With all of these sweets without a home, maybe we can become friends...[Aizack]

Suspire algo frustrada ¿Qué se creía esa anciana? yo sabia lo que podia o no hacer, también sabia cuando me "estaba esforzando demasiado" ella no era nadie para decirme que hacer pero ella es la encargada de autorizar las misiones...no había tenido más opción que resignarme. "Haz hecho demasiadas misiones estos días, no pienso autorizarte otra hasta que descanses un poco, no puedes hacer todo sola" fueron sus  palabras y por más reclamos y amenazas ella parecía unánime con su elección ¿Por qué tenia que descansar? no estaba cansada, no lo necesitaba.Y ahora, ahora no estaba haciendo más que perder el tiempo, podría estar luchando contra esas animañas, salvando a alguien de sus actos...pero no, estaba en el parque haciéndome tonta un rato y todo por que alguien decidió que debía descansar.

Sin embargo no podia hacer nada por ahora respecto a eso, justo ahora debía "descansar" sin estar cansada, bufé pateando una pequeña piedra que se cruzo en mi camino, pensando que podia hacer para pasar mi forzoso día libre. Después de un rato termine sentada en un banca, ahuyentado a todo aquel que osara pasarse siquiera cerca con una mirada asesina, no estaba de humor para tratar con nadie hoy...

Pero eso era algo fuera de mi control, sentí un leve golpe en la pierna, de inmediato me levante, de forma un tanto violenta y nerviosa, más logre calmarme cuando note que se trataba de una pelota, un pequeño niño se me acerco segundos después, preguntando por ella, la patee sin mucha fuerza hacia él sin decir nada, mirándolo de mala gana solo para que me preguntara con aquella inocencia que solo poseían los infantes si quería jugar con él-¿Tú madre no te ha dicho que no le hables a los extraños niño?-su respuesta solo fue volver a preguntar, con la misma sonrisa chimuela de hace un rato-¿No lo entiendes? Déjame tranquila mocoso-dije chasqueando la boca, el niño solo borro aquella simpática sonrisa y se fue, me sentía mal pero...suspire no me importaba, yo no lo había ido a molestar en primer lugar...

¿¡Era a esto lo que la gente llamaba descanso!? ¿¡Estaban todos chiflados o qué!? Apenas había logrado librarme del niñato cuando ya tenia a alguien mas frente mio, solo que esta vez no se trataba de un "niñato" aunque tal vez se comportaba como uno, pues no se me paro enfrente como una persona normal, por supuesto que no, el joven de ojos dorados estaba colgado de cabeza desde una de las ramas que le hacia sombra a la banca donde estaba sentada hacia apenas unos momentos. Mi reacción fue obvia, tal vez la que hubiese tenido cualquiera ante tal situación, sorpresa, confusión y desconcierto, por supuesto baje la guardia, apenas un par de segundos, sin embargo aquel par de segundo fue suficiente para que el rubio metiese, sin mas aviso que un "Di Aahh", un dulce en mi boca.

Di un respingo al sentir aquel escalofrió que sentía cada vez que alguien me tocaba desde aquella noche, ese mismo que me hacia tensarme y crispar la mirada, el mismo que lograba hacer a mis rodillas temblar. Fue mas u reflejo que una acción que hiciese con voluntad propia, aun así no me arrepentía, había logrado acomodarle un golpe en el pecho, el cual logro tirarle de la rama de la cual colgaba-¿¡Qué te sucede!?-grite claramente alterada, le miraba de forma crispada, tratando de controlar el temblor de mis rodillas.

Odiaba admitirlo pero el dulce era fantástico, incluso me atrevería a decir que me ayudaba a mantener la compostura, al menos un poco, sin embargo aun estaba nerviosa. Le dedique al joven de cabellos alborotados y brillantes ojos una mirada fría y hostil antes de volver a alzar la voz-¡Te lo vuelvo a preguntar...¿¡Qué te pasa!? ¿¡Qué demonios crees que hacías!?-tenia incluso un pequeño tic en la ceja. Esa anciana me la pagaría enterita ¡Era su culpa! de no ser por ella en este momento estaría poniendo en su lugar a uno de esos monstruos y no en esta situación...

Le miraba con desprecio y enfado el cual solo logro aumentar tras aquel comentario hecho por el chico de cabello alborotado, también un leve tono rosado invadió mis mejillas a causa de este-¿¡Q-qué importa si me gusto o no!?-cerré los ojos aun sonrojada y con un leve tic en la ceja, no quería responder a eso, estaba enfadada, ¡Ese rubio no podía ir sonriendo tan simplonamente haciendo lo que se le daba la gana! ¿Acaso esperaba que solo por que ese dulce era absoluta y completamente delicioso me calmara y le respondiese así, sin más? Si ese era el caso, pues estaba bastante equivocado.

Le miraba de forma hostil y un tanto arrogante, sin embargo el joven seguía con esa sonrisa en su rostro, como si se estuviese divirtiendo con todo esto y lo más probable era que así fuese. Lo había estado mirando hacia abajo todo este tiempo, pero en cuanto se levanto la cosa cambio, tenia que alzar la mirada para verle directamente, no le di mucha importancia, la gran mayoría de las personas eran más altas que yo, así que ya me era costumbre tener que verlas hacia arriba siempre. Me tome un poco más de tiempo para ver al joven, el color dorado que brillaba en sus ojos también adornaba su despeinada cabellera, y en cuanto su alma, era obvio que era un arma, me detuve ahí, no necesitaba más...no por el momento.

Lo mire unos momentos, sin saber que decir ante su obvia insistencia sobre si me había gustado el dulce o no, chasquee los dientes y desvié la mirada por completo-E-estaba bueno...-me limite a musitar entre dientes-¡P-pero eso no significa que no este enfadada!-volví a alzar la voz de forma alterada-¡No puedes ir por ahí apareciéndote de la nada frente a la gente! ¡metiendoles dulces en la boca a las personas como si nada!

Me mantuve callada pues el chico estaba en lo correcto, lo hubiese mandado a volar mucho antes de que si quiera pudiese completar una oración, le desvié la mirada, frustrada por no poder responderle, pero por el momento no tenia nada, o al menos nada que sonara coherente. Le miraba de reojo, pues no me atrevía a hacerlo de frente, aun tenia ese leve sentimiento de que se burlaba un poco de mi, si se atrevía a hacerlo evidente no iba a estar calmada ni un segundo más. A pesar de que ya no quedaba rastro del escalofrió que me causaba cualquier tipo de contacto físico, lo miraba con atención cada vez que hacia un movimiento, no volvería a bajar la guardia por hoy.

A pesar de mi actitud el chico seguía sonriente y jovial, como si yo le estuviera respondiendo de la misma manera, incluso se presento, aun sin pedírselo, me quede callada sin dar una respuesta a su presentación por unos momentos, pensándome dos veces el hacerlo o no-Emma le Foix-Grailly-dije finalmente de forma tajante y fría, omitiendo como siempre mi segundo nombre.

Ahora preguntaba sobre dulces...¿Iba enserio? suspire cerrando los ojos con fastidio-¿Enserio te importa?-dije mirándolo con arrogancia para encontrarme con un par de brillantes orbes dorados mirándome con curiosidad, crispe la mirada y chasquee un poco los dientes-T-todos los que tienen crema...¿Feliz?-dije evitando sus ojos de nuevo.

¿Qué quería aquel chico de mirada brillante? ¿Q-qué intentaba? ¿Por que no se alejaba como todos los demás? Me estaba poniendo los nervios de punta, si lo pensaba ¿cuándo había sido la ultima vez qué había hablado "amigablemente" con alguien? N-no es como si quisiera ser "amigable" con él, a lo que quería llegar era que aun cuando quisiese serlo...¡Ah! ¿qué estaba pensando? ¡estaba enfadada con ese joven, no tenia ni que pensar en ser amigable con él! Su voz me saco de esa pequeña discusión mental que estaba librando dentro de mi, una vez más se comportaba de forma amable, mirándome con una sonrisa.

Saco entonces una bolsa dorada, la cual brillaba asemejando tal vez, a los propios ojos de su portador quien libero el agarre de la pequeña cinta verde que la mantenía cerrada, para revelar lo que guardaba. Dulces, de un suave color blanco con lineas rosadas, la brisa se encargaba de esparcir su aroma por los alrededores, un aroma que reconocía fácilmente. Por mi mente pasaron fugazmente imágenes de mi padre llegando del trabajo anunciando que traía una sorpresa para mi, siempre eran esos dulces que adoraba, era un sentimiento extraño, era cálido pero al mismo tiempo, dolía demasiado, pero no era momento.

-Lo se-dije tajante apenas había terminado de explicar la procedencia de los postres-Conozco la dulcería-le miraba de forma fría, sin ninguna otra expresión más que indiferencia en mi rostro, los hacia casi por instinto.

Lo mire fijamente, luego mire su mano extendida y los dulces sobre ella. Tenia miedo de esos dulces y de los recuerdos que pudiesen provocar pero por otro lado, también quería probarlos. Los mire unos momentos, apreté los puños y suspire ¿tenia miedo de unos dulcecillos? era patética. Termine tomando uno, más no lo puse en mi boca, solo lo sostenía-Gracias...-musite sin quitar la vista del postre en mi mano.

No podía, en definitiva no podía bajar la guardia un solo segundo con ese chico cerca ¡Cuando había podido reaccionar ya tenía otro dulce en mi boca! ¡Esta vez sí que se lo había buscado! No me lo pensé dos veces, apenas logro terminar su pregunta cuando ya le había dado otro golpe-¡Te lo acababa de decir! ¿¡Eres sordo o solo idiota!?-le grite alterada, realmente alterada, incluso algunas personas que pasaban por el lugar veían la escena de reojo, no me importaba, después de todo era verdad, hace apenas unos momentos le había dicho que no fuera por ahí metiendo comida en la boca de la gente ¿y que hacia? ¡Metía otro dulce a mi boca! Al parecer no tenía la paciencia suficiente como para soportarlo del todo.

-Si tanto quieres saber si esta bueno o no, deberías comerlo tú mismo, eso es lo que la gente normal hace, no le va metiendo sus dulces a quien se le pone enfrente, ya te lo había dicho tonto- Había hecho énfasis en la palabra "normal" aunque, aquí en Death City, encontrar una persona "normal" no era tan sencillo que digamos...

En cuanto al dulce... sabía exactamente igual que como le recordaba, no estaba realmente concentrada en eso gracias a las impertinencias de Aizack, siendo sincera prefería que fuese así, no por tener que soportar al rubio, sino porque no eran recuerdos que me agradaran del todo.

Esta bien, debía admitirlo, ella era una chica muy fuerte, tal vez demasiado. Esta vez el golpe había sido dirigido más arriba, su fuerza no era algo para bromear, había sido un perfecto y preciso golpe a mi nariz, demonios, de verdad que tenía fuerza la muchacha. A pesar de la diferencia de alturas caigo sentado, agarrando en la nariz impidiendo que ella pudiera ver el daño, mirándola con diversión, a pesar del dolor, el dolor era un amigo, un socio de trabajo, así que fingir no tenerlo era sumamente fácil para mi

-Perdón... Pero... Parecías triste y la verdad, prefiero que descargues algo de esa frustración conmigo, ya que me parece que en parte soy responsable...

Sonrió suavemente disculpándose de forma silenciosa, para después voltearme rápidamente y retirar las manos de mi nariz, viendo como el tabique había sido levemente desviado por el golpe, un pequeño hilo de sangre salía desde mi pobre y algo amoratada nariz. Suspiro levemente para sujetar mi nariz con ambas manos, usando las palmas, y un rápido movimiento basto para poder enderezarla, soltando un suave quejido de dolor mientras una leve lágrima amenazaba con salir desde mi ojo, aunque la limpio con uno de mis dedos, mientras usando a otra mano seguía tapando mi nariz, vaya que esa chica si tenía fuerza

-(Ay, ay, espero que no deje marca...)

No iba a decir que estaba sorprendida de haberle tirado al suelo aun cuando había tenido que alzarme sobre las puntas de mis píes para poder alcanzar del todo su rostro, he golpeado a personas en posición de defenderse, no había sido la gran cosa...no lo era pero aun así me sentía algo... ¿arrepentida? no lo sé. Mantenía la vista fija en el chico, me crucé de brazos, atenta a sus movimientos pues parecía que estado cerca de él no podía descuidarme ni un poco. Crispe la mirada al escuchar sus palabras, no lograba entenderlo, me era simplemente imposible entender sus acciones, en verdad me confundía bastante, no era como si fuéramos amigos...mucho menos conocidos, ni siquiera le estaba tratando de forma amable-¿Por qué?-aquella pregunta escapo de mis pensamientos en forma de murmuro, era algo que tenía quedarse en mi mente pero por un descuido había terminado saliendo de mis labios.

-¡P-por supuesto que eres responsable! ¿¡Qué esperabas!?-Le grite con nerviosismo, tratando de cubrir la pregunta anterior mientras veía como se daba la vuelta con las manos en la nariz, genial, seguro que si estaba bastante lastimado, un sentimiento de culpa se apodero de mi de un momento a otro ¿por qué? él sólito se lo había buscado... no tenía que sentir culpa por nada pero aun así...-Tsk-chasquee con fastidio y desvié la mirada-¿T-t-te...-balbuceé de forma casi inentendible en un tono bastante bajo-¿Te duele mucho? t-tú te lo buscaste...-dije recuperado la fuerza al hablar sin dirigirle la mirada, no pensaba disculparme...

Le mire con indiferencia, ¿Acostumbrado a qué lo golpearan? já, a como se comportaba era perfectamente creíble, aun cubría su nariz con su mano por lo que supuse que, tal vez, si me había sobrepasado un poco al golpearlo así, pero seguía sin pensar en disculparme con él. A pesar de que parecía ser algo permanente en él, aun no lograba entender del todo como mantenía una sonrisa en su rostro con todo esto, no era normal sonreírle a alguien de esa manera cuando acababa de golpearte y hablarte como yo le había estado hablando hasta ahora, sin embargo dudaba seriamente obtener la respuesta que quería si le preguntaba algo tan... ¿ambiguo? así sin más, por lo que preferí guardarme aquella inquietud para mí misma, t-tampoco era como si me importara saberlo en realidad.

Sonreí, no era una sonrisa amable, sino una sonrisa burlona y un tanto arrogante-¿Cómo me siento? ¿Le preguntas eso a quien te acaba de golpear? tal vez si eres algo tonto después de todo-Esperaba que se ofendiera, que se enfadara, soltara algún insulto entre dientes y terminara yéndose de aquí. "Estoy bien, muchas gracias, en verdad... lamento haberte golpeado de esa manera" una vocecilla murmuraba aquellas palabras en mi mente, aquellas que hubieran salido sinceramente de mis labios hacia varios años, me limite simplemente a ignorarle, no había forma que terminara diciendo algo así, en definitiva no pasaría, así que considere inútil y algo estúpido pensar en ello y deje de hacerlo.

-Si no tienes más asuntos- me volví a sentar en la banca que estaba detrás mio y empece a revisar con poco interés mis uñas-Au revoir, blondine-dije de forma indiferente esperando que se fuera, así tal vez enserio podría "descansar" o eso que quería que hiciera la anciana.