Meet me in the woods [ Flashback | Privado Alex Doors]

—¡¿Tenemos que hacerlo de este modo, desgraciados?!

Mierda, y el que pensaba que iba a poder llegar tranquilo a la ciudad. Como si la suerte no le hubiera corrido contracorriente suficiente tiempo en su viaje, tenía que ir y meterse en líos con el grupo de matones de turno, empezaba a creer que eran señales del cielo. No es que usualmente creyera en esas cosas, pero por como le había ido hasta el momento sus creencias casi que empezaban a flaquear. Aparte de los aviones que perdió, que fueron aproximadamente 3, más de lo que él estaba decidido a creer que era físicamente posible, esto de que si se tiene el gen de arma demoníaca los detectores de metal detectan tu cuerpo como si fuera metal aunque no cargues nada que lo contenga como tal era siempre una traba importante y que le había hecho sentir cierto rechazo a los viajes en avión, o más particularmente los aeropuertos.

Y para colmo, poco después de llegar a la ciudad tuvo que meterse en problemas con un grupo de delincuentes que por la actitud y la voz parecían ser menores que él, lo que no quitaba que fueran sorpresivamente corpulentos. Y… estaban armados, o más bien ellos eran el arma, al igual que él podían transformar partes del cuerpo en armas, específicamente manos en navajas y dagas. Perfecto, tenían absolutamente todas las cualidades de delincuentes. No supo exactamente qué hizo para enojarles, según ellos “pasarse de listo”, pero estaba seguro que su personalidad consistía en hacer exactamente eso, quizás no fue la mejor idea, pero ya era un poco tarde para ser amigos con el típico matón de escuela que te dice que morirás a las 3 pm y te espera con una navaja y todo el rollo, aquellos a los que no les vayas a humillar públicamente como hacen ellos con todas sus cabecitas de turco, que se enojan y te amenazan. Porque por supuesto, todos se ríen con la mierda que hacen pero nadie en el colegio los defendería porque de plano no lo merecen.

Entre correteo, amenaza, y comentario burlón de parte del albino, terminaron en el bosque. Tenían que estar muy enojados y decididos a rebanarlos en pedacitos para seguirlo durante tanto rato y salir con nuevos insultos cada 10 metros, había que darles crédito por eso. Cuando Chris supo avanzar más por el bosque era inútil pues cansarse no iban a cansarse de perseguirlo, se dio la vuelta decidido, aprovechando que ahí solos no iban a llamar la atención de ningún ciudadano ignorante de el mundllo de armas, brujas, y todas esas cosas se alarmara, transformó su brazo en el filo de la guadaña, una de sus tres formas de arma. A pesar de que los delincuentes se mostraron sorprendidos al principio, pareció ser que eso de encontrarse a otro de su tipo les daba más o menos igual y lo rodearon de todos modos, lo que forzó a Chris a retroceder lentamente, dispuesto a cargarse a un par de ellos si era necesario.

— ¿Con esto se ganan la vida? Que triste.

— Cierra la boca, blanquito, eso no te incumbe.

Hizo una mueca ante lo de “blanquito”, ¿Era lo mejor que tenían? Por todos los dioses, había recibido insultos mejores en toda su vida. Estaba a punto de responder con un insulto parecido o peor, pero un ruido lo hizo re pensarlo. No lo volvió a oír, pero estaba seguro de que algo estaba caminando cerca. No estaban solos. Perfecto, esperaba que hubiera sido solo cosa de su imaginación y no hubiera más problemas aparte de los que ya tenía de por sí. Se mordió el labio, esto no era una película, no iban a atacar de a uno. Pero parecía que esperaban a una provocación de su parte. ¿A quien atacar primero? ¿Al que parecía ser el jefe? Apenas se moviera se le echarían todos encima, eso eras eguro.

— ¿Que miras tanto? ¡No te acobardes y pelea!