Cruzando miradas(Priv. Wasserfall Leiter)

-Mi nombre es Wasserfall. Puedes llamarme Wass simplemente, es algo difícil de pronunciar después de todo.- Continuaba caminando con tranquilidad, disfrutando de aquel paseo nocturno que había dejado al encontrarme con aquella gata y que ahora nuevamente había retomado, solo que con compañia. A pesar de ser una noche fría, no tenía problemas con aquella sensación helada que se podía percibir. De hecho, disfrutaba de encontrarme en tal situación, supongo que porque era parte de aquellas noches en Death City y se podía decir que me gustaban. Era uno de los atractivos de aquella misteriosa ciudad, ya que sus noches podían ser tan apasibles como inquietantes, todo al mismo tiempo.

Repentínamente y llegando a una de las salidas de aquel callejon, que daban directamente con una de las tantas plazas de la ciudad, me detuve y, girando mi cabeza, observé por sobre mi hombro al aparente animal. -Se nota que no te sientes muy cómoda caminando con un desconocido. ¿Pero es sólo porque no me conoces bien?- pregunté, mirando nuevamente al frente y dándole entonces por completo la espalda a la demonio. -¿O hay otra razón? ¿Tal vez porque soy del Shibusen?- volví a cuestoniar con voz monótona, indiferente. Una brisa bastante fuerte sopló en el lugar, agitando mi cabello ante su viento.

Wasserfall..
Dijo contemplando la luna de nuevo,se freno un momento para estirarse,y siguió caminando,debes en cuando paraba para tironear de uno de los hilos sueltos.
-No tengo nada contra Shibusen,contra Shinigami es contra quien tengo algo...
Respondió con calma,pero en su voz había cierto tono de furia.
-Con la cantidad de cosas que me ha echo...
Dijo,el tono furioso en su voz se había acentuado un poco,lo suficiente para notarlo fácilmente,el viento sacudió el largo pelaje de la gata,que mantuvo la cola al ras del suelo,moviendola con fiereza a pesar del viento.

Me mantuve inmóvil mientras escuchaba la femenina voz que sonaba a mis espaldas. Evidentemente, me costaba dudar de sus palabras cuando tal tono era usado al expresarse sobre el Dios de la Muerte. Lo que me hacía de cierta forma pensar en el pasado de la demonio e intentar suponer una posible explicación a tal odio y desprecio. Lo único que se me ocurria en el momento era, luego de recordar unas clases de historia en Shibusen, durante el tiempo que Shinigami camino libre por el mundo exterminando brujas y entidades malignas. Sabía que no había abandonado el instituto desde su creación, por lo que me costaba imaginar que pudiera dañar a alguien desde su posición; aunque todo podía ser posible cuando se hablaba de un verdadero dios.

-Supongo que no está en mi el pedirte alguna explicación.- A pesar de la curiosidad e intriga que se había formado en mi al escuchar su respuesta, suponía que no era el más indicado para escuchar su historia y, por supuesto, menos el considerando que apenas nos conocíamos. Sentía sienta tensión en el aire, posiblemente ante la actitud ahora molesta de Tsuki al hablar de Shinigami-sama, por lo que, dándome la vuelta, decidí intentar calmarla. -¿Has comido algo? Tal vez podríamos conseguir algún local abierto.- La miré a los ojos con duda, aunque al mencionar tales palabras, hechas mayormente para cambiar el tema, podía sentir como el hambre se hacía presente en mi vacío estómago. El lado negativo de no haber cenado... aunque ¿Qué comería un demonio animal? ¿Cosas de gatos? O tal vez almas humanas, no lo sabía con seguridad. -Yo invito.- agregué con más afinidad, esperando que una compañía tan misteriosa como la de ella no se fuera a ir tan rápido.

El ambiente se puso tenso,Tsuki noto enseguida que la curiosidad invadía al otro individuo,claro,a ella le hubiera pasado lo mismo al escuchar una historia así....
-Y,considerando mi aspecto,y experiencias pasadas...Un gato todo suturado y parlante no es de lo mas bien recibido...
Dijo la demonia con indiferencia,pues ya había intentado entrara lugares como esos,y la verdad que los sartenazos en la cabeza no resultaron bien...tampoco perder algunos de sus parches de cuero y tener que regresar por ellos...

Literalmente bufé al escuchar aquellas últimas palabras de parte de ese pequeño gato-demonio. -No debes subestimar a Death City sólo por un par de malas experiencias pasadas. Hay muchos lugares en los cuales tu presencia no recibiría mayor importancia que la de cualquier otro humano común.- Mis palabras salieron con un tono de voz tranquilo, pero seguro. -Solo tienes que saber donde buscar.- terminé con cierta arrogancia mientras daba media vuelta y retomaba una vez más mi caminar, internándome por uno de los estrechos callejones que nos llevarían hacia un pequeño local de comidas, haciéndole un gesto con la mano a Tsuki para indicarle que me siguiera nuevamente, si así lo decidía ella claro.

Pude notar como la pequeña brisa que se podía sentir de vez en cuando hacia unos momentos, ahora se había convertido en un helado viento que soplaba sin fin, incluso entre aquellos pasadizos tan angostos. Aquellas noches eran típicas en esa ciudad y me hacían sentir una extraña calma que no podría encontrar en otros lugares de igual ambiente. Era algo extraño pero, como había mencionado antes, esas noches eran una de las cosas que más me gustaban de aquella ciudad tan peculiar. La caminata no resultó demasiado larga ya que en un par de minutos había llegado hasta el lugar que buscaba. El local en cuestión era algo pequeño, estaba apenas decorado y, de hecho, resultba un poco difícil creer que allí fuera un lugar para comer. Estaba constituido de madera vieja y rechinante. La entrada constaba apenas de una igualmente antigua puerta cuyo letrero indicaba que el lugar estaba abierto, aún para lo tarde que era. Unos vidrios sucios mostraban algo del interior: algunas mesas repartidas por aquí y por allá con sus correspondiente sillas, y una barra con unos cuantos taburetes. Lo más destacable y tal por el cual se podía identificar al lugar ocmo un local, era el cartel cuyas letras rezaban "Uncle Jack's Palace" -Tan radiante como siempre.- Mencioné con una leve sonrisa en mi rostro. No parecía ser un lugar muy decente y salubre pero a mi siempre me había parecido un lugar excelente para comer desde que lo había probado por primera vez.

Hizo caso omiso a las palabras del otro,era un consejo en cierto modo;y no tendría porque seguirlo.
Se había frenado un ratito sumida ne sus pensamientos,en cierto modo hasta que Wasserfall no le hizo una seña para que Tsuki avanzara y lo siguiera,seguro ni se habría dado cuenta de que el había avanzado.
Le siguio el paso hasta llegar a una..casa?No..otra cosa...Lo que sea que fuera dejaba bastante que desea,era un lugar modesto,poca decoración,muy modesto,Tsuki había vivido en lugares peores así que no dijo palabra.Pensó que si iban a entrar sería mejor tomar precauciones;dijo un par de palabras en susurro y su cuerpo empezó a agrandarse y estirarse,reemplazando ciertas zonas del pelaje por piel,aunque esta aún estaba suturada.A unos minutos de espera había tomado la forma de una humana,piel pálida y suturada,tonos mas oscuros en algunos parches de piel,cabello hasta los hombros,de tonos violáceos,también dividido en dos colores por la mitad,de ropa(Y hay que agradecer que tras pasar de una forma a otra aún la conservara) solo una especie de vestido que le llegaba hasta las rodillas,echo de cuero,tonos también violetas y azules,conservando la cola y las orejas de su forma animal.
Tras esto se acerco un poco más a Wasserfall,y espero a que este entrara o hiciera algo.

Con la misma tranquilidad que siempre me caracterizaba, ingresé al local, empujando la puerta principal, la cual soltó un agudo chirrido al momento de moverla. A decir verdad, pensaba que aquel sonido funcionaba como campana para alertar a los encargados de que un posible cliente estaba entrando, a falta de alguna campanilla o algún otro elemento que hiciera algún sonido. Sostuve con una mano la puerta para que no se cerrara y Tsuki pudiera entrar, aunque en ningún momento me voltee para poder verla. Seguidamente avancé hasta la barra mientras, de una puerta detrás de la misma, salía un hombre de camisa y pantalón de vestir –Jack.- saludé levantando mi mano levemente y con una diminuta sonrisa en mi rostro. Se trataba de un hombre de tez clara, con una barba en candado y cabello hasta los hombros, recogido en una coleta, su contextura física bastante grande.

Ese individuo en cuestión, Jack, estaba terminando de secar una jarra de cerveza con un pañuelo de limpieza. Siempre que me pasaba por allí el lugar estaba vacío, asi que cómo hacía para mantenerlo, era un misterio para mi. Al vernos sonrió abiertamente, dejando el chop de cerveza acomodado con otros más. –¡Wasserfall, mi amigo! Hace rato no te veía por aquí.- Su mirada, sin embargo, se enfocó principalmente detrás de mi espalda. –Veo que por fin no vienes solo. Bienvenida al Palacio del Tío Jack, bella señorita.- Sonrió amablemente mientras se señalaba así mismo con su pulgar. –Yo soy Jack.- Luego de esa presentación un tanto tonta, su sonrisa se tornó un poco ¿burlona? No podía definirla ya que mi mente estaba analizando sus anteriores palabras ¿Bella señorita? -Espero que el torpe de mi amigo esté cuidando bien de usted.- Me voltee, aún confundido por las palabras del dueño del lugar, para encontrarme ya no con el pequeño animal de antes, sino con una mujer. Una chica a la cual no reconocí en un primer momento, sin embargo, luego de mirarla a los ojos y reconocer aquellas distintivas pupilas de diferente color, por fin pude atar cabos. -¿Tsuki?- pregunté, todavía un poco sorprendido por ya no verla en su forma animal. Supongo que cambiar de forma física no era un truco tan difícil para esa clase de seres tan especiales, por lo que dejé a un lado mi asombro inicial y le señalé con mi cabeza a la chica de cabello en tonalidades violetas, para que se sentara en uno de los taburetes. Yo mismo lo hice, apoyando mis brazos en la barra mientras observaba algunos retratos que estaban colgados en la pared. –¿Qué desean queridos clientes?- Preguntó Jack mientras nos ofrecía un par de cartas para ver lo que había. Tome una de ellas y, luego de mirarla con desinterés, la dejé en la barra nuevamente. –A mi lo de siempre, tu especial ese.- Cuanvo vi a Jack asentir con la cabeza, dirigí mi mirada hacia la muchacha, analizándola un poco mejor. Recién entonces noté el par de características felinas que aún mantenía, como las orejas o la larga cola que parecía moverse con voluntad propia. –Elijas lo que elijas, evita los platos con fideos. Siempre se le quedan pegados.- Mencioné, dirigiendo una sonrisa perversa al dueño del local, quien simplemente bufó con indignación. -¿Y para tomar?- preguntó, intentando cambiar de tema. Pensé unos momentos y simplemente ladee mi cabeza. –Lo mismo que ella.- No sabía que podía pedir un demonio para tomar. Tal vez algún licor fuerte o tan solo agua… pero podría ser algo nuevo para mi.

Wasserfall sostuvo la puerta unos segundos,Tsuki lo interpreto como una invitación a pasar,y el lugar por dentro era bastante similar a como era por fuera,en si,no prestó atención a ello;si que había vivido en lugares peores.peores. Tsuki al transformarse no hacía ruido,si Wasserfall no se daba la vuelta no iba a caer en la cuenta.
Un hombre de físico bastante grande,parecía ser quien atendía el lugar,la trato bastante bien.El otro chico parecía aún no enterarse de nada hasta que se dio la vuelta-¿Tsuki?-Preguntó el-No,tu hermana.-respondió esta con tono ironico-¿A quien mas ves llena de suturas y con cola y orejas?Hombre se lógico.-Dijo,rompiendo toda tensión en el momento.Tsuki hacía movimientos ligeros y elegantes con la cola,ciertamente su voz cambiaba un poco al alternar entre la forma humana y la animal.

Se sentó al lado de Wasserfall y miro como el hombre apoyaba las cartas en la mesa,Tsuki las miro fijamente.-No tengo hambre.De beber solo agua estará bien.-Agrego remarcando la falta de apetito.Toda su vida había bebido AGUA...ya sea de la calle,de fuentes,estanques..etc..Con suerte algo de leche que los ciudadanos a veces le daban,pero de ahí no pasaba.

Mientras esperaba los pedidos, o al menos mi pedido y su vaso de agua, me quedé en completo silencio observando a nada en realidad. Mi dedo índice comenzó a tocar rítmicamente la barra en la cual me apoyaba, mientras algunos pensamientos se cruzaban por mi cabeza, más preocupaciones en los siguientes días que tendría en Shibusen que en otra cosa. Cuando finalmente nuestras cosas llegaron de mano de Jack, observé con mirada hambrienta mi comida. El especial era, básicamente, arroz frito con algunos cortes de pollo y condimentos. Mirando de reojo a Tsuki durante unos segundos, me pregunté si realmente no tendría hambre, recordando que cuando me la encontré parecía buscar algo entre los basureros, pero rápidamente descarté tal pensamiento y comencé a devorar mi comida con poca delicadeza. Si ella no tenía ganas de comer no iba a obligarla.

-Por Shinigami-sama, está bien que mi lugar sea una pocilga pero tú deberías aprender mejores modales, chico.- Observé al encargado del lugar con cierta confusión. Ciertamente, mis modales en la mesa no eran los mejores pero no era algo que me importara, especialmente en aquel sitio. Después de todo, siempre comía así ¿Por qué importaba ahora? Volviendo mi atención a mi comida, seguí con lo mio. -Dígame señorita. ¿Cómo este animal la convenció de acompañarle?- Solté una carcajada involuntaria por lo irónica que era esa pregunta, pero debido a que aún tenía comida pasando por mi garganta, no pude reír sino que comencé a toser sin parar. Mi mano buscó sabiamente el vaso de agua que tenía conmigo y comencé a beber el líquido, lo cual hizo que pudiera detener mi tos. Noté la mirada desaprovatoria de Jack, y le devolví una que expresaba claramente "jódete, Jack.".

El chico a su aldo parecía un poco distraído,pero claro,eso no duro si no hasta que llego la comida.Y vaya que ahí se fue todo rastro de distracción.
-¿Te enseñaron la palabra "Modales" o necesitas un diccionario?
Dijo Tsuki casi escupiendo las palabras,cubriendose con la mano para evitar que le caigan a la cara algunos granos de arroz.En vez de seguir reprochando solo freno los movimientos con la cola,elevando esta,y dirigio un latigazo en la espalda de Wasserfall,cerca de la nuca,pero no en un punto vital.Solo como advertencia.
Era preferible acompañarlo a aburrirse y rebuscar en la basura.
DIjo apoyandose en una mano y sonriendo saisfactoriamente.

Faltándome poco para terminar con mi deliciosa comida, sentí un golpe a la altura de mi cuello, no demasiado fuerte, pero si lo suficientemente notorio como para sobresaltarme. Inmediatamente giré mi cabeza para ver al gracioso que se atreviera a realizar tal acción, pero mis ojos no encontraron nada más que... una cola. Mis ojos siguieron la misma hasta llegar a Tsuki, quien tenía cierta sonrisa en su rostro, casi como si estuviera burlándose de mi o algo de esa naturaleza. No podía entender el por qué del golpe hasta que mi mente logró dar con una posible respuesta. Durante mi frenesí de comida pude escuchar algo sobre modales. Y yo que pensaba que las entidades demoniacas no se paraban a pensar en pequeñeces como esas. Aunque, ahora que observaba todo con mayor atención -ya no tenía hambre después de todo- noté pequeños rastros de comida exparcidos por toda la barra, lo cual me hizo soltar una risa nerviosa. Realmente comía como un chiquillo o incluso un animal. De todas formas, era bueno que aquel local no fuera problema mio, o eso pude pensar al ver a Jack limpiando toda la suciedad que yo había causado.

Una vez terminado mi plato, dejé descansar mi cuerpo mientras soltaba un suspiro de satisfacción, todo aquello con una leve sonrisa. -Tsuki.- llamé con tono de voz neutral, mientras jugaba con un palillo en mi boca y observaba al dueño del lugar dirigirse a la cocina, mi plato y cubiertos en mano, seguramente para lavarlos. -¿Qué fue lo que te hizo Shinigami?- pregunté de manera directa y poco delicada. Hacia rato tenía esa duda rondando por mi cabeza y era una curiosidad de la que ciertamente quería una respuesta. Mis ojos recorrieron el cuerpo de la demonio, observando aquellas partes de la piel que se encontraban con suturas. ¿Tal vez Shinigami-sama lo había provocado? Era un poco difícil de creer, pero era una posibilidad.

Tsuki cambio su expresión a una mirada seria,apoyando ambos brazos en la mesada,comenzó a hablar.
-Bueno...Yo soy una demonio,eso si,en realidad nací siendo una gata normal...Sucedieron bastantes cosas y acabe así...-Ella no quería aburrirlo con toda la historia de su vida,así que iría directo a lo que el chico le preguntó-Esto sucedió hace bastante,pero la bronca prevalece.Yo vivo en el cementerio,bien que no molesta,pero desgraciadamente da lugar a muchas peleas entre Huevos de kisshin y Técnicos,y casi siempre perjudicaba la calma.Un día de esos salí al pueblo,a la ciudad,lo que sea.Suelo salir con algo cubriéndome cualquier cosa sopechosa, al final parezco marginada con el cuerpo cubierto...-Sacudió un poco la cabeza recordándose a si misma que no debía salirse de contexto--Al final resulta que tengo una pésima orientación,y no se como o porqué acabe en Shibusen.Nunca tuve nada en contra de ellos,he conocido a un par de buena gente de allí,al menos hoy en día.Entonces,no se si fue una especie de alerta o que,porque me vi rodeada....Intentaron atacarme,eliminarme.No importa cuanto yo les gritara,les explicara,ellos lo intentaban,seguían intentando aniquilarme...-Se notaba como Tsuki comenzaba a apretar los puños de la furia,y,lo mas curioso,como su sombra,que era la silueta de un felino(A pesar de ella estar en forma humana),esbozaba una sonrisa macabra-Y lo peor,ese shinigami,estaba mas que claro que al había dado la orden...De forma contraria habría dado orden de que frenen,estoy mas que segura..-Dijo,acabando la historia.Contradecirle no era una opción,ella creía firmemente en lo que decía.

Me dediqué simplemente a escuchar la historia en silencio. Pude percibir como Jack se estaba devolviendo hacia nosotros, pero, seguramente al notar la seriedad del momento, dio media vuelta y regresó una vez más a la cocina. Al escuchar la parte de parecer una marginada, no pude evitar sonreír levemente. A veces yo mismo me sentía de esa forma, teniendo en cuenta mi situación tan particular de no poder trabajar con nadie ni mucho menos tener un un compañero estable. Inclusive llegaba a recibir miradas curiosas e incrédulas por mis tatuajes, por lo que en ese sentido se podía decir que la entendía, al menos un poco. Pude notar como toda la calma y soltura que Tsuki había mantenido hasta el momento, se desvanecían para demostrar cierto odio y resentimiento a medida que avanzaba con su relato. No solo por su tono de voz, algo tenso y fastidioso, sino también por los gestos de su cuerpo. Al finalizar de contar su historia la demonio de ojos bicolores, yo me quedé todavía en silencio, asimilando ciertos puntos de lo que había escuchado.

-Ahora entiendo.- mencioné con tranquilidad, finalmente volviendo a hablar. -Realmente no veo por que fueras a mentirme y, de hecho, te creo más que a cualquier reporte que pudiera dar Shibusen sobre lo que pasó.- Por un momento sentí la necesidad de ir a reclamar por hacer tal injusticia, por actuar de forma tan ciega y estúpida. ¿Realmente desconocían a la criatura con la que trataban y por ello decidieron atacarla? Sonaba como algo que solo incompetentes y novatos harían. -Así que no voy a juzgarte ni ponerme a defender a Shinigami o la academia, si eso es lo que esperabas de mi.- Sonreí levemente mientras dejaba el dinero por la comida encima de la barra y me disponía a salir -Gracias por todo, Jack.- me levanté de mi asiento mientras el encargado del local finalmente se mostraba de nuevo, saludando con la mano. A decir verdad, a estas alturas sentía más afinidad por Tsuki y su historia tan trágica, que por cualquiera de los compañeros que yo conocía en Shibusen. Era algo extraño, pero cierto a fin de cuentas. Al salir del local, devolví mi mirada hacia la gata demonio, mis ojos haciendo directo contacto con los suyos. -Si quieres, puedo...- Mi tono de voz bajó hasta volverse inaudible, mientras me debatía sobre que era lo más correcto para decirle. -Creo que, solo puedo disculparme. A nombre de Shibusen, te pido sinceras disculpas por lo ocurrido, aunque haya sido hace tiempo.- Solté un pequeño suspiro, y le ofrecí mi mano a manera de saludo, para que la estrechara si así lo aceptaba. -Y estoy a tus servicios. Sé que recuperar la confianza en Shinigami, o incluso nosotros, es algo difícil. Pero si hay algo que pueda hacer para aminorar tu enfado solo pídelo.- Mi sonrisa se amplió un poco más. -Por ahora podré pedir algún tipo de restricción al cementerio, así no te molestan tanto. ¿Qué dices?- Fuera cual fuera la respuesta, de alguna manera me sentía satisfecho. Podían ocurrir errores en el pasado, pero si aún estaba a tiempo de solucionar esas cosas, entonces era algo bueno.

Resultaba gracioso para la chica el charlar con tanta tranquilidad con un estudiante de Shibusen, normalmente los encuentros que tenía con ellos resultaban con una confusión con un ser peligroso o un amante incondicional de los gatos que se pasaba de listo.
-No seas ridículo, que me hayan intentado matar no significa que me pondré en plan "Oh dios, este tío es de Shibusen, debo odiarlo".-Soltó una carcajada junto a una mueca de burla-Si, claaaro.
Cuando Wasserfall terminó de pagar, la demonia hizo un gesto de agradecimiento al tal "Jack", por la amabilidad, y siguió al chico que la había estado acompañando. Reparó en que su sombra ya había enloquecido, esta tenía una forma felina a pesar de que ella esté en forma humana, además de una sonrisa peculiarmente psicótica si la veías durante un rato, parecía danzar cuando se movía. Que, claro, no se movía de acuerdo a los movimientos de su dueña y a eso se debía su actual apodo. Pero eso no era importante.
El contacto de ojos era algo qué, según Tsuki, podía revelar mucho sobre una persona, a veces era peligroso mantenerle la mirada a alguien, podías revelar mucho de esa simple forma, y podría perjudicarte de formas inimaginables.
-Oye, mira, como dije, no es contra los pollit-...Se interrumpió y carraspeo para aclararse la voz- Digo contra los estudiantes de shibusen, es contar Shinigami, pero si hicieras algo como advertir sobre la entrada al cementerio, sería lindo de tu parte.-Echó una sonrisa ladina que no creyó concederle a nadie antes, tal vez el chico era de confianza.-Pero oye, los kisshines también van ahí, no es como para prohibir la entrada.
Agregó con una sacudida de la cola, y una mirada furtiva a la sombra danzante, la cuál a decir verdad, parece no haber recibido atención de parte del chico. Al fin y al cabo, era una sombra. ¿Que comes que adivinas?

Off rol::

Mire a la contraria con la tranquilidad de siempre, aunque sin poder evitar devolver la pequeña sonrisa que me había ofrecido. Con sus palabras sentía que a fin de cuentas había logrado algo bueno. -No te preocupes, seguirán patrullando seguro, pero al menos no te molestarán buscando pensando que eres una amenaza o algo así.- Dí un pequeño giro y observé hacia el cielo nocturno, escondiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón. -Te acompaño hasta el cementerio.- Hablé luego de un corto silencio, mientras empezaba a caminar sin esperar una respuesta de ella. Miré de reojo a Tsuki mientras nos acercábamos hasta las rejas que rodeaban al mencionado cementerio, y noté como su sombra continuaba con aquella forma felina a pesar de Tsuki estar como una persona. Era algo difícil de ver por las tantas otras sombras que acompañaban la noche, pero incluso podría asegurar haber visto una que otra sonrisa un tanto oscura ofrecidda por esa sombra, lo cual me hizo levantar una ceja y devolver mi mirada al frente.

-Nunca me había tocado llevar a una chica hasta el cementerio.- Mencioné divertido, mientras sentía una pequeña brisa sobre mi rostro. A pesar de todo, no había frío, lo cual me hizo recordar que Death City está ubicada en medio de un desierto. Había sido una larga, pero sobretodo entretenida noche, aunque mi lado responsable me hizo recordar que, temprano por la mañana, tenía que ir a clases nuevamente. -Gracias por acompañarme. Algún día te visitaré con lasaña o algo.- Bromeé mientras retrocedía unos pasos, observando el interior del cementerio. Si lo veías bien, un lugar tan lúgubre parecía ser el hogar ideal para alguien como Tsuki, contando nuevamente a esa sombra tan peculiar que parecía acompañarla con un aura siniestra. -Hasta otra.- Le sonreí levemente y, sin esperar nada más, di un salto al tejado más cercano y comencé a devolverme hasta mi apartamento, avanzando sobre los edificios. Siempre disfrutaba más de la noche avanzando de esa manera.