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Derek ID
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Derek ID
Derek Aigner
| 19 | Arma | Leal a Judith | Heterosexual | Alemana | Hombre | Mercenario |
» Descripción Física
Un metro ochenta y seis de alto, de rasgos faciales demasiado estilizados, finos, bien podría ser una estatua griega o un adonis real. De orbes color azul marino y mirada decidida y un poco aburrida, cabellos castaños casi de un color dorados, además de quebrado casi en rulos espesos que caen por su cabeza cubriendo su frente y llegando hasta el final se su cuello, de postura perfecta y complexión delgada, lleva tatuado el símbolo de su clan en el brazo derecho entre el hombro y bíceps en un tono completamente negro. Tiene un cuerpo bien trabajado así como marcado en las zonas de mayor interés para el joven como su abdomen y piernas. Tiene ambas orejas perforadas así como siempre usa un collar negro alrededor del cuello donde coloca su reproductor de música con el cual siempre cuenta a la mano. Como los audífonos blancos en sus orejas normalmente a todo volumen. Con una sonrisa característica, confiada algo orgullosa. Generalmente va vestido un tanto elegante, o con camisas de distintos colores especialmente, rojas o moradas. De andar elegante así como orgulloso, sigiloso.
- Tatuaje:
- Daga:
» Descripción Psicológica
Con un carácter sencillo demasiado humilde y amable por un lado, un tanto posesivo, obsesivo y competitivo por el otro. Suele mostrarse como un perfecto anfitrión aunque es malo para demostrar completamente sus emociones, tiene poca paciencia en lo referente a las personas, suele ser demasiado observador y taciturno, un poco violento cuando se trata de sus seres queridos, orgulloso, ambicioso, debido a que se crio en un clan lleno de personas que solo buscaban la cima se volvió demasiado codicioso en cuanto a su estatus, demasiado pretencioso en cuanto a llegar mas alto se refiere. Por lo cual suele comportarse como alguien superior, orgulloso y hasta un tanto vanidoso con una ideología de que cada quien debe buscar su propia felicidad. Demasiado leal hacia sus amigos y un tanto paranoico con los mismos, se encariña con facilidad pero esto no lo denotara con tanta facilidad debido a lo malo que es expresando sus sentimientos por otros, suele ser directo en algunas situaciones y en otras tantea demasiado el terreno.
Siempre piensa demasiado las palabras antes de usarlas, demasiado fiel a su propia palabra, un tanto vengativo y traicionero, aunque jamás le daría la espalda a aquellos que quiere de verdad, pero cuando alguien le falla le podría guardar rencor de por vida. Suele actuar como alguien maduro aunque sea demasiado infantil y fácil de sorprender, tiene gusto por probar cosas nuevas y se especializa en la caza de tesoros; recolectado piezas de arte por todo el mundo y vendiéndolas en sumas demasiado elevadas debido al grado de perfección que encuentra. Reconocido a nivel mundial entre los hombres más poderosos del mundo quienes solicitan sus servicios a diestra y siniestra debido al interés común en las cosas raras, excéntricas o simplemente por codicia de tener algo que los demás no. Aun así se comporta como alguien con suma tranquilidad y siempre le sorprenden las cosas que para otros serían las más normales.
Siempre piensa demasiado las palabras antes de usarlas, demasiado fiel a su propia palabra, un tanto vengativo y traicionero, aunque jamás le daría la espalda a aquellos que quiere de verdad, pero cuando alguien le falla le podría guardar rencor de por vida. Suele actuar como alguien maduro aunque sea demasiado infantil y fácil de sorprender, tiene gusto por probar cosas nuevas y se especializa en la caza de tesoros; recolectado piezas de arte por todo el mundo y vendiéndolas en sumas demasiado elevadas debido al grado de perfección que encuentra. Reconocido a nivel mundial entre los hombres más poderosos del mundo quienes solicitan sus servicios a diestra y siniestra debido al interés común en las cosas raras, excéntricas o simplemente por codicia de tener algo que los demás no. Aun así se comporta como alguien con suma tranquilidad y siempre le sorprenden las cosas que para otros serían las más normales.
» Historia
¿Qué es una promesa de adultos? Algo que fácilmente se podría olvidar. Pero una de niños… son aquellas que podrían durar para toda la vida y que marcara los recuerdos de aquellos que siempre busquen el cumplir aquellas palabras escritas en el roble de un árbol a las afueras de un campamento.
Difícilmente alguien tomaría en cuenta algo que prometió en su infancia con un par de desconocidos, con alguien a quien según su familia tendría que odiar y siempre ver cómo menos, una niña a quien no debiera ver como nada más que un estorbo, pero las cosas no son tan fáciles cuando eres un niño, porque la pureza de los sentimientos y la flor de la vida que los lleva a los tres por un mismo camino unido, un destino singular, una vida futura llena de dichas que el mismo tendría que ir descubriendo poco a poco, para que su miedo y negatividad desapareciera poco a poco, para que su corazón volviera a encontrar la paz, para ser una mejor persona, algo que no habría podido ser con el clan donde se había criado o con la familia en que se había formado.
Aquella familia era un clan de Armas que había dado guerreros excepcionales tanto a Shibusen como a distintos bandos a través del tiempo, siendo de una tradición de autodescubrimiento y responsabilidad de uno mismo. Desde pequeños se les daba una gran libertad para que desarrollaran todo su potencial. No solo eran guerreros, si no también filósofos, religiosos, pensadores, científicos, investigadores, etc. Aquel Clan se enorgullecía no de crear a los mejores soldados para la guerra, para ellos la guerra era efímera y circunstancial. Aquel clan, llamado mundialmente como “Dagger” por quienes conocían de su existencia, era la orgullosa cuna de hombres que podrían considerarse la cima de elite. Dependía de cada integrante forjarse un nombre, solo aquellos que lograban la fama y gloria podían considerarse un Dagger verdadero, y quedaba en los grabados del clan, mientras aquellos que no dieran la talla, no eran considerados como parte del mismo y no eran reconocidos hasta que lo consiguieran, muchos fueron aquellos niños que nacieron sin verdadera familia al no mostrar talento, muchos fueron expulsados del clan por no lograr llegar al “estatus” que era deseado por las tradiciones del mismo y nunca fueron reconocidos como miembros. Los Dagger no eran una familia, tampoco un apellido los marcaba ni lazos de confianza, era la suma de los logros de todos los integrantes que eran reconocidos. La recompensa de cada uno de ellos era quedar inmortalizado entre los miembros del clan y gozar de los privilegios que aquella gran masa de gloria y logros formaba.
Eso es a lo que Derek tenía que aspirar, hijo de un mundialmente reconocido por los bajos mundos como asesino padre, y una mundialmente reconocida madre herbalista creadora de pociones tan efectivas que era buscada por los ricos, pobres y hasta por aquellos que no creían en la medicina, así que no había nada más que el pequeño pudiera hacer más que abstenerse a los ideales y pretensiones de sus padres, más que las mejores notas en el colegio, la excelencia, más que hacer amigos centrarse en los ideales de sus padres, siempre dirigido por aquellos dos para que el pudiera grabar su nombre en el inmortal clan al que debía pertenecer en algún futuro. Criado con mano dura todo el tiempo entrenando, leyendo, siendo instruido y volviéndolo competitivo, que buscara siempre el mejor ideal, pero con el tiempo el mismo Derek comenzó a notar, notar que aquello no le llenaba.
Siempre era el número uno en todo lo que hacía sin perder en ninguna ocasión, siempre el más rápido, el más inteligente, más metódico. En las lecciones de pelea habilidoso, sus transformaciones perfectas y sus actuaciones limpias y sin errores, un detector innato de arte, un asesino a sangre fría como su padre, sometido a distintas torturas a muy temprana edad, le hicieron consumir todo tipo de venenos para hacerlo inmune a los mismos e inclusive al solo tener cinco años dejaron abandonado en el concilio de las brujas dejando que este regresara por sí mismo. Teniendo que madurar desde pequeño solo para poder sobresalir y sobrevivir al mundo donde había nacido, a la familia con la que había llegado al miedo y las inseguridades. Solo para dejar de ser un niño y volverse tan gris como los demás adultos, para der un ser tan perfecto como un robot, para ser un ejemplo perfecto de lo que es el clan Dagger. Cada año enviado a realizar diversas misiones, cada mes revisiones completas de su cuerpo y estado mental, cada día un infierno en los entrenamientos. Volviéndose alguien solitario, taciturno, elocuente, reservado, frio y un poco despiadado.
Al cumplir los nueve años fue enviado junto con algunos niños y niñas más a un campamento de evaluación donde se medía la capacidad, física, mental, lógica, liderazgos, habilidades propias de todos para hacer una evaluación general de ellos y poder hacer que la distinción de las familias aumentara o que simplemente se volvieran una burla a los ojos de los otros miembros del clan. Cada año era lo mismo y los padres que enviaban a su hijo fácilmente podrían ser tomados como el centro de las bromas si estos no eran ni la mitad de buenos que otros niños, dejados de lado sin piedad y lanzando a la calle como si nada por no poder sobresalir en nada.
Porque ser el mejor es difícil, porque ser superior lo es todo, porque no puedes ser menos que nadie ahí sin importar la edad, la raza o las habilidades. Un experimento social que lo único que hacía era que los niños se sintiera presionados a ser los mejores, donde llegaban cerca de diez solo se quedaban al final de cada semana al menos tres o cuatro si es que la cosecha era demasiado buena ese año. Ahí fue donde el pequeño Derek comenzó a destacar como ningún otro, físicamente, mentalmente, artísticamente, habilidoso con las manos y bueno en primeros auxilios, aunque él no era el único, él no era único. Poco a poco fue notando algo que sus padres se negarían a creer, algo que el mismo debía impedir. Un niño del campamento sobresalía de una manera que el mismo hacía, y aunque al comienzo el había echo las cosas con demasiada pereza al no poder creer ser igualado comenzó a perder la paciencia llegando a un punto que él no había conocido antes y la rivalidad se volvió inminente, Derek comenzó a despertar un lado demasiado ansioso, se encontró deseando vencer y aplastar al otro, al inicio solo era envidia, pero después aquello se volvió una diversión que él nunca había experimentado, se convirtió en alguien diferente a pesar de las duras pruebas que no todos soportaban, él se divertía al poder competir contra Lyserg, pasar el tiempo con aquel niño un año mayor que él solo le hacía emocionarse, sentir como su corazón salía de su pecho después de haber dado todo de sí en cada una de las pruebas y la necesidad de derrotarlo solo hacía que sus habilidades mejoraran más rápido llamando la atención de los encargados quienes decidieron realizar una prueba de “valor” en la cual los centrarían en superar algunos obstáculos y sortearían las parejas, pero aquello no era así, aunque los niños que ahora eran amigos no lo sabían su compañerismo había sido decidido desde el momento en que ambos mostraran aquellas habilidades tan esperadas, porque ellos eran la clase de geniso de Dagger buscaba, porque eran genios que tardaban al menos veinte años en aparecer uno, pero ahora eran dos y estaban reunidos, porque aquella elite no se veía todos los días, pero aquellos niños llevados por la competición en vez de superar la prueba como se les había especificado terminaron creando sus propias reglas, sin equipo, mapa o comida se aventuraron diciendo que el otro llegaría primero. Pero claro sin nada con lo que guiarse terminaron siendo presas del bosque que poco a poco se iba oscureciendo y aun con las habilidades innatas de los niños aquello era peligroso.
Eso los llevo a escalar un árbol hasta la parte más alta para poder ubicarse, mirar en dirección hacia la civilización, que en este caso era el campamento, pero ambos eran niños, testarudos y tercos, aun en su fase de competición, peleándose en la copa del árbol para ser quien viera, acabando finalmente por caer de una altura de algunos metros, ambos chocando con ramas y hojas, acabando en el piso, inconscientes.
Y tal vez después de algunas horas debido a lo valioso que eran los encargados los buscarían, pero aquella no fue la situación, debido a que una pequeña niña de un corazón tal vez demasiado puro se quedó con ellos salvándolos de morir ahí heridos, haciendo curaciones improvisadas, y cuidando de ellos hasta que estos despertaron. Al ver a la niña de ojos azules similares a los suyos Derek se quedó boquiabierto, ella no había estado en el campamento, no la recordaba y él era muy bueno recordando, ¿Quién era? ¿Qué hacía ahí? Observo sus manos los brazos llenos de curitas que de apoco se estaban cayendo de su piel. ¿Era ella un ángel? Para el niño que jamás había tratado con otros niños que no se vieran tan corroídos por la presión de sus familias aquella niña que ahora sonreía porque estaban bien era como un ángel. Tal vez estaba en el paraíso y ni siquiera lo había notado. Por poco tiempo hablaron con ella, se acomodaba los vendajes y agradecían a la pequeña que ahí había estado para ellos, hizo un ungüento para las heridas de su compañero y las propias, la risa de su compañero y la de la pequeña Judith le hicieron sonreír un poco más tímido que los otros dos, sus risas más disimuladas, porque él no lo había hecho jamás, porque él nunca se había sentido así, en paz. Porque aquella niña le hacia sonreír, porque era como que los malos ratos pasarían rápido gracias a ella, gracias a su primer y único amigo.
Después de salir del bosque al fin supieron que ella también estaba ahí mucho tiempo, así que cada día se escapaban cundo nadie lo notaba, iban en su búsqueda al mismo punto donde se habían encontrado por primera vez, porque para aquellos que nunca habían sentido aquella conexión con nadie era demasiado importante, porque los sentimientos de los pequeños que habían sido aislados, que carecían de tacto y que normalmente solo se preocuparían por ser el mejor, cambiaban para poder hacerla sentir cómoda, para poder protegerla y hasta divertirla mostrándole sus habilidades, porque aquellos momentos eran demasiado valiosos en el corazón de Derek, aquello lo llevo a tener un deseo codicioso. “Algún día tu serás mi técnica” Había declarado frente a ambos niños con tal seriedad que podría haber jurado ver un sonrojo en el rostro de la niña lo que causo un poco de nerviosismo, el nunca había sido tan directo, pero el estar con aquellos a quienes apreciaba de alguna manera le hacía sentirse cómodo para decir lo que sentía. Y aunque nunca recibió una respuesta por parte de la pequeña durante las últimas semanas demostró ser el mejor, el más adecuado y que algún día la protegería, aunque ahora sabía bien que Lyserg también podía tomar una forma similar, demasiado para el gusto del rubio pero que al mismo tiempo le hacía sentir orgulloso de su amigo. Entonces el ultimo día, el ultimo almuerzo, las ultimas sonrisas, el hizo algo similar.
“Sé que Derek dijo que sería tu arma, Judith. Sé que no dije nada en ese momento, pero sé también que tú tampoco le respondiste en ese instante. Por eso… Por eso ahora diré lo que no pude decir ese día. Yo también soy un arma, y yo quiero ser tu arma Judith. No me rendiré, ni siquiera ante Derek. Te convenceré de que seas mi técnica, y un día, cuando nos volvamos a encontrar, te mostrare que soy tu compañero ideal.”
Por alguna razón el pequeño Derek sintió una punzada en el corazón, pero ella no volvió a responder, por lo cual tomando la iniciativa se puso de pie. “No” dijo con fuerza, decisión. “Yo soy el compañero ideal.” Dijo rápidamente con una voz temblorosa, el siempre sería capaz de protegerla, la haría feliz y sin lugar a dudas el sería el más adecuado, incluso más que Lyserg y entonces ella tomo las riendas de aquella pelea que comenzó entre los dos niños. Una discusión fe infantes pero a final de cuentas una discusión real. Ella los miro, los mantuvo en paz, no podía elegir a uno u otro, no podía hacer eso, porque ella los quería a ambos, porque el verlos a ambos era algo que la hacía feliz, ¿Entonces qué es lo que se suponía que harían? Una idea llego a la mente del pelirrojo quien sonreía. Una promesa, una promesa en la cual se volverían a ver dentro de diez años, ellos le mostrarían la mejor faceta de ambos, sus progresos y ella les diría quien sería su compañero. Derek y Judith aceptaron y transformándose en dagas Judith tallo con ellos aquella promesa en el árbol donde se hubieran conocido. Así fue como termino el campamento un primer y ultimo abrazo grupal con sus dos amigos cada uno marchándose por su propio lado alejándose de aquellos que le habían hecho tener un poco de fe en el futuro una razón por la cual vivir y por la cual esforzarse. Los encontraría de nuevo y le mostraría a Judith que el era el indicado.
Difícilmente alguien tomaría en cuenta algo que prometió en su infancia con un par de desconocidos, con alguien a quien según su familia tendría que odiar y siempre ver cómo menos, una niña a quien no debiera ver como nada más que un estorbo, pero las cosas no son tan fáciles cuando eres un niño, porque la pureza de los sentimientos y la flor de la vida que los lleva a los tres por un mismo camino unido, un destino singular, una vida futura llena de dichas que el mismo tendría que ir descubriendo poco a poco, para que su miedo y negatividad desapareciera poco a poco, para que su corazón volviera a encontrar la paz, para ser una mejor persona, algo que no habría podido ser con el clan donde se había criado o con la familia en que se había formado.
Aquella familia era un clan de Armas que había dado guerreros excepcionales tanto a Shibusen como a distintos bandos a través del tiempo, siendo de una tradición de autodescubrimiento y responsabilidad de uno mismo. Desde pequeños se les daba una gran libertad para que desarrollaran todo su potencial. No solo eran guerreros, si no también filósofos, religiosos, pensadores, científicos, investigadores, etc. Aquel Clan se enorgullecía no de crear a los mejores soldados para la guerra, para ellos la guerra era efímera y circunstancial. Aquel clan, llamado mundialmente como “Dagger” por quienes conocían de su existencia, era la orgullosa cuna de hombres que podrían considerarse la cima de elite. Dependía de cada integrante forjarse un nombre, solo aquellos que lograban la fama y gloria podían considerarse un Dagger verdadero, y quedaba en los grabados del clan, mientras aquellos que no dieran la talla, no eran considerados como parte del mismo y no eran reconocidos hasta que lo consiguieran, muchos fueron aquellos niños que nacieron sin verdadera familia al no mostrar talento, muchos fueron expulsados del clan por no lograr llegar al “estatus” que era deseado por las tradiciones del mismo y nunca fueron reconocidos como miembros. Los Dagger no eran una familia, tampoco un apellido los marcaba ni lazos de confianza, era la suma de los logros de todos los integrantes que eran reconocidos. La recompensa de cada uno de ellos era quedar inmortalizado entre los miembros del clan y gozar de los privilegios que aquella gran masa de gloria y logros formaba.
Eso es a lo que Derek tenía que aspirar, hijo de un mundialmente reconocido por los bajos mundos como asesino padre, y una mundialmente reconocida madre herbalista creadora de pociones tan efectivas que era buscada por los ricos, pobres y hasta por aquellos que no creían en la medicina, así que no había nada más que el pequeño pudiera hacer más que abstenerse a los ideales y pretensiones de sus padres, más que las mejores notas en el colegio, la excelencia, más que hacer amigos centrarse en los ideales de sus padres, siempre dirigido por aquellos dos para que el pudiera grabar su nombre en el inmortal clan al que debía pertenecer en algún futuro. Criado con mano dura todo el tiempo entrenando, leyendo, siendo instruido y volviéndolo competitivo, que buscara siempre el mejor ideal, pero con el tiempo el mismo Derek comenzó a notar, notar que aquello no le llenaba.
Siempre era el número uno en todo lo que hacía sin perder en ninguna ocasión, siempre el más rápido, el más inteligente, más metódico. En las lecciones de pelea habilidoso, sus transformaciones perfectas y sus actuaciones limpias y sin errores, un detector innato de arte, un asesino a sangre fría como su padre, sometido a distintas torturas a muy temprana edad, le hicieron consumir todo tipo de venenos para hacerlo inmune a los mismos e inclusive al solo tener cinco años dejaron abandonado en el concilio de las brujas dejando que este regresara por sí mismo. Teniendo que madurar desde pequeño solo para poder sobresalir y sobrevivir al mundo donde había nacido, a la familia con la que había llegado al miedo y las inseguridades. Solo para dejar de ser un niño y volverse tan gris como los demás adultos, para der un ser tan perfecto como un robot, para ser un ejemplo perfecto de lo que es el clan Dagger. Cada año enviado a realizar diversas misiones, cada mes revisiones completas de su cuerpo y estado mental, cada día un infierno en los entrenamientos. Volviéndose alguien solitario, taciturno, elocuente, reservado, frio y un poco despiadado.
Al cumplir los nueve años fue enviado junto con algunos niños y niñas más a un campamento de evaluación donde se medía la capacidad, física, mental, lógica, liderazgos, habilidades propias de todos para hacer una evaluación general de ellos y poder hacer que la distinción de las familias aumentara o que simplemente se volvieran una burla a los ojos de los otros miembros del clan. Cada año era lo mismo y los padres que enviaban a su hijo fácilmente podrían ser tomados como el centro de las bromas si estos no eran ni la mitad de buenos que otros niños, dejados de lado sin piedad y lanzando a la calle como si nada por no poder sobresalir en nada.
Porque ser el mejor es difícil, porque ser superior lo es todo, porque no puedes ser menos que nadie ahí sin importar la edad, la raza o las habilidades. Un experimento social que lo único que hacía era que los niños se sintiera presionados a ser los mejores, donde llegaban cerca de diez solo se quedaban al final de cada semana al menos tres o cuatro si es que la cosecha era demasiado buena ese año. Ahí fue donde el pequeño Derek comenzó a destacar como ningún otro, físicamente, mentalmente, artísticamente, habilidoso con las manos y bueno en primeros auxilios, aunque él no era el único, él no era único. Poco a poco fue notando algo que sus padres se negarían a creer, algo que el mismo debía impedir. Un niño del campamento sobresalía de una manera que el mismo hacía, y aunque al comienzo el había echo las cosas con demasiada pereza al no poder creer ser igualado comenzó a perder la paciencia llegando a un punto que él no había conocido antes y la rivalidad se volvió inminente, Derek comenzó a despertar un lado demasiado ansioso, se encontró deseando vencer y aplastar al otro, al inicio solo era envidia, pero después aquello se volvió una diversión que él nunca había experimentado, se convirtió en alguien diferente a pesar de las duras pruebas que no todos soportaban, él se divertía al poder competir contra Lyserg, pasar el tiempo con aquel niño un año mayor que él solo le hacía emocionarse, sentir como su corazón salía de su pecho después de haber dado todo de sí en cada una de las pruebas y la necesidad de derrotarlo solo hacía que sus habilidades mejoraran más rápido llamando la atención de los encargados quienes decidieron realizar una prueba de “valor” en la cual los centrarían en superar algunos obstáculos y sortearían las parejas, pero aquello no era así, aunque los niños que ahora eran amigos no lo sabían su compañerismo había sido decidido desde el momento en que ambos mostraran aquellas habilidades tan esperadas, porque ellos eran la clase de geniso de Dagger buscaba, porque eran genios que tardaban al menos veinte años en aparecer uno, pero ahora eran dos y estaban reunidos, porque aquella elite no se veía todos los días, pero aquellos niños llevados por la competición en vez de superar la prueba como se les había especificado terminaron creando sus propias reglas, sin equipo, mapa o comida se aventuraron diciendo que el otro llegaría primero. Pero claro sin nada con lo que guiarse terminaron siendo presas del bosque que poco a poco se iba oscureciendo y aun con las habilidades innatas de los niños aquello era peligroso.
Eso los llevo a escalar un árbol hasta la parte más alta para poder ubicarse, mirar en dirección hacia la civilización, que en este caso era el campamento, pero ambos eran niños, testarudos y tercos, aun en su fase de competición, peleándose en la copa del árbol para ser quien viera, acabando finalmente por caer de una altura de algunos metros, ambos chocando con ramas y hojas, acabando en el piso, inconscientes.
Y tal vez después de algunas horas debido a lo valioso que eran los encargados los buscarían, pero aquella no fue la situación, debido a que una pequeña niña de un corazón tal vez demasiado puro se quedó con ellos salvándolos de morir ahí heridos, haciendo curaciones improvisadas, y cuidando de ellos hasta que estos despertaron. Al ver a la niña de ojos azules similares a los suyos Derek se quedó boquiabierto, ella no había estado en el campamento, no la recordaba y él era muy bueno recordando, ¿Quién era? ¿Qué hacía ahí? Observo sus manos los brazos llenos de curitas que de apoco se estaban cayendo de su piel. ¿Era ella un ángel? Para el niño que jamás había tratado con otros niños que no se vieran tan corroídos por la presión de sus familias aquella niña que ahora sonreía porque estaban bien era como un ángel. Tal vez estaba en el paraíso y ni siquiera lo había notado. Por poco tiempo hablaron con ella, se acomodaba los vendajes y agradecían a la pequeña que ahí había estado para ellos, hizo un ungüento para las heridas de su compañero y las propias, la risa de su compañero y la de la pequeña Judith le hicieron sonreír un poco más tímido que los otros dos, sus risas más disimuladas, porque él no lo había hecho jamás, porque él nunca se había sentido así, en paz. Porque aquella niña le hacia sonreír, porque era como que los malos ratos pasarían rápido gracias a ella, gracias a su primer y único amigo.
Después de salir del bosque al fin supieron que ella también estaba ahí mucho tiempo, así que cada día se escapaban cundo nadie lo notaba, iban en su búsqueda al mismo punto donde se habían encontrado por primera vez, porque para aquellos que nunca habían sentido aquella conexión con nadie era demasiado importante, porque los sentimientos de los pequeños que habían sido aislados, que carecían de tacto y que normalmente solo se preocuparían por ser el mejor, cambiaban para poder hacerla sentir cómoda, para poder protegerla y hasta divertirla mostrándole sus habilidades, porque aquellos momentos eran demasiado valiosos en el corazón de Derek, aquello lo llevo a tener un deseo codicioso. “Algún día tu serás mi técnica” Había declarado frente a ambos niños con tal seriedad que podría haber jurado ver un sonrojo en el rostro de la niña lo que causo un poco de nerviosismo, el nunca había sido tan directo, pero el estar con aquellos a quienes apreciaba de alguna manera le hacía sentirse cómodo para decir lo que sentía. Y aunque nunca recibió una respuesta por parte de la pequeña durante las últimas semanas demostró ser el mejor, el más adecuado y que algún día la protegería, aunque ahora sabía bien que Lyserg también podía tomar una forma similar, demasiado para el gusto del rubio pero que al mismo tiempo le hacía sentir orgulloso de su amigo. Entonces el ultimo día, el ultimo almuerzo, las ultimas sonrisas, el hizo algo similar.
“Sé que Derek dijo que sería tu arma, Judith. Sé que no dije nada en ese momento, pero sé también que tú tampoco le respondiste en ese instante. Por eso… Por eso ahora diré lo que no pude decir ese día. Yo también soy un arma, y yo quiero ser tu arma Judith. No me rendiré, ni siquiera ante Derek. Te convenceré de que seas mi técnica, y un día, cuando nos volvamos a encontrar, te mostrare que soy tu compañero ideal.”
Por alguna razón el pequeño Derek sintió una punzada en el corazón, pero ella no volvió a responder, por lo cual tomando la iniciativa se puso de pie. “No” dijo con fuerza, decisión. “Yo soy el compañero ideal.” Dijo rápidamente con una voz temblorosa, el siempre sería capaz de protegerla, la haría feliz y sin lugar a dudas el sería el más adecuado, incluso más que Lyserg y entonces ella tomo las riendas de aquella pelea que comenzó entre los dos niños. Una discusión fe infantes pero a final de cuentas una discusión real. Ella los miro, los mantuvo en paz, no podía elegir a uno u otro, no podía hacer eso, porque ella los quería a ambos, porque el verlos a ambos era algo que la hacía feliz, ¿Entonces qué es lo que se suponía que harían? Una idea llego a la mente del pelirrojo quien sonreía. Una promesa, una promesa en la cual se volverían a ver dentro de diez años, ellos le mostrarían la mejor faceta de ambos, sus progresos y ella les diría quien sería su compañero. Derek y Judith aceptaron y transformándose en dagas Judith tallo con ellos aquella promesa en el árbol donde se hubieran conocido. Así fue como termino el campamento un primer y ultimo abrazo grupal con sus dos amigos cada uno marchándose por su propio lado alejándose de aquellos que le habían hecho tener un poco de fe en el futuro una razón por la cual vivir y por la cual esforzarse. Los encontraría de nuevo y le mostraría a Judith que el era el indicado.
» Habilidades
Físicamente fuerte, es capaz de sobrevivir a venenos y tiene demasiada capacidad para soportar el dolor debido a los entrenamientos por los que paso, podría detectar una obra de arte a miles de kilómetros, es capaz de transformarse completa o parcialmente en arma. Podria comer casi cualquier platillo del mundo sin enfermar. Además de que maneja varias destrezas físicas de pela.
» Otros Datos
× Dato 1×Las lolis dominaran el mundo
× Dato 2 ×Las galletas son amor, las galletas son vida
x Dato 3 ×Si te portas mal, hay esponja
× Dato 4 Judith es mía y no tuya Lyserg
x Dato 5 Esta ficha, así como su historia se hizo en colaboración con mi amigo, Zack. No todo lo escrito es de mi autoria pues varios párrafos son de su autoria.
×Shuu Samaki – Diabolics Lovers
× Dato 2 ×Las galletas son amor, las galletas son vida
x Dato 3 ×Si te portas mal, hay esponja
× Dato 4 Judith es mía y no tuya Lyserg
x Dato 5 Esta ficha, así como su historia se hizo en colaboración con mi amigo, Zack. No todo lo escrito es de mi autoria pues varios párrafos son de su autoria.
×Shuu Samaki – Diabolics Lovers
♥
Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 27/09/2015
Puntos : 110
Fecha de inscripción : 27/09/2015
Puntos : 110
Derek Aigner
Re: Derek ID
No olvides pasar por los registros correspondientes
Mensajes : 304
Fecha de inscripción : 07/07/2013
Puntos : 688
Fecha de inscripción : 07/07/2013
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Ruri Togashi
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