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Feria Abandonada [Evento]
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Feria Abandonada [Evento]
Habrán tenido que caminar bastante para llegar hasta aquí. Los rayos del sol se han ocultado por completo, por lo que lo que ahora alumbra su panorama, es la tenue luz de la luna y su perturbadora sonrisa, siendo eclipsada de ratos por una que otra nube. El ambiente es frío, una leve brisa sopla de forma constante por lo que lo mejor sería que trajesen algo con que cubrirse, aunque fuese un poco… No hay muchas cosas alrededor, así que no es difícil saber que llegaron al lugar correcto. Frente a ustedes, está la entrada al parque de atracciones del que se había estado hablando todo el mes.
No es posible decir que dicha visión los haya decepcionado, el lugar es tal y como se rumoreaba, deteriorado a más no poder, da la impresión de que puede caerse a pedazos en cualquier momento. Dicho lugar que había sido construido enfocado a divertir a la gente, a niños pequeños y familias de todo tipo, parecía un paisaje de pesadilla frente a ustedes… Justo lo que estaban buscando esa noche ¿No es así? Después de todo, si están reunidos aquí es por esa razón, adentrarse en ese paraje de juegos mecánicos y atracciones deterioradas… Por diversión, o quizá porque quieren ir a alardear con alguien después, probarse algo a sí mismos o a otras personas, o incluso por producto de una apuesta que no haya salido muy bien… Como sea.
La enorme mampara que indica el comienzo del lugar, los invita a pasar con su deteriorado pero aun legible mensaje; una de las letras faltantes esta inerte y destrozada en el suelo, mientras que la otra cuelga aun del letrero, amenazando con caer en cualquier instante, sería buena idea no caminar justo debajo de ella. ¿Están preparados? ¿Trajeron lo necesario? Un par de linternas seguro les vendrían útiles, si no queda más que hacer ¡Pasen a divertirse!
No es posible decir que dicha visión los haya decepcionado, el lugar es tal y como se rumoreaba, deteriorado a más no poder, da la impresión de que puede caerse a pedazos en cualquier momento. Dicho lugar que había sido construido enfocado a divertir a la gente, a niños pequeños y familias de todo tipo, parecía un paisaje de pesadilla frente a ustedes… Justo lo que estaban buscando esa noche ¿No es así? Después de todo, si están reunidos aquí es por esa razón, adentrarse en ese paraje de juegos mecánicos y atracciones deterioradas… Por diversión, o quizá porque quieren ir a alardear con alguien después, probarse algo a sí mismos o a otras personas, o incluso por producto de una apuesta que no haya salido muy bien… Como sea.
“в I є ٧ E и I Φ s”
La enorme mampara que indica el comienzo del lugar, los invita a pasar con su deteriorado pero aun legible mensaje; una de las letras faltantes esta inerte y destrozada en el suelo, mientras que la otra cuelga aun del letrero, amenazando con caer en cualquier instante, sería buena idea no caminar justo debajo de ella. ¿Están preparados? ¿Trajeron lo necesario? Un par de linternas seguro les vendrían útiles, si no queda más que hacer ¡Pasen a divertirse!
- Reglas y Participantes:
- Los usuarios que pueden postear en este tema son:
• Izaak Doors
• Lucy H.
• Alice Baskerville
• Chloe
• Aizack Pendragon
Reglas
♦Se tendrán 72 horas a partir de la hora de posteo del Narrador para que los participantes de cada grupo respondan.
♦NO hay turnos entre los usuarios para postear, pero una vez que haya posteando todos los usuarios, será turno del narrador. Es decir, no se permite doble post por parte de un personaje en una sola ronda.-Si todos los usuarios postean antes del tiempo límite, la respuesta del narrador será antes.
♦Si un personaje no postea dentro del tiempo establecido el narrador procederá a postear, tomando On-rol como si el personaje no hubiera hecho nada o dándole una penitencia, si no postea en varios turnos, el narrador puede tomar la decisión de sacar al personaje del escenario.
♦Por favor, posteen en el tema que les corresponde.
♦No se pondrá un máximo de líneas, pero por favor tomen en cuenta que el evento requiere dinamismo. Piensen en agilidad antes que cantidad.
♦Sí un usuario se pasa de chistosito o trata de afectar la trama para mal, de manera premeditada, el narrador tiene la libertad de sacarle del tema.
♦Recuerden que el punto del evento, es divertirnos entre todos, trabajen en equipo, no quieran todo el protagonismo para ustedes solos.
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Fecha de inscripción : 20/08/2013
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Narración
Re: Feria Abandonada [Evento]
Tomarse un rato libre de vez en cuando nunca es malo, especialmente s se trata de diversión, que en aquellos momentos era lo único que rondaba la cabeza de Izaak, mientras observaba las atracciones del parque a las a fueras del mismo.
Por qué había terminado ahí era demasiado sencillo, hacia un par de días que llevaba escuchando rumores acerca de ciertos lugares distribuidos en todo Death City, aquellos rumores se habían extendido demasiado al punto de que no era solo él, era prácticamente cada habitante del lugar quienes quería participar en aquel evento. Que era nada más y nada menos que una auténtica prueba de valor. La razón exacta por la que el técnico había decidido ir era una sola, hacía mucho que no se divertía y presentía que aquel seria el escenario perfecto para poder dejar salir un poco de la energía infantil contenida en los últimos meses, a pesar de que normalmente se presentaba como alguien serio, taciturno y que sigue las reglas, seguía siendo solo un niño por dentro.
Así que sin más, salió con su disfraz, demasiado sencillo talvez, llevaba puesto un traje negro con rayas blancas verticales, una camiseta color negra totalmente y una corbata color roja, un par de cuernos apuntando hacia el suelo en la cabeza. Antes de dirigirse hacia la feria había participado en una alocada fiesta de disfraces, pero la misma no había sido demasiado emocionante o tan “alocada” como para retenerlo demasiado tiempo ahí. Así que entrada un poco la noche abandono el lugar. De todos los lugares que se habían rumoreado el eligió uno en específico. Normalmente las mansiones abandonadas, cementerios y hasta el bosque eran demasiado clichés para los eventos de Halloween, pero no un parque de atracciones, pues normalmente ese era uno de los lugares que querrías visitar todo el tiempo, porque ahí habría diversión garantizada, pero aquella noche no solo no era el caso, sino que además salir corriendo del lugar era la premisa principal de todos aquellos que se habían atrevido a acercar durante el día, causando si no más curiosidad en Izaak.
Y sin más, se dirigió ahí a paso rápido debido a que estaba a las afueras de Death City demoro un poco más en llegar de lo que había pensado en un inicio, pero aun así lo había logrado, y al parecer era el primero en aquel lugar, miro a los alrededores, frente suyo la enorme entrada con una letra a punto de caer, peligroso si, tenebroso a decir verdad un poco. Observo la montaña rusa alzándose por sobre todas las atracciones, sin lugar a dudas si el lugar aún estuviera abierto, Izaak lo habría visitado. Pero ahora en aquellas condiciones le resultaba en su mayoría mucho más interesante ¿Cuándo un parque de diversiones se volvía tan escalofriante como en Halloween? Más que una simple noche como otras, el pelinegro esperaba impaciente por la apertura de aquel lugar, aunque claro en aquellas condiciones dudaba que alguien llegara a abrir la entrada para los que además de él, llegaran ahí. Aun así el vandalismo por una noche a un lugar abandonado estaba permitido si de una de prueba de valor se trataba ¿No?
Por qué había terminado ahí era demasiado sencillo, hacia un par de días que llevaba escuchando rumores acerca de ciertos lugares distribuidos en todo Death City, aquellos rumores se habían extendido demasiado al punto de que no era solo él, era prácticamente cada habitante del lugar quienes quería participar en aquel evento. Que era nada más y nada menos que una auténtica prueba de valor. La razón exacta por la que el técnico había decidido ir era una sola, hacía mucho que no se divertía y presentía que aquel seria el escenario perfecto para poder dejar salir un poco de la energía infantil contenida en los últimos meses, a pesar de que normalmente se presentaba como alguien serio, taciturno y que sigue las reglas, seguía siendo solo un niño por dentro.
Así que sin más, salió con su disfraz, demasiado sencillo talvez, llevaba puesto un traje negro con rayas blancas verticales, una camiseta color negra totalmente y una corbata color roja, un par de cuernos apuntando hacia el suelo en la cabeza. Antes de dirigirse hacia la feria había participado en una alocada fiesta de disfraces, pero la misma no había sido demasiado emocionante o tan “alocada” como para retenerlo demasiado tiempo ahí. Así que entrada un poco la noche abandono el lugar. De todos los lugares que se habían rumoreado el eligió uno en específico. Normalmente las mansiones abandonadas, cementerios y hasta el bosque eran demasiado clichés para los eventos de Halloween, pero no un parque de atracciones, pues normalmente ese era uno de los lugares que querrías visitar todo el tiempo, porque ahí habría diversión garantizada, pero aquella noche no solo no era el caso, sino que además salir corriendo del lugar era la premisa principal de todos aquellos que se habían atrevido a acercar durante el día, causando si no más curiosidad en Izaak.
Y sin más, se dirigió ahí a paso rápido debido a que estaba a las afueras de Death City demoro un poco más en llegar de lo que había pensado en un inicio, pero aun así lo había logrado, y al parecer era el primero en aquel lugar, miro a los alrededores, frente suyo la enorme entrada con una letra a punto de caer, peligroso si, tenebroso a decir verdad un poco. Observo la montaña rusa alzándose por sobre todas las atracciones, sin lugar a dudas si el lugar aún estuviera abierto, Izaak lo habría visitado. Pero ahora en aquellas condiciones le resultaba en su mayoría mucho más interesante ¿Cuándo un parque de diversiones se volvía tan escalofriante como en Halloween? Más que una simple noche como otras, el pelinegro esperaba impaciente por la apertura de aquel lugar, aunque claro en aquellas condiciones dudaba que alguien llegara a abrir la entrada para los que además de él, llegaran ahí. Aun así el vandalismo por una noche a un lugar abandonado estaba permitido si de una de prueba de valor se trataba ¿No?
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Izaak Doors
Re: Feria Abandonada [Evento]
De todos los lugares, ¿Por qué una feria abandonada?
Muchos al hacer pruebas de valor, elegían lugares donde las sorpresas o los sustos pudieran ser controlados, donde los accidentes no fueran muchos, donde el riesgo a un daño real, fuera mínimo. Entonces… ¿Qué motivaría a alguien a alguien a hacer una prueba de valor en una feria abandonada real? Una mansión abandonada o un cementerio, esos lugares que proveían un ambiente controlado, eran lugares certeros y adecuados, ¿Qué llevaría a los patrocinadores u organizadores a traer a un grupo de personas a un lugar que contenía decenas y cientos de toneladas de metal oxidado y mal cuidado en probable derrumbe? Quien lo sabría, aunque había una pregunta diferente que tal vez pudiera ser más importante. ¿Qué haría que una persona cuerda, visitara un lugar tal para una prueba de valor?
-Hum… Me pregunto si habrá máquinas de algodón de azúcar que aun funcionen… Tal vez algún almacén con las máquinas para hacer manzanas acarameladas…
El joven rubio se relamió sumido en sus propios pensamientos. Ahí estaba, un hombre que desconocía el significado real del temor. Una persona que se había enfrentado a la muerte varias veces y que había perdido esa sensación de peligro o riesgo ante cualquier cosa que no presentara una amenaza inminente para su vida. Aquel chico, un rubio alto de ojos que parecían brillar con luz dorada, había entrado a ese evento solo para tener la oportunidad de visitar la feria abandonada. ¿Cuántas más veces podría visitarlo de manera “legal”? No es que el fuera alguien que se apegara al lado legal de la ley, pero en una ciudad como esa, el epicentro de poder del mundo en cuanto a relaciones políticas y de seguridad, ser etiquetado como un “enemigo” era una muy mala idea si la intención era vivir en esa semi utopía en medio del desierto de nevada.
El joven rubio llego hasta la roída y acabada entrada del parque. Su atuendo era totalmente diferente del usual, siendo para el divertido de usar y mostrar. Un traje que parecía más propio de un monje budista de siglos pasados que de un inglés nacido hace menos de dos décadas, unas orejas zorrunas y un zorro postizo sobre sus hombros y adherido al traje a modo de decoración. Su atuendo era confuso, siendo hecho a encargo y queriendo representar una raza asiática conocida como Kitsune, una especie mitológica de zorros mágicos capaces de cambiar de forma que normalmente tomaban apariencia de humanos para hacer travesuras, siendo su idea perfecta de un disfraz para Halloween, el día del “dulce o truco”
Los ojos del rubio brillaron un instante una vez pasados los primeros metros de la entrada de la feria, mientras ocultaba sus manos bajo las amplias mangas e su indumentarias, juntando ambas imitando a esos viejos maestros de artes marciales de las películas de época. Avanzo a paso lento mientras miraba hacia un punto y luego a otro, dando una sonrisa tranquila y confiada, como el mismo, un cierto punto de arrogancia y desinterés, sonriendo un poco más amplio mientras miraba algunos de los caminos que había en el lugar, empezando a avanzar con paso relajado.
-Bueno… ¿Dónde estarán esas máquinas?
Muchos al hacer pruebas de valor, elegían lugares donde las sorpresas o los sustos pudieran ser controlados, donde los accidentes no fueran muchos, donde el riesgo a un daño real, fuera mínimo. Entonces… ¿Qué motivaría a alguien a alguien a hacer una prueba de valor en una feria abandonada real? Una mansión abandonada o un cementerio, esos lugares que proveían un ambiente controlado, eran lugares certeros y adecuados, ¿Qué llevaría a los patrocinadores u organizadores a traer a un grupo de personas a un lugar que contenía decenas y cientos de toneladas de metal oxidado y mal cuidado en probable derrumbe? Quien lo sabría, aunque había una pregunta diferente que tal vez pudiera ser más importante. ¿Qué haría que una persona cuerda, visitara un lugar tal para una prueba de valor?
-Hum… Me pregunto si habrá máquinas de algodón de azúcar que aun funcionen… Tal vez algún almacén con las máquinas para hacer manzanas acarameladas…
El joven rubio se relamió sumido en sus propios pensamientos. Ahí estaba, un hombre que desconocía el significado real del temor. Una persona que se había enfrentado a la muerte varias veces y que había perdido esa sensación de peligro o riesgo ante cualquier cosa que no presentara una amenaza inminente para su vida. Aquel chico, un rubio alto de ojos que parecían brillar con luz dorada, había entrado a ese evento solo para tener la oportunidad de visitar la feria abandonada. ¿Cuántas más veces podría visitarlo de manera “legal”? No es que el fuera alguien que se apegara al lado legal de la ley, pero en una ciudad como esa, el epicentro de poder del mundo en cuanto a relaciones políticas y de seguridad, ser etiquetado como un “enemigo” era una muy mala idea si la intención era vivir en esa semi utopía en medio del desierto de nevada.
El joven rubio llego hasta la roída y acabada entrada del parque. Su atuendo era totalmente diferente del usual, siendo para el divertido de usar y mostrar. Un traje que parecía más propio de un monje budista de siglos pasados que de un inglés nacido hace menos de dos décadas, unas orejas zorrunas y un zorro postizo sobre sus hombros y adherido al traje a modo de decoración. Su atuendo era confuso, siendo hecho a encargo y queriendo representar una raza asiática conocida como Kitsune, una especie mitológica de zorros mágicos capaces de cambiar de forma que normalmente tomaban apariencia de humanos para hacer travesuras, siendo su idea perfecta de un disfraz para Halloween, el día del “dulce o truco”
Los ojos del rubio brillaron un instante una vez pasados los primeros metros de la entrada de la feria, mientras ocultaba sus manos bajo las amplias mangas e su indumentarias, juntando ambas imitando a esos viejos maestros de artes marciales de las películas de época. Avanzo a paso lento mientras miraba hacia un punto y luego a otro, dando una sonrisa tranquila y confiada, como el mismo, un cierto punto de arrogancia y desinterés, sonriendo un poco más amplio mientras miraba algunos de los caminos que había en el lugar, empezando a avanzar con paso relajado.
-Bueno… ¿Dónde estarán esas máquinas?
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Fecha de inscripción : 29/07/2013
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Aizack Pendragon
Re: Feria Abandonada [Evento]
«La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido»
HP. Lovecraft
La chica de cabellos oscuros era la clase de persona a la que si bien le gustaba Halloween no salían a hacer algo, prefería quedarse leyendo o cualquier otra cosa, pero en esta ocasión era distinto, una de sus compañeras de cuarto era demasiado motivada con esa fecha en específico y había dicho que todas fuesen a un evento masivo, aparentemente para asustar o simplemente ir a pedir dulces y como Alice era alguien extremadamente reacia de inmediato le había dicho que no, porque sinceramente no tenía ninguna intención de hacer algo ese año, pero no, la arma se había negado rotundamente a que una de sus compañeras se mantuviese “aburrida” ese día ¿Qué le había hecho? Algo bastante sencillo pero extremadamente efectivo contra alguien como ella y eso fue simplemente ocultar todas sus cosas y dejandole solo un disfraz con una nota mientras la otra se bañaba, el mensaje era una cosa bastante corta y sencilla, dejaba en claro lo que deseaba sin duda alguna.
Fue en ese mismo instante en el que se cuestionó si podía matar a una alumna de aquella institución… No lo creía posible pero si pudiese definitivamente esa chica era la primera en su lista y es que se lo había ganado ¿A quién diablos se le ocurría hacer eso? Solo a ella, pero respiro profundo, no, no podía hacerlo porque posiblemente Shinigami tomaría su vida también por hacer aquello, no se iba a arriesgar a eso, claro que no, por lo mismo allí estaba, caminando hacia el dichoso lugar que le habían indicado ¿No podía ser al menos un poco más cerca? Aparentemente esa chica solo quería que la matara, porque además de todo eso el traje constaba de un vestido un tanto pomposo de colores negro rojo y blanco, un par de guantes y alas de ¿Murciélago? ¿Demonio? No estaba del todo segura, quizás era un vampiro o era un demonio de hecho para ella eso era lo menos relevante del asunto, ella solo quería llegar al dichoso lugar, tomar alguna basura que le asegurara a su compañera que había estado allí y esfumarse para conseguir sus malditas cosas de vuelta ¿Era eso demasiado pedir? No, no lo era para nada o al menos eso creía ella, claro que cuando estuvo cerca de lo que sería la supuesta entrada al lugar alzo una ceja, definitivamente ese lugar era perfecto para una “Prueba de valor” pues por donde lo vieras era una cosa verdaderamente atemorizante, todas las atracciones estaban gastadas y descuidadas tal como se mostraban en la mayoría de las películas cuando querían causar temor en los espectadores, por alguna extraña razón las cosas destruidas que se relacionaba con los niños solía causar más miedo, pero no le tomo importancia, solo quería irse, aunque se sorprendió un poco al ver que habían dos personas además de ella allí.
«Sinceramente no es algo de lo que deba sorprenderme, después de todo este es un evento» Pensó mientras avanzaba y al ver las condiciones agradeció mentalmente que la chica que la había hecho ir allí había sido un poco condescendiente y le había dejado una especie de bolso con cosas que “necesitaba para sobrevivir al evento” o eso le había comentado una de las chicas que aún se mantenía en las habitaciones, no iba a darle muchas vueltas al asunto, solo quería terminar pronto por lo mismo avanzo hasta quedar frente a la entrada, soltando un pequeño suspiro, tenía un mal presentimiento, algo le decía que aquella sería una muy larga noche…. Irónicamente su supuesto día «Podría ser peor, podría haber alguien que conozco y se burlaría de mi por mi atuendo» Y con eso en la cabeza comenzó a caminar nuevamente buscando con la mirada algo que pudiese llevarse y demostrar que había estado en ese maldito lugar para que la otra le entregara lo que era suyo, y claro, de paso amenazarla, dejándole en claro que no volviera a meterse con ella si apreciaba su vida.
“Alice, sé que no quieres hacer nada, pero tendrás que hacerlo porque no dejare que te quedes como una amargada aquí, si quieres tus cosas devuelta deberás ir al parque abandonado a las afueras de Death City y traer algo que me diga que realmente lo hiciste para tener tus cosas devuelta, te deje un lindo disfras, espero que disfrutes del día de las brujas tal como nosotras, también te deje un bolso sobre tu cama ¡No vayas a olvidarlo!
Amanta”
Fue en ese mismo instante en el que se cuestionó si podía matar a una alumna de aquella institución… No lo creía posible pero si pudiese definitivamente esa chica era la primera en su lista y es que se lo había ganado ¿A quién diablos se le ocurría hacer eso? Solo a ella, pero respiro profundo, no, no podía hacerlo porque posiblemente Shinigami tomaría su vida también por hacer aquello, no se iba a arriesgar a eso, claro que no, por lo mismo allí estaba, caminando hacia el dichoso lugar que le habían indicado ¿No podía ser al menos un poco más cerca? Aparentemente esa chica solo quería que la matara, porque además de todo eso el traje constaba de un vestido un tanto pomposo de colores negro rojo y blanco, un par de guantes y alas de ¿Murciélago? ¿Demonio? No estaba del todo segura, quizás era un vampiro o era un demonio de hecho para ella eso era lo menos relevante del asunto, ella solo quería llegar al dichoso lugar, tomar alguna basura que le asegurara a su compañera que había estado allí y esfumarse para conseguir sus malditas cosas de vuelta ¿Era eso demasiado pedir? No, no lo era para nada o al menos eso creía ella, claro que cuando estuvo cerca de lo que sería la supuesta entrada al lugar alzo una ceja, definitivamente ese lugar era perfecto para una “Prueba de valor” pues por donde lo vieras era una cosa verdaderamente atemorizante, todas las atracciones estaban gastadas y descuidadas tal como se mostraban en la mayoría de las películas cuando querían causar temor en los espectadores, por alguna extraña razón las cosas destruidas que se relacionaba con los niños solía causar más miedo, pero no le tomo importancia, solo quería irse, aunque se sorprendió un poco al ver que habían dos personas además de ella allí.
«Sinceramente no es algo de lo que deba sorprenderme, después de todo este es un evento» Pensó mientras avanzaba y al ver las condiciones agradeció mentalmente que la chica que la había hecho ir allí había sido un poco condescendiente y le había dejado una especie de bolso con cosas que “necesitaba para sobrevivir al evento” o eso le había comentado una de las chicas que aún se mantenía en las habitaciones, no iba a darle muchas vueltas al asunto, solo quería terminar pronto por lo mismo avanzo hasta quedar frente a la entrada, soltando un pequeño suspiro, tenía un mal presentimiento, algo le decía que aquella sería una muy larga noche…. Irónicamente su supuesto día «Podría ser peor, podría haber alguien que conozco y se burlaría de mi por mi atuendo» Y con eso en la cabeza comenzó a caminar nuevamente buscando con la mirada algo que pudiese llevarse y demostrar que había estado en ese maldito lugar para que la otra le entregara lo que era suyo, y claro, de paso amenazarla, dejándole en claro que no volviera a meterse con ella si apreciaba su vida.
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Alice Baskerville
Re: Feria Abandonada [Evento]
Halloween. Noche de brujas. Noche de lo sobrenatural... ¿Estaría bien salir esa noche? ¿Sería seguro..? Quizás los estudiantes de Shibusen salían de caza y no era buena idea dejar su pequeño refugio. No estaba segura de poder contener sus poderes, no lo admitiría pero... Tenía miedo, era algo inevitable, ni siquiera sabía usar totalmente sus habilidades, ¿podría hacer frente a alguien con mayor nivel? No. No podría hacerlo. Se mordió el labio inferior con algo de fuerza, si pudiera salir con otra persona que tenía en mente... Si tan solo pudiera volver a verlo esa noche... Suspiró con suavidad, aún quedaban muchas horas por delante, por lo que le quedaba tiempo para poder decidir lo que hacer; pero tampoco debía demorarse, si iba a salir debería prepararse o al menos arreglarse para pasar desapercibido o... algo así, un simple camuflaje. Al menos esa era la idea que se le pasó por la cabeza, si todos iban disfrazados por la calle ella podría esconderse entre las personas, sólo debería cuidar el no utilizar bajo ningún concepto su magia.
Por fin llegó la hora de la decisión, realmente no podía quedar con el pelirrosado... ¿A quién se le había ocurrido darle la oportunidad de asustarla y molestarla en una noche como aquella? No... Debía estar relajada, debía poder controlarse y con el dragón sería imposible. Se mordió el labio inferior, no se quería quedar encerrada, no quería tener que ver a las personas disfrutar desde la ventana, menos sin compañía y sin nada que ver o qué hacer. Ya tuvo suficiente de escribir su novela, necesitaba un descanso y recuperar su inspiración, si se saturaba... Nada bueno se plasmaría en aquellas páginas. Bien, sí, saldría pero, ¿a dónde podría ir? Quería un lugar sin mucha gente pero que pudiera decirse que la entretuviera... Ya se encargaría de aquello, primero debía arreglarse un poco y “arreglarse” para la ocasión. No tenía mucho en el armario, pero había lo suficiente para un disfraz simple he improvisado, no era mala idea ir disfrazada, después de todo llamaría más la atención de los demás si no se escondía tras un maquillaje o una máscara.
No tardó demasiado en maquillarse y vestirse. Quizás incluso tardó más a la hora de elegir cómo iría o qué se pondría. Se miró en el espejo, girando a cada lado para verse... “¿Le gustaría esto a él..?” Pero... ¿en qué estaba pensando la rubia? Debía quitarse aquellas ideas de una vez, no era bueno pensar siempre en lo mismo, podría parecer una maldita acosadora y no lo era... No lo era, ¿verdad? Mientras la bruja estaba sumida en sus pensamientos su cuerpo fue reaccionando y caminando hacia el exterior, no sin antes coger lo típico que se necesitaba, las llaves, el teléfono, dinero y... Aquella “navaja” multiusos que tenía incluso una linterna incorporada, una pequeña, pero algo era algo. Además de los detalles más que realistas del disfraz.
Por fin llegó la hora de la decisión, realmente no podía quedar con el pelirrosado... ¿A quién se le había ocurrido darle la oportunidad de asustarla y molestarla en una noche como aquella? No... Debía estar relajada, debía poder controlarse y con el dragón sería imposible. Se mordió el labio inferior, no se quería quedar encerrada, no quería tener que ver a las personas disfrutar desde la ventana, menos sin compañía y sin nada que ver o qué hacer. Ya tuvo suficiente de escribir su novela, necesitaba un descanso y recuperar su inspiración, si se saturaba... Nada bueno se plasmaría en aquellas páginas. Bien, sí, saldría pero, ¿a dónde podría ir? Quería un lugar sin mucha gente pero que pudiera decirse que la entretuviera... Ya se encargaría de aquello, primero debía arreglarse un poco y “arreglarse” para la ocasión. No tenía mucho en el armario, pero había lo suficiente para un disfraz simple he improvisado, no era mala idea ir disfrazada, después de todo llamaría más la atención de los demás si no se escondía tras un maquillaje o una máscara.
No tardó demasiado en maquillarse y vestirse. Quizás incluso tardó más a la hora de elegir cómo iría o qué se pondría. Se miró en el espejo, girando a cada lado para verse... “¿Le gustaría esto a él..?” Pero... ¿en qué estaba pensando la rubia? Debía quitarse aquellas ideas de una vez, no era bueno pensar siempre en lo mismo, podría parecer una maldita acosadora y no lo era... No lo era, ¿verdad? Mientras la bruja estaba sumida en sus pensamientos su cuerpo fue reaccionando y caminando hacia el exterior, no sin antes coger lo típico que se necesitaba, las llaves, el teléfono, dinero y... Aquella “navaja” multiusos que tenía incluso una linterna incorporada, una pequeña, pero algo era algo. Además de los detalles más que realistas del disfraz.
Un rato más tarde
- Bien Lucy... ¿dónde narices te has metido? Sin comerlo ni beberlo se había encontrado en mitad de la nada. Un sitio ruinoso, desierto y... lúgubre desde su punto de vista. Además de que también se veía un lugar lleno de sueños y esperanzas que se habían desvanecido al no cumplir con su función y al acabar olvidadas a lo lejos de la ciudad. No se preocupó mucho más del cómo había llegado, lo importante en aquel lugar era como salir o el qué debería hacer. Sólo podía caminar, era lo único que le quedaba, sujetó con al de fuerza sus pertenencias y caminó con toda la firmeza posible observando su alrededor. Debía ser valiente, fuerte y no tener miedo, debía poder volverse mucho mejor y demostrarle a cierta persona que empezaba a cuidarse sola, y que en la próxima ocasión sería su turno de proteger y echar a los malos.
Decenas de atracciones deterioradas se encontraban enfrente de la rubia, provocando un montón de sensaciones y sentimientos confusos en su interior. Casi parecía el escenario de una de las típicas películas de miedo, en las cuales... Espera ahí siempre morían primero o los hombres de color o las rubias... - Debo terminar con esto de una vez... No, no tenía miedo de que apareciera un asesino en serie o algo peor... No... Ni un poco, ¿por qué debería? Claramente el orgullo de la joven estaba por delante y no la dejaría mostrar temor alguno. Se quedó quieta en mitad de todo aquel desastre. Realmente parecía como si alguien lo hubiera montado para algo en concreto, quizás era un plan de secuestro para las personas curiosas, quizás era un lugar de reunión para una secta, quizás allí se encontraban los enemigos de Shibusen, quizás... Había muchas posibilidades y la imaginación de la escritora no hacía más que volar en todas las direcciones buscando respuesta, sobre todo las más escabrosas o las más rebuscadas. No lo hacía apropósito, pero le salía solo, era como una manía de la cual no se podía deshacer durante el resto de su vida.
- ¿Ahora por dónde? Preguntó en voz alta. Sabía que estaba sola, y tampoco es que se viera mucho más allá de lo que alumbraba la luna. Quizás había más personas en aquel lugar, todo era posible, no se podía descartar nada. Lo que tenía claro es que debía ir con cuidado, y no dar pasos en falsos, no sabía que podía tener escondido aquel misterioso lugar... Visto desde otro ángulo a la rubia le estaba comenzando a interesar, podría ser un buen argumento para un capítulo de su libro o incluso para un argumento de una historia totalmente distinta. Tenía que investigar, saber más y buscar todo lo que pudiera servirle de material. Si estaba en verdadero peligro, bueno... era bruja y estando tan lejos de la ciudad no tendría problemas para defenderse usando su magia, no podía haber técnicos o armas tan cerca... ¿No?
Decenas de atracciones deterioradas se encontraban enfrente de la rubia, provocando un montón de sensaciones y sentimientos confusos en su interior. Casi parecía el escenario de una de las típicas películas de miedo, en las cuales... Espera ahí siempre morían primero o los hombres de color o las rubias... - Debo terminar con esto de una vez... No, no tenía miedo de que apareciera un asesino en serie o algo peor... No... Ni un poco, ¿por qué debería? Claramente el orgullo de la joven estaba por delante y no la dejaría mostrar temor alguno. Se quedó quieta en mitad de todo aquel desastre. Realmente parecía como si alguien lo hubiera montado para algo en concreto, quizás era un plan de secuestro para las personas curiosas, quizás era un lugar de reunión para una secta, quizás allí se encontraban los enemigos de Shibusen, quizás... Había muchas posibilidades y la imaginación de la escritora no hacía más que volar en todas las direcciones buscando respuesta, sobre todo las más escabrosas o las más rebuscadas. No lo hacía apropósito, pero le salía solo, era como una manía de la cual no se podía deshacer durante el resto de su vida.
- ¿Ahora por dónde? Preguntó en voz alta. Sabía que estaba sola, y tampoco es que se viera mucho más allá de lo que alumbraba la luna. Quizás había más personas en aquel lugar, todo era posible, no se podía descartar nada. Lo que tenía claro es que debía ir con cuidado, y no dar pasos en falsos, no sabía que podía tener escondido aquel misterioso lugar... Visto desde otro ángulo a la rubia le estaba comenzando a interesar, podría ser un buen argumento para un capítulo de su libro o incluso para un argumento de una historia totalmente distinta. Tenía que investigar, saber más y buscar todo lo que pudiera servirle de material. Si estaba en verdadero peligro, bueno... era bruja y estando tan lejos de la ciudad no tendría problemas para defenderse usando su magia, no podía haber técnicos o armas tan cerca... ¿No?
Invitado
Re: Feria Abandonada [Evento]
El silencio en el ambiente era pulcro y penetrante, únicamente perturbado por las pisadas de sus más recientes visitantes, y sus conversaciones consigo mismos en algunos casos. Las sombras y figuras que las olvidadas atracciones formaban al ser iluminadas con la luz de la luna daban mucho para dejar volar la imaginación… y no de la mejor manera posible, parte indiscutible del “encanto” del lugar, al cual el tiempo parecía haber olvidado llevar consigo.
No ha pasado mucho tiempo desde que llegaron, por lo que no se han alejado mucho de la entrada, si bien es un lugar de atracciones y juegos, no posee el tamaño monstruoso de un parque de diversiones común, pero tampoco llega a ser del práctico y acogedor tamaño de una feria corriente… Podría decirse que se encontraba en un punto medio entre ambos lugares, acercándose más a una feria que a la primera opción. Volviendo al tema, no han tenido oportunidad de adentrarse realmente al lugar; que si bien es aterrador, debería no suponer una molestia real, es decir, omitiendo todo el metal oxidado y al borde del derrumbe, claro.
Dichas palabras se escucharon desde los altavoces del lugar, parecía lo que alguna vez había sido, el audio que se colocaba como bienvenida en el parque… cuando aun funcionaba. La voz era un tanto nasal y chillona, daba la impresión de, como no, un payaso hablando, sin embargo llegaba a ser, además e aterradora, un tanto molesta, sumándole a esto que el audio apenas y parecía funcionar correctamente, la distorsión era obvia y había cierta estática de fondo.
Tan pronto la “cómica” voz término de hablar, fue coreada por un montón de crujidos horrorosos, como si el lugar fuera a venirse abajo justo en ese momento después de todo, pero no, entre tronidos y sonido de metal chocando, las deterioradas luces que aun tenían la oportunidad de funcionar y no se encontraban por completo destrozadas, se encendieron al unísono; varias de las atracciones cobraron vida y empezaron a moverse como si esperaran visitantes en sus días de vida, la voz de los altavoces se vio remplazada por una melodía que seguramente tenía la intención de ser alegre y dar dicho ambiente a la feria, sin embargo, sonaba varios acordes más bajo de lo que obviamente debería, además de que iba mucho más lento de lo que uno esperaría, siendo acompañada también por distorsiones y pitidos de vez en vez.
La luz hace más que obvio que no se encuentran solos, pues ahora es fácil verse unos a los otros, ninguno muy lejos de los demás en aquella entrada a ese lugar, digno de la pesadilla de cualquier mocoso de ocho años.
No ha pasado mucho tiempo desde que llegaron, por lo que no se han alejado mucho de la entrada, si bien es un lugar de atracciones y juegos, no posee el tamaño monstruoso de un parque de diversiones común, pero tampoco llega a ser del práctico y acogedor tamaño de una feria corriente… Podría decirse que se encontraba en un punto medio entre ambos lugares, acercándose más a una feria que a la primera opción. Volviendo al tema, no han tenido oportunidad de adentrarse realmente al lugar; que si bien es aterrador, debería no suponer una molestia real, es decir, omitiendo todo el metal oxidado y al borde del derrumbe, claro.
ÑYAJAJAJAJAJA… ¿¡eSTan LisTOs pAra uN dIA De diVerSIón, niÑoS!?
Dichas palabras se escucharon desde los altavoces del lugar, parecía lo que alguna vez había sido, el audio que se colocaba como bienvenida en el parque… cuando aun funcionaba. La voz era un tanto nasal y chillona, daba la impresión de, como no, un payaso hablando, sin embargo llegaba a ser, además e aterradora, un tanto molesta, sumándole a esto que el audio apenas y parecía funcionar correctamente, la distorsión era obvia y había cierta estática de fondo.
Tan pronto la “cómica” voz término de hablar, fue coreada por un montón de crujidos horrorosos, como si el lugar fuera a venirse abajo justo en ese momento después de todo, pero no, entre tronidos y sonido de metal chocando, las deterioradas luces que aun tenían la oportunidad de funcionar y no se encontraban por completo destrozadas, se encendieron al unísono; varias de las atracciones cobraron vida y empezaron a moverse como si esperaran visitantes en sus días de vida, la voz de los altavoces se vio remplazada por una melodía que seguramente tenía la intención de ser alegre y dar dicho ambiente a la feria, sin embargo, sonaba varios acordes más bajo de lo que obviamente debería, además de que iba mucho más lento de lo que uno esperaría, siendo acompañada también por distorsiones y pitidos de vez en vez.
La luz hace más que obvio que no se encuentran solos, pues ahora es fácil verse unos a los otros, ninguno muy lejos de los demás en aquella entrada a ese lugar, digno de la pesadilla de cualquier mocoso de ocho años.
¡Al parecer la feria está abierta y dispuesta a recibir a sus… preciados invitados! ¿Qué atracción piensan visitar primero?
- Info:
- Se pide una disculpa por el retraso en la narración, se espera continunar de forma más puntual en futuras respuestas.
Chloe aun puede postear, siempre y cuando aclarando que se hace presente despues de los acotencimientos mencionados tanto por los otros participantes como por el narrador.
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Narración
Re: Feria Abandonada [Evento]
La chica disfrutaba de esa clase de lugares, claro que no demasiado, pues no era alguien extremadamente paciente y en los parques de diversiones sinceramente no era la clase de lugar que uno no tuviese que esperar nada, de hecho si las filas eran demasiado largas podían hacer fácilmente esperar unos cuantos minutos si es que no son horas y era una cosa obvia que ella no servia para eso, era más posible que se colase para subir antes o algo así, al menos si no la mantenías entretenida mientras esperaba, claro que al ver el espeluznante lugar estaba segura que no iría a ese parque aunque estuviese funcionando, bueno, en la actualidad, pues se podía ver que estaba tan viejo y descuidado que con facilidad podría terminar alguien lastimado, y no gracias, ella no tenia ninguna intención de arriesgarse, solo quería tomar cualquier cosa e irse a su cama ¿No sonaba eso bien? Quizás incluso pidiese dulces para tener algo que comer antes de hacerlo, pero para eso debía volver a la ciudad del dios de la muerte, entre más rápido terminara con eso mejor, claro que para su desgracia aparentemente las cosas no saldrían como quería, pues justamente el altavoz dejo escuchar aquella horrorosa voz que no tardo en recibir una respuesta por parte de la castaña, pues una mueca se formo en su rostro casi instantáneamente.
«"Los payasos son personas graciosas, Alice, no tienen porque no gustarte" Y una mier**, deberías sentir vergüenza, Abyss aunque bueno, a ti siempre te gustaron las cosas tétricas, como los circos» Si, aquel pensamiento paso por su cabeza y no tardo en llevar sus manos a los oídos por culpa de los sonidos que aun salia por el alta voz, definitivamente a quien se le había ocurrido la brillante idea de hacer una prueba de valor allí era un genio, porque si no fuese tan orgullosa seguramente solo con ese sonido habría salido de allí sin dudarlo, porque bueno, tenia a una testigo que había salido al menos de su cama, eso era algo, pero no, justamente cuando iba a tomar lo primero que encontrase las atracciones tomaron aparentemente vida y ante ello no pudo evitar dar un salto un poco asustada, incluso dio un paso hacia atrás por culpa de esto.
-Pero que demonios- Musito, más alto de lo que creyó que saldría pues realmente todo la estaba tomando desprevenida, claro que ahora fue capaz de ver con más claridad a las personas que antes había creído ver, al menos le confirmaban que no estaba loca o algo similar, pudo a un chico de cabellos oscuros que iba disfrazado ¿Con traje y cuernos? Bien, quizás se trataba de un demonio o algo así, un rubio con traje de monje japones y... ¿orejas? Curiosos disfraces a decir verdad, y ni hablar de la otra chica presente... ¿Era una clase de oveja de lana rosa? Ok, no iba a ponerse a cuestionar los disfraces de todos los que se presentaron a la prueba de valor, más bien tenia que concentrarse en lo que ocurría, tenia un muy mal presentimiento y si algo sabia es que primero, su instinto jamás le fallaba y segundo, jamás era bueno quedarse sola cuando le pasaba eso, porque si algo había aprendido con el tiempo y las películas de terror era que jamás tenían que separarse o quedarse solos ¿Una forma estúpida de "sobrevivir"? Quizás, pero si había más gente allí podrían ser alumnos del Shibusen o algo similar, lo que le quitaba la posibilidad de usar sus poderes por una cosa obvia, no iba a arriesgarse a ello, pero sabia que si se quedaba sola y la situación lo a meritaba lo haría, por lo mismo decidió hablar con al menos uno de los presentes, pero ¿Quién?.
-Hey, chica oveja ¿Tienes alguna idea de lo que esta pasando? Porque dudo que esto fuese organizado también por las personas- Si, dudaba que fuesen humanos porque se notaba que las atracciones no habían sido probadas o algo similar y vamos, las cosas nunca salían tan geniales cuando se planeaban y eso lo sabia, además esa era la manera más sutil que encontraba de acercarse a alguien sin parecer asustada o algo similar, y de hecho algo le decía que por como iba vestida esa chica estaría igual o peor que ella ante el miedo de lo que estaba ocurriendo o quizás de la sorpresa.
«"Los payasos son personas graciosas, Alice, no tienen porque no gustarte" Y una mier**, deberías sentir vergüenza, Abyss aunque bueno, a ti siempre te gustaron las cosas tétricas, como los circos» Si, aquel pensamiento paso por su cabeza y no tardo en llevar sus manos a los oídos por culpa de los sonidos que aun salia por el alta voz, definitivamente a quien se le había ocurrido la brillante idea de hacer una prueba de valor allí era un genio, porque si no fuese tan orgullosa seguramente solo con ese sonido habría salido de allí sin dudarlo, porque bueno, tenia a una testigo que había salido al menos de su cama, eso era algo, pero no, justamente cuando iba a tomar lo primero que encontrase las atracciones tomaron aparentemente vida y ante ello no pudo evitar dar un salto un poco asustada, incluso dio un paso hacia atrás por culpa de esto.
-Pero que demonios- Musito, más alto de lo que creyó que saldría pues realmente todo la estaba tomando desprevenida, claro que ahora fue capaz de ver con más claridad a las personas que antes había creído ver, al menos le confirmaban que no estaba loca o algo similar, pudo a un chico de cabellos oscuros que iba disfrazado ¿Con traje y cuernos? Bien, quizás se trataba de un demonio o algo así, un rubio con traje de monje japones y... ¿orejas? Curiosos disfraces a decir verdad, y ni hablar de la otra chica presente... ¿Era una clase de oveja de lana rosa? Ok, no iba a ponerse a cuestionar los disfraces de todos los que se presentaron a la prueba de valor, más bien tenia que concentrarse en lo que ocurría, tenia un muy mal presentimiento y si algo sabia es que primero, su instinto jamás le fallaba y segundo, jamás era bueno quedarse sola cuando le pasaba eso, porque si algo había aprendido con el tiempo y las películas de terror era que jamás tenían que separarse o quedarse solos ¿Una forma estúpida de "sobrevivir"? Quizás, pero si había más gente allí podrían ser alumnos del Shibusen o algo similar, lo que le quitaba la posibilidad de usar sus poderes por una cosa obvia, no iba a arriesgarse a ello, pero sabia que si se quedaba sola y la situación lo a meritaba lo haría, por lo mismo decidió hablar con al menos uno de los presentes, pero ¿Quién?.
-Hey, chica oveja ¿Tienes alguna idea de lo que esta pasando? Porque dudo que esto fuese organizado también por las personas- Si, dudaba que fuesen humanos porque se notaba que las atracciones no habían sido probadas o algo similar y vamos, las cosas nunca salían tan geniales cuando se planeaban y eso lo sabia, además esa era la manera más sutil que encontraba de acercarse a alguien sin parecer asustada o algo similar, y de hecho algo le decía que por como iba vestida esa chica estaría igual o peor que ella ante el miedo de lo que estaba ocurriendo o quizás de la sorpresa.
«Si, algo me dice que esta será una noche muy larga... Más de lo que esperaba»
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Alice Baskerville
Re: Feria Abandonada [Evento]
¿Qué es el sentido común? Sentido común es aquello que dice que hacer en ciertos casos, e igual, qué hacer cuando uno no está seguro de lo que debería hacer. Eso igual incluía, el que hacer cuando uno está en una situación extraña. Un ejemplo de ello, era quedar atrapado en un lugar desconocido, el sentido común inquiría el tratar de ubicarse, reconocer el entorno, buscar rutas, identificar lo que pudiera serte beneficioso y lo que resultara dañino. Ahora bien, ¿Qué hacías cuando de repente una feria abandonada y semi destruida cobraba vida y empezaba a funcionar como una especie de zombi mecanizado de varias decenas de metros cuadrados? ¿Existía una respuesta para eso? Sea cual fuera, no era recomendable preguntarle al rubio de orejas zorrunas. El sentido común, no era algo que formara parte de él.
En esos momentos, dicho personaje disfrazado de tal peculiar manera, se encontraba comiendo una paleta que había sacado de entre sus ropas. Minutos antes, había pasado por las puertas del parque, identificado una persona un poco más adelante que él, un hombre por la figura, y había decidido tomar un camino distinto. El asunto del reto de valor no le interesaba realmente, su objetivo ahí era uno muy claro, una máquina que produjera algún alimento del tipo azucarado, dañino para el organismo y que aumentara la glucosa de la sangre de forma agresiva. Si, ese era el principal motivo de su visita y su meta final en aquel lugar, ¿Por qué mas querría ir a una feria abandonada en vez de irse de casa en casa a pedir dulces gratis?
Ahora bien, antes de que pudiera separarse mucho del resto del grupo, las luces del lugar se encendieron de forma repentina, cegándolo un momento, aunque esto solo fue apreciable al entrecerrarse sus ojos, mientras sujetaba la paleta contra su boca, degustando su sabor a naranja con calabaza. Tan repentino cambio en el ambiente le había hecho ponerse algo alerta, pero dicha alerta se borró muy rápidamente al solo ver como las atracciones se movían de forma casi monótona y lastimosa, como si fueran los últimos resquicios de vida de aparatos que hacía décadas habían dejado su mejor momento atrás. Se giró, buscando con la mirada al otro chico que había entrado antes que él, encontrando con su visión periférica igual a un par de chicas de aspecto joven, una rubia, otra castaña, cerca una de otra. Cuatro personas, fue su pensamiento, en un lugar abandonado y desolado, con una casi lúgubre canción circense de fondo y un ambiente cargado de polvo y oxido. Un cuadro único sin duda.
Sus ojos recorrieron a los presentes unos segundos, y eso fue todo lo que necesito. Un fulgor dorado se liberó desde su iris, como si sus ojos fueran lámparas iguales a las pocas que se mantenían por el lugar iluminando de forma casi lamentable la feria. Aquellas iris que parecían brillar de forma antinatural observan a los presentes, para luego apagarse tan rápido como habían aparecido. De acuerdo, ahora sabía un par de cosas al menos. Aquellas dos chicas no se conocían, sus longitudes no parecían indicar a eso, parecía igual que nadie de ahí se conocía, había notado la distancia entre las longitudes típicas entre desconocidos. Por último, nadie tenía idea de lo que había pasado, ya que notaba igual sorpresa por lo sucedido. Las almas no mentían, no engañaban, y le decían aquello que las palabras siempre ocultaban.
-Uoh… Genial
Su atención se vio repentinamente re direccionada. La paleta había quedado atrapada entre sus dientes, fija en el interior de sus labios mientras se acercaba a pasos cortos hasta un tiovivo que estaba cerca de él. De entre los juegos, su deterioro era tan notorio como discreto. Varios de los cristales de colores que decoraban la construcción estaban rotos y quebrados, mostrando los focos en su interior, muchos de ellos apagados y quemados, llenos de polvo y telarañas en el interior, aunque algunas de estas se empezaban a deshacer por el lento movimiento de la máquina. Los animales que le decoraban eran en su mayoría figuras de cerámica derruidas, un carrusel muy artesanal en otra época, pero que en esos momentos estaba en su mayoría oxidado, con partes de los animales destrozadas, algunos con grafitis, inclusive uno de los animales que servían para montar en el juego, tenía dibujada una suástica en el ojo de blanco degastado del pobre animal.
El rubio sonrío de lado aun así, curioso por el juego como era, acercándose para mirarlo más de cerca. Noto así igual el óxido en la plataforma giratoria que era la base del juego. Había basura atrapada en un par de carruajes miniatura que eran parte del juego, al igual que la pintura totalmente descolorida y gastada. Los animales presentaban rastros casi lúgubres, que con la luz adecuada, sin duda resultarían intimidantes, como parte de algún cuadro o escena de horror, pero que en esos momentos, era en realidad un cuadro de decadencia y pobreza, casi patético, como si el mismo carrusel, al igual que todo el parque, presentara algún tipo de marcha forzada en medio de su estado agonizante.
A pesar de todo, el rubio no pudo evitar agarrar una de las barras del juego, elevándose por sobre el nivel del suelo mientras se elevaba apoyado en la plataforma de metal que funcionaba como piso del juego. Dejo que la chillona y cortada música del juego llegara a sus oídos, dando una lenta vuelta al ritmo que andaba la casi acabada construcción. Tardo más de lo que normalmente tardaría esa clase de juegos, el carrusel chirriaba y se tambaleaba un poco, algunos cables salían desde el pilar central del tiovivo, siendo en realidad algo casi peligroso por las chispas que saltaban, pero el rubio no mostraba temor alguno, con los ojos cerrados disfrutando de una forma extraña para la realidad que le rodeaba, acabando por bajarse cuando da una sola vuelta en el juego, sonriendo de forma divertida mientras se acercaba a los otros personajes miembros de aquella prueba de valor. Su mano se adentra en el interior de su indumentaria, sacando con la misma algunas bolsitas de plástico transparente, en cuyo interior se podían apreciar coloridas golosinas, mostrándolas mientras se acercaba al resto, ajeno a cualquier presión o preocupación, como si fueran conocidos que habían acordado reunirse ahí, saludándolos con una mano y una suave y leve sonrisa en sus labios.
-¡Hey! Feliz noche de brujas. Soy Aizack, es un placer ¿Gustan algunas golosinas?
En esos momentos, dicho personaje disfrazado de tal peculiar manera, se encontraba comiendo una paleta que había sacado de entre sus ropas. Minutos antes, había pasado por las puertas del parque, identificado una persona un poco más adelante que él, un hombre por la figura, y había decidido tomar un camino distinto. El asunto del reto de valor no le interesaba realmente, su objetivo ahí era uno muy claro, una máquina que produjera algún alimento del tipo azucarado, dañino para el organismo y que aumentara la glucosa de la sangre de forma agresiva. Si, ese era el principal motivo de su visita y su meta final en aquel lugar, ¿Por qué mas querría ir a una feria abandonada en vez de irse de casa en casa a pedir dulces gratis?
Ahora bien, antes de que pudiera separarse mucho del resto del grupo, las luces del lugar se encendieron de forma repentina, cegándolo un momento, aunque esto solo fue apreciable al entrecerrarse sus ojos, mientras sujetaba la paleta contra su boca, degustando su sabor a naranja con calabaza. Tan repentino cambio en el ambiente le había hecho ponerse algo alerta, pero dicha alerta se borró muy rápidamente al solo ver como las atracciones se movían de forma casi monótona y lastimosa, como si fueran los últimos resquicios de vida de aparatos que hacía décadas habían dejado su mejor momento atrás. Se giró, buscando con la mirada al otro chico que había entrado antes que él, encontrando con su visión periférica igual a un par de chicas de aspecto joven, una rubia, otra castaña, cerca una de otra. Cuatro personas, fue su pensamiento, en un lugar abandonado y desolado, con una casi lúgubre canción circense de fondo y un ambiente cargado de polvo y oxido. Un cuadro único sin duda.
Sus ojos recorrieron a los presentes unos segundos, y eso fue todo lo que necesito. Un fulgor dorado se liberó desde su iris, como si sus ojos fueran lámparas iguales a las pocas que se mantenían por el lugar iluminando de forma casi lamentable la feria. Aquellas iris que parecían brillar de forma antinatural observan a los presentes, para luego apagarse tan rápido como habían aparecido. De acuerdo, ahora sabía un par de cosas al menos. Aquellas dos chicas no se conocían, sus longitudes no parecían indicar a eso, parecía igual que nadie de ahí se conocía, había notado la distancia entre las longitudes típicas entre desconocidos. Por último, nadie tenía idea de lo que había pasado, ya que notaba igual sorpresa por lo sucedido. Las almas no mentían, no engañaban, y le decían aquello que las palabras siempre ocultaban.
-Uoh… Genial
Su atención se vio repentinamente re direccionada. La paleta había quedado atrapada entre sus dientes, fija en el interior de sus labios mientras se acercaba a pasos cortos hasta un tiovivo que estaba cerca de él. De entre los juegos, su deterioro era tan notorio como discreto. Varios de los cristales de colores que decoraban la construcción estaban rotos y quebrados, mostrando los focos en su interior, muchos de ellos apagados y quemados, llenos de polvo y telarañas en el interior, aunque algunas de estas se empezaban a deshacer por el lento movimiento de la máquina. Los animales que le decoraban eran en su mayoría figuras de cerámica derruidas, un carrusel muy artesanal en otra época, pero que en esos momentos estaba en su mayoría oxidado, con partes de los animales destrozadas, algunos con grafitis, inclusive uno de los animales que servían para montar en el juego, tenía dibujada una suástica en el ojo de blanco degastado del pobre animal.
El rubio sonrío de lado aun así, curioso por el juego como era, acercándose para mirarlo más de cerca. Noto así igual el óxido en la plataforma giratoria que era la base del juego. Había basura atrapada en un par de carruajes miniatura que eran parte del juego, al igual que la pintura totalmente descolorida y gastada. Los animales presentaban rastros casi lúgubres, que con la luz adecuada, sin duda resultarían intimidantes, como parte de algún cuadro o escena de horror, pero que en esos momentos, era en realidad un cuadro de decadencia y pobreza, casi patético, como si el mismo carrusel, al igual que todo el parque, presentara algún tipo de marcha forzada en medio de su estado agonizante.
A pesar de todo, el rubio no pudo evitar agarrar una de las barras del juego, elevándose por sobre el nivel del suelo mientras se elevaba apoyado en la plataforma de metal que funcionaba como piso del juego. Dejo que la chillona y cortada música del juego llegara a sus oídos, dando una lenta vuelta al ritmo que andaba la casi acabada construcción. Tardo más de lo que normalmente tardaría esa clase de juegos, el carrusel chirriaba y se tambaleaba un poco, algunos cables salían desde el pilar central del tiovivo, siendo en realidad algo casi peligroso por las chispas que saltaban, pero el rubio no mostraba temor alguno, con los ojos cerrados disfrutando de una forma extraña para la realidad que le rodeaba, acabando por bajarse cuando da una sola vuelta en el juego, sonriendo de forma divertida mientras se acercaba a los otros personajes miembros de aquella prueba de valor. Su mano se adentra en el interior de su indumentaria, sacando con la misma algunas bolsitas de plástico transparente, en cuyo interior se podían apreciar coloridas golosinas, mostrándolas mientras se acercaba al resto, ajeno a cualquier presión o preocupación, como si fueran conocidos que habían acordado reunirse ahí, saludándolos con una mano y una suave y leve sonrisa en sus labios.
-¡Hey! Feliz noche de brujas. Soy Aizack, es un placer ¿Gustan algunas golosinas?
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Aizack Pendragon
Re: Feria Abandonada [Evento]
Ah, preciosa noche.
La luna bañaba todo a su alrededor con su potente luz. Una pequeña brisa se hacía presente de vez en cuando. Y en la distancia se podían escuchar las risas de niños que corrían con dulces en sus manos. No era una noche como cualquier otra, esta era especial. Era el día de los muertos, una festividad comúnmente llamada ¨Halloween¨. ¿Y porque un día donde se suponía que se honraba a las almas que descansaban, o al menos intentaban, en paz se habría convertido en un evento que normalmente era popular entre niños? Quién sabe, Chloe no recordaba desde hace cuanto era tan diferente.
Aunque la albina no había vivido lo suficiente como para poder marcar una gran diferencia entre el cambio de festejos en ese tipo de días, si recordaba que anteriormente, aquel día solía ser más… ¿Tenebroso?.
Claro que le gustaba el ambiente alegre que a veces se hacía presente; Niños riendo y pidiendo dulces, las calles llenas de Jack-O-Lantern’s con diferentes motivos. Y más que nada, el hecho de que por alguna extraña razón, se sentía más a salvo caminando en las veredas de Death City. En algún tiempo, la pequeña albina se habría escondido, sumiéndose en un sueño profundo en un escondite secreto, para pasar esos días, con temor de ser encontrada por aquellas personas que, en su opinión, tenían la horrenda costumbre de quemar a las brujas. Pero había pasado demasiado tiempo ya, y en algún momento, incluso una ciudad como DC, había dejado atrás ese tipo de ¨barbaridades¨, para deambular por mitad de la calle y que no llamara tanto la atención.
Bueno, no es como si se hubiera esforzado demasiado en su disfraz. Tenía su habitual vestimenta, aquel vestido largo y blanco, pero por encima de el, y atado a su cello con una fina cuerda, yacía una larga capa con una capucha. Se la había puesto simplemente como capricho, contrario a lo que muchos esperarían, le emocionaban este tipo de días, pero era más un festejo interno. Se disfrazó porque había encontrado de pura casualidad una prenda que quedara bien. Daba igual, nadie prestaba mucha atención ese día, las calles estaban llenas de personas que si se habían esmerado en sus disfraces y por ende, la atención era de ellos. De todas formas, ¿Se podía decir que ella estaba disfrazada si solo había añadido una capa blanca a su habitual vestimenta? Chloe respondía afirmativamente a eso.
Pero el salir a caminar por las calles de DC siendo lo que ella era, no se podría considerar su objetivo principal.
Vamos, era Halloween, Noche de Brujas, Día de los muertos, y quien sabe como más lo llamaban. Lo que la gente esperaba verdaderamente ese día, era ver algún fantasma o ser de ese tipo. Y aunque en cualquier otra ciudad, esa idea podría hasta parecer ridícula, nadie dudaba de que en DC, había grandes posibilidades de que algún evento que marcara a ciertas personas sucedería. Como la famosa y rumoreada prueba de valor.
La albina había escuchado a unos niños decir, que ¨alguien desconocido¨ había estado montando misteriosas pruebas de valor alrededor de la ciudad. Una de ellas no quedaba muy lejos de su ubicación, y guiada por esa curiosidad insaciable que tenia, se dirigió a paso acelerado y con una sonrisa en la cara hacía la Feria Abandonada, lugar donde ella al menos, nunca había puesto un pie antes.
Desde lejos se podía divisar y sentir, más que nada, aquel ambiente tenso y que pondría los pelos de punta a cualquiera. Los juegos que quedaban en pie se veían oxidados, había panfletos y bolsas con logos del lugar por el piso, clara muestra de que nadie se había molestado en volver una vez cerrado el lugar. Algunas maquinas, unas cuantas incluso en el suelo, estaba cubiertas de polvo, y la brisa que comenzaba a pasar más seguidamente solo hacía al lugar más apto para ser protagonista de cualquier historia de terror. Pero Chloe no estaba asustada en lo más mínimo. Le gustaban mucho todo lo que fuera paranormal, algo bastante raro porque ella si era un ser que muchos humanos no sabían que existía. Alegre se interno sin dudar en el lugar, y no tardo demasiado en ver a la distancia a un grupo de personas, seguramente otros que había sido convocados o que simplemente pasaban el tiempo en un lugar como ese.
La albina se acerco sin dudarlo, sin pensarlo dos veces siquiera; Aquellas personas podían ser delincuentes o quién sabe qué, pero llevaban disfraces, y quizás era eso último lo que la motivo a cerrar su distancia entre ellos sin la menor de las preocupaciones. Se oían murmullos, y era difícil saber si provenían del grupo delante de ella, o de algunos otros seres. A mitad del camino, los megáfonos se encendieron, y una voz que parecía poco amistosa se hizo escuchar fuertemente. Al parecer, alguien los estaba invitando a darse un paseo, pero al terminar de hablar, los sonidos que siguieron solo le agregaban más misterio al asunto.
Y, extrañamente, eso no borro la sonrisa de la bruja, pues ella seguía pensando que seguramente era un evento hecho por DC, asi que resumió el paso hacia el grupo de personas, que ahora parecía intercambiar un par de palabras unos con otros. Aunque desde lejos se apreciaban sus murmullos, lo único que la joven bruja alcanzo a escuchar fue a un muchacho, rubio y alto, quien saludaba alegremente y ofrecía dulces. Sin dudarlo, sin siquiera parándose a pensar en que acababa de llegar, le contesto desde su espalda.– Yo quiero.
La luna bañaba todo a su alrededor con su potente luz. Una pequeña brisa se hacía presente de vez en cuando. Y en la distancia se podían escuchar las risas de niños que corrían con dulces en sus manos. No era una noche como cualquier otra, esta era especial. Era el día de los muertos, una festividad comúnmente llamada ¨Halloween¨. ¿Y porque un día donde se suponía que se honraba a las almas que descansaban, o al menos intentaban, en paz se habría convertido en un evento que normalmente era popular entre niños? Quién sabe, Chloe no recordaba desde hace cuanto era tan diferente.
Aunque la albina no había vivido lo suficiente como para poder marcar una gran diferencia entre el cambio de festejos en ese tipo de días, si recordaba que anteriormente, aquel día solía ser más… ¿Tenebroso?.
Claro que le gustaba el ambiente alegre que a veces se hacía presente; Niños riendo y pidiendo dulces, las calles llenas de Jack-O-Lantern’s con diferentes motivos. Y más que nada, el hecho de que por alguna extraña razón, se sentía más a salvo caminando en las veredas de Death City. En algún tiempo, la pequeña albina se habría escondido, sumiéndose en un sueño profundo en un escondite secreto, para pasar esos días, con temor de ser encontrada por aquellas personas que, en su opinión, tenían la horrenda costumbre de quemar a las brujas. Pero había pasado demasiado tiempo ya, y en algún momento, incluso una ciudad como DC, había dejado atrás ese tipo de ¨barbaridades¨, para deambular por mitad de la calle y que no llamara tanto la atención.
Bueno, no es como si se hubiera esforzado demasiado en su disfraz. Tenía su habitual vestimenta, aquel vestido largo y blanco, pero por encima de el, y atado a su cello con una fina cuerda, yacía una larga capa con una capucha. Se la había puesto simplemente como capricho, contrario a lo que muchos esperarían, le emocionaban este tipo de días, pero era más un festejo interno. Se disfrazó porque había encontrado de pura casualidad una prenda que quedara bien. Daba igual, nadie prestaba mucha atención ese día, las calles estaban llenas de personas que si se habían esmerado en sus disfraces y por ende, la atención era de ellos. De todas formas, ¿Se podía decir que ella estaba disfrazada si solo había añadido una capa blanca a su habitual vestimenta? Chloe respondía afirmativamente a eso.
Pero el salir a caminar por las calles de DC siendo lo que ella era, no se podría considerar su objetivo principal.
Vamos, era Halloween, Noche de Brujas, Día de los muertos, y quien sabe como más lo llamaban. Lo que la gente esperaba verdaderamente ese día, era ver algún fantasma o ser de ese tipo. Y aunque en cualquier otra ciudad, esa idea podría hasta parecer ridícula, nadie dudaba de que en DC, había grandes posibilidades de que algún evento que marcara a ciertas personas sucedería. Como la famosa y rumoreada prueba de valor.
La albina había escuchado a unos niños decir, que ¨alguien desconocido¨ había estado montando misteriosas pruebas de valor alrededor de la ciudad. Una de ellas no quedaba muy lejos de su ubicación, y guiada por esa curiosidad insaciable que tenia, se dirigió a paso acelerado y con una sonrisa en la cara hacía la Feria Abandonada, lugar donde ella al menos, nunca había puesto un pie antes.
Desde lejos se podía divisar y sentir, más que nada, aquel ambiente tenso y que pondría los pelos de punta a cualquiera. Los juegos que quedaban en pie se veían oxidados, había panfletos y bolsas con logos del lugar por el piso, clara muestra de que nadie se había molestado en volver una vez cerrado el lugar. Algunas maquinas, unas cuantas incluso en el suelo, estaba cubiertas de polvo, y la brisa que comenzaba a pasar más seguidamente solo hacía al lugar más apto para ser protagonista de cualquier historia de terror. Pero Chloe no estaba asustada en lo más mínimo. Le gustaban mucho todo lo que fuera paranormal, algo bastante raro porque ella si era un ser que muchos humanos no sabían que existía. Alegre se interno sin dudar en el lugar, y no tardo demasiado en ver a la distancia a un grupo de personas, seguramente otros que había sido convocados o que simplemente pasaban el tiempo en un lugar como ese.
La albina se acerco sin dudarlo, sin pensarlo dos veces siquiera; Aquellas personas podían ser delincuentes o quién sabe qué, pero llevaban disfraces, y quizás era eso último lo que la motivo a cerrar su distancia entre ellos sin la menor de las preocupaciones. Se oían murmullos, y era difícil saber si provenían del grupo delante de ella, o de algunos otros seres. A mitad del camino, los megáfonos se encendieron, y una voz que parecía poco amistosa se hizo escuchar fuertemente. Al parecer, alguien los estaba invitando a darse un paseo, pero al terminar de hablar, los sonidos que siguieron solo le agregaban más misterio al asunto.
Y, extrañamente, eso no borro la sonrisa de la bruja, pues ella seguía pensando que seguramente era un evento hecho por DC, asi que resumió el paso hacia el grupo de personas, que ahora parecía intercambiar un par de palabras unos con otros. Aunque desde lejos se apreciaban sus murmullos, lo único que la joven bruja alcanzo a escuchar fue a un muchacho, rubio y alto, quien saludaba alegremente y ofrecía dulces. Sin dudarlo, sin siquiera parándose a pensar en que acababa de llegar, le contesto desde su espalda.– Yo quiero.
- Spoiler:
- Siento no haber contestado antes, pero a partir de ahora si lo hare más seguido Dx. Ignoren el comienzo y final al azar(?)
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Chloe
Re: Feria Abandonada [Evento]
Aquella voz salida de los altavoces hizo que Izaak se sintiera más que sorprendido, incomodo. No le gustaba para nada aquella deteriorada campanilla que sonaba con la melodía que en algún momento tuvo que ser alegre y que ahora solo era un sonido del terror tal vez por las malas conexiones, aunque en realidad no importaba demasiado. Cuando las luces se encendieron lo primero que noto es que no se encontraba solo, dio un vistazo rápido a sus ahora acompañantes. ¿Quiénes eran y que hacían ahí? En realidad era un misterio para el pelinegro que no presto atención a los mismos, al menos no la suficiente al inicio debido a que observaba el movimiento de los juegos de aquella feria. Los preparativos que habían tenido eran en definitiva demasiado precisos, al menos si pensaban que los invitados subirían esperaba que los hubieran hecho un poco seguros, no se preocupaba mucho por sí mismo, era más su preocupación por aquellos que no tuvieran la fuerza para protegerse a sí mismos.
Las palabras de la que parecía una de las menores del reducido grupo llamaron la atención de Izaak haciendo que girara sus ojos en dirección a esta por una fracción de segundo antes de mirar al rubio en su andar hacia una de las atracciones ¿Qué se suponía que tenía que hacer en ese caso? Tal vez solo debería dejar llevarse por el momento en lugar de razonar demasiado lo que pasaba en esos momentos, después de todo se encontraban en algo similar a una prueba de valor ¿No? Aun así Izaak no se fiaba del todo en aquel lugar ¿Quién se suponía que controlaba todo aquello? ¿Cuánto tiempo lo habían preparado? No estaba demasiado conforme con creer que solo había sido algo planeado por algunos días, y aunque hubiese sido un mes entero, ¿no era aquello demasiado? Metió las manos en los bolcillos y después avanzo unos pasos hacia donde la rubia y castaña mirándoles con una sonrisa amable. –Creo que el propósito de aquella voz y sin lugar a dudas de los anfitriones de este singular evento, nos invitan a subir a las atracciones. –comento sincera y directamente, aunque en su mente aun existían dudas de que era todo aquello.
Tal vez hubiera hablado un poco más, pero las acciones del rubio eran ahora las que llamaban su atención, aquel como si nada se lanzó sobre una de aquellas atracciones subiendo a la misma, para Izaak aquello le recordó un poco -demasiado- a los malabaristas de los circos, lo cual le hizo volver un poco en sus recuerdos de infancia, pero sin adentrarse demasiado en los mismos, no solo lo observaba, sino que incluso parecía algo divertido, tal vez si solo lo hacías con ciertas precauciones no habría porque sentir incomodidad. Ahora se sentía con ansias de probar el subir a una de esas atracciones en movimiento, después de todo ¿cada cuánto podías romper las reglas sociales de los parques de diversiones?, aunque en este caso se tratase de una feria.
Eso se ve demasiado divertido. –dejo salir en un pequeño susurro que sería tal vez solo audible para las chicas cerca de las cuales se encontraba mientras seguía mirando el balanceo de la maquina sobre la que estaba el rubio, le escucho decir su nombre y sonrió con cortesía por la presentación. –Cierto, yo soy Izaak. Esto se ve que será bastante divertido. –comento con total libertad, lo cierto es que por un momento había dejado la lógica de lado pensando estrictamente en lo divertida que sería aquella noche, o al menos entretenida, tal vez el haber dejado aquella fiesta si había sido una buena idea después de todo, aunque para el chico que prefería pasar la tarde leyendo algún libro aquella prometía ser una noche bastante larga y entretenida.
Las palabras de la que parecía una de las menores del reducido grupo llamaron la atención de Izaak haciendo que girara sus ojos en dirección a esta por una fracción de segundo antes de mirar al rubio en su andar hacia una de las atracciones ¿Qué se suponía que tenía que hacer en ese caso? Tal vez solo debería dejar llevarse por el momento en lugar de razonar demasiado lo que pasaba en esos momentos, después de todo se encontraban en algo similar a una prueba de valor ¿No? Aun así Izaak no se fiaba del todo en aquel lugar ¿Quién se suponía que controlaba todo aquello? ¿Cuánto tiempo lo habían preparado? No estaba demasiado conforme con creer que solo había sido algo planeado por algunos días, y aunque hubiese sido un mes entero, ¿no era aquello demasiado? Metió las manos en los bolcillos y después avanzo unos pasos hacia donde la rubia y castaña mirándoles con una sonrisa amable. –Creo que el propósito de aquella voz y sin lugar a dudas de los anfitriones de este singular evento, nos invitan a subir a las atracciones. –comento sincera y directamente, aunque en su mente aun existían dudas de que era todo aquello.
Tal vez hubiera hablado un poco más, pero las acciones del rubio eran ahora las que llamaban su atención, aquel como si nada se lanzó sobre una de aquellas atracciones subiendo a la misma, para Izaak aquello le recordó un poco -demasiado- a los malabaristas de los circos, lo cual le hizo volver un poco en sus recuerdos de infancia, pero sin adentrarse demasiado en los mismos, no solo lo observaba, sino que incluso parecía algo divertido, tal vez si solo lo hacías con ciertas precauciones no habría porque sentir incomodidad. Ahora se sentía con ansias de probar el subir a una de esas atracciones en movimiento, después de todo ¿cada cuánto podías romper las reglas sociales de los parques de diversiones?, aunque en este caso se tratase de una feria.
Eso se ve demasiado divertido. –dejo salir en un pequeño susurro que sería tal vez solo audible para las chicas cerca de las cuales se encontraba mientras seguía mirando el balanceo de la maquina sobre la que estaba el rubio, le escucho decir su nombre y sonrió con cortesía por la presentación. –Cierto, yo soy Izaak. Esto se ve que será bastante divertido. –comento con total libertad, lo cierto es que por un momento había dejado la lógica de lado pensando estrictamente en lo divertida que sería aquella noche, o al menos entretenida, tal vez el haber dejado aquella fiesta si había sido una buena idea después de todo, aunque para el chico que prefería pasar la tarde leyendo algún libro aquella prometía ser una noche bastante larga y entretenida.
- Spoiler:
- Siento la tardanza y después edito. Pero ahora muero de sueño(???)
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Izaak Doors
Re: Feria Abandonada [Evento]
Rápidamente sus manos se dirigieron a sus oídos, sonaba demasiado alto... Pero por aquello mismo conseguía formar el ambiente deseado. ¿Qué se suponía que estaba diciendo? ¿Un día de diversión..? ¿Qué tipo de psicópata había montado todo aquello? Y más preocupante... ¿quién la había mandado a ella a meterse en un lugar así? Encima la voz era demasiado ruidosa, parecía la típica voz de niña repelente que se había tragado un silbato, sí, esa voz que podía irritar a cualquiera si no paraba de hablar, y que quizás... bueno, quizás te daban ganas de meterle un calcetín en la boca para hacer que se callara. Estaba introduciéndose demasiado en sus propios pensamientos, debía estar atenta, aquello no era una broma de críos, no tenía pinta de que pudieran hacerlo unos niños. Menos cuando todo se encendió y empezó a funcionar... ¿Magia? No... Tampoco creía que fuera aquello... lo que sí tenía claro es que alguien les tendría preparadas muchas cosas aquella noche, quizás... era mejor volver a casa, seguir escribiendo, seguir con su trabajo, con la luz apagada y sin abrir la puerta; o simplemente ver una película, leer o incluso irse a dormir pronto.
No. No podía hacer aquello. Tenía que volverse más valiente, más fuerte de algún modo, enfrentaría todo lo que le echaran, no importaba que por dentro estuviera temblando y deseando poder volver a su casa como si nada hubiera pasado, pero... ¿cómo podría mirar al dragón a la cara después de aquello? No podría. Se mordió el labio inferior y entrecerró la mirada; iba a conseguirlo. Se ajustó el traje y acomodó lo cuernos que se sujetaban al lado de sus coletas. Tenía que estar perfecta, para algo había decidido ponerse un disfraz, aunque fue el primero que había encontrado en el armario... ¿de qué lo tenía..? Ah sí, era de Charlotte... “¿Dónde estará..? Debo buscarte...” Por unos instantes su corazón se encogió, ignorando todo lo demás se auto regañó por la falta de interés en lo que le había llevado a aquel lugar, no había ido para vivir una vida pacífica, no había ido para ayudar realmente. Su objetivo siempre fue encontrar a Charlotte, pasara lo que pasara debía encontrarla, se lo debía, y también... Quería saber porque la abandonó, el porqué de dejarla atrás, ¿tanta carga había sido todos aquellos años?
Voces. Estaba escuchando voces, aunque era difícil con las atracciones funcionando, pero pudo distinguirlas y como se iban reuniendo. Sus pasos la dejaron cerca del resto de personas. Quizás habían estado allí todo el tiempo, el problema seguramente que al ser la rubia tan despistada, y no haber dejado de pensar, no se dio cuenta de las presencias ajena. Un fallo demasiado grande. Observó a los presentes, todos disfrazados, además de sus rostros, los rostros no mentían, tampoco parecían tener mucha idea de lo que acababa de pasar, por lo que preguntar no serviría de mucho formular cualquier pregunta sobre el tema. Menos cuando ya se habían acercado a preguntarle directamente. “¿Chica oveja..? Pero...” - Soy Lucy... Fue lo primero que dijo para que no le volviera a decir aquello, no es que se hubiera molestado, pero era mejor su nombre... No parecía tanto una oveja... ¿o sí? “Por dios... Charlotte, ¿por qué tenías esto..? Y de dónde lo sacarías...” Después de aquel único pensamiento negó con la cabeza. - Estoy igual de perdida que tú, y me supongo que igual de sorda con tanto ruido. Mencionó mientras se llevaba la mano izquierda a la oreja del mismo lado. No solo era por la música de las atracciones, sino también por culpa de los chirridos que estas mismas producían con cada movimiento.
Espera un segundo... Aquella chica, la morena... le sonaba. Se le hacía difícil olvidar una cara, al menos cuando fue un encuentro mínimamente importante, pero... ¿Dónde? Se mordió el labio inferior con algo de fuerza, quizás se equivocaba, pero estaba casi segura, tenía que hacer memoria recordar. Algo que se vio interrumpido al ver las acciones del rubio y las palabras del chico moreno. Izaak, si así había dicho que se llamaba. - ¿Subir a las atracciones? ¿En su estado? Alzó una ceja mirando de reojo el resto del lugar. - ¿Y quién será el valiente que probará la montaña rusa o la noria? Una pequeña risa nerviosa se le escapó de solo pensar en el estado que estaría aquellas vías y la oxidación del metal al no tener el cuidado necesario. El accidente estaba casi asegurado. Ella no sería la primera, eso lo tenía claro, y se montaría si no le quedaba más remedio, tendría poderes y todas esas cosas, pero no iba a dejar que la descubrieran por una... ¿una estúpida prueba? Tampoco sabía quienes eran el resto, debía ir con cuidado, las brujas no eran siempre bien recibidas y claramente esperaba no estar cerca de ningún arma o técnico... Debía ir con pies de plomo, y no dar pasos en falsos; pero por otro lado... Sus ojos se desviaron hacia la chica morena de nuevo, seguía teniendo en mente que la había visto.
Sus ojos volvieron al rubio, tan calmados... Se notaba que estaban acostumbrados a que las cosas no fueran normales. No dijo nada en un principio, solo espero a que estuvieran nuevamente reunidos. ¿Golosinas..? Sí bueno estaban en Halloween y desde décadas se había creado la tradición de los caramelos... Aunque esa fiesta tenía una historia mucho más profunda, por un lado estaban los romanos, los cuales realizaban sacrificios y oraciones a sus dioses; mientras que los celtas se encargaban de hacer fogatas, conjuros y plegarias para hacer desaparecer todo lo maligno en la noche de brujas, cuando supuestamente todo el mundo se volvía patas arriba y los seres sobrenaturales conseguían una mayor vitalidad. Noches de terror para alguna de sus compañeras en el pasado, pero por suerte... la historia fue adornando y decorando esa noche, y volverla una de terror humorístico, donde todos puedan disfrutar antes del día de todos los difuntos. Chasqueó la lengua al pensarlo, y negó con suavidad con la cabeza. - No gracias, y nuevamente me... Se quedó callada al ver a la chica que hablaba detrás del rubio diciendo que quería, lo cual le causó un leve sobresalto. La joven había logrado asustarla con facilidad... no quería ni pensar cuando comenzaran a andar por la feria... “Hoy me dará un ataque...” - Bueno, soy Lucy, por si no se había escuchado... Dijo intentando esbozar una leve sonrisa en los labios.
- ¿Y ahora? ¿Debemos hacer algo o debemos esperar instrucciones? Porque quizás... y espero equivocarme... Sí tengamos que montarnos en alguna atracción, pero... puede que tengamos que esperar a seguir las palabras de la voz chillona de los altavoces. Terminó diciendo con los ojos puestos en uno de los altavoces y luego pasando por el lugar hasta mirar el rostro de sus compañeros una vez más. “Bien... ¿qué nos esperará ahora?” Soltó un suave suspiro, sólo quedaba esperar y saber el resto de opiniones. Todo estaba en manos de quién hubiera preparado tal escenario para la rubia y sus acompañantes.
No. No podía hacer aquello. Tenía que volverse más valiente, más fuerte de algún modo, enfrentaría todo lo que le echaran, no importaba que por dentro estuviera temblando y deseando poder volver a su casa como si nada hubiera pasado, pero... ¿cómo podría mirar al dragón a la cara después de aquello? No podría. Se mordió el labio inferior y entrecerró la mirada; iba a conseguirlo. Se ajustó el traje y acomodó lo cuernos que se sujetaban al lado de sus coletas. Tenía que estar perfecta, para algo había decidido ponerse un disfraz, aunque fue el primero que había encontrado en el armario... ¿de qué lo tenía..? Ah sí, era de Charlotte... “¿Dónde estará..? Debo buscarte...” Por unos instantes su corazón se encogió, ignorando todo lo demás se auto regañó por la falta de interés en lo que le había llevado a aquel lugar, no había ido para vivir una vida pacífica, no había ido para ayudar realmente. Su objetivo siempre fue encontrar a Charlotte, pasara lo que pasara debía encontrarla, se lo debía, y también... Quería saber porque la abandonó, el porqué de dejarla atrás, ¿tanta carga había sido todos aquellos años?
Voces. Estaba escuchando voces, aunque era difícil con las atracciones funcionando, pero pudo distinguirlas y como se iban reuniendo. Sus pasos la dejaron cerca del resto de personas. Quizás habían estado allí todo el tiempo, el problema seguramente que al ser la rubia tan despistada, y no haber dejado de pensar, no se dio cuenta de las presencias ajena. Un fallo demasiado grande. Observó a los presentes, todos disfrazados, además de sus rostros, los rostros no mentían, tampoco parecían tener mucha idea de lo que acababa de pasar, por lo que preguntar no serviría de mucho formular cualquier pregunta sobre el tema. Menos cuando ya se habían acercado a preguntarle directamente. “¿Chica oveja..? Pero...” - Soy Lucy... Fue lo primero que dijo para que no le volviera a decir aquello, no es que se hubiera molestado, pero era mejor su nombre... No parecía tanto una oveja... ¿o sí? “Por dios... Charlotte, ¿por qué tenías esto..? Y de dónde lo sacarías...” Después de aquel único pensamiento negó con la cabeza. - Estoy igual de perdida que tú, y me supongo que igual de sorda con tanto ruido. Mencionó mientras se llevaba la mano izquierda a la oreja del mismo lado. No solo era por la música de las atracciones, sino también por culpa de los chirridos que estas mismas producían con cada movimiento.
Espera un segundo... Aquella chica, la morena... le sonaba. Se le hacía difícil olvidar una cara, al menos cuando fue un encuentro mínimamente importante, pero... ¿Dónde? Se mordió el labio inferior con algo de fuerza, quizás se equivocaba, pero estaba casi segura, tenía que hacer memoria recordar. Algo que se vio interrumpido al ver las acciones del rubio y las palabras del chico moreno. Izaak, si así había dicho que se llamaba. - ¿Subir a las atracciones? ¿En su estado? Alzó una ceja mirando de reojo el resto del lugar. - ¿Y quién será el valiente que probará la montaña rusa o la noria? Una pequeña risa nerviosa se le escapó de solo pensar en el estado que estaría aquellas vías y la oxidación del metal al no tener el cuidado necesario. El accidente estaba casi asegurado. Ella no sería la primera, eso lo tenía claro, y se montaría si no le quedaba más remedio, tendría poderes y todas esas cosas, pero no iba a dejar que la descubrieran por una... ¿una estúpida prueba? Tampoco sabía quienes eran el resto, debía ir con cuidado, las brujas no eran siempre bien recibidas y claramente esperaba no estar cerca de ningún arma o técnico... Debía ir con pies de plomo, y no dar pasos en falsos; pero por otro lado... Sus ojos se desviaron hacia la chica morena de nuevo, seguía teniendo en mente que la había visto.
Sus ojos volvieron al rubio, tan calmados... Se notaba que estaban acostumbrados a que las cosas no fueran normales. No dijo nada en un principio, solo espero a que estuvieran nuevamente reunidos. ¿Golosinas..? Sí bueno estaban en Halloween y desde décadas se había creado la tradición de los caramelos... Aunque esa fiesta tenía una historia mucho más profunda, por un lado estaban los romanos, los cuales realizaban sacrificios y oraciones a sus dioses; mientras que los celtas se encargaban de hacer fogatas, conjuros y plegarias para hacer desaparecer todo lo maligno en la noche de brujas, cuando supuestamente todo el mundo se volvía patas arriba y los seres sobrenaturales conseguían una mayor vitalidad. Noches de terror para alguna de sus compañeras en el pasado, pero por suerte... la historia fue adornando y decorando esa noche, y volverla una de terror humorístico, donde todos puedan disfrutar antes del día de todos los difuntos. Chasqueó la lengua al pensarlo, y negó con suavidad con la cabeza. - No gracias, y nuevamente me... Se quedó callada al ver a la chica que hablaba detrás del rubio diciendo que quería, lo cual le causó un leve sobresalto. La joven había logrado asustarla con facilidad... no quería ni pensar cuando comenzaran a andar por la feria... “Hoy me dará un ataque...” - Bueno, soy Lucy, por si no se había escuchado... Dijo intentando esbozar una leve sonrisa en los labios.
- ¿Y ahora? ¿Debemos hacer algo o debemos esperar instrucciones? Porque quizás... y espero equivocarme... Sí tengamos que montarnos en alguna atracción, pero... puede que tengamos que esperar a seguir las palabras de la voz chillona de los altavoces. Terminó diciendo con los ojos puestos en uno de los altavoces y luego pasando por el lugar hasta mirar el rostro de sus compañeros una vez más. “Bien... ¿qué nos esperará ahora?” Soltó un suave suspiro, sólo quedaba esperar y saber el resto de opiniones. Todo estaba en manos de quién hubiera preparado tal escenario para la rubia y sus acompañantes.
Invitado
Re: Feria Abandonada [Evento]
La tétrica música seguía saliendo de los altavoces, a un volumen moderado, siendo obvio que su intención era servir como ambiente, las atracciones seguían funcionando, temblando y crepitando por el esfuerzo de moverse, por supuesto, pero funcionando a fin y al cabo. Pasaron unos momentos así, de no ser por el deteriorado estado de… bueno, todo y que no había ni un alma aparte de ustedes, podría pasar por una feria común y corriente.
Al parecer por el momento solo tenían que adentrarse. Los juegos mecánicos no eran la única atracción del lugar, por supuesto, a medida que uno se daba una vuelta por la zona, podían encontrarse fácilmente un laberinto de espejos, una casa de la risa, una carpa de “fenómenos” y varios puestos de concursos como tiro al blanco o sacar manzanas de un barril que obviamente ya no tenía manzanas, o al menos sería mejor si no las tuviese, tirar lata, etcétera, todos ofreciendo premios como muñecos de peluche ahora en un estado deplorable. Eso pudo llamar un poco su atención, si uno se fijaba con atención en el estado general del lugar, no era difícil llegar a pensar que, obviamente, el lugar había sido abandonado, sin embargo lo curioso es que parecían haberlo hecho de golpe, como si de un segundo para otro todos se hubieran ido dejando todo como estaba.
Una vez más, fueron los sonidos los que interrumpieron su dichosa prueba. De un momento a otro, el lugar cobro vida, no no, no vida como si de repente las atracciones se hubieran vuelto alguna clase de transformer y empezado a caminar sin más. Se empezaron a escuchar risas. No solo risas, voces, gritos divertidos, pasos, exclamaciones… como si en efecto, fuera una feria funcional y llena de gente, solo que a su alrededor no se veía un alma. Lo lógico sería pensar que todo viniese de los altavoces, pero estos seguían con su ya característica melodía y era fácil notar que no eran los que provocaban todos los otros sonidos…
El asunto no se altero más después de eso, todas las voces y risas parecían formar simplemente parte del ambiente, como si sus dueños estuvieran ocupados solamente de sus asuntos y pasaran de ustedes, claro, eso solo siendo una su poción, pues en realidad el lugar se sigue viendo totalmente vacío a excepción de ustedes. Ahora bien, siéntanse libres de subir a la atracción que sea de su agrado primero, después de todo, parece que se están esforzando en dedicarles un día “común” en la feria.
Al parecer por el momento solo tenían que adentrarse. Los juegos mecánicos no eran la única atracción del lugar, por supuesto, a medida que uno se daba una vuelta por la zona, podían encontrarse fácilmente un laberinto de espejos, una casa de la risa, una carpa de “fenómenos” y varios puestos de concursos como tiro al blanco o sacar manzanas de un barril que obviamente ya no tenía manzanas, o al menos sería mejor si no las tuviese, tirar lata, etcétera, todos ofreciendo premios como muñecos de peluche ahora en un estado deplorable. Eso pudo llamar un poco su atención, si uno se fijaba con atención en el estado general del lugar, no era difícil llegar a pensar que, obviamente, el lugar había sido abandonado, sin embargo lo curioso es que parecían haberlo hecho de golpe, como si de un segundo para otro todos se hubieran ido dejando todo como estaba.
Una vez más, fueron los sonidos los que interrumpieron su dichosa prueba. De un momento a otro, el lugar cobro vida, no no, no vida como si de repente las atracciones se hubieran vuelto alguna clase de transformer y empezado a caminar sin más. Se empezaron a escuchar risas. No solo risas, voces, gritos divertidos, pasos, exclamaciones… como si en efecto, fuera una feria funcional y llena de gente, solo que a su alrededor no se veía un alma. Lo lógico sería pensar que todo viniese de los altavoces, pero estos seguían con su ya característica melodía y era fácil notar que no eran los que provocaban todos los otros sonidos…
El asunto no se altero más después de eso, todas las voces y risas parecían formar simplemente parte del ambiente, como si sus dueños estuvieran ocupados solamente de sus asuntos y pasaran de ustedes, claro, eso solo siendo una su poción, pues en realidad el lugar se sigue viendo totalmente vacío a excepción de ustedes. Ahora bien, siéntanse libres de subir a la atracción que sea de su agrado primero, después de todo, parece que se están esforzando en dedicarles un día “común” en la feria.
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Narración
Re: Feria Abandonada [Evento]
El sonido de los altavoces era sin duda molesto, al menos lo debería ser para la mayoría de las personas. ¿Cuántos podrían soportar ese incesante sonido de fondo, combinado con el chirriar oxidado de las máquinas que se alzaban y entremezclaban en un agudo sin fin? Muy pocos en realidad, al menos hablando de las personas normales, siendo que el rubio de ojos dorados no era una de esas personas. Su mirada se mantenía atenta, ignorando la mayor parte de los ruidos que le rodeaban, observando a los que ahora se reunían en el centro del lugar, sonriendo de manera tranquila. ¿Acaso el chico era sordo o algo? En realidad no, el sonido le resulta igual molesto a sus oídos, le daban ganas de cortar la corriente de los parlantes solo para eliminar el sonido de fondo, pero él era muy bueno disimulándolo, ya que no tenía caso dar tanta atención a ese molesto ruido, era parte de su prueba, al menos así lo sentía el rubio, y mientras la sobrellevaran mejor, sería más propicio.
-¿Wa? ¿En serio no quieres? Anda que saben geniales…
Su voz se quedó callada poco después de la respuesta de Lucy, al oír una voz detrás suya. No pudo evitar sobresaltarse un poco, sus sentidos estaban centrados en ignorar los sonidos chirriantes de la feria y en las personas delante suya, no había notado en lo más mínimo la llegada de aquella nueva participante a la prueba hasta que hablara detrás suya. Aun así, al girarse, miro con algo de sorpresa a la joven chica que parecía había aparecido de la nada, aunque lo más seguro es que su llegada hubiera sido cubierta por el gran ruido que les rodeaba de manera tan incesante. De nuevo la tentación de hacer reventar los parlantes del parque se cruzaba por su mente, a pesar de su personalidad algo distraída, hasta para él ese ruido resultaba molesto.
Aun así, ignorando por completo el sonido que les rodeaba, las palabras de la joven recién llegada iluminaron su rostro con una sonrisa. Siempre le alegraban las personas que tan tranquila y extrovertidamente pedían dulces, tal vez le recordaban a el mismo en ese sentido de que los ofrecía, a veces de forma insistente. Con tranquilidad le dio algunos de los caramelos a la chica recién llegada, dejándolo en sus manos mientras le sonreía de manera alegre y tranquila, olvidándose durante unos instantes de todo aquel entorno lúgubre, solo por aquel simple acto de compartir.
-Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? No sé si me escuchaste antes, pero me presento por si acaso, soy Aizack, es un placer y espero nos divirtamos en este juego
¿Juego? A pesar de todo el ambiente de terror que les rodeaba él lo llamaba juego, porque eso era para el todo ese evento que parecía sacada del principio de una película de terror. El ambiente era idóneo para ello, pareciera que en cualquier momento el asesino de la motosierra pudiera salir detrás de algunas de las máquinas y rebanarlos sin miramientos, en esos momentos era incluso posible se paseara entre todo ese metal oxidado, deslizando sus dedos entre las barras de los juegos, espiándolos y esperando el mínimo descuido para asesinarlos. Aun así, el rubio lucia ajeno a ello, ya que en todo momento tomaba lo que le rodeaba como un interesante juego que prometía sorpresas y entretenimiento que aunque posiblemente espeluznante, igual seria intrigante.
-Bueno… Estoy de acuerdo con el Sherlock Holmes en entrenamiento, a lo mejor debemos de avanzar más en la feria, acabamos de llegar y seguimos en la entrada… ¿Qué es lo que habrá más profundo~?
La sonrisa del rubio cambio unos instantes mirando a los presentes. En lugar de aquella sonrisa bobalicona y amigable, se mostró una picara y con un dejo juguetón. Miraba a los presentes como si aquella idea de entrar más profundo en el parque, fuera una invitación hacia una travesura. ¿Y acaso no sería eso en esencia? Si tenía razón, estarían haciendo justo lo que los planificadores del evento querían, estarían adentrándose en la boca del lobo, donde el terror se concentraría, las sorpresas se liberarían y los juegos, posiblemente macabros, de los responsables de ese evento serian mostrados. La sola idea parecía en realidad divertir al rubio, mostrando en esa sonrisa juguetona y picara, pero que rápidamente es borrada, justo en el instante en que el estruendo de las risas y los pasos llenan el lugar.
-¿Pero qué?
Los ojos dorados del rubio observaron el lugar, de lado a lado, tratando de ubicar el origen de todo ese sonido. Era como si todo a su alrededor hubiera cobrado vida, como si hubieran abierto las puertas de la feria por primera vez y entraran a la vez cientos de personas, deseando probar alguna atracción, o tratar de ganar algún premio en los juegos que llenaban el lugar. Era como si el lugar se hubiera llenado de gente… Gente que no estaba ahí. Como si de entre las construcciones y las plantas marchitas, de entre la basura que se acumulaba en algunas áreas y de los juegos abandonados, regresaran los fantasmas del pasado a divertirse una última vez.
El rubio miro a los altavoces, curioso, pero de inmediato noto que no eran el origen de aquel sonido. El sonido de los altavoces era lastimero, débil, la melodía agonizante de la feria que trataba inútilmente de igualar a su estado pasado, siendo ahora imposible por el deterioro. En cambio, el sonido que los rodeaba ahora, era muy vivido, muy claro, casi como tener al lado a una de esas personas que reía y caminaba hacia la próxima atracción. Resultaba algo espeluznante el escuchar seres que no estaban presentes, pero aun así, el rubio sonreía de nuevo, intrigado y, por primera vez desde que llegara al parque ese día, sinceramente emocionado.
-Vaya… Esto si es interesante… ¿Vienen? Quiero ver que nos depara esto…
El rubio miro al resto de los integrantes de aquel improvisado grupo, antes de empezar a dar lentos pasos hacia el interior del parque. Era, después de todo, una prueba de valor. Fuera de lo extraño, fuera de lo anormal, dejando de lado lo intrigante e interesante, ahí lo que se ponía a prueba, no era la lógica, la razón o la intuición, era solo el valor, las agallas de adentrarse y descubrir más. Eso era la prueba, y ahí radicaba la diversión de la situación, después de todo, como había dicho el rubio, ¿Qué sorpresas le depararía aquella feria?
-¿Wa? ¿En serio no quieres? Anda que saben geniales…
Su voz se quedó callada poco después de la respuesta de Lucy, al oír una voz detrás suya. No pudo evitar sobresaltarse un poco, sus sentidos estaban centrados en ignorar los sonidos chirriantes de la feria y en las personas delante suya, no había notado en lo más mínimo la llegada de aquella nueva participante a la prueba hasta que hablara detrás suya. Aun así, al girarse, miro con algo de sorpresa a la joven chica que parecía había aparecido de la nada, aunque lo más seguro es que su llegada hubiera sido cubierta por el gran ruido que les rodeaba de manera tan incesante. De nuevo la tentación de hacer reventar los parlantes del parque se cruzaba por su mente, a pesar de su personalidad algo distraída, hasta para él ese ruido resultaba molesto.
Aun así, ignorando por completo el sonido que les rodeaba, las palabras de la joven recién llegada iluminaron su rostro con una sonrisa. Siempre le alegraban las personas que tan tranquila y extrovertidamente pedían dulces, tal vez le recordaban a el mismo en ese sentido de que los ofrecía, a veces de forma insistente. Con tranquilidad le dio algunos de los caramelos a la chica recién llegada, dejándolo en sus manos mientras le sonreía de manera alegre y tranquila, olvidándose durante unos instantes de todo aquel entorno lúgubre, solo por aquel simple acto de compartir.
-Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? No sé si me escuchaste antes, pero me presento por si acaso, soy Aizack, es un placer y espero nos divirtamos en este juego
¿Juego? A pesar de todo el ambiente de terror que les rodeaba él lo llamaba juego, porque eso era para el todo ese evento que parecía sacada del principio de una película de terror. El ambiente era idóneo para ello, pareciera que en cualquier momento el asesino de la motosierra pudiera salir detrás de algunas de las máquinas y rebanarlos sin miramientos, en esos momentos era incluso posible se paseara entre todo ese metal oxidado, deslizando sus dedos entre las barras de los juegos, espiándolos y esperando el mínimo descuido para asesinarlos. Aun así, el rubio lucia ajeno a ello, ya que en todo momento tomaba lo que le rodeaba como un interesante juego que prometía sorpresas y entretenimiento que aunque posiblemente espeluznante, igual seria intrigante.
-Bueno… Estoy de acuerdo con el Sherlock Holmes en entrenamiento, a lo mejor debemos de avanzar más en la feria, acabamos de llegar y seguimos en la entrada… ¿Qué es lo que habrá más profundo~?
La sonrisa del rubio cambio unos instantes mirando a los presentes. En lugar de aquella sonrisa bobalicona y amigable, se mostró una picara y con un dejo juguetón. Miraba a los presentes como si aquella idea de entrar más profundo en el parque, fuera una invitación hacia una travesura. ¿Y acaso no sería eso en esencia? Si tenía razón, estarían haciendo justo lo que los planificadores del evento querían, estarían adentrándose en la boca del lobo, donde el terror se concentraría, las sorpresas se liberarían y los juegos, posiblemente macabros, de los responsables de ese evento serian mostrados. La sola idea parecía en realidad divertir al rubio, mostrando en esa sonrisa juguetona y picara, pero que rápidamente es borrada, justo en el instante en que el estruendo de las risas y los pasos llenan el lugar.
-¿Pero qué?
Los ojos dorados del rubio observaron el lugar, de lado a lado, tratando de ubicar el origen de todo ese sonido. Era como si todo a su alrededor hubiera cobrado vida, como si hubieran abierto las puertas de la feria por primera vez y entraran a la vez cientos de personas, deseando probar alguna atracción, o tratar de ganar algún premio en los juegos que llenaban el lugar. Era como si el lugar se hubiera llenado de gente… Gente que no estaba ahí. Como si de entre las construcciones y las plantas marchitas, de entre la basura que se acumulaba en algunas áreas y de los juegos abandonados, regresaran los fantasmas del pasado a divertirse una última vez.
El rubio miro a los altavoces, curioso, pero de inmediato noto que no eran el origen de aquel sonido. El sonido de los altavoces era lastimero, débil, la melodía agonizante de la feria que trataba inútilmente de igualar a su estado pasado, siendo ahora imposible por el deterioro. En cambio, el sonido que los rodeaba ahora, era muy vivido, muy claro, casi como tener al lado a una de esas personas que reía y caminaba hacia la próxima atracción. Resultaba algo espeluznante el escuchar seres que no estaban presentes, pero aun así, el rubio sonreía de nuevo, intrigado y, por primera vez desde que llegara al parque ese día, sinceramente emocionado.
-Vaya… Esto si es interesante… ¿Vienen? Quiero ver que nos depara esto…
El rubio miro al resto de los integrantes de aquel improvisado grupo, antes de empezar a dar lentos pasos hacia el interior del parque. Era, después de todo, una prueba de valor. Fuera de lo extraño, fuera de lo anormal, dejando de lado lo intrigante e interesante, ahí lo que se ponía a prueba, no era la lógica, la razón o la intuición, era solo el valor, las agallas de adentrarse y descubrir más. Eso era la prueba, y ahí radicaba la diversión de la situación, después de todo, como había dicho el rubio, ¿Qué sorpresas le depararía aquella feria?
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Aizack Pendragon
Re: Feria Abandonada [Evento]
Aquel incesante ruido parecía que les acompañaría por el resto de la prueba, combinado con los chirriantes juegos era un tanto… molesto, pero no insoportable, al menos no para Izaak que ya había estado acostumbrado a todo tipo de sonido molesto después de años de Practica así que en ese momento aquellos sonidos eran relativamente apagados por su propia curiosidad que se hacía creciente al como estaban funcionando aquellas atracciones y donde estaría el control del mando, pues debido a la antigüedad él hubiera creído que estas eran manipuladas directamente por operadores más que desde un cuarto de mando.
Escucho las palabras de Lucy -no estaba equivocado ¿No?- y asintió ante estas, esperar instrucciones sonaba como algo lógico, pero al mismo tiempo no, pues desde un inicio no habían recibido ningún tipo de instrucción era más bien como si todo se desvainara en pistas al azar para seguir aquel juego, y aunque se equivocaran al momento de tomar decisiones no sonaba como algo totalmente radical, después de todo aquello solo era una prueba, la idea general era pasar una noche de terror y vaya que se estaban esforzando. Estaba a punto de opinar acerca de lo de esperar cuando el Aizack hablo. ¿Con quién se presentaba nuevamente? Izaak trato de mirar detrás del chico observando a una joven de pálidos cabellos que conocía de hacia algún tiempo, se habían encontrado en aquel cementerio donde ella había demostrado no ser del todo amante de lo normal, sino más bien de lo paranormal, por lo cual no se sorprendió demasiado de verla en aquel lugar. Chloe si no mal recordaba era el nombre de la peliblanca. Ahora aquella noche parecía que sería más que una simple prueba de valor, si la chica estaba ahí seguramente estaría buscando fantasmas o algo similar, pero en realidad no presto demasiada atención a los objetivos de los demás, él lo único que quería era divertirse aquella noche.
Se acercó un poco más a los otros alejándose de las chicas pero invitándolas a seguirle con un suave movimiento de cabeza y una sonrisa amena en su rostro. Escucho nuevamente lo que el rubio decía ¿Acaso se refería a él con lo de Sherlock? Hasta donde recordaba no había dicho nada realmente pedante como para ser comparado con el protagonistas de numerosas novelas, aunque claro, no comentaría nada; no es como si aquel apodo le molestara de alguna manera, le parecía más bien un inocente juego y era mejor que entraran en confianza si no querían terminar sintiéndose incomodos los unos con los otros durante aquella prueba.
¿Qué es eso?
Su voz que salió casi en un susurro fue prácticamente apagada por las risas, los pasos y demás, si cerraba los ojos se sentiría como una verdadera feria, rodeado de todos aquellas ostentosas atracciones y aquellas voces, murmullos, pasos, risas, era como un ambiente cargado de una natural y sencilla feria, pero el observar aquel lugar hizo que Izaak sudara frio, los sonidos definitivamente no venían de los altavoces pues aquellos seguían con aquella trágica y oxidada melodía, aquello se estaba tornando seguramente peligroso pero al mismo tiempo era demasiado interesante, la emoción se estaba apoderando del pelinegro quien no dudo seguir al rubio y después se giró hacia las chicas mirándoles aun con una sonrisa, pero esta vez llena de emoción, pues ahora de verdad pensaba que valdría la pena aquella prueba de valor. –Es probable que no sea del todo una buena idea, pero creo que sería emocionante ir más adelante. Además de que mientras estemos juntos será más fácil mantenernos a salvo.
Las intenciones de Izaak no eran las de protegerse a sí mismo, tal vez aquellas chicas ni siquiera lo necesitaran, pero el siempre había sido así, en pocas palabras sentía la necesidad de proteger a las demás personas, el que ellas se quedaran ahí le preocupaba pues no sabía qué tipo de peligros pudieran asechar aquella feria y era por esa misma razón que esperaba ellas les siguieran, además de que aquello prometía ser demasiado interesante.
Escucho las palabras de Lucy -no estaba equivocado ¿No?- y asintió ante estas, esperar instrucciones sonaba como algo lógico, pero al mismo tiempo no, pues desde un inicio no habían recibido ningún tipo de instrucción era más bien como si todo se desvainara en pistas al azar para seguir aquel juego, y aunque se equivocaran al momento de tomar decisiones no sonaba como algo totalmente radical, después de todo aquello solo era una prueba, la idea general era pasar una noche de terror y vaya que se estaban esforzando. Estaba a punto de opinar acerca de lo de esperar cuando el Aizack hablo. ¿Con quién se presentaba nuevamente? Izaak trato de mirar detrás del chico observando a una joven de pálidos cabellos que conocía de hacia algún tiempo, se habían encontrado en aquel cementerio donde ella había demostrado no ser del todo amante de lo normal, sino más bien de lo paranormal, por lo cual no se sorprendió demasiado de verla en aquel lugar. Chloe si no mal recordaba era el nombre de la peliblanca. Ahora aquella noche parecía que sería más que una simple prueba de valor, si la chica estaba ahí seguramente estaría buscando fantasmas o algo similar, pero en realidad no presto demasiada atención a los objetivos de los demás, él lo único que quería era divertirse aquella noche.
Se acercó un poco más a los otros alejándose de las chicas pero invitándolas a seguirle con un suave movimiento de cabeza y una sonrisa amena en su rostro. Escucho nuevamente lo que el rubio decía ¿Acaso se refería a él con lo de Sherlock? Hasta donde recordaba no había dicho nada realmente pedante como para ser comparado con el protagonistas de numerosas novelas, aunque claro, no comentaría nada; no es como si aquel apodo le molestara de alguna manera, le parecía más bien un inocente juego y era mejor que entraran en confianza si no querían terminar sintiéndose incomodos los unos con los otros durante aquella prueba.
¿Qué es eso?
Su voz que salió casi en un susurro fue prácticamente apagada por las risas, los pasos y demás, si cerraba los ojos se sentiría como una verdadera feria, rodeado de todos aquellas ostentosas atracciones y aquellas voces, murmullos, pasos, risas, era como un ambiente cargado de una natural y sencilla feria, pero el observar aquel lugar hizo que Izaak sudara frio, los sonidos definitivamente no venían de los altavoces pues aquellos seguían con aquella trágica y oxidada melodía, aquello se estaba tornando seguramente peligroso pero al mismo tiempo era demasiado interesante, la emoción se estaba apoderando del pelinegro quien no dudo seguir al rubio y después se giró hacia las chicas mirándoles aun con una sonrisa, pero esta vez llena de emoción, pues ahora de verdad pensaba que valdría la pena aquella prueba de valor. –Es probable que no sea del todo una buena idea, pero creo que sería emocionante ir más adelante. Además de que mientras estemos juntos será más fácil mantenernos a salvo.
Las intenciones de Izaak no eran las de protegerse a sí mismo, tal vez aquellas chicas ni siquiera lo necesitaran, pero el siempre había sido así, en pocas palabras sentía la necesidad de proteger a las demás personas, el que ellas se quedaran ahí le preocupaba pues no sabía qué tipo de peligros pudieran asechar aquella feria y era por esa misma razón que esperaba ellas les siguieran, además de que aquello prometía ser demasiado interesante.
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Fecha de inscripción : 19/04/2014
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Localización : paperplanes
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Izaak Doors
Re: Feria Abandonada [Evento]
Sinceramente no sabia si debía esperar una respuesta muy productiva de la chica, pues de hecho no parecía ni siquiera estar muy segura de donde se encontraba parada, pero bueno, el hablarle no buscaba respuestas solidas, solo buscaba un medio de apoyo para no estar sola en aquel lugar que no le daba buena espina, pero claro, cuando escucho su nombre parpadeo, cabello rubio, ojos castaños, parecía un tanto asustada.... Conocía a la rubia y por ello sonrió de lado, iba a responder cuando el rubio hizo su "espectáculo" en aquel lugar, bueno, al menos ya sabía que había un osado o simplemente alguien que no había tomado peso a todo lo que ocurría y solo lo veía como algo divertido, hecho por el que la castaña suspiró despacio, si, quizás estaba siendo demasiado paranoica al respecto, no debía darle tantas vueltas al asunto ¿O si? Quizás el evento estaba realmente muy bien planeado y les estaba saliendo tal y como querían, observó a los presentes con bastante cuidado, además de escuchar cada una de sus ideas, después de todos habían terminado por reunirse cerca, bien, al menos ya tenía algunos nombres, eso era un avance bastante considerable «Puede ser que no sea tan malo.... Estando juntos hay más posibilidades de pasar esta prueba de valor» Aquello paso por su cabeza antes de ver a la albina, con la cual palideció, que ser una clase de broma, y una de muy mal gusto ¿Esa era Abyss? No, su gemela debía estar en otra parte del mundo ¿Por qué aparecería de la nada en Death City? Quizás en realidad habían sido trillizas y se habían llevado a una lejos, ya que la chica de cabellos blancos no parecía haberla reconocido «Definitivamente es Halloween, no podrían haber algo peor que reencontrarme con ella» Suspiro despacio antes de sacudir su cabeza levemente, tenía que concentrarse un poco más en lo que estaba ocurriendo y menos en lo "irrelevante".
-Alice, un gusto... Y dulces quizás después- Musitó antes de alzar una ceja, la idea de subirse a las atracciones para la desgracia de la mayoría no parecía estar muy lejos de la realidad, porque si no ¿Cuál era la idea de que comenzaran a funcionar y que la música anduviese como si todo estuviese bien a excepción de que no había ningún maldito visitante? Ninguno, de hecho creía que el de ojos azules tenía bastante razón en lo que decía, por ello sonrió de lado, no iba a mentir, a pesar de su presentimiento y del hecho de que antes tenia un poco de miedo ahora la idea se le hacía bastante emocionante, eso parecía convertirse en una más digna noche de brujas, después de todo según las pintaban ellas eran seres aterradores y malvados ¿No? Además eso era una prueba de valor, lo común es que diese miedo, por muy mal hecho que estuviese la mayor parte del tiempo ahora estaba bastante bien construido, tenía que aprovechar de disfrutar eso, luego podría contarle con orgullo a la estúpida chica que la había metido allí que había ido y salido con éxito.
-No creo que deba haber solo uno quien suba al juego.... Podemos subir de a dos o a tres en caso de emergencia... Después de todo nuestros anfitriones pusieron a funcionar esto por nosotros ¿No?- Y volvió a sonreír pero esta vez aún más que antes, aunque poco o nada duro pues al ser capaz de escuchar todo eso giro su rostro hacia alrededor como si buscase la gente que los estuviese produciendo, pero no había nadie y a pesar de que poseía un excelente oído no podía descubrir de dónde provenía aquel sonido, casi parecía como si no tuviesen un origen especifico, simplemente venían del aire, lo cual lo hacía posiblemente aun más aterrador, pero también aquello la ayudo a notar como todo a pesar del deterioro seguía en su lugar lo que le daba un aspecto aún peor que antes, porque no era el clásico abandono de "la feria no funcionó aquí" sino más bien un "Pues nos desvanecimos en el aire y dejamos todo tirado" lo cual hizo que ella frunciese levemente el ceño, era extraño todo el asunto de la feria, pero al mismo tiempo le daba demasiada curiosidad, tanto así que superaba su miedo de querer salir de allí y eso fue que la hizo asentir ante el cuestionamiento del rubio con una amplia sonrisa en el rostro.
-Yo voy, suena bastante interesante.... Además quiero saber quien esta haciendo todo esto y por sobre todo como diablos lo esta haciendo- Se giro hacia la rubia para tomarla de la mano para así poder arrastrarla con ella, después de todo no iba a dejar que se quedase sola, incluso le guiño un ojo, entre brujas se entendían ¿No? quería seguir hacia delante pero no la dejaría sola y de ser necesario la arrastraría con ella, porque realmente todo eso se había tornado bastante interesante y no deseaba perderse nada del gran evento -Vamos, esto sera más que divertido- Aquello lo dijo sonriendo a la chica, quería darle seguridad, de ser necesario podían usar magia, no había nada a que temerle realmente ¿O si? Se suponía que esto solo lo estaba haciendo gente de Death City y si algo tenía que temerle la de cabellos castaños era a la chica que se parecía tanto a su hermana, porque realmente le estaba dando escalofríos, porque si era igual a la susodicha también lo era a ella.... Algo le decía que muchas cosas raras iban a pasar aquella noche, pero definitivamente era mejor que el hecho de que se hubiese quedado en cama, claro que nunca se lo admitiría a la chica que la había obligado a ir, primero muerta.
«Bueno, tengo que admitir que no sé como esperaba algo normal viniendo de la ciudad del Dios de la muerte» Aquello lo pensó al momento en que jalo a la susodicha para comenzar adentrarse aun más en aquella feria, aunque también observo a los otros tres involucrados -Y bien, ¿Donde iremos primero?
-Alice, un gusto... Y dulces quizás después- Musitó antes de alzar una ceja, la idea de subirse a las atracciones para la desgracia de la mayoría no parecía estar muy lejos de la realidad, porque si no ¿Cuál era la idea de que comenzaran a funcionar y que la música anduviese como si todo estuviese bien a excepción de que no había ningún maldito visitante? Ninguno, de hecho creía que el de ojos azules tenía bastante razón en lo que decía, por ello sonrió de lado, no iba a mentir, a pesar de su presentimiento y del hecho de que antes tenia un poco de miedo ahora la idea se le hacía bastante emocionante, eso parecía convertirse en una más digna noche de brujas, después de todo según las pintaban ellas eran seres aterradores y malvados ¿No? Además eso era una prueba de valor, lo común es que diese miedo, por muy mal hecho que estuviese la mayor parte del tiempo ahora estaba bastante bien construido, tenía que aprovechar de disfrutar eso, luego podría contarle con orgullo a la estúpida chica que la había metido allí que había ido y salido con éxito.
-No creo que deba haber solo uno quien suba al juego.... Podemos subir de a dos o a tres en caso de emergencia... Después de todo nuestros anfitriones pusieron a funcionar esto por nosotros ¿No?- Y volvió a sonreír pero esta vez aún más que antes, aunque poco o nada duro pues al ser capaz de escuchar todo eso giro su rostro hacia alrededor como si buscase la gente que los estuviese produciendo, pero no había nadie y a pesar de que poseía un excelente oído no podía descubrir de dónde provenía aquel sonido, casi parecía como si no tuviesen un origen especifico, simplemente venían del aire, lo cual lo hacía posiblemente aun más aterrador, pero también aquello la ayudo a notar como todo a pesar del deterioro seguía en su lugar lo que le daba un aspecto aún peor que antes, porque no era el clásico abandono de "la feria no funcionó aquí" sino más bien un "Pues nos desvanecimos en el aire y dejamos todo tirado" lo cual hizo que ella frunciese levemente el ceño, era extraño todo el asunto de la feria, pero al mismo tiempo le daba demasiada curiosidad, tanto así que superaba su miedo de querer salir de allí y eso fue que la hizo asentir ante el cuestionamiento del rubio con una amplia sonrisa en el rostro.
-Yo voy, suena bastante interesante.... Además quiero saber quien esta haciendo todo esto y por sobre todo como diablos lo esta haciendo- Se giro hacia la rubia para tomarla de la mano para así poder arrastrarla con ella, después de todo no iba a dejar que se quedase sola, incluso le guiño un ojo, entre brujas se entendían ¿No? quería seguir hacia delante pero no la dejaría sola y de ser necesario la arrastraría con ella, porque realmente todo eso se había tornado bastante interesante y no deseaba perderse nada del gran evento -Vamos, esto sera más que divertido- Aquello lo dijo sonriendo a la chica, quería darle seguridad, de ser necesario podían usar magia, no había nada a que temerle realmente ¿O si? Se suponía que esto solo lo estaba haciendo gente de Death City y si algo tenía que temerle la de cabellos castaños era a la chica que se parecía tanto a su hermana, porque realmente le estaba dando escalofríos, porque si era igual a la susodicha también lo era a ella.... Algo le decía que muchas cosas raras iban a pasar aquella noche, pero definitivamente era mejor que el hecho de que se hubiese quedado en cama, claro que nunca se lo admitiría a la chica que la había obligado a ir, primero muerta.
«Bueno, tengo que admitir que no sé como esperaba algo normal viniendo de la ciudad del Dios de la muerte» Aquello lo pensó al momento en que jalo a la susodicha para comenzar adentrarse aun más en aquella feria, aunque también observo a los otros tres involucrados -Y bien, ¿Donde iremos primero?
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Alice Baskerville
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