vez que soltaba un pequeño bufido, tapándose levemente la boca con la palma de su mano. Casi se sintió mal por él. A no ser qué... su rostro se volvió un tanto más serio, cruzó uno de los brazos mientras con el otro se sostuvo la barbilla, como si estuviese pensando algo muy importante, o resolviendo un complicado problema matemático, se mantuvo unos momentos así, moviéndose ocasionalmente, como queriendo obtener distintos ángulos del rubio. Finalmente abrió bien los ojos, aparentemente sorprendida lo señalo de nuevo-¡No eres un fantasma!-Exclamó como si fuera el descubrimiento del siglo, más aparentemente satisfecha con haberlo "descubierto".
Pero el que no fuera un fantasma daba paso a un montón de otras interrogantes ¿Qué hacia ahí ese chico? ¿Se había perdido? ¿No tenía casa? ¿Una prueba de valor? ¿Visitaba a alguien? ¿Por qué iba tan destapado? Recogió la linterna que habia dejado botada en el suelo al levantarse de forma precipitada y se medio sacudió la ropa, se suponía que estaba de guardia ¿no? si el chico estaba en problemas o estaba dispuesta a causarlos, era su deber intervenir ¿cierto?, asintió para si misma y volviendo toda su atención al muchacho se aclaro la garganta-Si no eres un fantasma ¿qué haces aquí?-Sonrió de forma orgullosa y saco el pecho-¡Estoy de guardia por parte de Shibusen! Si estas perdido o algo así, es tu día de suerte-Afirmó con autosuficiencia y mucha más confianza que la que en verdad tenia sobre si misma, sin siquiera pensar que, en caso del que chico no fuera exactamente un "amigo", no era la mejor de las ideas anunciarse como guardia de su colegio de buenas a primeras.
Oh.
-Eeeh... ¿Por qué no te atravesaron?-Preguntó aun con la cabeza ladeada, en un tono que sonaba casi decepcionado, desvió la mirada a un costado-Vaya fiasco de fantasma-Musitó entre dientes a la vez que soltaba un pequeño bufido, tapándose levemente la boca con la palma de su mano. Casi se sintió mal por él. A no ser qué... su rostro se volvió un tanto más serio, cruzó uno de los brazos mientras con el otro se sostuvo la barbilla, como si estuviese pensando algo muy importante, o resolviendo un complicado problema matemático, se mantuvo unos momentos así, moviéndose ocasionalmente, como queriendo obtener distintos ángulos del rubio. Finalmente abrió bien los ojos, aparentemente sorprendida lo señalo de nuevo-¡No eres un fantasma!-Exclamó como si fuera el descubrimiento del siglo, más aparentemente satisfecha con haberlo "descubierto".
Pero el que no fuera un fantasma daba paso a un montón de otras interrogantes ¿Qué hacia ahí ese chico? ¿Se había perdido? ¿No tenía casa? ¿Una prueba de valor? ¿Visitaba a alguien? ¿Por qué iba tan destapado? Recogió la linterna que habia dejado botada en el suelo al levantarse de forma precipitada y se medio sacudió la ropa, se suponía que estaba de guardia ¿no? si el chico estaba en problemas o estaba dispuesta a causarlos, era su deber intervenir ¿cierto?, asintió para si misma y volviendo toda su atención al muchacho se aclaro la garganta-Si no eres un fantasma ¿qué haces aquí?-Sonrió de forma orgullosa y saco el pecho-¡Estoy de guardia por parte de Shibusen! Si estas perdido o algo así, es tu día de suerte-Afirmó con autosuficiencia y mucha más confianza que la que en verdad tenia sobre si misma, sin siquiera pensar que, en caso del que chico no fuera exactamente un "amigo", no era la mejor de las ideas anunciarse como guardia de su colegio de buenas a primeras.
Última edición por Ruri Togashi el Lun Nov 23, 2015 9:05 pm, editado 1 vez
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Ruri Togashi
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Cada vez tenía más nieve metida en la ropa y el frío comenzaba a hacerle tiritar más de lo que ya tiritaba de por sí. No podía arriesgarse a usar la magia tan de repente, así que su único método de defensa era intentar cubrirse en vano y levantarse de a poco en medio de aquella tormenta de nieve, que no le dejaba descanso alguno. Cuando finalmente dejó de ser bombardeado, se levantó, sus ojos habían adquirido un tono rojo profundo que reemplazaba el tono amarillento que estos solían tener.
— ¡Te estoy diciendo que n-…!
Había comenzado a decir cuando una última bola de nieve le dio de lleno en toda la cara, el golpe, aunque leve, lo hizo retroceder mientras se quitaba la nieve de la cara. Su paciencia comenzaba a agotarse, y temblaba considerablemente, tenía los puños apretados intentando contener la bronca de la situación. “Vaya fiasco de fantasma”. El chico relajó los músculos, enderezó la postura, y clavo la mirada roja como el fuego en la chica.
— No me atraviesan…Porque yo… ¡NO SOY UN FANTASMA!
Le gritó con toda sus fuerzas, gracias al cielo no había nadie que pudiera escucharlos, ¿Verdad? ¿Verdad? Respiraba considerablemente debido a la cantidad de aire empleado en el grito, soltando blancas nubes de vaho que ascendían al cielo para perderse a los pocos segundos. Cruzó los brazos nuevamente, en un absurdo intento de guardar algo de calor en el cuerpo, que era más que nada un reflejo, ya tenía aprendido lo que el invierno podría hacer a un cuerpo descubierto. Ante el “descubrimiento” de la chica, solo pudo llevarse una mano a la cara. ¿Qué no era un fantasma? ¡Pues valga la redundancia!
Oh. Por todos los dioses habidos y por haber. Era una estudiante. ¿Se podía empeorar más la cosa? Sí. Que se ofreciera a ayudarlo como si nada, aún después de haberlo dejado cuál muñeco de nieve pretendía verse servicial y hospitalaria. Esa fue la gota que colmó el vaso. El chico de cabellos rubios dio un gran paso al frente, y, tomando a la chica de la muñeca, se acercó a ella. Era una cercanía considerable, que ya era instintiva en él. La acercó hasta él, ubicando la otra mano en la cintura de la chica, como para impedirle cualquier escape. La escena en si podría parecer un típico baile de tango propio de una película antigua, incluso algo romántico. El único problema es que el brujo estaba sumamente enojado, y hasta ejercía algo de presión de más en la muñeca.
— Espero que te arrepientas ahora mismo de eso que hiciste, álainn.
A esa corta distancia no era difícil ver la tonalidad del color de la sangre en los ojos del rubio, que brillaban con destellos indescifrables, pero definitivamente no estaba contento. Posiblemente la primera chica en mucho tiempo que se encontraba en esa situación y no era coqueteo exactamente.
— ¡Te estoy diciendo que n-…!
Había comenzado a decir cuando una última bola de nieve le dio de lleno en toda la cara, el golpe, aunque leve, lo hizo retroceder mientras se quitaba la nieve de la cara. Su paciencia comenzaba a agotarse, y temblaba considerablemente, tenía los puños apretados intentando contener la bronca de la situación. “Vaya fiasco de fantasma”. El chico relajó los músculos, enderezó la postura, y clavo la mirada roja como el fuego en la chica.
— No me atraviesan…Porque yo… ¡NO SOY UN FANTASMA!
Le gritó con toda sus fuerzas, gracias al cielo no había nadie que pudiera escucharlos, ¿Verdad? ¿Verdad? Respiraba considerablemente debido a la cantidad de aire empleado en el grito, soltando blancas nubes de vaho que ascendían al cielo para perderse a los pocos segundos. Cruzó los brazos nuevamente, en un absurdo intento de guardar algo de calor en el cuerpo, que era más que nada un reflejo, ya tenía aprendido lo que el invierno podría hacer a un cuerpo descubierto. Ante el “descubrimiento” de la chica, solo pudo llevarse una mano a la cara. ¿Qué no era un fantasma? ¡Pues valga la redundancia!
Oh. Por todos los dioses habidos y por haber. Era una estudiante. ¿Se podía empeorar más la cosa? Sí. Que se ofreciera a ayudarlo como si nada, aún después de haberlo dejado cuál muñeco de nieve pretendía verse servicial y hospitalaria. Esa fue la gota que colmó el vaso. El chico de cabellos rubios dio un gran paso al frente, y, tomando a la chica de la muñeca, se acercó a ella. Era una cercanía considerable, que ya era instintiva en él. La acercó hasta él, ubicando la otra mano en la cintura de la chica, como para impedirle cualquier escape. La escena en si podría parecer un típico baile de tango propio de una película antigua, incluso algo romántico. El único problema es que el brujo estaba sumamente enojado, y hasta ejercía algo de presión de más en la muñeca.
— Espero que te arrepientas ahora mismo de eso que hiciste, álainn.
A esa corta distancia no era difícil ver la tonalidad del color de la sangre en los ojos del rubio, que brillaban con destellos indescifrables, pero definitivamente no estaba contento. Posiblemente la primera chica en mucho tiempo que se encontraba en esa situación y no era coqueteo exactamente.
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Konoha Genet
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
¡Pero como le gustaba gritar! ¿Cuál era su problema? Lo encontraba merodeando en el cementerio como un fantasma, se ofrecía amablemente a ayudarle y lo que recibía eran gritos... de verdad que no entendía a la gente hoy en día. Abrió la boca, dispuesta a exponerle puntos bastante convincentes de porque debía calmarse, que estaba ahí para ayudar y que no iban a llegar a nada si se portaba de una forma tan irracional e infantil, ambos eran gente madura ¿Cierto? Pues tenia que comportarse como tal. Pero su plan se vio frustrado cuando el chico avanzó y la tomó por la muñeca, antes de que reaccionara del todo, ya la tenía sujeta también de la cintura. Se limitó a mirarlo confundida, no estando del todo consiente que la posición en la que se encontraban era un poco “comprometedora” dependiendo del punto de vista que se viese, se concentró sin embargo en la molestia de la muñeca-¡Oye no hice nada!-la estaba sujetando bastante fuerte por lo que hizo una leve mueca-¡Me estas apretando!-Reclamó jalando el brazo, queriendo que la soltase. Sin embargo al mirarle a los ojos, bastante a detalle a decir verdad, gracias a la corta distancia, pudo darse cuenta de que eran rojos… ¿rojos? No eran rojos hacia un momento ¿O sí?, no no, en definitiva no lo eran, paró el forcejo para ladear un poco la cabeza-Tus ojos… ¿De qué color son?-Preguntó directo, bastante confundía-No eran rojos hacia un momento ¿Verdad? ¿Cambiaron?-Se vio incapaz de separar los enormes ojos ambarinos de la aguda mirada del rubio.
Encarnó una ceja, a no ser que fuese una conjuntivitis realmente grave, que a la gente le cambiaran los ojos como si nada en definitiva no era normal… O al menos no que ella supiera, y eso que en aquella ciudad se veía de todo, no dudaba que él chico tuviese una buena explicación, en Death City no sería de extrañar, pero por eso mismo la curiosidad la carcomía.
Pero de un momento a otro pasó de estar imaginando que el chico probablemente tenía una habilidad super-mega-archi-asombrosa que le permitía cambiar el color de sus ojos por su humor o al que quisiera en cualquier momento, a pensar en el peor de los escenarios, pues si hacia memoria, si había escuchado de cambios de color en la mirada… No estaba segura pero tenía un vago recuerdo de que algunos huevos de demonio pasaban por ello… se maldijo por dormir en clases y sintió una punzada de angustia en el pecho antes de descartarlo por completo, claro que el chico no podía ser nada de eso… ¿cierto? No, claro que no, se tranquilizó a sí misma, pues no había forma, no se comportaba raro… bueno, sí, la estaba sujetando raro, pero no parecía estar loco ¿verdad?
Encarnó una ceja, a no ser que fuese una conjuntivitis realmente grave, que a la gente le cambiaran los ojos como si nada en definitiva no era normal… O al menos no que ella supiera, y eso que en aquella ciudad se veía de todo, no dudaba que él chico tuviese una buena explicación, en Death City no sería de extrañar, pero por eso mismo la curiosidad la carcomía.
Pero de un momento a otro pasó de estar imaginando que el chico probablemente tenía una habilidad super-mega-archi-asombrosa que le permitía cambiar el color de sus ojos por su humor o al que quisiera en cualquier momento, a pensar en el peor de los escenarios, pues si hacia memoria, si había escuchado de cambios de color en la mirada… No estaba segura pero tenía un vago recuerdo de que algunos huevos de demonio pasaban por ello… se maldijo por dormir en clases y sintió una punzada de angustia en el pecho antes de descartarlo por completo, claro que el chico no podía ser nada de eso… ¿cierto? No, claro que no, se tranquilizó a sí misma, pues no había forma, no se comportaba raro… bueno, sí, la estaba sujetando raro, pero no parecía estar loco ¿verdad?
Última edición por Ruri Togashi el Lun Nov 23, 2015 9:05 pm, editado 1 vez
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Ruri Togashi
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Que no hizo nada… Al parecer bombardear con bolas de nieve a un pobre muchacho desabrigado era no hacer nada, rápidamente se comenzó a notar como el chico temblaba nuevamente, haciendo un esfuerzo por no castañear los dientes y mantener la compostura para variar. Las quejas de la otra fueron suficientes para que soltase un poco el agarre, más aún estaba sujetándola con suficiente firmeza para evitar que escape. Su respiración era levemente agitada, tal vez un intento por mantener la compostura. Aunque su expresión de enojo se vio reemplazada por una de curiosidad ante la pregunta formulada por la chica.
— ¿Eh?¿Mis ojos? —Ladeó levemente la cabeza, olvidando durante unos segundos la anormalidad que se producía en su iris en situaciones específicas— Ah, son amarillos. O deberían serlo… —Dijo mientras la soltaba suavemente y se llevaba una mano a la cara, tapándose un ojo— ¿Pasa algo con ellos, beag? —Agregó con una sonrisa ladina, el iris que aún estaba visible retomaba lenta y gradualmente su acostumbrado color que recordaba a la tierra seca, con la forma angosta y astuta del ojo de un gato.— Tal vez cambiaron, tal vez no. — Con algo de suerte, la chica pensaba que había sido cosa de su imaginación y el no quedaría tan expuesto, una pequeña posibilidad de salir ileso del tema. Otra opción era que la rubia no fuese tan idiota como lo parecía y el brujo se viera obligado o bien a matarla, o bien a amenazarla hasta asegurarse de que contaba con su silencio.
Bien, lección aprendida. No sales de casa y te metes a la ciudad si hay probabilidades de que te quedes dormido, tengas pesadillas, nieve, y encima uno de los canutos de Shibusen te encuentre. Y no cualquiera, uno bastante estúpido para variar. Por dios, ¿Que le pasaba por la cabeza a esa chica? Konoha comenzaba a dudar del nivel de sentido común que poseía la rubia, que ahora que la veía con más detenimiento, no habría de tener más edad que él. Es más, era prácticamente de su altura. Vaya enana pensó el brujo.
— ¿Eh?¿Mis ojos? —Ladeó levemente la cabeza, olvidando durante unos segundos la anormalidad que se producía en su iris en situaciones específicas— Ah, son amarillos. O deberían serlo… —Dijo mientras la soltaba suavemente y se llevaba una mano a la cara, tapándose un ojo— ¿Pasa algo con ellos, beag? —Agregó con una sonrisa ladina, el iris que aún estaba visible retomaba lenta y gradualmente su acostumbrado color que recordaba a la tierra seca, con la forma angosta y astuta del ojo de un gato.— Tal vez cambiaron, tal vez no. — Con algo de suerte, la chica pensaba que había sido cosa de su imaginación y el no quedaría tan expuesto, una pequeña posibilidad de salir ileso del tema. Otra opción era que la rubia no fuese tan idiota como lo parecía y el brujo se viera obligado o bien a matarla, o bien a amenazarla hasta asegurarse de que contaba con su silencio.
Bien, lección aprendida. No sales de casa y te metes a la ciudad si hay probabilidades de que te quedes dormido, tengas pesadillas, nieve, y encima uno de los canutos de Shibusen te encuentre. Y no cualquiera, uno bastante estúpido para variar. Por dios, ¿Que le pasaba por la cabeza a esa chica? Konoha comenzaba a dudar del nivel de sentido común que poseía la rubia, que ahora que la veía con más detenimiento, no habría de tener más edad que él. Es más, era prácticamente de su altura. Vaya enana pensó el brujo.
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Konoha Genet
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Encarnó una ceja y se acomodo un poco el abrigo cuando la soltó, aun mirándolo expectante, le imitó en el gesto de ladear levemente la cabeza, como si se tratara de su propio reflejo, sin despegar la mirada ámbar de los ojos como rendijas del chico. La respuesta del joven solo la hizo reforzar su interés-No lo son, son rojos justo aho- -Se detuvo abruptamente cuando el tono amarillento que habia pensado que estos poseían en un principio regreso a su iris-¡Cambiaron! ¡Lo vi, lo vi!-Lo señalo con poco tacto, como un niño que descubría un truco de magia o algo, poco le falto para ponerse a dar saltitos-¡Ahora si que lo vi, cambiaron justo ahora, volvieron a amarillo!-Gritó mirándolo con decisión, ahora no la iba a convencer con algun cuento de conjuntivitis o con que eran cosas suyas, estaba segura de lo que habia visto, tal vez era un tanto distraída, pero no estaba ciega.
Lo miró con recelo unos momentos, prestandole más atención, además de eso y de que, bueno, estaba empapado, pasaba por alguien completamente común y corriente, la duda sobre si era humano o no se hizo presente en su cabeza junto con una pizca de desconfianza, no habia que pensar mal, claro, incluso podría ser solo una persona con alguna habilidad o lo que fuese. Si pudiese ver el alma de las personas... no seria un problema, pero no, punto a favor de su inutilidad. Sin embargo, le habían mandado la guardia a ella precisamente por ello, ¿no? no tenía que haber mucho riesgo entonces.
Decidió usar la lógica de que si fuese peligroso, probablemente no hubiera salido ilesa después de lanzarle tantas bolas de nieve, por lo que la natural sonrisa que solía mostrar volvió a su rostro sin mucho esfuerzo-¿Te parece si me lo explicas?-Pidió, con más curiosidad que autoridad, recargandose sobre el árbol que tenian cerca, más reincorporándose de golpe de nuevo-¡Ah cierto!-Se retiro la bufanda y se la tendió al chico-Siento lo del fantasma, solo que pues... te lo buscaste-Se encogido de hombros con una leve risa despreocupada-Igual no seria bueno si te enfermas por mi culpa ¿No podías salir con algo más... abrigador?-Ciertamente, el chico podría estar algo loco para dormir en un cementerio lleno de nieve, con ropa tan ligera, pero aparte de eso, supuso que podían llegar a conversar.
Lo miró con recelo unos momentos, prestandole más atención, además de eso y de que, bueno, estaba empapado, pasaba por alguien completamente común y corriente, la duda sobre si era humano o no se hizo presente en su cabeza junto con una pizca de desconfianza, no habia que pensar mal, claro, incluso podría ser solo una persona con alguna habilidad o lo que fuese. Si pudiese ver el alma de las personas... no seria un problema, pero no, punto a favor de su inutilidad. Sin embargo, le habían mandado la guardia a ella precisamente por ello, ¿no? no tenía que haber mucho riesgo entonces.
Decidió usar la lógica de que si fuese peligroso, probablemente no hubiera salido ilesa después de lanzarle tantas bolas de nieve, por lo que la natural sonrisa que solía mostrar volvió a su rostro sin mucho esfuerzo-¿Te parece si me lo explicas?-Pidió, con más curiosidad que autoridad, recargandose sobre el árbol que tenian cerca, más reincorporándose de golpe de nuevo-¡Ah cierto!-Se retiro la bufanda y se la tendió al chico-Siento lo del fantasma, solo que pues... te lo buscaste-Se encogido de hombros con una leve risa despreocupada-Igual no seria bueno si te enfermas por mi culpa ¿No podías salir con algo más... abrigador?-Ciertamente, el chico podría estar algo loco para dormir en un cementerio lleno de nieve, con ropa tan ligera, pero aparte de eso, supuso que podían llegar a conversar.
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Ruri Togashi
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Maldijo en irlandés cuando las exclamaciones de la chica le indicaron que sus ojos habían cambiado de nuevo, desgraciadamente no era nada que él pudiera controlar realmente, tal vez debería haber mirado a otro lado.
— ¡Vale si! ¡Cambiaron, ya no grites! —Le espetó mientras se quitaba la mano del ojo que estaba tapando. — Si, cambian de color. Ya lo viste. —Murmuró, cruzándose de brazos. Normalmente trataba de controlar sus enojos para que no pasaran esas cosas, pero las pesadillas lo alteraban y era bastante fácil tocarle las narices y ponerlo de los nervios, como había demostrado hace apenas unos minutos. Nunca supo que era esa anomalía, y tampoco es que hubiera tenido nunca a nadie para preguntarle. En ocasiones, le llegaba la duda de si lo tenía desde que era pequeño.
Cuando fijó su mirada en él, el brujo también la miró, de arriba a abajo. Parecía una chica normal dentro de todo, especialmente considerando que era del shibusen, definitivamente alguien a quién podría matar con mucha facilidad, cosa que obviamente no haría. Se preguntó si poseía algo de sentido común, al menos para el rubio una de las principales reglas de supervivencia era no fiarse de los desconocidos, al menos si te los encuentras de noche, estando solo y en un cementerio.
— ¿Explicarte? —Preguntó incrédulo. ¿Como se supone que explicaría nada? — No puedo explicarte algo que ni yo mismo se. —Dijo mientras miraba a otro lado, con una mueca, hasta que le extendió la bufanda. Eso ciertamente lo tomó por sorpresa, no era muy común que tuvieran esa consideración con él. — Gracias… ¡Y no me lo busqué! Lo lógico es que no haya nadie en un cementerio a estas horas de la noche. —Aunque cayó algo tarde en que él estaba en el cementerio a esas horas de la noche, lo cual, supo lo dejó como un idiota. — E-En cualquier caso, estar enfermo por tu culpa, ya lo estoy...—Como por arte de sus palabras, estornudó. Un estornudo pequeño, así como estornudan los gatos. — No me esperaba la nevada, y no hacía tanto frío cuando vine. —Mintió. Ciertamente tenía la costumbre de andar algo ligero de ropa de abrigo, y aunque siempre acababa arrepintiéndose, por alguna razón siempre olvidaba su abrigo.
— ¡Vale si! ¡Cambiaron, ya no grites! —Le espetó mientras se quitaba la mano del ojo que estaba tapando. — Si, cambian de color. Ya lo viste. —Murmuró, cruzándose de brazos. Normalmente trataba de controlar sus enojos para que no pasaran esas cosas, pero las pesadillas lo alteraban y era bastante fácil tocarle las narices y ponerlo de los nervios, como había demostrado hace apenas unos minutos. Nunca supo que era esa anomalía, y tampoco es que hubiera tenido nunca a nadie para preguntarle. En ocasiones, le llegaba la duda de si lo tenía desde que era pequeño.
Cuando fijó su mirada en él, el brujo también la miró, de arriba a abajo. Parecía una chica normal dentro de todo, especialmente considerando que era del shibusen, definitivamente alguien a quién podría matar con mucha facilidad, cosa que obviamente no haría. Se preguntó si poseía algo de sentido común, al menos para el rubio una de las principales reglas de supervivencia era no fiarse de los desconocidos, al menos si te los encuentras de noche, estando solo y en un cementerio.
— ¿Explicarte? —Preguntó incrédulo. ¿Como se supone que explicaría nada? — No puedo explicarte algo que ni yo mismo se. —Dijo mientras miraba a otro lado, con una mueca, hasta que le extendió la bufanda. Eso ciertamente lo tomó por sorpresa, no era muy común que tuvieran esa consideración con él. — Gracias… ¡Y no me lo busqué! Lo lógico es que no haya nadie en un cementerio a estas horas de la noche. —Aunque cayó algo tarde en que él estaba en el cementerio a esas horas de la noche, lo cual, supo lo dejó como un idiota. — E-En cualquier caso, estar enfermo por tu culpa, ya lo estoy...—Como por arte de sus palabras, estornudó. Un estornudo pequeño, así como estornudan los gatos. — No me esperaba la nevada, y no hacía tanto frío cuando vine. —Mintió. Ciertamente tenía la costumbre de andar algo ligero de ropa de abrigo, y aunque siempre acababa arrepintiéndose, por alguna razón siempre olvidaba su abrigo.
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Konoha Genet
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Infló el pecho, claramente orgullosa de que de una vez por todas, le diera la razón, por supuesto que habían cambiado, era... bastante importante para el orgullo de la rubia acertar de vez en cuando, solo para variar. Aunque como era de esperar, la afirmación reforzaba las preguntas y curiosidad ya presentes en la lanza, quien no dejaba de mirar al rubio, casi con impaciencia, como si quisiera presionarlo a dar una respuesta con tan solo aquel par de ambarinos ojos.
Aquel entusiasmo e insistencia no desapareció aun cuando el joven respondió que no tenia idea de que lo provocaba, sin embargo si se mezclo con un poco de inconformidad y decepción. Termino cruzándose de brazos, mientras un par de nuevas emociones se combinaban con las ya mencionadas; confusión y gracia, en ese orden. El chico no paraba de contradecirse, antes de que pudiese controlarse, termino soltando una risita, tapándose levemente la boca con su mano-Claro que fue tu culpa...Tu mismo lo dijiste-Se aclaró la garganta y habló con una imitación mala y gangosa apropósito, de la voz del chico-"Lo lógico es que no haya nadie en un cementerio a estas horas de la noche"-Soltó otra risa, como si se riera de su propia "genial" imitación y continuó-Lleva nevando toda la semana en la ciudad-Aclaró, con aires de superioridad, contraataque perfecto de su parte-¿No tienes ropa o algo? ¿Como un...-pauso por la fugaz imagen de cierta persona en la cabeza-...vagabundo?-Asintió comprensivamente-¡No tiene que apenarte, soy buena tratando vagabundos!-Anunció, con un brillo orgulloso en la mirada, guiñándole el ojo y alzando un pulgar.
Tal y como habia mencionado el joven, lo normal seria no encontrarse con nadie a esas horas de la noche, especialmente aclarando que era un cementerio, sin embargo, ella tenia sus motivos, sí y también los habia dicho hace poco, por lo que la anormalidad en esa singular escena, era, nada más y nada menos, que el propio rubio quejumbroso. Misión o no, las cuestiones se presentaron una vez más, y más que nada por propia curiosidad que por deber, preguntó de nuevo-No me has dicho que hacías aquí... Yo estoy de ronda, pero ¿Tú? hay mejores lugares para dormir... en especial en invierno-Lo miro acusadoramente, más sin quitar la sonrisa del rostro, por lo que resultaba imposible tomarle del todo en serio-¿No estarías planeando algo malo?-La sonrisa se torno más traviesa que comprometida-¿Una travesura?-Preguntó finalmente, con tono de complicidad, mirándolo de la misma manera, casi ofreciéndose como voluntaria si la travesura estaba de por medio.
Aquel entusiasmo e insistencia no desapareció aun cuando el joven respondió que no tenia idea de que lo provocaba, sin embargo si se mezclo con un poco de inconformidad y decepción. Termino cruzándose de brazos, mientras un par de nuevas emociones se combinaban con las ya mencionadas; confusión y gracia, en ese orden. El chico no paraba de contradecirse, antes de que pudiese controlarse, termino soltando una risita, tapándose levemente la boca con su mano-Claro que fue tu culpa...Tu mismo lo dijiste-Se aclaró la garganta y habló con una imitación mala y gangosa apropósito, de la voz del chico-"Lo lógico es que no haya nadie en un cementerio a estas horas de la noche"-Soltó otra risa, como si se riera de su propia "genial" imitación y continuó-Lleva nevando toda la semana en la ciudad-Aclaró, con aires de superioridad, contraataque perfecto de su parte-¿No tienes ropa o algo? ¿Como un...-pauso por la fugaz imagen de cierta persona en la cabeza-...vagabundo?-Asintió comprensivamente-¡No tiene que apenarte, soy buena tratando vagabundos!-Anunció, con un brillo orgulloso en la mirada, guiñándole el ojo y alzando un pulgar.
Tal y como habia mencionado el joven, lo normal seria no encontrarse con nadie a esas horas de la noche, especialmente aclarando que era un cementerio, sin embargo, ella tenia sus motivos, sí y también los habia dicho hace poco, por lo que la anormalidad en esa singular escena, era, nada más y nada menos, que el propio rubio quejumbroso. Misión o no, las cuestiones se presentaron una vez más, y más que nada por propia curiosidad que por deber, preguntó de nuevo-No me has dicho que hacías aquí... Yo estoy de ronda, pero ¿Tú? hay mejores lugares para dormir... en especial en invierno-Lo miro acusadoramente, más sin quitar la sonrisa del rostro, por lo que resultaba imposible tomarle del todo en serio-¿No estarías planeando algo malo?-La sonrisa se torno más traviesa que comprometida-¿Una travesura?-Preguntó finalmente, con tono de complicidad, mirándolo de la misma manera, casi ofreciéndose como voluntaria si la travesura estaba de por medio.
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Ruri Togashi
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Tras haberse puesto la bufanda su temblor había parado considerablemente, especialmente porque la principal razón para empezar a tener frío no era nada más ni nada menos que su escotada camisa, porque tener algo cubriendo esa zona era todo un alivio. También sentía que tenía las medias mojadas, posiblemente se había colado nieve dentro de sus botas al igual que dentro de la camisa y la sudadera. Bueno, pudo haber sido peor, pudo haber llegado a otros lugares aún peores…
Bueno, la estrategia de probar el coeficiente intelectual de la rubia no había sido su mejor idea, y al final había acabado contradiciendose de una manera que rozaba lo estúpido(si de plano no lo era) y lo mejor ahora era parcharlo. —Realmente no tiene nada que ver una cosa con la otra, no, no es lógico pero eso no significa que sea mi culpa. —Esbozó una mueca molesta ante la gracia que la imitación parecía hacerle a la chica. — Vivo algo lejos de la ciudad, preciosa, no creo que esperes en cualquier caso que adivine. —Respondió. Prácticamente podía asegurar que si nevaba en Death City no nevaba en el resto del desierto, y también podía asegurar de que mucho menos nevaría en el territorio de brujas. El territorio de brujas. Cayó algo tarde en la cuenta de que la inteligencia a la chica le podía dar para calcular el hecho de que lo más cercano a la ciudad que había sin cruzar el desierto era el susodicho territorio. Suponiendo que fuera tan evidente como a él le parecía, bueno, mierda.
La tentación de golpearla cuando lo llamó vagabundo fue tal que aún en 20 años más será un misterio como no le dio una paliza, tranquilo Konoha, debes calmarte, respiró hondo y soltó el aire despacio, contando mentalmente hasta 10. La pesadilla lo había alterado, eso es todo, no podía ser una chica tan insoportable, ¿Verdad?. La miró de nuevo cuando volvió a cuestionarse su presencia ahí, se pensó un poco la respuesta. —Estaba buscando algo, y supongo que el sueño me venció finalmente —Mintió, al menos en parte, pues que el sueño le había derrotado a fin de cuentas no era ninguna farsa. Pero realmente no estaba buscando nada, ¿No? en primer lugar no entendía muy bien que lo había llevado allí, pero ya podía cuestionarlo en cualquier otro momento.
Una peligrosa sonrisa se formó en el rostro del rubio cuando se le preguntó acerca de alguna travesura que pudiera estar planeando. Realmente no estaba planeando nada, pero vamos, ¿Por qué desperdiciar una oportunidad? — ¿Te gustan las travesuras, beag? —Preguntó con una sonrisa juguetona y los ojos entrecerrados, con clara complicidad ante cualquier tipo de ocurrencia que pudiese surgir si unían fuerzas para alguna que otra bromilla.
Bueno, la estrategia de probar el coeficiente intelectual de la rubia no había sido su mejor idea, y al final había acabado contradiciendose de una manera que rozaba lo estúpido(si de plano no lo era) y lo mejor ahora era parcharlo. —Realmente no tiene nada que ver una cosa con la otra, no, no es lógico pero eso no significa que sea mi culpa. —Esbozó una mueca molesta ante la gracia que la imitación parecía hacerle a la chica. — Vivo algo lejos de la ciudad, preciosa, no creo que esperes en cualquier caso que adivine. —Respondió. Prácticamente podía asegurar que si nevaba en Death City no nevaba en el resto del desierto, y también podía asegurar de que mucho menos nevaría en el territorio de brujas. El territorio de brujas. Cayó algo tarde en la cuenta de que la inteligencia a la chica le podía dar para calcular el hecho de que lo más cercano a la ciudad que había sin cruzar el desierto era el susodicho territorio. Suponiendo que fuera tan evidente como a él le parecía, bueno, mierda.
La tentación de golpearla cuando lo llamó vagabundo fue tal que aún en 20 años más será un misterio como no le dio una paliza, tranquilo Konoha, debes calmarte, respiró hondo y soltó el aire despacio, contando mentalmente hasta 10. La pesadilla lo había alterado, eso es todo, no podía ser una chica tan insoportable, ¿Verdad?. La miró de nuevo cuando volvió a cuestionarse su presencia ahí, se pensó un poco la respuesta. —Estaba buscando algo, y supongo que el sueño me venció finalmente —Mintió, al menos en parte, pues que el sueño le había derrotado a fin de cuentas no era ninguna farsa. Pero realmente no estaba buscando nada, ¿No? en primer lugar no entendía muy bien que lo había llevado allí, pero ya podía cuestionarlo en cualquier otro momento.
Una peligrosa sonrisa se formó en el rostro del rubio cuando se le preguntó acerca de alguna travesura que pudiera estar planeando. Realmente no estaba planeando nada, pero vamos, ¿Por qué desperdiciar una oportunidad? — ¿Te gustan las travesuras, beag? —Preguntó con una sonrisa juguetona y los ojos entrecerrados, con clara complicidad ante cualquier tipo de ocurrencia que pudiese surgir si unían fuerzas para alguna que otra bromilla.
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Konoha Genet
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
¿Qué si le gustaban? ¡Ja! Una pregunta como esa sonaría redundante no solo a odios de la rubia, si no a los de cualquiera que la conociera, a ella o a sus “hazañas”, en su rostro se formó una sonrisa poco digna de una estudiante de Shibusen “en patrulla” Pero era un gesto incontrolable de su parte, tan natural como el aparente talento que tenía para actos de malicia y diversión encasillados como simples travesuras. Su mirada reflejaba confianza y suficiencia, se llevó una mano al corto cabello y lo aireo de forma levemente altanera-Digamos que… creo que son un buen pasatiempo-Respondió con la vista fija en la aguda mirada del contrario, con total seguridad.
-¿Entonces si tenías algo en mente?-Volvió a insistir, con el brillo de interés destellante en la mirada, justo antes de, abruptamente, enderezarse de forma exagerada, aclararse la garganta y alzar la barbilla con los ojos cerrados en un acto de superioridad-¡Siendo que estoy en patrulla, me temó que tienes que informarme de tus… eh… infames, sí, infames planes, vagabundo del cementerio!-Dijo, abriendo uno de los ojos para mirarle y volver a sonreírle con complicidad, como si penosa actuación hubiese sido creíble en primer lugar.
-En todo caso… creo que tendrá que acompañarme-Dijo, bajando un poco todo el rollo de la “vigilante”, pero aun haciendo el intento de mantener el “papel”-Tendrá que cumplir un rato de… uhm…-Ladeo la cabeza, un tanto pensativa y se enderezo rápidamente al parecer encontrar las palabras que buscaba-¡Servicio comunitario! S-sí, eso… Ayudar a la…-Le guiño exageradamente un ojo antes de continuar-Vigilancia-Terminó, haciendo demasiado énfasis en la falsedad de la palabra, como si no hubiese sido todo ese teatro demasiado obvio ya. La sutileza no era una cualidad de la rubia.
-¿Entonces si tenías algo en mente?-Volvió a insistir, con el brillo de interés destellante en la mirada, justo antes de, abruptamente, enderezarse de forma exagerada, aclararse la garganta y alzar la barbilla con los ojos cerrados en un acto de superioridad-¡Siendo que estoy en patrulla, me temó que tienes que informarme de tus… eh… infames, sí, infames planes, vagabundo del cementerio!-Dijo, abriendo uno de los ojos para mirarle y volver a sonreírle con complicidad, como si penosa actuación hubiese sido creíble en primer lugar.
-En todo caso… creo que tendrá que acompañarme-Dijo, bajando un poco todo el rollo de la “vigilante”, pero aun haciendo el intento de mantener el “papel”-Tendrá que cumplir un rato de… uhm…-Ladeo la cabeza, un tanto pensativa y se enderezo rápidamente al parecer encontrar las palabras que buscaba-¡Servicio comunitario! S-sí, eso… Ayudar a la…-Le guiño exageradamente un ojo antes de continuar-Vigilancia-Terminó, haciendo demasiado énfasis en la falsedad de la palabra, como si no hubiese sido todo ese teatro demasiado obvio ya. La sutileza no era una cualidad de la rubia.
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Ruri Togashi
Re: More darkest than gold [Privado Ruri Togashi]
Su sonrisa interesada solo logró intensificarse al comprobar que la rubia tenía un clarísimo interés por las travesuras. Ahora, era cuestión de saber hasta dónde podría llegar eso. Estaban los que hacían travesuras, y los que hacían travesuras. Solo era cuestión de poner un poco a prueba las habilidades de un problemático en potencia para ver de que era capaz.
— Mmm.. Tal vez si lo tenía.Quien sabe.
Miró hacia otro lado, tratando de hacerse el desentendido pero sentía cierto cosquilleo de emoción por poder hacer algo divertido esa noche, aparte de evitar a cualquier curioso que lo pudiera meter en serios problemas. Desgraciadamente no sabía que estaba justo enfrente de alguien que tenía todas las de meterlo en graves problemas. Siempre que no quitara el Soul protect se suponía que iban a estar bien, ¿O no?
—¡Oh! He sido descubierto. No podré llevar a cabo mis maléficos planes —Dijo de manera exageradamente actuada mientras se llevaba una mano al pecho.
Ya que había encontrado algo que hacer esa noche no le iba a hacer ningún daño hacerse un poco el idiota, aunque tal vez estaba tomándose todo muy a la ligera, la chica había dicho que era de shibusen, de hecho, lo cual lo ponía en un considerable riesgo. Pero supuso que ya no había otra cosa que hacer, en cualquier caso, confiaba ciegamente en sus habilidades de escape. Al escuchar lo siguiente sonrío con complicidad.
— Bueeeno, supongo que tendré que ser un buen ciudadano y cumplir mi “multa”.
Se encogió de hombros y se llevó una mano al cabello como si se tratara realmente de un ciudadano resignado ante sus fechorías y estuviera dispuesto a hacerse cargo de lo que le correspondía. Pero ni era un ciudadano, ni había hecho fechorías (aún), ni mucho menos se haría cargo en caso de hacerlas. Le dirigió una mirada de complicidad a la rubia, una mirada que daba un poco de repelús al principio, pero nada del otro mundo.
— Mmm.. Tal vez si lo tenía.Quien sabe.
Miró hacia otro lado, tratando de hacerse el desentendido pero sentía cierto cosquilleo de emoción por poder hacer algo divertido esa noche, aparte de evitar a cualquier curioso que lo pudiera meter en serios problemas. Desgraciadamente no sabía que estaba justo enfrente de alguien que tenía todas las de meterlo en graves problemas. Siempre que no quitara el Soul protect se suponía que iban a estar bien, ¿O no?
—¡Oh! He sido descubierto. No podré llevar a cabo mis maléficos planes —Dijo de manera exageradamente actuada mientras se llevaba una mano al pecho.
Ya que había encontrado algo que hacer esa noche no le iba a hacer ningún daño hacerse un poco el idiota, aunque tal vez estaba tomándose todo muy a la ligera, la chica había dicho que era de shibusen, de hecho, lo cual lo ponía en un considerable riesgo. Pero supuso que ya no había otra cosa que hacer, en cualquier caso, confiaba ciegamente en sus habilidades de escape. Al escuchar lo siguiente sonrío con complicidad.
— Bueeeno, supongo que tendré que ser un buen ciudadano y cumplir mi “multa”.
Se encogió de hombros y se llevó una mano al cabello como si se tratara realmente de un ciudadano resignado ante sus fechorías y estuviera dispuesto a hacerse cargo de lo que le correspondía. Pero ni era un ciudadano, ni había hecho fechorías (aún), ni mucho menos se haría cargo en caso de hacerlas. Le dirigió una mirada de complicidad a la rubia, una mirada que daba un poco de repelús al principio, pero nada del otro mundo.
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Konoha Genet
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