Conectarse
Últimos temas
El skin y tablas del foro han sido tomados de The Captain Knows Best y modificados para su uso en este foro. Las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos creadores. La ambientación, grupos, sistemas y descripciones narrativas son propiedad del staff de este foro. Soul Eater pertenece a Atsushi Ohkubo, SQUARE ENIX, TV TOKYO, MEDIA FACTORY, BONES, DENTSU.
Peligro en el callejón [Privado Emma]
Página 1 de 1. • Comparte
Peligro en el callejón [Privado Emma]
Se levantó sin prisas aquella mañana, a diferencia de otros días se sentía mucho más tranquilo de lo normal. Se vistió sin prisas con ropa deportiva, era día de entrenamiento, habían pasado al menos dos semanas desde que su entrenador personal se había marchado por lo cual el mismo cambio las rutinas por unas más tranquilas y no las aniquiladoras que le ponía el mayor. Comenzó con algo sencillo un par de vueltas a la manzana sin prisas ni mucho menos, corría dando vueltas al parque los niños jugaban a la pelota cerca de ahí y le saludaban cada vez que le veían pasar, después de todo ellos le consideraban su amigo. Siguió así por un rato más, después de eso se detuvo en el área de barras, lo importante era mantener una buena condición. Comenzó a trabajar ahí cerca de una hora haciendo todo tipo de ejercicios. Nada más terminar tomo su maleta y camino a donde los niños antes habían estado jugando, mientras se rehidrataba observo a los pequeños corriendo de un lado a otro detrás de la pelota con rostros llenos de ilusión.
Con una pequeña toalla comenzó a secar su rostro que estaba lleno de sudor, se despidió de los menores y comenzó su camino hacia su hogar nuevamente, iba más interesado en su teléfono que en lo que a su alrededor pasaba, hasta que escucho a una mujer gritar. Instintivamente levanto la mirada en busca de done provenía el sonido, observo un pequeño callejón por el que había pasado, ahí estaba una mujer de tal vez 20 o 23 años, su rostro estaba lleno de terror, frente a ella un hombre apuntándole justo al vientre con un arma. A pesar del lugar donde vivía la delincuencia seguía siendo la misma, aunque aquel talvez no sería un problema vencerlo con un par de movimientos. Comenzó a avanzar con lentitud, el tipo de todas maneras le daba la espalda, poco a poco Izaak se fue encorvando y tomando una actitud más bien seria, su expresión lucía un poco aterradora tal vez, pues cuando la mujer le vio abrió aún más los ojos, haciendo que el ladrón se alertara y tomara a la mujer por el cuello y apuntara el cañón de la pistola directo a la sien de esta.
— ¿Quién eres tú? Vete de aquí en este momento si no quieres morir. Al parecer el hombre se había puesto en guardia, demasiado nervioso como para poder realmente hacerle nada a Izaak, quien por su lado solo se quedó ahí mirándole con una expresión carente de emoción sin afán de irse y dejar aquella mujer así como si nada. — ¿Es que no me has escuchado? Te he dicho que te vayas de aquí. Exclamo el hombre sin elevar demasiado la voz para no llamar la atención. — ¿Qué te parece si hacemos un trueque? Yo por ella. -—. Izaak sabia como iba a terminar aquello si la chica se fuera, pero mientras ella estuviera ahí cualquier movimiento era demasiado peligroso.
¿Qué tan estúpido me crees? —. Entonces aquel asqueroso hombre sonrió y silbo de manera molesta, entonces Izaak lo escucho, los pasos de personas saliendo del callejón o entrando en el mismo. La chica comenzó a agrandar los ojos más y más cada vez. Y entonces después de un momento se vio rodeado por al menos seis o siete personas. Eso no era bueno, normalmente no le causarían mucho problema y se podría tomar su tiempo para darles una lección, pero aquella mujer podría salir lastimada. Si tan solo tuviera un arma. Inhalo con tranquilidad y después miro nuevamente al hombre que había estado ahí inicialmente, lo mejor sería hacer que creyeran que él era débil, así que comenzó a suavizar su rostro trago con fuerza como si tuviera miedo. ¿A dónde se fue toda la confianza de hace un momento? Aunque lo siento, ya no puedo dejarte ir Si justo como pensaba. Comenzó a ver más allá de solo su cuerpo, rebusco en su alma, aquel chico definitivamente estaba corrompido, su alma se estaba volviendo maligna, observo a todos los demás, aquellos chicos, absolutamente todos estaban a punto de convertirse en huevos de kishin. Maldición, después de todo si sería más peligroso de lo que imaginaba. Al parecer sí que estaba en peligro, solo sonrió entre nervioso y emocionado, nada le hacía más feliz que deshacerse de los huevos de kishin, bueno a menos que se tratara de cazar a alguna bruja, eso era aún mejor. Lo mejor sería comenzar a pensar en que hacer antes de que las cosas se pusiera aun peor.
Con una pequeña toalla comenzó a secar su rostro que estaba lleno de sudor, se despidió de los menores y comenzó su camino hacia su hogar nuevamente, iba más interesado en su teléfono que en lo que a su alrededor pasaba, hasta que escucho a una mujer gritar. Instintivamente levanto la mirada en busca de done provenía el sonido, observo un pequeño callejón por el que había pasado, ahí estaba una mujer de tal vez 20 o 23 años, su rostro estaba lleno de terror, frente a ella un hombre apuntándole justo al vientre con un arma. A pesar del lugar donde vivía la delincuencia seguía siendo la misma, aunque aquel talvez no sería un problema vencerlo con un par de movimientos. Comenzó a avanzar con lentitud, el tipo de todas maneras le daba la espalda, poco a poco Izaak se fue encorvando y tomando una actitud más bien seria, su expresión lucía un poco aterradora tal vez, pues cuando la mujer le vio abrió aún más los ojos, haciendo que el ladrón se alertara y tomara a la mujer por el cuello y apuntara el cañón de la pistola directo a la sien de esta.
— ¿Quién eres tú? Vete de aquí en este momento si no quieres morir. Al parecer el hombre se había puesto en guardia, demasiado nervioso como para poder realmente hacerle nada a Izaak, quien por su lado solo se quedó ahí mirándole con una expresión carente de emoción sin afán de irse y dejar aquella mujer así como si nada. — ¿Es que no me has escuchado? Te he dicho que te vayas de aquí. Exclamo el hombre sin elevar demasiado la voz para no llamar la atención. — ¿Qué te parece si hacemos un trueque? Yo por ella. -—. Izaak sabia como iba a terminar aquello si la chica se fuera, pero mientras ella estuviera ahí cualquier movimiento era demasiado peligroso.
¿Qué tan estúpido me crees? —. Entonces aquel asqueroso hombre sonrió y silbo de manera molesta, entonces Izaak lo escucho, los pasos de personas saliendo del callejón o entrando en el mismo. La chica comenzó a agrandar los ojos más y más cada vez. Y entonces después de un momento se vio rodeado por al menos seis o siete personas. Eso no era bueno, normalmente no le causarían mucho problema y se podría tomar su tiempo para darles una lección, pero aquella mujer podría salir lastimada. Si tan solo tuviera un arma. Inhalo con tranquilidad y después miro nuevamente al hombre que había estado ahí inicialmente, lo mejor sería hacer que creyeran que él era débil, así que comenzó a suavizar su rostro trago con fuerza como si tuviera miedo. ¿A dónde se fue toda la confianza de hace un momento? Aunque lo siento, ya no puedo dejarte ir Si justo como pensaba. Comenzó a ver más allá de solo su cuerpo, rebusco en su alma, aquel chico definitivamente estaba corrompido, su alma se estaba volviendo maligna, observo a todos los demás, aquellos chicos, absolutamente todos estaban a punto de convertirse en huevos de kishin. Maldición, después de todo si sería más peligroso de lo que imaginaba. Al parecer sí que estaba en peligro, solo sonrió entre nervioso y emocionado, nada le hacía más feliz que deshacerse de los huevos de kishin, bueno a menos que se tratara de cazar a alguna bruja, eso era aún mejor. Lo mejor sería comenzar a pensar en que hacer antes de que las cosas se pusiera aun peor.
Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 19/04/2014
Puntos : 120
Localización : paperplanes
Fecha de inscripción : 19/04/2014
Puntos : 120
Localización : paperplanes
Izaak Doors
Re: Peligro en el callejón [Privado Emma]
La chica no era de aquellas que se toman un día libre, no, para ella no había descansos "bien merecidos" o buenos pretextos para flojear, por el contrario, parecía tener un leve problema de adicción al trabajo, cosa que tal vez no sería tan dañina y peligrosa sí su trabajo no fuera asesinar demonios y monstruos sueltos por ahí. Se jactaba de su autosuficiencia y la misma le enorgullecía lo suficiente como para rechazar prácticamente cualquier oferta de holgazanear. Aunque para ella estaba "bien claro" dicho punto, muchas veces los que la rodeaban no opinaban lo mismo, aun si el círculo social de la ojiazul era bastante limitado, tenía unas cuantas personas que, al parecer, se preocupaban (al menos un poco) por ella, siendo esto mismo lo que la había metido en su situación actual; "¡Emma-chan, hiciste un gran trabajo en la última misión, así que te tengo otro super importante trabajo, ya que insistes en no tomarte unos días, lo mejor sería darte algo que hacer!" Palabras directas del Dios de la Muerte en persona... Aun así... No era idiota, la super importante misión no podía ser algo como eso "Una patrulla por el parque, no no no, el turno de la noche no, ¡durante el día está bien!" ¿Se estaba burlando de ella? Sabía que no era así, pero el sentimiento era el mismo "¿Sabes? por ahí venden unas crepas geniales, deberías aprovechar y darte una vuelta... en fin ¡Espero des lo mejor de ti!".
"¡Y al carajo con las crepas!" O eso hubiera dicho si no estuviese tratando con el mismísimo Shinigami, como mencione, no era idiota, sabía que lo hacía apropósito, su forma de "obligarla" a tomarse un día, la trataba como bueno... una niña, después de todo, no pasaba de los diecisiete años. Fue por ello que decidió, que aunque precisamente el objetivo fuese que "se relajara", iba a tomárselo muy en serio... MUY en serio. Era prácticamente una especie de rabieta, quería ver la cara del Shinigami (Figurativamente, claro, nadie podía ver su cara realmente) cuando le entregara el informe al otro día, pulcramente escrito, informado que había hecho la ronda con guadaña visible y en mano desde el alba hasta que había oscurecido, no iba a desobedecer nada de esa forma, pero esperaba llamar suficiente la atención como para que un par de madres paranoicas, niños miedosos o ancianos conservadores se quejaran de la chica con cara de pocos amigos, paseándose con una guadaña todo el día por el parque.
Se sintió bastante estúpida por pensar todo aquello en su momento. La guardia había comenzado sin muchos problemas, muy temprano por la mañana solo había unas cuantas personas ejercitándose, pero conforme el Sol iba mostrando su insistente sonrisa, el parque iba adquiriendo su bullicio habitual, las miradas no le incomodaban y por algunos instantes, incluso se felicitaba por haber pensado una "revancha" tan buena, que ni siquiera requería hacerle el feo al Dios de los Muertos. La auto-glorificación se le acabo en cuanto encontró al primer grupo de niños pequeños, que, en lugar de "intimidarse" como ella había planeado, la miraron con ojos llenos de infantil emoción y no tardaron en acercarse, bombardeando preguntas inocentes con voces un tanto más chillonas de lo que la técnica podía soportar; "¡¿Has matado a una bruja con eso?!" "¿¡Puede hablar!?" "¿¡Hay malos por aquí!?" "¡¿Viniste a matar a alguien?!" El pequeño grupo no paraba de gritar ese tipo de preguntas, encimando sus vocecillas unas con otras, la francesa apenas empezaba a responder una, cuando otra la interrumpía, o un mocoso se colgaba del mango de su arma, la rodeaban curiosos, pero para ella terminaron demasiado cerca, no logro contenerse-¡YA BASTA!-Gritó tan alto como sus pulmones se lo permitieron y entonces se hizo el silencio, únicamente perturbado por los ruidos habituales del parque, el correr del agua de las fuentes, la leve brisa que desordenaba las hojas de los árboles, y el cantar de los pajarillos, ella fue quien rompió con él una vez más-No vine a matar a nadie, no es un arma "viva", solo es un objeto, pero no es un juguete, no pueden tocarla-Respondió de mala gana, mirando fríamente a los niños-Pero puede cortar bracitos con facilidad...-Amenazó alzando la barbilla, esperando que se largaran tras ello.
-¿Todos en Shibusen son así de amargados?-Fue lo único que obtuvo por respuesta, por parte de una niña que inflaba las mejillas-¡No no, ¿Recuerdas? Izaak no es así, solo es ella la amargada-Añadió otro de los pequeños-Mocoso...-Dio un paso al frente, con un leve tic en el ojo, solo tuvo que agacharse un poco para verle la cara al niño-Te juro que te voy a...-Entonces se cortó, su mirada y la de los niños se desvió a un punto fijo. Un grito, bastante distante, pero aun así, estaba lo suficientemente cerca como para que lograsen escucharlo desde ahí, si bien podría haber sido cualquier cosa, también podría tratarse de algo... malo. De un modo u otro, estaba de "guardia", y aun si fuera una tontería, tenía que ir a revisar, dedico una mirada seria a los niños y comenzó a caminar a buen paso sin agregarles nada-Fue un grito ¿verdad? ¿Vas a ver qué pasa? ¿Es una bruja? ¿Un monstruo? ¿Podemos ir?-Soltó un bufido, sin detenerse, mirando de reojo los niños que ahora marchaban entusiasmados tras ella-No, no pueden-Respondió acelerando el paso notablemente, con el inútil objetivo de que desistieran de acompañarle.
Los niños no desistieron, por lo que decidió ignorarlos hasta acercarse al lugar de origen del grito, no podía saber exactamente de dónde provenía, pero esperaba que la percepción de almas hiciera el resto, cerró los ojos unos segundos y al abrirlos no solo lo vio, fue capaz de sentirlo, aquel grupo de almas casi perdidas, poco o nada les faltaba para terminar de convertirse en huevos, no serían muy fuertes, pero siendo tantos, que anduvieran tan solo unos momentos sueltos por ahí sería un problema, además de que había otras dos almas ahí, todos quietos, por lo que supuso que la situación no pintaba del todo bien, estaban a tan solo un par de calles de ahí-Oye ¿Qué pasa? ¿Sí hay malos? ¿Ayudamos?-Estaba a punto de correr al lugar cuando la voz la hizo consiente de la presencia del jardín de niños que traía de caravana de nuevo, suspiro pesadamente, se llevó un par de dedos a la sien y miro con seriedad a los niños, por mucho que le disgustaran o no, no podía tenerlos cerca-Sí, hay gente ahí y lo más seguro es que hayan problemas, así que no pueden acercase-Dijo sin flaquear y se dio la vuelta, mirándolos por encima del hombro, soltó un suspiro resignado-C-cuando todo acabe y venga por ustedes pueden ir a ver lo que paso… Pero solo entonces ¿Entendido?-Fue lo último que les soltó, esperando que tuvieran sentido de la conservación en esas cabecitas suyas, corrió al lugar.
No logro escuchar todo el parloteo, pero la situación era un tanto obvia, la chica era un rehén, y casi podía apostar que el pelinegro estaba jugando al héroe. Sí bien pensaba que podía ella sola contra tantos, en especial con el factor sorpresa de su parte, la presencia de su ex compañero de clases le facilitaba (Aunque no fuese a admitirlo) las cosas, si lograba que él la viera sin que los otros lo notaran, aquello terminaría en un abrir y cerrar de ojos, aunque ciertamente, tenía que moverse con cuidado, sí su deprimente tamaño llegaba a ser útil en este tipo de situaciones, la guadaña no le favorecía tanto. Respiró por lo bajo, en silencio y se mantuvo oculta, esperando el momento preciso… podía tirar a los tres de más atrás con tan solo un empujón y un par de golpes con ambos extremos del mango de la guadaña, no había necesidad de matarles, con dejarlos fuera de combate tendría que bastar, a su vez, la confusión le daría una abertura al otro chico. Pan comido.
-¡Mira que son un montón, ah, pero también esta Izaak!-Crispó la mirada en dirección a las chillonas voces a su espalda, así como hicieron todos los presentes en el callejón-¡¡¿QUÉ FUE LOS QUE LES DIJE?!!-el indiscreto delator solo se llevó ambas manitas a la boca, con una expresión como si dijera “Ups” y el hombre que parecía ser el líder soltó una carcajada ronca-¿Y eso? ¿Vino el kínder a ayudar?-La peliazul soltó un par de maldiciones en francés, un tanto más altisonantes de lo que debería soltar una “señorita”. Su plan se había ido a la basura, además de que si no hacía algo, los niños también quedaban en medio, por lo que sería cosa de improvisar, por lo pronto, el alboroto ya servía de distracción, por lo que miró un par de segundos al técnico y esperando que entendiese tan solo con eso tiro sus apuestas y arremetió contra el par que se encontraba más cerca de ella, dibujando una media luna con su arma del lado sin filo, siendo su intención tirarlos al suelo de momento.
"¡Y al carajo con las crepas!" O eso hubiera dicho si no estuviese tratando con el mismísimo Shinigami, como mencione, no era idiota, sabía que lo hacía apropósito, su forma de "obligarla" a tomarse un día, la trataba como bueno... una niña, después de todo, no pasaba de los diecisiete años. Fue por ello que decidió, que aunque precisamente el objetivo fuese que "se relajara", iba a tomárselo muy en serio... MUY en serio. Era prácticamente una especie de rabieta, quería ver la cara del Shinigami (Figurativamente, claro, nadie podía ver su cara realmente) cuando le entregara el informe al otro día, pulcramente escrito, informado que había hecho la ronda con guadaña visible y en mano desde el alba hasta que había oscurecido, no iba a desobedecer nada de esa forma, pero esperaba llamar suficiente la atención como para que un par de madres paranoicas, niños miedosos o ancianos conservadores se quejaran de la chica con cara de pocos amigos, paseándose con una guadaña todo el día por el parque.
Se sintió bastante estúpida por pensar todo aquello en su momento. La guardia había comenzado sin muchos problemas, muy temprano por la mañana solo había unas cuantas personas ejercitándose, pero conforme el Sol iba mostrando su insistente sonrisa, el parque iba adquiriendo su bullicio habitual, las miradas no le incomodaban y por algunos instantes, incluso se felicitaba por haber pensado una "revancha" tan buena, que ni siquiera requería hacerle el feo al Dios de los Muertos. La auto-glorificación se le acabo en cuanto encontró al primer grupo de niños pequeños, que, en lugar de "intimidarse" como ella había planeado, la miraron con ojos llenos de infantil emoción y no tardaron en acercarse, bombardeando preguntas inocentes con voces un tanto más chillonas de lo que la técnica podía soportar; "¡¿Has matado a una bruja con eso?!" "¿¡Puede hablar!?" "¿¡Hay malos por aquí!?" "¡¿Viniste a matar a alguien?!" El pequeño grupo no paraba de gritar ese tipo de preguntas, encimando sus vocecillas unas con otras, la francesa apenas empezaba a responder una, cuando otra la interrumpía, o un mocoso se colgaba del mango de su arma, la rodeaban curiosos, pero para ella terminaron demasiado cerca, no logro contenerse-¡YA BASTA!-Gritó tan alto como sus pulmones se lo permitieron y entonces se hizo el silencio, únicamente perturbado por los ruidos habituales del parque, el correr del agua de las fuentes, la leve brisa que desordenaba las hojas de los árboles, y el cantar de los pajarillos, ella fue quien rompió con él una vez más-No vine a matar a nadie, no es un arma "viva", solo es un objeto, pero no es un juguete, no pueden tocarla-Respondió de mala gana, mirando fríamente a los niños-Pero puede cortar bracitos con facilidad...-Amenazó alzando la barbilla, esperando que se largaran tras ello.
-¿Todos en Shibusen son así de amargados?-Fue lo único que obtuvo por respuesta, por parte de una niña que inflaba las mejillas-¡No no, ¿Recuerdas? Izaak no es así, solo es ella la amargada-Añadió otro de los pequeños-Mocoso...-Dio un paso al frente, con un leve tic en el ojo, solo tuvo que agacharse un poco para verle la cara al niño-Te juro que te voy a...-Entonces se cortó, su mirada y la de los niños se desvió a un punto fijo. Un grito, bastante distante, pero aun así, estaba lo suficientemente cerca como para que lograsen escucharlo desde ahí, si bien podría haber sido cualquier cosa, también podría tratarse de algo... malo. De un modo u otro, estaba de "guardia", y aun si fuera una tontería, tenía que ir a revisar, dedico una mirada seria a los niños y comenzó a caminar a buen paso sin agregarles nada-Fue un grito ¿verdad? ¿Vas a ver qué pasa? ¿Es una bruja? ¿Un monstruo? ¿Podemos ir?-Soltó un bufido, sin detenerse, mirando de reojo los niños que ahora marchaban entusiasmados tras ella-No, no pueden-Respondió acelerando el paso notablemente, con el inútil objetivo de que desistieran de acompañarle.
Los niños no desistieron, por lo que decidió ignorarlos hasta acercarse al lugar de origen del grito, no podía saber exactamente de dónde provenía, pero esperaba que la percepción de almas hiciera el resto, cerró los ojos unos segundos y al abrirlos no solo lo vio, fue capaz de sentirlo, aquel grupo de almas casi perdidas, poco o nada les faltaba para terminar de convertirse en huevos, no serían muy fuertes, pero siendo tantos, que anduvieran tan solo unos momentos sueltos por ahí sería un problema, además de que había otras dos almas ahí, todos quietos, por lo que supuso que la situación no pintaba del todo bien, estaban a tan solo un par de calles de ahí-Oye ¿Qué pasa? ¿Sí hay malos? ¿Ayudamos?-Estaba a punto de correr al lugar cuando la voz la hizo consiente de la presencia del jardín de niños que traía de caravana de nuevo, suspiro pesadamente, se llevó un par de dedos a la sien y miro con seriedad a los niños, por mucho que le disgustaran o no, no podía tenerlos cerca-Sí, hay gente ahí y lo más seguro es que hayan problemas, así que no pueden acercase-Dijo sin flaquear y se dio la vuelta, mirándolos por encima del hombro, soltó un suspiro resignado-C-cuando todo acabe y venga por ustedes pueden ir a ver lo que paso… Pero solo entonces ¿Entendido?-Fue lo último que les soltó, esperando que tuvieran sentido de la conservación en esas cabecitas suyas, corrió al lugar.
No logro escuchar todo el parloteo, pero la situación era un tanto obvia, la chica era un rehén, y casi podía apostar que el pelinegro estaba jugando al héroe. Sí bien pensaba que podía ella sola contra tantos, en especial con el factor sorpresa de su parte, la presencia de su ex compañero de clases le facilitaba (Aunque no fuese a admitirlo) las cosas, si lograba que él la viera sin que los otros lo notaran, aquello terminaría en un abrir y cerrar de ojos, aunque ciertamente, tenía que moverse con cuidado, sí su deprimente tamaño llegaba a ser útil en este tipo de situaciones, la guadaña no le favorecía tanto. Respiró por lo bajo, en silencio y se mantuvo oculta, esperando el momento preciso… podía tirar a los tres de más atrás con tan solo un empujón y un par de golpes con ambos extremos del mango de la guadaña, no había necesidad de matarles, con dejarlos fuera de combate tendría que bastar, a su vez, la confusión le daría una abertura al otro chico. Pan comido.
-¡Mira que son un montón, ah, pero también esta Izaak!-Crispó la mirada en dirección a las chillonas voces a su espalda, así como hicieron todos los presentes en el callejón-¡¡¿QUÉ FUE LOS QUE LES DIJE?!!-el indiscreto delator solo se llevó ambas manitas a la boca, con una expresión como si dijera “Ups” y el hombre que parecía ser el líder soltó una carcajada ronca-¿Y eso? ¿Vino el kínder a ayudar?-La peliazul soltó un par de maldiciones en francés, un tanto más altisonantes de lo que debería soltar una “señorita”. Su plan se había ido a la basura, además de que si no hacía algo, los niños también quedaban en medio, por lo que sería cosa de improvisar, por lo pronto, el alboroto ya servía de distracción, por lo que miró un par de segundos al técnico y esperando que entendiese tan solo con eso tiro sus apuestas y arremetió contra el par que se encontraba más cerca de ella, dibujando una media luna con su arma del lado sin filo, siendo su intención tirarlos al suelo de momento.
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 04/08/2013
Puntos : 170
Fecha de inscripción : 04/08/2013
Puntos : 170
Emma le Foix-Grailly
Re: Peligro en el callejón [Privado Emma]
Sus ojos pasaron de los del captor a los de la mujer en cuestión de segundos, no había muchas probabilidades de atacarlos a todos mientras no supiera las armas que estos portaban. Si se trataban solo de cuchillos o navajas podría controlar la situación con facilidad sin lugar a dudas, pero si había la minia posibilidad de que tuvieran algún ara de fuego entonces sí que sería peligroso, después de todo Izaak no era inmune al plomo. En realidad no le importan demasiado los hombres que estaban detrás de sí, después de todo no lucían como personas demasiado fuertes y al no ser aun huevos de kishin no sería difícil manejarles. Sonrió internamente y después fue recobrando su postura mientras se erguía. Tenía un plan, se lanzaría contra el hombre que tenía a la mujer en su poder y golpearía directamente la mano que sujetaba el arma haciéndose de esta y después apuntaría a los demás tipos, si ellos no contaban con armas de fuego todo sería mucho más sencillo y rápido de esa manera.
¡Mira que son un montón, ah, pero también esta Izaak! –sintió un escalofrió recorrer toda su espalda y después se giró a penas un poco al escuchar la voz de la chica. Abrió los ojos como platos y observo a Emma, no solo era ella, estaba ahí con los pequeños ratones del parque ¿Qué hacían ahí? ¿Acaso estaba cuidando de ellos? Aun así era demasiado peligroso, ellos estaban demasiado cerca, en cualquier otra situación se habría alegrado de sobremanera observar a la chica en una situación así, si no fuera con un montón de niños con ella. Era como si les dijera a esos hombres que ahí tenían más rehenes si es que necesitaban ventaja por sobre ellos.
Estaba por soltar un par de maldiciones cuando observo el rápido movimiento de Emma, quien tiro a los sujetos más cercanos a ella permitiendo que los niños se hicieran para atrás, cosa que obviamente no hicieron. – ¡Señorita usted es muy guay! –exclamo uno de los chiquillos, pero fue ese el momento que Izaak aprovecho para lanzarse contra el hombre que tenía sus manos en la mujer. Estaba a unos dos metros de ellos, dio un salto largo con la mano e impulsándose con su conducción de alma tomo la mano del hombre con la cual sujetaba el arma jalando de él, lo cual ocasiono que este soltara a la chica quien cayó al suelo debido a la falta de fuerza por el miedo que sentía, momento que Izaak aprovecho para arremeter contra el criminal dando un fuerte rodillazo en su abdomen y sin soltar la muñeca ajena tomo del cabello al hombre y lanzo su cabeza contra el pavimento causando un impacto de su rostro contra el suelo. Se agacho un poco y tomo el arma dándose vuelta solo para encontrarse con que los otros hombres se habían alertado y habían sacado sus armas, las cuales para mal eran pistolas. Pequeñas pero peligrosas, mucho más en la situación en la que ahora se encontraban.
-¿Han visto eso? Izaak es el mejor. –grito uno de los niños causando que Izaak y todos los demás se giraran en dirección a este, uno de los hombres no solo se giró en su dirección si no que apunto su arma hacia el mismo y jalo el gatillo, solo había puesto sus ojos en el por unos momentos pero aun así la bala se veía con bastante precisión hacia el rostro del menor. Izaak apunto el arma que había conseguido hacia la mano del tirador y disparo sin piedad, incluso su rostro en aquel momento lucia como el de un asesino; después de todo había entrado en modo cazador de brujas. Se giró hacia otro de los criminales, en ese momento a Izaak ya no le importaba que fueran o no huevos de kishin, ahora solo quería matarlos por atreverse a haber disparado contra un pequeño niño. Tal vez el técnico no podía ser inundado por la locura tan fácilmente, tal vez era casi imposible después de los años que había vivido bajo las constantes torturas de las brujas, pero su instinto de supervivencia le habían vuelto hasta cierto punto alguien peligroso. Pues al ver a una bruja o simplemente a alguien como ellos tratando de asesinar a un pequeño niño el peligro podía volverse muy peligroso no solo para aquellos quienes habían osado molestarlo sino también para quienes quería proteger. No estaba envuelto en la locura pero era algo muy similar a eso.
Se lanzó contra otro de ellos sin siquiera cubrirse de los posibles ataques, observo como dirigía su arma hacia du pecho por lo que salto hacia un lado y hacia otro creando un zigzag para después posarse frente a este y clavar en la punta del cañón en su rostro con tal fuerza que mando a volar al sujeto quien terminó estrellándose contra un muro de piedra, pronto Izaak se puso de pie y con el rostro hecho una mueca similar a la de un demonio miro buscado a la siguiente persona a quien atacaría. Sus ojos estaban completamente abiertos y sus músculos tesos por la ansiedad y la adrenalina que le recorría en aquellos momentos. – ¿Quiénes se creen para atentar contra la vida de unos niños? –preguntó en voz alta, ronca, siniestra. Aquellos que se habían visto como los malos ahora solo parecían pequeños gatitos acorralados, pero eso no los detuvo para que apuntaran sus armas contra el pelinegro.
Sentía como sus brazos temblaban de lo fuerte que ahora los oprimía, incluso por su mente paso que estaba doblando un poco el mango de la pistola mientras su mente seguía pensado en todas las formas de tortura que conocía y por las cuales haría pasar a aquellos terribles seres.
¡Mira que son un montón, ah, pero también esta Izaak! –sintió un escalofrió recorrer toda su espalda y después se giró a penas un poco al escuchar la voz de la chica. Abrió los ojos como platos y observo a Emma, no solo era ella, estaba ahí con los pequeños ratones del parque ¿Qué hacían ahí? ¿Acaso estaba cuidando de ellos? Aun así era demasiado peligroso, ellos estaban demasiado cerca, en cualquier otra situación se habría alegrado de sobremanera observar a la chica en una situación así, si no fuera con un montón de niños con ella. Era como si les dijera a esos hombres que ahí tenían más rehenes si es que necesitaban ventaja por sobre ellos.
Estaba por soltar un par de maldiciones cuando observo el rápido movimiento de Emma, quien tiro a los sujetos más cercanos a ella permitiendo que los niños se hicieran para atrás, cosa que obviamente no hicieron. – ¡Señorita usted es muy guay! –exclamo uno de los chiquillos, pero fue ese el momento que Izaak aprovecho para lanzarse contra el hombre que tenía sus manos en la mujer. Estaba a unos dos metros de ellos, dio un salto largo con la mano e impulsándose con su conducción de alma tomo la mano del hombre con la cual sujetaba el arma jalando de él, lo cual ocasiono que este soltara a la chica quien cayó al suelo debido a la falta de fuerza por el miedo que sentía, momento que Izaak aprovecho para arremeter contra el criminal dando un fuerte rodillazo en su abdomen y sin soltar la muñeca ajena tomo del cabello al hombre y lanzo su cabeza contra el pavimento causando un impacto de su rostro contra el suelo. Se agacho un poco y tomo el arma dándose vuelta solo para encontrarse con que los otros hombres se habían alertado y habían sacado sus armas, las cuales para mal eran pistolas. Pequeñas pero peligrosas, mucho más en la situación en la que ahora se encontraban.
-¿Han visto eso? Izaak es el mejor. –grito uno de los niños causando que Izaak y todos los demás se giraran en dirección a este, uno de los hombres no solo se giró en su dirección si no que apunto su arma hacia el mismo y jalo el gatillo, solo había puesto sus ojos en el por unos momentos pero aun así la bala se veía con bastante precisión hacia el rostro del menor. Izaak apunto el arma que había conseguido hacia la mano del tirador y disparo sin piedad, incluso su rostro en aquel momento lucia como el de un asesino; después de todo había entrado en modo cazador de brujas. Se giró hacia otro de los criminales, en ese momento a Izaak ya no le importaba que fueran o no huevos de kishin, ahora solo quería matarlos por atreverse a haber disparado contra un pequeño niño. Tal vez el técnico no podía ser inundado por la locura tan fácilmente, tal vez era casi imposible después de los años que había vivido bajo las constantes torturas de las brujas, pero su instinto de supervivencia le habían vuelto hasta cierto punto alguien peligroso. Pues al ver a una bruja o simplemente a alguien como ellos tratando de asesinar a un pequeño niño el peligro podía volverse muy peligroso no solo para aquellos quienes habían osado molestarlo sino también para quienes quería proteger. No estaba envuelto en la locura pero era algo muy similar a eso.
Se lanzó contra otro de ellos sin siquiera cubrirse de los posibles ataques, observo como dirigía su arma hacia du pecho por lo que salto hacia un lado y hacia otro creando un zigzag para después posarse frente a este y clavar en la punta del cañón en su rostro con tal fuerza que mando a volar al sujeto quien terminó estrellándose contra un muro de piedra, pronto Izaak se puso de pie y con el rostro hecho una mueca similar a la de un demonio miro buscado a la siguiente persona a quien atacaría. Sus ojos estaban completamente abiertos y sus músculos tesos por la ansiedad y la adrenalina que le recorría en aquellos momentos. – ¿Quiénes se creen para atentar contra la vida de unos niños? –preguntó en voz alta, ronca, siniestra. Aquellos que se habían visto como los malos ahora solo parecían pequeños gatitos acorralados, pero eso no los detuvo para que apuntaran sus armas contra el pelinegro.
Sentía como sus brazos temblaban de lo fuerte que ahora los oprimía, incluso por su mente paso que estaba doblando un poco el mango de la pistola mientras su mente seguía pensado en todas las formas de tortura que conocía y por las cuales haría pasar a aquellos terribles seres.
Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 19/04/2014
Puntos : 120
Localización : paperplanes
Fecha de inscripción : 19/04/2014
Puntos : 120
Localización : paperplanes
Izaak Doors
Re: Peligro en el callejón [Privado Emma]
Aun si había sido por un pequeño segundo, había soltado una leve sonrisa ladina ante el halago del pequeño, no era como si la francesa necesitara reconocimiento ajeno, pero aun si no fuese a admitirlo en un millón de años, que un niño la adulase con tanta ilusión en definitiva se sentía… bien, si se ponía a pensarlo ¿No tenía ella más o menos esa edad cuando vio a la primera pareja de técnico/arma en acción? Claro que en ese entonces la situación había sido mucho menos agradable. La idea solo la motivó, si bien no tenía ningún lazo con esa tanda de críos, no pensaba permitir que el recuerdo de ver a dos empleados de Shibusen en acción, se amargara tanto como el suyo.
La mirada cian de la chica se posó en el chiquillo que alababa al pelinegro, mientras que apenas con el rabillo del ojo, logro ver el movimiento del otro hombre y la pistola… Tuvo solo un par de segundos para reaccionar, y si no hubiera sido por el sonido del metal golpeándose entre sí, aquel fugaz chasquido que había hecho la bala al estrellarse contra la hoja de su arma, no hubiera tenido idea de si había logrado evitar que le volaran la cabeza al mocoso, a quien tal vez acababa de dejar sin flequillo. Soltó el aire que al parecer había empezado a contener, el niño estaba completamente paralizado en su lugar, la técnica miró al hombre bastante enfadada, una vista que le hubiera puesto la piel de punta a cualquiera. Pero el contacto con los ojos del hombre se interrumpió cuando el mismo comenzó a retorcerse y soltar chillidos de dolor, la bala le había atravesado completamente la mano, sangraba y chillaba, Emma no pudo evitar dar un vistazo rápido a los niños, todos viendo atónitos la escena, algo que pequeños de su edad no tenían por qué estar presenciando.
Sí tenía que decirlo, su compañero estaba irreconocible, chasqueo la lengua, esperando que no fuese a convertirse en un verdadero problema una vez que hubiesen terminado con la pseudo pandilla a la que se enfrentaban. Por el momento, su pequeño “show” hacia que todas las miradas estuvieran en él, ¿No se daba cuenta? Sí le apuntaban todos al mismo tiempo iba a morir, por muy fuerte que pisara al otro pobre bastardo… de verdad era un problema atacar en equipo, vaya tonto. Le hizo el favor de atacar a los que apuntaban al técnico, la tarea en sí no era demasiado complicada, a la mayoría les temblaban las manos, por lo que bastaron un par de golpes, quebrarles una o dos costillas, o hacerles unos cuantos cortes no muy profundos en brazos y piernas, tan solo para inmovilizarlos, un arma larga en un lugar tan estrecho, más que estorbarle, le facilitaba bastante golpear a más personas de un solo movimiento.
Encontrándose la mayoría en el suelo o ya lastimados, le cortó el paso al contrario utilizando su arma de barrera, mirándole con seriedad-Es suficiente ¿no crees?-Le habló con seriedad sin flaqueo alguno-Son humanos, así que no tenemos permiso de decidir sobre sus vidas, Doors, espero no lo hayas olvidado-Espetó, agudizando la mirada.
Discretamente, algunos de los que habían terminado sin tantos daños, empezaban a agruparse, lento, despacio, esperando que ambos técnicos no reparasen en ellos hasta que lograsen levantarse.
La mirada cian de la chica se posó en el chiquillo que alababa al pelinegro, mientras que apenas con el rabillo del ojo, logro ver el movimiento del otro hombre y la pistola… Tuvo solo un par de segundos para reaccionar, y si no hubiera sido por el sonido del metal golpeándose entre sí, aquel fugaz chasquido que había hecho la bala al estrellarse contra la hoja de su arma, no hubiera tenido idea de si había logrado evitar que le volaran la cabeza al mocoso, a quien tal vez acababa de dejar sin flequillo. Soltó el aire que al parecer había empezado a contener, el niño estaba completamente paralizado en su lugar, la técnica miró al hombre bastante enfadada, una vista que le hubiera puesto la piel de punta a cualquiera. Pero el contacto con los ojos del hombre se interrumpió cuando el mismo comenzó a retorcerse y soltar chillidos de dolor, la bala le había atravesado completamente la mano, sangraba y chillaba, Emma no pudo evitar dar un vistazo rápido a los niños, todos viendo atónitos la escena, algo que pequeños de su edad no tenían por qué estar presenciando.
Sí tenía que decirlo, su compañero estaba irreconocible, chasqueo la lengua, esperando que no fuese a convertirse en un verdadero problema una vez que hubiesen terminado con la pseudo pandilla a la que se enfrentaban. Por el momento, su pequeño “show” hacia que todas las miradas estuvieran en él, ¿No se daba cuenta? Sí le apuntaban todos al mismo tiempo iba a morir, por muy fuerte que pisara al otro pobre bastardo… de verdad era un problema atacar en equipo, vaya tonto. Le hizo el favor de atacar a los que apuntaban al técnico, la tarea en sí no era demasiado complicada, a la mayoría les temblaban las manos, por lo que bastaron un par de golpes, quebrarles una o dos costillas, o hacerles unos cuantos cortes no muy profundos en brazos y piernas, tan solo para inmovilizarlos, un arma larga en un lugar tan estrecho, más que estorbarle, le facilitaba bastante golpear a más personas de un solo movimiento.
Encontrándose la mayoría en el suelo o ya lastimados, le cortó el paso al contrario utilizando su arma de barrera, mirándole con seriedad-Es suficiente ¿no crees?-Le habló con seriedad sin flaqueo alguno-Son humanos, así que no tenemos permiso de decidir sobre sus vidas, Doors, espero no lo hayas olvidado-Espetó, agudizando la mirada.
Discretamente, algunos de los que habían terminado sin tantos daños, empezaban a agruparse, lento, despacio, esperando que ambos técnicos no reparasen en ellos hasta que lograsen levantarse.
Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 04/08/2013
Puntos : 170
Fecha de inscripción : 04/08/2013
Puntos : 170
Emma le Foix-Grailly
Re: Peligro en el callejón [Privado Emma]
La adrenalina que recorría su cuerpo en aquellos momentos le permitieron ver con mayor detalle lo que pasaba a su alrededor, observo como la peliazul corría atacando a los demás que apuntaban en su contra ¿Cómo había sido capaz de ponerse no solo a sí mismo en tal peligro si no a todos los demás? Se suponía que no debía confiarse solo porque la ayuda había llegado justo a tiempo y no lo había hecho, el problema surgía en el momento en que un civil podía ser dañado, especialmente alguien que para Izaak podría ser demasiado importante. Aquellos niños con los que jugaba a diario eran demasiado importantes en su mundo.
En ese momento era como si la misma locura se apoderara de su cuerpo, pero eso no era una posibilidad, después de todo nunca le había afectado, pero Izaak sabía muy bien lo que estaba pasando, aquel era su instinto cazador de brujas, después de todo nunca lo había podido controlar y tal vez nunca lo haría a menos que hubiera alguien que pudiere ayudarle y entender aquel sentimiento. Y aunque esa persona aun no llegaba, en este momento agradecía que Emma estuviera ahí, porque no sabía que tan lejos hubiera podido llegar de no ser frenado por la chica. Sus ojos pasaron de aquellos semi villanos a ella y después a los niños quienes al parecer también le veían aterrados. ¿Cómo es que había llegado a eso? Bajo la mirada. Aquello no estaba bien.
Escucho las palabras de su compañera y levanto el rostro mirándola con una expresión de total confusión. Así que aquello de verdad había pasado, se había convertido en su versión despiadada ahí mismo en Death City. Vaya tendría que explicar muchas cosas después y tal vez hasta disculparse con Emma por poner en riesgo las vidas de todos ahí, no solo la de los delincuentes quienes no tenían su alma consumida por el mal aun. –Si… Lo sé, lo siento. –dijo mirando a Emma a los ojos y después desviando la mirada avergonzado, pero aquello le permitió ver a aquellos nuevamente agrupándose detrás de ella. ¿Es que acaso pensaban atacarles?
Uno de ellos levanto su arma apuntando a la espalda de Emma, por lo cual Izaak olvidándose de que la chica repudiaba el toque ajeno, coloco su mano en su brazo empujándola con fuerza fuera de la visión del cañón y el mismo se lanzó hacia un lado apuntando nuevamente el arma pero hacia la mano del atacante dando certeramente en el arma, su mente se había despejado y sus reflejos mejorado un poco. Lanzo u cuerpo detrás de unos cubos de basura y busco con la mirada a los niños quienes apenas se asomaban por el callejo. Maldición, debido a su falta de racionalidad había obligado a que Emma se acercara a él, terminado alejándose de ellos y ahora los criminales estaban más cerca de ellos que los técnicos. Izaak se culpaba completamente, pero más que nada, sabía que tenía que recuperarse y ayudarles junto con Emma o aquello seria uno de los días más tristes de DS si no se apresuraban.
Los ladrones parecían no notar la presencia de los niños pues estaba más que claro y era más que obvio que les buscaban a ellos, pues eran quienes podrían detenerlos. Si tan solo no hubiera tantos posibles rehenes.
En ese momento era como si la misma locura se apoderara de su cuerpo, pero eso no era una posibilidad, después de todo nunca le había afectado, pero Izaak sabía muy bien lo que estaba pasando, aquel era su instinto cazador de brujas, después de todo nunca lo había podido controlar y tal vez nunca lo haría a menos que hubiera alguien que pudiere ayudarle y entender aquel sentimiento. Y aunque esa persona aun no llegaba, en este momento agradecía que Emma estuviera ahí, porque no sabía que tan lejos hubiera podido llegar de no ser frenado por la chica. Sus ojos pasaron de aquellos semi villanos a ella y después a los niños quienes al parecer también le veían aterrados. ¿Cómo es que había llegado a eso? Bajo la mirada. Aquello no estaba bien.
Escucho las palabras de su compañera y levanto el rostro mirándola con una expresión de total confusión. Así que aquello de verdad había pasado, se había convertido en su versión despiadada ahí mismo en Death City. Vaya tendría que explicar muchas cosas después y tal vez hasta disculparse con Emma por poner en riesgo las vidas de todos ahí, no solo la de los delincuentes quienes no tenían su alma consumida por el mal aun. –Si… Lo sé, lo siento. –dijo mirando a Emma a los ojos y después desviando la mirada avergonzado, pero aquello le permitió ver a aquellos nuevamente agrupándose detrás de ella. ¿Es que acaso pensaban atacarles?
Uno de ellos levanto su arma apuntando a la espalda de Emma, por lo cual Izaak olvidándose de que la chica repudiaba el toque ajeno, coloco su mano en su brazo empujándola con fuerza fuera de la visión del cañón y el mismo se lanzó hacia un lado apuntando nuevamente el arma pero hacia la mano del atacante dando certeramente en el arma, su mente se había despejado y sus reflejos mejorado un poco. Lanzo u cuerpo detrás de unos cubos de basura y busco con la mirada a los niños quienes apenas se asomaban por el callejo. Maldición, debido a su falta de racionalidad había obligado a que Emma se acercara a él, terminado alejándose de ellos y ahora los criminales estaban más cerca de ellos que los técnicos. Izaak se culpaba completamente, pero más que nada, sabía que tenía que recuperarse y ayudarles junto con Emma o aquello seria uno de los días más tristes de DS si no se apresuraban.
Los ladrones parecían no notar la presencia de los niños pues estaba más que claro y era más que obvio que les buscaban a ellos, pues eran quienes podrían detenerlos. Si tan solo no hubiera tantos posibles rehenes.
Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 19/04/2014
Puntos : 120
Localización : paperplanes
Fecha de inscripción : 19/04/2014
Puntos : 120
Localización : paperplanes
Izaak Doors
Temas similares
» Emma's ID
» Can you find it? [Privado]
» Surviving the Friday [privado]
» Give me a Surprise~ [Privado]
» Shoot it down [Privado Zerick]
» Can you find it? [Privado]
» Surviving the Friday [privado]
» Give me a Surprise~ [Privado]
» Shoot it down [Privado Zerick]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Jul 04, 2018 10:35 am por Harley Quinn
» Very Good Night... [Priv. Girm Jr.]
Miér Jul 04, 2018 10:08 am por Grim Jr
» Sunflower [CAMBIO DE BOTÓN - hermanos]
Lun Jul 24, 2017 12:09 pm por Invitado
» Oliver RobertS
Miér Jul 19, 2017 7:15 pm por Oliver Roberts
» Kaihy Netsuke(W.I.P)
Lun Jul 10, 2017 8:44 am por Kaihy Netsuke
» ASTER 「Afiliación Élite」
Jue Jul 06, 2017 7:42 am por Invitado
» Cierre de Temas
Sáb Jul 01, 2017 8:33 am por Rugi
» Ichizoku Kurashu (Afiliación Normal)
Vie Jun 30, 2017 4:51 pm por Invitado
» Stray Dogs {Normal - Cambio de botón}
Jue Jun 22, 2017 11:10 pm por Invitado