Very Good Night... [Priv. Girm Jr.]

Ya era tarde. Quizás las siete, quizás las ocho. El cielo empezaba a oscurecerse, tomando ese color azul y morado del atardecer, mientras las nubes dispersas del cielo iban cambiando de su color blanco a uno más gris oscuro y azulado, como consecuencia de la marcha del astro rey. Esa tarde no había hecho nada productivo. Solo me había quedado leyendo comics al lado de un árbol. Al menos, quería aprovechar la noche consiguiendo alguna alma, o encontrando alguien dispuesto a pagar por ellas… o simplemente un poco de diversión tras un día tan aburrido como hoy.

¿Y por qué en el cementerio? La seguridad había aumentado los últimos días en la ciudad por la noche, así que, para no meterme en líos que aún no podía superar, prefería capturar presas apenadas por la pérdida de algún ser querido. Ya tenía fichadas tres personas que venían por el cementerio a horas tardías a dejar flores a las tumbas de sus respectivos amados, padres o personas a las que amaban. - [¿Ahora que lo pienso, debería comprar flores para mi amada?] -. La cara de mi primer amor se apareció ante mí, sonriente, radiante… - [Naah, no las necesita… ¡ya tiene suficiente con tener su alma en mi estómago!] - dije esgrimiendo una de mis psicópatas sonrisas, acompañada de una leve carcajada. - [Ay… debería dejar de hacer eso… parezco el malvado loco de algún shonen de peleas… ¡bueno, qué más da!] -.

Por el momento solo decidí pasearme entre las diferentes tumbas, leyendo alguna que otra inscripción. Había algunas tristes, como “en memoria del mejor amigo que alguien podría nunca tener”… otras divertidas, que hacían que soltara una carcajada, como “murió por un resbalón en la ducha” o “asesinado por su hermano en la cocina, que en paz descansen los dos”. Yo, mientras leía las tumbas, iba jugando con mis tornillos. Iba sacando algunos de ellos de los bolsillos, los lanzaba al aire y los cogía de nuevo, los removía en el bolsillo con la mano… el tacto rugoso, frio, metálico y ruidoso de los tornillos me tranquilizaba, al mismo tiempo que despertaba mis sonrisas de cada día.

De repente apareció ante mis ojos una mujer, vestida de blanco. ¿Tan tarde era ya? – [Vaya… creía que llegaría más tarde… bueno, empecemos con la diversión] – dije con una amplia sonrisa y abalanzándome sobre ella. Solo buscaba asustarla, algo que conseguí fácilmente, para perseguirla por el cementerio mientras afinaba mi puntería lanzándole tornillos al pie para cazarla, ver la desesperación en su cara, verla sufrir… pero algo, o más bien alguien me frenó.

Una extraña presencia hizo que detuviera mi persecución. Miré hacia el lugar de la misteriosa presencia, al mismo tiempo que lanzaba unos cinco tornillos hacia la mujer de blanco, la cual quedó pegada al suelo, sin capacidad de moverse. Una extraña silueta aparecía por una de las pequeñas colinas que plagaban el cementerio. – [Realmente esta será una noche entretenida…] -.

Era de noche me encamine al cementerio despues de ver la mayor parte de la ciudad. Serian las ocho el cielo ya empezaba a teñir de tonalidades oscuras, me encamine por el sendero que salia de la ciudad hacia el cementerio, algunos dolientes aun se dirigian a llorar a sus seres queridos-callate que mas dara a la hora que la gente vaya-le dije a un tentaculo de Nergal que salio a increpar a los dolientes.

Llegue a las puertas de reja del cemnterio tortuosas y ajadas como las lapidas y tumba, me recordaba a los jardines del castillo de grim, entre las tumbas se alzaba algun arbol torcido medio desojado del cual colgaban algunos ganchos.

Por mi lado paso una mujer que iba totalmente vestida de blanco y entre en el cementerio, decidi que antes de entrar podris darme una vuelta por sus alrededores, era basicamente pequeñas colinas que rodeaban el recinto.

Cuando me subi a la primera hoy un grito y algunos impactos contra el suelo cuando me gire vi la extension de las lapidas y un muchacho persiguiendo a la mujer de blanco entre las tumbas. Esgrimi un gesto de furia y la imagrn del espiritu resplandeciente de mi hermana me asalto la mente al ver a la mujer huyendo. Corrian hacia la direccion donde yo estaba y al verme el muchacho lanzo algun tipo de proyectil a la mujer y esta quedo en el suelo inmobil. Al ver esto hice al Nergal desplegar unas alas y vole hasta el cementerio posicionandome encima de una lapida. Me quede observando al muchacho ain con el gesto de furia y hice aparecer mi guadaña y apuntandole con ella dije-tu maldito mocoso que pretendes de esta mujer-uno de los tentaculos salio y solto una de sus impertinencias-que, no queria hacerme el chulo solo queria soltar una frase que quedara bien, no te metas en esto- despues de desaparecer volvi a mirar al muchacho.

La presencia se hizo presente: encima de una lápida situada a lo alto  de una de las colinas del cementerio, una oscura figura con alas apareció, como cualquier héroe de los de la Shonnen hace. Este hizo aparecer una guadaña con la que me apuntó dándome una advertencia sobre la mujer de blanco la cual había estado persiguiendo durante un rato y ahora yacía inmóvil en el suelo, atornillada como… ¿cómo una mesa? Quien sabe, no se me ocurría ninguna comparación en ese momento, pues estaba demasiado emocionado con el encuentro de esa criatura, la cual iba a entretener mi día aburrido.

Tras amenazarme, la extraña figura parecía estar discutiendo con lo que venía a ser… ¿un tentáculo? Bueno, no le privaré de que le gusten los pulpos si ese es el caso, aunque parecía más como una extraña criatura de esas que aparecen en los cómics de peleas… aunque, pensándolo bien, estábamos en Death City, así que cosas como esas podrían pasar realmente.

- [Bueno bueno… ¿pero qué tenemos aquí? Si es un justiciero nocturno encantador de… ¿pulpos? Porque estabas discutiendo con un tentáculo, ¿cierto?] - Le dije, mofándome un poco de él. A juzgar por su aspecto, parecía un shinigami, o al menos entraba dentro de las características de uno. Si eso era así, quizás estaba en problemas… pero si algo tenía que pasar, pasaría. Mi propia política me impedía huir de un combate. Quizás era un perdedor, pero nunca huía del combate. Aunque… nadie me privaba de hacer trampas…

Con una leve reverencia, saqué mis dotes de actor y empecé a improvisar.  - [Verá señor… ¿Shinigami, quizá? Debe usted confundirse… Allí donde la ve, esa mujer es en realidad un Huevo de Kishin. Es mi misión detenerla y llevarme su alma a la vocacional…] -. Tras esa mentirosa aclaración, me fui acercando a la mujer, la cual empezaba a gritar y llorar, pidiendo ayuda. – [No le haga caso, señor… esta sucia Kishin  está intentando engañarlo, porque sabe que ha sido atrapada, y su alma será arrebatada…] -.

Y así, lentamente llegué a situarme al lado de la mujer, la cual seguía llorando y pidiendo ayuda. Yo me agaché y la miré con una amplia sonrisa, para luego dirigirme a ese tipo de nuevo. – [Es preciso que me lleve el alma de esta cosa… ¿le importa si se la cojo?] -. Por supuesto, no iba a esperar a su respuesta, pues en la guerra todo valía ¿no? Y así de simple, deslicé mi brazo rápidamente delante de mí, el cual se encontró con la espalda de la encantadora mujer… la cual quedó destrozada al instante en el que mi mano penetraba en su interior, cogía su alma y se la arrancaba de golpe.

Una bonita y pura alma de un color azulado quedaba captiva, así, en mi mano ensangrentada. – [Ups… persona equivocada…] – dije con una amplia y psicópata sonrisa, dirigiéndola hacia ese ente de la lápida. Suponía que este me atacaría, así que ya empecé a deslizar mi otra mano hacia el bolsillo, en busca de tornillos, mientras me ponía de pie y guardaba el alma robada en un bolsillo de dentro mi uniforme, sin perder mi sonrisa ni apartar la mirada del individuo que tenía delante.

El muchacho se dirigio a mi hablando en tono despectivo refiriendose a mi disputa con el Nergal, "encantador de pulpos"-como te atreves maldito mocoso-dije justo despues de su referencia, sera desgraciado, como se atrebe, despues de eso hizo una reverencia forzada y en una sobreinterpretacion se dirigio a mi como "señor shinigami", lo cual no era, lo mas parecido era mi padre y estaba muy lejos asi que no era lo que el decia, continuo difendiendose con que esa mujer era un "huevo de kishin" el Nergal me explico sobre ellos y que abundaban por estos territorios, sin embargo era facil reconocer el almas de esa mujer como la de un humano-muchacho llevo mucho dando vueltas por el mundo como para tragarme es- dige apoyando la guadaña en mi hombro-.

Habia algo raro en ese muchacho tenia un aire perturbador y siniestro como si todo esto le divirtiera me recordaba a cuantiosos enjendros y demonios a los que me lleve por delante antes que este muchacho. Sin embargo desde que llegue asta ciudad era todo diferente habia algo qu envolvia el ambiente pero supongo que cada lugar tiene su atmosfera, el muchacho se acerco a la mujer y se agacho a su lado -eh alejate de ella-dije mientras volvia a esgrimir la guadaña contra el-no me as oido si te acercas mas te las veras conmigo-el deminio nergal se manifesto de nuevo con sus tentaculos dicendo que lo dejara que nos fueramos y que pasara de esto, cogiendo al tentaculo con la mano a su alrededor- que me valla ya sabes que despues de lo que paso en casa decidi defender a la gente para que tu y yo podamos progresar y si nos pagaban mejor que mejor, asi que cierra ese pozo que tienes por boca-dige soltnadolo de golpe y m volvi a dirigir al muchacho-y en cuanto a ti alejate de esa mujer mocoso- dije con la guadaña hacia atras y señalandole con el dedo-.

Antes de que pudiera hacer nada el muchacho perforo la espalda de la mujer con la mano y saco su alma, una resplandeciente esfera azul que gardo en su bolsillo, al ver esto hice aparecer puas de mi capucha y mangas y active al nergal y dije en tono serio-Ese tipo de actos no me sorprenden a estas alturas y se facilmente reconocer la naturaleza de las almas llevo años alimentandome con las de criaturas infames como tu, por lo que me llevare la tuya me apetece un tentenpie-mi brazo se convirtio en un caño de plasma y tras disparar una rafaga de energia me lance a por el-.

El ente se lanzó al ataque precipitadamente. Sabía que podían atacar fácilmente, pero no sabía que lo hicieran tan rápido. ¿Un pasado trágico, quizás? Eso no lo sabía, pero a juzgar por sus expresiones, era uno de esos justicieros que aman hacerse el héroe y erradicar el mal de la faz de la tierra… esos eran los que más me sacaban de quicio de todos, y al mismo tiempo los que más me gustaba despedazar.

Su mano se convirtió en algo raro y me atacó velozmente. Un disparo de plasma, o al menos de eso tenía la pinta, fue directo hacia mí. Era un ataque rápido, sí, pero yo tampoco me consideraba un chico lento. Un paso lateral con ambas manos en los bolsillos me fue suficiente para evitar la bola de plasma, que era seguida por el veloz ente de la guadaña. Seguramente planeaba abalanzarse sobre mí, así que decidí retroceder unos cuantos metros, terminando casi sentado en una lápida cerca de nuestra posición anterior. “ [A juzgar por la potencia de sus ataques, parece tener una fuerza parecida a la mía… ¿quizás un poco más débil? No, imposible, yo soy el más débil del mundo… y él es un Shinigami, por huevos debe ser mejor que yo, ¿no?] “. Mientras pensaba eso, lo miré fijamente. Realmente tenía una presencia diferente, pero no sabía identificar si era la de un Shinigami realmente. De algún modo, el pensar que un Dios de la Muerte se encontraba delante de mí me excitaba bastante, pero ahora que no lo tenía tan claro no sabía muy bien como sentirme... " [Pero la batalla ya ha empezado, ya no puedo huir... esto se pone interesante] ". Y con una macabra sonrisa, el espectáculo empezó.

- [Oye muchacho, ¿eres nuevo por la ciudad? Ya he visto que eres de fácil enfado… ¡y bastante débil, igual que yo!] – le decía al contrario con una sonrisa, decidiéndome por fin a sacar las manos de los bolsillos. El alma de esa mujer estaba a buen recaudo, y ya había cogido un par de tornillos, uno por mano. Aún no quería usar los tornillos ni mi poder, por lo que decidí intentar persuadirle, o más bien desanimarle verbalmente mientras esquivaba sus ataques. Por supuesto, estaba listo para recibir algunos de muchos, ya que tampoco era un genio del combate, pero recibir golpes y aguantar el dolor era una de las cosas que mejor se me daban en la vida… algo realmente curioso, puesto que era inútil en prácticamente todo.

- [Y bien, señor Shinigami, encantador de pulpos… ¿le gustaría usted bailar conmigo en este cementerio bajo la luz de esta luna tan maravillosa?] – me iba mofando yo, haciendo otra exagerada reverencia y a la espera de su próximo ataque y dispuesto, esta vez, a empezar una lucha cuerpo a cuerpo.

El muchacho esquibo los ataques sin mucha dificultad, vaya debia emplearme mas a fondo aun que seria muy complicado. Esquivo lateralmente la rafaga de energia y al golpear con mi gaudaña retrocedio varios metros eludiendo tambien este, y acavo apoyado sobre una lapida.

El desgraciado comenzo a habalar de nuevo con tono impertiente preguntando que desde cuando estaba en la ciudad.-A ti que te importa crio-era evidente que no era de por alli-soy de enfado facil cuando me encuentro la clase de gente que lleva acosando a mi familia desde hace tiempo-despues de decir esto la imagen de mi hermana descuartizada me vino a la mente y despues de apretar los ojos lo mire con furia y continue-no hago esto por mi lo hago por acabar con todos aquellos que no tienes escrupulos como yo-.

Puse la guadaña de nuevo en posicion de ataque y nuevamente hablo. Me llamo shinigami, "shinigami"? al unico que podia considerar eso de mi circulo cercano es al inutil de mi padre supongo.-Shinigami? Chico no te metes donde no te llamas, nunca me se me adado bien vailar pero mi amiga guadaña se le da de muerte-.

Justo cuando fui a cargar contra el algo me hizo para en seco y retroceder saltando hacia atras, aterrice en posicion de acecho y al llevarme la mano al brazo tenia lo que parecia un virote de ballesta y unos cuantos mas clavados en una lapida de mi derecha. Mire al atacante y sobre un mausoleo a mano izquierda situada a unos metros entre el chico y yo, una figura enmascara se allaba apuntando hacia nosotros con el arma ya disparada. Me quite el virote del brazo del cual salia un pequeño hilo de sangre verde.

Si perder de vista al muchacho me dirige a el- y tu quien eres? otro como este desgraciado, ven aqui y lucha-.

“ [Con que es de enfado fácil, ¿eh?] ” me decía yo, viendo la diversidad de cosas que podía hacer con ese dato.

Conocer y estudiar la gente era un punto muy importante en un combate, ¡y más para un Minus como yo! Acostumbrado a hacer pasar malos ratos a mis enemigos, a mí me gustaba la idea de romperles la mente poco a poco y sacarlos de quicio mientras luchábamos. Por eso para mí, los datos que le podías sacar a alguien durante el combate eran más especiales que esquivar ataques. Incluso logré descubrir un nuevo dato sobre mi enemigo: no sabía de su existencia como Shinigami. Con ese dato tan insignificante podía llegar a una conclusión muy factible: ¡mi rival no era un Shinigami! Odiaba profundamente el no ser capaz de percibir las almas de la gente y solo ser capaz de notar su presencia. “ [Quizás si subo de nivel pueda desarrollar esta habilidad] ” me decía constantemente, pensando que la vida era un juego de RPG. Pero quitando el tema de las habilidades, no luchar contra un Shinigami e decepcionaba. ¡Esa noche no podría contemplar un alma de un Dios de la muerte siendo arrebatada de su cuerpo por mis manos! que decepción…

El ente atacó de nuevo. Parecía que iba a ser otro golpe de ira, uno de esos fáciles de esquivar… pero esta vez mis manos se deslizaron hacia los bolsillos. Un tornillo por cada mano. – [Entonces deja que te enseñe a bailar] – dije a punto de lanzarme contra él. Pero algo impidió mi ataque. Un virote de metal se clavó en mi hombro derecho. Un segundo virote se acercó peligrosamente a mi cara, pero logre detenerlo a tiempo… bueno, se quedó incrustado en la palma de mi mano, pero eso fueron daños colaterales.

Observé bien el virote, y luego dirigí mi mirada hacia otra persona que había aparecido. Este olía a humano, ese sí que no se me escapaba, pero no parecía un humano convencional. Un poco mosqueado conmigo mismo, no oculté mi impotencia: - [Me has pillado por sorpresa… y ¡mira que soy un gran maestro de las emboscadas! Se nota que soy un inútil…] -. Apartando la mirada de los dos tipos con los que me había encontrado esa noche, me arranqué el virote de la mano y, luego, el del hombro. Dolían un poco, pero no eran nada comparados con la rotura de brazo que tuve hace ya unos tres años.

Atento a lo que se decían los otros dos, me quedé observando los virotes. “ [Podría…] ”. Agarré fuertemente ambos virotes y les transmití un poco de mi “Negatividad”. Estos aumentaron un poco de tamaño, siendo ahora más parecidos a unas flechas. Jugando con el virote de mi derecha entre mis manos, hablé conmigo mismo. – [Bueno bueno… una extraña criatura no Shinigami y ahora un humano peculiar… al final esta será una muy buena noche…] -. Una sonrisa perturbadora se dibujó en mi rostro. – [Entonces… debería devolverte los palillos o debería seguir con mi caza… o mejor… ¿por qué no ambas cosas?] -. Dicho eso, lance un virote a cada uno de los tipos delante de mí.

Podía notarlo… como mi locura… aumentaba por momentos… y me hacía sentir… tan bien…

Segun lo que Naicol me explico el objetivo podria ser encontrado en el cementerio. Segun el era un ser vestido de negro y verde consideradamente largo y de aspecto esqueletico. Ya abia estado antes en el cementerio parecia que algo me llevaba alli simpre.

Me encamine hacia alli por los tejados hasta que llegue a las puertas, me detube ante ellas y despues de contemplarlas un rato me coloque la mascara espectral. Esta vez iria por el lateral del cementerio asi podria entrar en el por un lugar mas discreto.

Parecia todo tranquilo cuando de golpe unos gritos y voces me sobre saltaron me hacerque todo lo que pude al lugar desde fuera y me asome por la valla con cautela.

Dos sombras se allaban alli empuñado uno dos grandes armas y otro con el alma de un humano en la mano. Segun me habia explicado Naicol habia pocas criaturas que necesitaran de almas humanas aun que podian ser absorvidas por cualquiera.

Despues de un ataque del primero aproveche para saltar la valla y "guiñar" hacia el tejado de un mausoleo cercano a ellos. Desde hay pude ver con clarida la escena, un muchacho se encaraba a una criatura extraña que se asemejaba a la descripcion de Naicol.

De golpe volvieron a cargar simultaneamente el uno contra el otro, para impedirlo saque la ballesta rapidamente y dispare cuatre virotes hacia ellos para separarlos.

Se giraron hacia mi despues de ver los virotes. El muchacho se giro para sacarse los proyectiles, mientras el objetivo me lanzo un desafio de combate a lo que tranquilamente conteste.-Tranquilo solo he venido a buscarte represento a un grupo que requiere de tus servicio como mercenario.-el muchacho jugueteaba con las virotes que misteriosamente ahora parecian mas grandes despues de soltar una impertinencia lanzo un virote a cada uno. Provocando una "Rafaga de Viento" desvie la trajectoria del virote que paso a escaos centimetros de mi cabeza.

Me baje del mausoleo y sacando la pistola y la hoja plegable me dirigi al muchacho.- Muchacho nada te incumbe esta situacion largate y sigue con tus queaceres o tendre que ponerme serio contigo-.

El misterioso recien llegado despues de negar mi desafio, alegar venirme a buscar por un trabajo. El muchacho se puso de espaldas a arrancarse los virotes clavados. Me encare al hombre y le espete. -Si lo que quieres es contratarme para que me has disparado.-dije con el ceño fruncido.

El hombre parecia tranquilo y no se inmutava esperando una respuesta, bueno como acababa de llegar y no tenia ningun otro trbajo por que no aceptar seguramente me pagaran bien, si no pues me cobraria con los contratantes y ya.

De golpe el muchacho se reincorporo este jugaba con los virotes en la mano y por alguna razon estos parecian mas grandes y extraños. Despues de soltar otra de sus impertinencias lanzo uno de los virotes a cada uno uno de los tentaculos salio de las costillas y se cruzo en la trallectoria interceptanco el virote.

El hombre bajo del tejado del mausoleo y sacando sus armas se dirigio hacia nosotros amenazando al muchacho, viendo eso hice lo mismo. -Chaval piensalo ahora somos dos no creo que te sea tan facil ahora por mucho que te divierta.- dije encarandome al muchacho con la guadaña y el cañon de energia apuntando de nuevo al chico.

Sentía la adrenalina correr por mis venas, pero mi cara de sonrisa falsa seguía presente, sin mostrar ninguna emoción, como de costumbre. ¿Dos contra uno? ¡Eso no era nada! Recuerdo las emboscadas que me tendían en el colegio: ¡allí eran al menos cinco contra uno! Y todas eran chicas… ahora que lo pienso, tampoco es que fuera muy popular entre ellas, pero siempre me odiaban… Aunque este caso parecía un poco diferente. Cierto, en mi antigua escuela todos los estudiantes con los que me cruzaba eran especiales, con una gran capacidad de batalla, pero delante de mí tenia, ahora, a una criatura extraña, capaz de lanzar ataques de plasma y usuario de una guadaña y un pulpo raro y un humano enmascarado, bastante poco habitual, pues había logrado pillarme por sorpresa… que estaba luchando, sí, pero eso no importa, tampoco podía dejarlo como débil… pues el más débil de los tres era, por supuesto, yo.

- [A ver, no nos pongamos gallitos ahora. Para empezar, tipo enmascarado, no tengo más quehacer que esto. Tengo como estricta política no huir de un combate ya empezado, por muy perdido que esté. En cuanto a ti, encantador de pulpos…] – hice una pequeña pausa. Con una sonrisa en mi boca me quedé mirándomelo, directamente a los ojos. Si bien todo lo que había dicho era cierto, que un dos contra uno siempre era más peligroso, había algo en lo que se equivocaba… - [¡Cuanto más complicado y arriesgado, más divertida es la lucha!] -.

- [Negatividad… el poder de hacer que todo el valor, la fuerza y el interés desaparezca… voy a convertiros, a ambos, en nada: ¡cuerpos inútiles como yo, débiles y sin motivaciones!] – decía en voz alta, hablando solo y mirando al suelo. De mi boca salió una pequeña carcajada, la cual lancé al aire. – [Un simple roce, y despídete…] -. Y dicho eso, saqué de mis bolsillos un tornillo por mano, los cuales crecieron abruptamente debido a mis impulsos negativos. Con estos, apunté desafiante a los dos individuos que estaban enfrente de mí y, con una sonrisa, esta vez un poco más picara, dije: - [Yo soy el Perdedor Nato, el Perfecto Imperfecto. ¡Yo soy el menos que emerge del caos: Misogi Kumagawa!] -.

Tras esas palabras, un fuerte impulso de adrenalina recorrió mi cuerpo. Inconscientemente, lancé ambos tornillos al aire. Estos dieron una vuelta completa mientras movía mis hombros como si nada, como si la herida anterior no me doliera para nada, y recogí de nuevo los tornillos para ir directo hacia los dos individuos que tenía enfrente. Mientras me iba acercando a ellos, empecé a montar una estrategia. No me malentendáis, soy un tipo calculador, un… estratega considerable, pero cuando quedo afectado por la adrenalina del combate o la locura del momento, actúo instintivamente y suelo crear tácticas espontáneamente. Con este inciso cerrado, me di cuenta de que el enmascarado tenía una pistola. Era lo suficientemente rápido para esquivar algunas balas, pero sería un problema a largo tiempo. El “pulponiano” también tenía un cañón, pero ese parecía incrustado en su brazo, así que no podía deshacerme de él… no como la pistola.

Hice una finta, dirigiéndome primero hacia el humano enmascarado, solo para lanzar uno de mis tornillos hacia su pistola mientras lo reponía con otro más de mi bolsillo. Con un poco de suerte, podía destruirla y centrarme en el cuerpo a cuerpo, mi especialidad. Pero no me fijé mucho en si le había dado o no, pues mi atención ahora se desviaba hacia el tipo de la guadaña, quien podría estar atacándome. Debía estar preparado para el contraataque de este o, en caso de estar despistado, atacarle sin piedad.

El mucahcho seguia con la sonrisa en la cara, no parecio importarle la superioridad numerica alegando que su etica le impedia uir de un combate, honorable de su parte, el objetivo se sumo a mi con las armas preparadas supongo que al final deberiamos derrotar al muchacho, no me agradaba la idea, pero si no habia otra salidad que asi fuese.

El muchacho nos volvio ha hablar despues de su discurso vacilante, nos hablo de su poder el cual podia anular la voluntad de los demas por decirlo de algun modo, pero ya no me quedaba mas que perder asi que no me molestaba. El muchacho volvio a sacar otros dos tornillos de sus bolsillos y inbullendolos con algun tipo de energia estos adoptaron un tamaño descomunal.

El muchacho dejo de avanzar y lanzado un tornillo hacia mi al mismo tiempo que sacaba otro y se volvia hacia el objetivo. Consegui guiñar detras de el a risgo de perder la pistola. Era rapido el muchacho debia de admitirlo.

Corrihacia el y deslizandome por su derecha coloque una "Espiral cortante" cerca de el, se activo pero termine cubierto tras una lapida y no pude observar cuan eficaz fue esa accion.

El muchacho debía ser un necio o muy estúpido decía al enfrentarse a nosotros dos a la vez pero si eso quiera lo tendría, no suelo aliarme con gente que aparece de golpe sin dar explicaciones da igual la situación que sea.

La situación era algo tensa ambos dos seguíamos con las armas apuntando al individuo y el no cambiaba su expresión o su postura.

El muchacho saco un par mas de tornillos y hizo algo semejante que con los virotes de ballesta después de lanzarlos al aire y hacer lo que parecían estiramientos comenzó de nuevo a atacar.

Sin vacilar ya habiendo preparado sus armas de nuevo el muchacho corrió hacia nosotros. Lanzo uno de sus tornillos al otro individuo y este desapareció y reapareció detrás del muchacho a varios metros y después de una acción difícil de describir se oculto tras una lapida, me quede mirando al muchacho para contraatacar y saltando hacia atrás me cubrí con la guadaña mientras lanzaba otra ráfaga de plasma.