Re: Bosque [Evento]

**Cozzato Gagliari** · por **Cozzato Gagliari** Dom Nov 08, 2015 11:22 pm

Había quedado de pie frente a la entrada. Inspiro profundo cerrando sus ojos, detectando con su nariz aquellos matices de abandono y podredumbre, que tan bien conocía de haber vivido en lugares parecidos de pequeño, en cientos de ellos a través de los años hasta que la buena, o mala, fortuna le sonrió acogiéndolo en un lugar que, si bien no se podía llamar hogar, al menos no era un montón de tablas de madera pudriéndose o un edificio de concreto abandonado cuyas ventanas rotas dejaban pasar la lluvia, tratando de cubrirse de pequeño con hojas de periódico de estas.

Abrió los ojos de nuevo, mirando hacia atrás a aquella pequeña de castaños cabellos que parecía había entrado en ese bosque por un motivo diferente al suyo. ¿Debía decirle que regresara? Posiblemente eso será aún más peligroso, ya que era fácil que alguien se perdiera en el bosque, y acabara como alimento para animales salvajes y, sus restos, como abono para los árboles. ¿Cuántos arboles de aquel bosque habían crecido grandes y fuertes por los nutrientes que absorbían de los marchitos cuerpos de personas que finalmente habían perecido perdidas entre las ramas y sombras del lugar? Posiblemente muchas más de las que uno esperaría.

-Hey… Aun no me has dicho tu nombre, pero sería mejor nos siguieras… Sé que a lo mejor este lugar es aterrador y que sería una locura entrar pero… ¿No viniste aquí por tu propia prueba de valor? Entonces… Se valiente

Una sonrisa animada y juguetona adorno los labios de Cozzato mientras veía a Zoe. Ese lugar sin duda daría escalofríos, mala espina a cualquiera. Esa construcción era vieja, era casi seguro que no fuera segura. Había incluso la posibilidad de que las tablas estuvieran tan podridas que en cualquier momento todo se viniera abajo, posiblemente con ellos dentro, acabando entre los escombros del lugar, como un abono más para las plantas. Aun así, eso era parte de la prueba, el entrar y aventurarse al peligro y lo desconocido, a demostrar su valor.

Finalmente entro en el recinto, atento y cuidadoso, siguiendo como pudo la voz del pequeño, guiándose por el sonido y teniendo cuidado de no dejarse engañar por el eco que provocaba su risa y los pasos. Aquel eco indicaba lo vacío del lugar el sonido rebotando en las paredes de la edificación libremente, algo que no ocurriría en un lugar muy abarrotado o concurrido. Llego hasta unas ventanas, pero estas no mostraban el exterior boscoso y oscuro, sino a una especie de zona amplia céntrica del lugar. Podía ser un patio de algún tipo, tal vez para que los alumnos, en caso de que su suposición de que eso era una escuela fuera cierta, jugaran en la hora del receso, sin dejarles adentrarse en el arboleado exterior, mucho más peligroso sin duda. Más aun así, esa idea volvía a la incógnita original, ¿Qué hacia una escuela en medio del bosque? ¿Quién la construiría ahí? Y… ¿Por qué nadie la conocía?

Avanzo más, siguiendo el sonido del pequeño, hasta llegar a una especie de cruce. ¿Acaso aquellas escaleras tapadas le conducirían a un sótano? ¿Las superiores a algún tipo de ático? La estructura no le había parecido tan grande por fuera como para dar paso a un segundo piso, pero podría ser que la oscuridad le diera una mala jugada visual y aquella escuela fuera más alta de lo que había pensado en primer lugar. ¿Qué camino debería tomar ahora?

Lo pensó unos instantes, repasando lo que había visto hasta ahora. ¿El área superior seria segura? Seguía con aquella impresión de que las tablas de madera cederían a su peso y podría caer en cualquier instante. La luz de la luna apenas le dejaba ver el interior del lugar, ir más abajo, a donde aquella débil luz no llegaría, sería la peor idea de entre las demás. A diferencia del chico gato que estaba con ellos, el no veía en la oscuridad, ir abajo era imposible para él, pero no para el peli azul seguramente. Ir afuera, esa sería otra idea, explorar más el lugar de forma segura. Aun así, toda idea se vio borrada al escuchar los pasos en el piso arriba suya, sonriendo de lado y algo fastidiado, sin pensarlo más. Empezó a subir rápidamente por la puerta que conducía al piso superior, decidido a capturar a aquel niño que parecía su guía en aquella prueba de valor. Subió sin pensarlo y sin dudar, dispuesto a lo que fuera, esperando solamente, no acabar en alguna zona débil y terminar cayendo desde el segundo piso al piso inferior.

**Hans Humpty** · por **Hans Humpty** Mar Nov 10, 2015 12:44 pm

Maldito niño, maldita prueba de valor, maldito todo. Su grupo parecía especialmente desinteresado, tal vez excepto por el chico rubio, y a lo mejor la niña. Y para colmo el fantasma seguía insistiendo en guiarlos a donde sea que fuera. Su habilidad de la vista nocturna le permitía a Hans ver un poco más que el resto en la penumbra, y ciertamente le inquietaba lo que veía. Los lugares abandonados nunca podían describirse como algo bonito, ni mucho menos como ambientes tranquilizadores, y menos en esa situación en específico, pero una prueba de valor era una prueba de valor, y acobardarse con un escenario que no podía ser descrito de otra forma que tétrico era no más que un fallo.

Cuando llegaron a la división de caminos, a Hans le costó tomar una decisión. Por un lado el camino de abajo no parecía presentarle mayores problemas, pero en vista de que el rubio había subido, si nadie más lo acompañaba si que le iba a resultar un problema aunque no quisiera admitirlo, pero por otro lado, no sabía si la madera del primer piso soportaría el peso de los cuatro juntos, tal vez de uno o dos pero no de todos.

Aún así suspiró y, aprovechando el peso liviano de su forma animal, subió corriendo las escaleras, que rechinaron, detrás del chico rubio. Una vez lo alcanzó tras no demasiado rato de correr, ocupó su lugar al lado de él, y aunque pudiera parecer raro a simple vista, y me refiero a un gato articulando los músculos de la boca para emitir palabras en español, le recordó sus palabras hace un rato atrás.

— ¿Cómo fue que me dijiste antes? ¿Que no me separara del grupo? —Aún así su voz no cambiaba de tono según la forma, así que solo bastaba con mirar abajo.