Not very amused about the sun [Privado Asuka]

Las clases habían comenzado, la señorita Tachibana se encontraba escuchando música a un volumen relativamente bajo para procurar no molestar a nadie en caso de que se llegara a oír más de lo que quería. Sentada completamente sola, en segunda fila pues prefería tener un buen lugar para prestar atención a la clase, no tenía nadie con quien hablar y, en realidad, no le preocupaba mucho eso. Miraba sus apuntes en lugar de esperar a que la clase prosiguiera observando al resto del salón, cuando el profesor comenzó definitivamente a hablar, la joven quitó la música y se concentró debidamente. A pesar de lo despreocupada que se podía ver a veces, era una buena alumna que no quería perderse de nada ni tener problemas en la escuela.

El profesor quería hacer la clase más dinámica, era momento de tomar cada uno a su compañero para empezar a trabajar. ¿El problema? Asuka no tenía un compañero, ni siquiera un candidato del que pudiera dudar ni nada por el estilo. Los que aún no tuvieran un técnico o arma según lo que fueran, debían buscar a otro estudiante solitario con quien pudieran realizar la actividad. La joven arma no esperaba a que alguien viniera a buscarla, tampoco tenía la certeza de que alguien quisiera acompañarla, después de todo no había socializado lo suficiente, o eso creía. Observó un poco el lugar, se estaban formando ya las parejas, analizaba mentalmente a las personas con las que podría hacer un buen trabajo mas nadie le terminaba de agradar, además se estaban acabando los posibles compañeros.

De pronto, un poco lejos de ella, pudo divisar a alguien en particular que le llamó la atención, un chico que parecía abatido y era obvio que se encontraba solo. Se levantó de su lugar para acercarse tranquilamente hasta el estudiante sin que este se diera cuenta, posicionándose atrás de él y tocando suavemente su cabeza con un dedo con el objetivo de llamar su atención. - Te encontré ~ - Comentó amigablemente esperando a que este volteara, a lo que ella le sonreía. Se sentó a su lado, esperando no molestarle, sabía que lo más probable es que estuviera amargado por tener que trabajar en equipo. - Soy un arma, ¿es posible que trabajemos juntos? No tengo compañero. - Se explicó inmediatamente para que quedara clara su intención, aunque era prácticamente obvio que lo buscaba para eso, al menos en ese momento es lo que se deduciría.

Para romper el hielo, aunque creía que ya lo había hecho, lo mejor era presentarse con amabilidad. Ya se había establecido en ese puesto y no volvería al suyo, después de todo no es como si ambos tuvieran alguna otra opción. - Mi nombre es Asuka Tachibana. - Se presentó con una leve sonrisa, observando al rubio que tenía en frente y notando con curiosidad los dos mechones cafés de su cabello, los cuales eran evidentemente distintos al resto de su cabello. Recordó rápidamente su involuntario peinado, el cual sentía que, a pesar de todo, seguía llamando más la atención. - Por cierto, soy una espada, ¿te gusta ese tipo de arma? - Preguntó interesada, lo mejor sería que si el chico sería su técnico por el día, al menos estuviera cómodo con su forma de arma.

Estaba entretenida al pensar en varias preguntas que pudiera hacer, sin embargo el profesor interrumpió a todos los estudiantes pues pensaba que el tiempo estimado para conocerse ya había terminado. Sus indicaciones ahora era que salieran al exterior de la academia, de seguro tenía una actividad física planeada y dentro del salón no podría ser realizada con facilidad. - Pues tendremos que salir, ¿te gustaría ver quién llega primero? - ¿Un desafío nada más conocerse? Sí, quizás se había precipitado un poco, pero así era ella, bromista y alegre cuando podía. Levantándose de su lugar, se apresuró para salir por la puerta, asomándose antes de dirigirse al exterior, a ver si él quería seguirle el juego.

Todo parecía ir bien para la joven arma, quien en su primer intento de conseguir un compañero, este último había aceptado de buena forma. Se había presentado luego de que ella lo hiciera y, por suerte, él decía manejarse bien con las armas de cuerpo a cuerpo, cosa que a ella le venía de maravilla. Lo sentía, tenía esa intuición con las personas, podía escoger al individuo indicado solo con observarle por un momento, o tal vez solo exageraba y simplemente había tenido suerte. - Me gusta como suena tu nombre completo, Ryunosuke... Ryunosuke... - Comenzó a repetir para sí misma, recordando repentinamente a un dragón, hasta que volvió en sí. - Pero sí, te diré Ryu. Puedes llamarme Asu, compañero. - Guiñó el ojo tras decir la última palabra, aparentemente ya asumía que trabajarían juntos por mucho tiempo más y no solo por lo que durara esa clase.

Después de que el profesor indicara que el resto de la clase se realizaría en el exterior y que la joven castaña desafiara al chico a una carrera hasta afuera, esperó a su respuesta fuera del salón. Asomándose, pudo ver como este comenzaba a saltar algunos de los bancos con la intención de salir, a lo que Asuka sonrió para sí misma mientras se disponía a comenzar a correr, no quería perder en el reto que ella misma había establecido. Sin embargo, el rubio le alcanzó antes de que pudiera acelerar el paso, demostrándole una mirada con bastante determinación mientras la dejaba atrás, era obvio que había aceptado su propuesta.

Contenta por poder poner a prueba nuevamente su agilidad, tomó más velocidad mientras recorría los pasillos, intentando alcanzarle, no dejaría que le ganara, al menos no tan fácilmente. Normalmente tenía una buena velocidad, le gustaba moverse con destreza, sin que nada le detuviera, esquivando cualquier cosa, incluso gente con tal de no frenarse en ningún momento. Le tardó al menos un minuto alcanzar a su compañero, a quien le miró sonriente mientras le despedía con la mano, pues su intención era que él ahora se quedara atrás. - ¡Nos vemos afuera! - Fue su único comentario antes de acelerar, sabía que él no le dejaría irse sin más, por lo que se mantuvo alerta ante cualquier acción que pudiera causar que el chico la sobrepasara.

La salida estaba cerca, Asuka no se detenía, la joven arma no iba a rendirse aunque comenzara a cansarse, y antes de llegar a la puerta se detuvo repentinamente. Mientras corría, cosas pasaban por su mente y entre ellas una idea que le divertía aún más; sabía que Ryu no estaba muy lejos, después de todo parecía bastante animado y rápido para moverse, por lo que esperó a que este se acercara para tomar una de sus manos y volver a correr, esta vez junto a él. No se preocupó mucho de la reacción que tuviera el contrario, simplemente siguió avanzando, sujetando fuertemente su mano para que no se separaran, hasta llegar a la zona de la actividad, donde se detuvo dando un gran suspiro y liberando la mano de su compañero.

- ¡Felicidades! Esto ha sido un empate, eres muy rápido, serás buen técnico. - Sonrió, mientras respiraba un tanto agitada, recuperándose de la carrera. El profesor aún no había llegado, se habían adelantado a casi cualquier persona que perteneciera a su misma clase, lo que les daba tiempo de descansar y conversar un rato, lo cual era lo que la chica quería hacer desde un principio, pues tenía mucha curiosidad. Se quedó observando a su compañero a los ojos, manteniendo su amistosa y animada sonrisa en el rostro. - Cuéntame de ti, ¿has tenido algún compañero anteriormente? - El estar solo en el presente no quería decir que lo estuviera en un pasado, fue uno de los temas que se le ocurrió para conocerle un poco más, pensó que así, poco a poco, irían fluyendo más y más cosas de las que hablar entre ambos.

Era importante que un técnico tuviera un buen nivel de agilidad, ella también lo tenía pero no le serviría de mucho estando convertida completamente en un arma. No llegó a terminar la frase que estaba formulando, pero sí que le respondió a su pregunta de los compañeros, lo que le hizo pensar durante un momento. Al verlo sentado hace un rato, sí que podía parecer alguien solitario, sin embargo, al conocerlo un poco ya le estaba cayendo bien, parecía un chico agradable, la timidez puede ser un gran obstáculo y ella sentía que nunca la había tenido. A pesar de no poseer esa llamada desventaja, la joven arma tampoco había podido encontrar un buen compañero, al final todo parecía depender de más factores que los que se creen. Él se encontraba sentado mirando al cielo, por lo que Asuka hizo lo mismo desde su posición.

- Puede que las espadas sean bastante populares, aunque no tanto como las guadañas. - Soltó una pequeña risa tras su comentario, continuando luego. - Pero nunca he tenido un compañero, ni siquiera uno por un día, creo que... es más que nada porque no encontraba uno que me agradara. - Al estar observando el cielo, por un momento se perdió en sus pensamientos, emitiendo su respuesta con un tono de voz suave pero audible, como si no estuviera tan consciente de lo que decía. Se dio cuenta de este detalle y rápidamente se volteó hacia su compañero, con una pequeña sonrisa en el rostro. - Así que siéntete afortunado, Ryunosuke. - No quería parecer arrogante, solo quería decirle con eso que a ella le había agradado como compañero y que era muy poco probable que eso pasara con el resto de su clase.

- El calor a la hora de hacer ejercicio no ayuda mucho, pero me encanta ver el sol brillando. - O sea que sí le gustaba el clima, incluso si fuera a sufrir un poquito más por la temperatura a la hora de hacer lo que sea que el profesor tuviera planeado para la clase del día. Hablando de él, ya se le podía ver acercándose, los demás estudiantes llegaron poco a poco, observándoles por pocos segundos al ser los únicos dos en el lugar antes de que todos llegaran. Quién sabe si eso generaría pequeños rumores, a ella no le interesaba en lo absoluto. El profesor, quien se veía como alguien un poco despreocupado, se ubicó en un lugar en el que todos pudieran escucharle para comenzar a dar las instrucciones pertinentes. La chica se mantuvo en su postura firme, escuchando atentamente a lo que tenía que decir el docente.

- Bien, escuchen atentamente que no lo repetiré dos veces. Practicaremos haciendo pequeños combates entre parejas, pero primero quiero que practiquen a solas para que no haya ningún inconveniente. - Asuka asintió tras escuchar las primeras instrucciones, esperando a que terminara de hablar. - Además, así aprovechan los que no se conozcan y se acostumbran el uno al otro. Por mí parte, estaré... pues... observándolos desde la sombra de un árbol, sí. - Se retiró a dicha zona como si nada, haciendo que muchos se quejaran no con él, sino murmullando, pero incluso con la poca preocupación del profesor, Asuka estaba emocionada por la actividad a realizar. No tardó nada en girarse hacia su compañero y sonreírle, esperando que este se levantara para comenzar a practicar. Debía admitir que estaba algo nerviosa por ver si podrían adaptar sus almas al otro sin ningún problema, pero la alegría que sentía era más fuerte.

- Cuando estés listo, esperaré a tu indicación para transformarme. - En lo que su compañero se preparaba, ella comenzó a observar a las demás parejas, algunas ya transformadas, otras platicando antes de hacer algo, incluso había quienes ya estaban practicando los movimientos que le venían mejor a cada arma. - Espero que todo salga bien... - Susurró sin saber si eso se había oído o no, simplemente lo dijo sin darse cuenta, pues estaba distraída observando al resto, para luego volver a mirar al rubio con una leve sonrisa en el rostro, ansiosa pero sin apresurar a nadie. Mantenía sus manos juntas en su espalda, tambaleándose lentamente de vez en cuando, lo típico que hacía la mayoría cuando se estaba quieto, sin hacer prácticamente nada.