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Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Death City :: Death City :: Parque
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Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
6:00 a.m. Izaak observo el teléfono mientras pestañeaba repetidas veces, sus ojos ardían y exigían seguir cerrados, pero el pelinegro sabía que no podía dormir mucho, así que si quería un día productivo era momento de levantarse. Cerró los ojos meditando si quedarse un momento más dormido, pero no lo pensó más. Se puso de pie y estiro los brazos, las piernas e hizo algunos ejercicios de abdomen, camino hacia el pequeño armario, donde estaban guardadas las pocas pertenencias que le pertenecías. Tomo una camiseta, un pantalón de mezclilla beige y sus visores, camino hasta el cuarto de baño a paso lento, se quitó las prendas que tenía para dormir y se dio una ducha rápida. Salió rápidamente, el agua estaba completamente fría, tomo una toalla y se secó rápidamente, se vistió rápidamente, se colocó el calzado y dejo su cabello mojado sin peinar de ninguna forma. Los visores colgaban de su cuello. Salió de su hogar en camino al bosque, lo que seguía en su lista de cosas por hacer era el tener que entrenar, como todos los días, corrió a paso lento, sin prestar atención a donde avanzaba, pero su paseo se vio interrumpido, por el vibrado de su teléfono móvil.
-Hola… -Estaba por contestar cuando la interrumpida voz de Lord shinigami comenzó a darle ordenes, según este, tenía que dirigirse a shibusen, pues se le necesitaba para ayudar a los profesores con el entrenamiento de las armas jóvenes y de misma forma a los técnicos, dejo escapar un largo suspiro, no sentía ánimos, pero como siempre no podría negarse a ningún pedido del shinigami. –Vale, iré de inmediato, Shinigami-sama –La llamada finalizo y el cerro el teléfono metiéndolo en el bolsillo, no tenía ánimos de verdad, le gustaba que su día se rigiera en la pequeña rutina que se implementaba, pero no pasaba nada, después de todo esta no era la primera y estaba seguro de que no sería la última vez que se vería interrumpiendo sus cosas debido a otras personas.
Avanzo hacia el shibusen con un paso aún más lento, en completa decidía, se pensó por un momento el faltar a su deber, pero no sabía si hacerlo, aunque bueno, no es que tuviera realmente algo mejor que hacer, aunque esa siempre había sido una opción, Shinigami siempre se lo decía, si el tenía algo más que hacer no tenía por qué cumplir con todas sus peticiones, después de todo lo dejaba por completo a decisión de Izaak.
Se quedó allí parado esperando que algo pasara, que alguien lo detuviera, pero era obvio que no se encontraría con nadie en aquel momento, las pocas amistades que tenia se reducían a los niños del parque, después de todo jugaba con ellos a la pelota… Hacia bastante que no jugaba con estos, así que con un poco más de tranquilidad se pasó por el parque el cual estaba vacío, lo cual no le sorprendió después de todo solo eran las 7:30 de la mañana, sonrió y levando la vista al cielo, el sol le deslumbro obligándolo a cerrar los ojos. Se tallo estos y tomo asiento en una de las bancas, se cruzó de brazos y cerró los ojos, después de todo se sentía completamente fatigado, los últimos días había estado entre las misiones y los encargos del shibusen, lo cual lo ponía bastante cansado, se mantuvo en esa posición por bastante tiempo, hasta quedar profundamente dormido. Olvidando todo lo que había a su alrededor, se dejó llevar por el sueño en aquel parque que en aquellos momentos.
-Hola… -Estaba por contestar cuando la interrumpida voz de Lord shinigami comenzó a darle ordenes, según este, tenía que dirigirse a shibusen, pues se le necesitaba para ayudar a los profesores con el entrenamiento de las armas jóvenes y de misma forma a los técnicos, dejo escapar un largo suspiro, no sentía ánimos, pero como siempre no podría negarse a ningún pedido del shinigami. –Vale, iré de inmediato, Shinigami-sama –La llamada finalizo y el cerro el teléfono metiéndolo en el bolsillo, no tenía ánimos de verdad, le gustaba que su día se rigiera en la pequeña rutina que se implementaba, pero no pasaba nada, después de todo esta no era la primera y estaba seguro de que no sería la última vez que se vería interrumpiendo sus cosas debido a otras personas.
Avanzo hacia el shibusen con un paso aún más lento, en completa decidía, se pensó por un momento el faltar a su deber, pero no sabía si hacerlo, aunque bueno, no es que tuviera realmente algo mejor que hacer, aunque esa siempre había sido una opción, Shinigami siempre se lo decía, si el tenía algo más que hacer no tenía por qué cumplir con todas sus peticiones, después de todo lo dejaba por completo a decisión de Izaak.
Se quedó allí parado esperando que algo pasara, que alguien lo detuviera, pero era obvio que no se encontraría con nadie en aquel momento, las pocas amistades que tenia se reducían a los niños del parque, después de todo jugaba con ellos a la pelota… Hacia bastante que no jugaba con estos, así que con un poco más de tranquilidad se pasó por el parque el cual estaba vacío, lo cual no le sorprendió después de todo solo eran las 7:30 de la mañana, sonrió y levando la vista al cielo, el sol le deslumbro obligándolo a cerrar los ojos. Se tallo estos y tomo asiento en una de las bancas, se cruzó de brazos y cerró los ojos, después de todo se sentía completamente fatigado, los últimos días había estado entre las misiones y los encargos del shibusen, lo cual lo ponía bastante cansado, se mantuvo en esa posición por bastante tiempo, hasta quedar profundamente dormido. Olvidando todo lo que había a su alrededor, se dejó llevar por el sueño en aquel parque que en aquellos momentos.
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Izaak Doors
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
¿Dónde estaba?, busqué con mi vista algo conocido en ese misterioso lugar que parecía estar invadido por una densa y molesta niebla color rosa. Al no encontrar nada resignada comencé a caminar sin un rumbo definido esperando ver algo o alguien que me ayudara a orientarme sin mucho éxito hasta que finalmente a lo lejos divise lo que parecía ser una mesa, me acerque con cautela hasta quedar frente al mueble al que solo lo cubría un delgado mantel blanco. Decidí dar la vuelta y seguir otra dirección pero fui interrumpida por un grito de "feliz no cumpleaños!" me giré con rapidez buscando al dueño de la voz el que para mi sorpresa se trataba de un conejo con sombrero el me indico la mesa refiriendo algo como que tenia me tenia un obsequio, alce la vista no muy convencida para luego abrir los ojos con asombro.
-Una dona gigante! -corrí con emoción en dirección a la mesa mientras escuchaba una música de fondo y florecían unas flores que dios sabe donde salieron para luego llegar a la comida sacar un trozo de ella y llevármelo a la boca para probarla y disfrutar de su sabor que tanto amaba cuando...
El molesto sonido invadió por completo la habitación interrumpiendo el maravilloso sueño que hasta unos segundos sostenía, abrí los ojos con pereza intentado que se acostumbraran a la luz ambiental para luego levantarme de la cama con lentitud y buscar al responsable del ruido aun un poco adormilada lo que hizo caer el libro que descansaba sobre mi regazo "Alicia en el país de las maravillas"...he ahí la razón de mi extraño sueño pensé mientras bostezaba. Talle mi ojo y pose mi vista en uno de los espejos el que sonaba igual a un teléfono... no puede evitar hacer una mueca, una llamada por ese medio nunca significaba nada bueno pero debía contestar o nunca se detendría, me pare frente a el y toque el vidrio con delicadeza esperando que la conocida silueta apareciera al otro lado.
-Buenos días Ari-chan! -chillo con emoción la conocida voz de Shinigami-sama.
-Buenos Días...-giré un poco buscando el reloj con la mirada para ver la hora aun estaba obscuro así que debía ser temprano- son las 6:20 ! Shinigami-sama se podría saber por qué me despierta tan temprano?- dije intentando contener un bostezo sin mucho éxito.
-Tenemos entrenamiento para los nuevos estudiantes y pensé tu podrías ir a ayudar y supervisar~-dijo omitiendo mi comentario sobre la hora, iba a inventar una escusa cuando fui interrumpida por su voz - Supongo no tendrás problemas, no? - más que una pregunta era una orden, a la que no podía negarme después de todo vivía en los dormitorios de Shibusen sin realizar muchas misiones a causa de mi negación a buscar técnico debía hacer méritos para que no me corrieran... aunque dudaba lo hicieran, pero siempre era mejor prevenir.
-C-claro, ningún problema me vestiré e iré de inmediato a Shibusen -colgué luego de ver su pulgar y decir algo como "es hora de que consigas un teléfono y si surge algo solo avisa, no es obligación" suspiré resignada...y yo que pensaba seria un día tranquilo... realmente no queria ir pero no tenia una razón real por la cual no acudir.
Me metí a la ducha luego me vestí y ordene un poco la habitación dejando el libro en la estantería junto con los demás para finalmente abrir la despensa en búsqueda de algo para comer pero para mi desgracia solo quedaba una miserable caja de leche, bueno algo era algo pensé con algo de optimismo para luego beberla sin mucho animo, debería comprar algo por el camino... si es que había alguna tienda abierta claro, así que tome un poco de dinero y salí de la habitación rumbo a Shibusen.
De camino pasé por fuera de una tienda de donas lo que me hizo recordar mi sueño... no todos los días soñaba algo "normal" y divertido que no estuviera relacionado con mi infancia y sus sombras por lo que ser despertada de esa forma realmente fue lamentable, sacudí mi cabeza para alejar aquellas ideas de mi cabeza y metí mi mano en mi bolsillo para buscar algo de dinero, el que para mi sorpresa si alcanzaba para comprar unas cuantas, con alegría ingresé a la tienda y adquirí algunas para luego retomar mi rumbo, podría comerlas en el parque que se encontraba cerca de Shibusen, después de todo aun era temprano.
Al llegar al parque me sorprendí al ver que había una persona, yo esperaba que a las 7:35 am el lugar estuviese desolado por lo que la presencia de alguien más me llamo la atención. Me acerque lentamente al chico el que parecía dormido...no seria un alcohólico?... o un vagabundo!?... quizás tenga hambre... ladee mi cabeza pensativa, fuera lo que fuera no era un buen lugar para dormir es decir... nada más incomodo que descansar con la cabeza hacia tras pero, como despertarlo?, me acerque un poco más y lo sacudí un poco con delicadeza o algo así para luego poner frente a él una dona cerca de su nariz y boca, esperando que con eso fuera suficiente para interrumpir el descanso del pelinegro.
Hey...-dije sin saber realmente por qué lo hacia ...quizás solo buscaba una escusa para no tener que llegar antes al encargo de Shinigami-sama.
-Una dona gigante! -corrí con emoción en dirección a la mesa mientras escuchaba una música de fondo y florecían unas flores que dios sabe donde salieron para luego llegar a la comida sacar un trozo de ella y llevármelo a la boca para probarla y disfrutar de su sabor que tanto amaba cuando...
¡ RIN RIN RIN !
El molesto sonido invadió por completo la habitación interrumpiendo el maravilloso sueño que hasta unos segundos sostenía, abrí los ojos con pereza intentado que se acostumbraran a la luz ambiental para luego levantarme de la cama con lentitud y buscar al responsable del ruido aun un poco adormilada lo que hizo caer el libro que descansaba sobre mi regazo "Alicia en el país de las maravillas"...he ahí la razón de mi extraño sueño pensé mientras bostezaba. Talle mi ojo y pose mi vista en uno de los espejos el que sonaba igual a un teléfono... no puede evitar hacer una mueca, una llamada por ese medio nunca significaba nada bueno pero debía contestar o nunca se detendría, me pare frente a el y toque el vidrio con delicadeza esperando que la conocida silueta apareciera al otro lado.
-Buenos días Ari-chan! -chillo con emoción la conocida voz de Shinigami-sama.
-Buenos Días...-giré un poco buscando el reloj con la mirada para ver la hora aun estaba obscuro así que debía ser temprano- son las 6:20 ! Shinigami-sama se podría saber por qué me despierta tan temprano?- dije intentando contener un bostezo sin mucho éxito.
-Tenemos entrenamiento para los nuevos estudiantes y pensé tu podrías ir a ayudar y supervisar~-dijo omitiendo mi comentario sobre la hora, iba a inventar una escusa cuando fui interrumpida por su voz - Supongo no tendrás problemas, no? - más que una pregunta era una orden, a la que no podía negarme después de todo vivía en los dormitorios de Shibusen sin realizar muchas misiones a causa de mi negación a buscar técnico debía hacer méritos para que no me corrieran... aunque dudaba lo hicieran, pero siempre era mejor prevenir.
-C-claro, ningún problema me vestiré e iré de inmediato a Shibusen -colgué luego de ver su pulgar y decir algo como "es hora de que consigas un teléfono y si surge algo solo avisa, no es obligación" suspiré resignada...y yo que pensaba seria un día tranquilo... realmente no queria ir pero no tenia una razón real por la cual no acudir.
Me metí a la ducha luego me vestí y ordene un poco la habitación dejando el libro en la estantería junto con los demás para finalmente abrir la despensa en búsqueda de algo para comer pero para mi desgracia solo quedaba una miserable caja de leche, bueno algo era algo pensé con algo de optimismo para luego beberla sin mucho animo, debería comprar algo por el camino... si es que había alguna tienda abierta claro, así que tome un poco de dinero y salí de la habitación rumbo a Shibusen.
De camino pasé por fuera de una tienda de donas lo que me hizo recordar mi sueño... no todos los días soñaba algo "normal" y divertido que no estuviera relacionado con mi infancia y sus sombras por lo que ser despertada de esa forma realmente fue lamentable, sacudí mi cabeza para alejar aquellas ideas de mi cabeza y metí mi mano en mi bolsillo para buscar algo de dinero, el que para mi sorpresa si alcanzaba para comprar unas cuantas, con alegría ingresé a la tienda y adquirí algunas para luego retomar mi rumbo, podría comerlas en el parque que se encontraba cerca de Shibusen, después de todo aun era temprano.
Al llegar al parque me sorprendí al ver que había una persona, yo esperaba que a las 7:35 am el lugar estuviese desolado por lo que la presencia de alguien más me llamo la atención. Me acerque lentamente al chico el que parecía dormido...no seria un alcohólico?... o un vagabundo!?... quizás tenga hambre... ladee mi cabeza pensativa, fuera lo que fuera no era un buen lugar para dormir es decir... nada más incomodo que descansar con la cabeza hacia tras pero, como despertarlo?, me acerque un poco más y lo sacudí un poco con delicadeza o algo así para luego poner frente a él una dona cerca de su nariz y boca, esperando que con eso fuera suficiente para interrumpir el descanso del pelinegro.
Hey...-dije sin saber realmente por qué lo hacia ...quizás solo buscaba una escusa para no tener que llegar antes al encargo de Shinigami-sama.
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Aria Clownlay
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Primero abrió los ojos con algo de hambre, después observo la dona que se balanceaba frente a sus ojos. Lo primero que paso por su mente es que aquello era un sueño bastante loco, pero lo segundo que paso por su cabeza… Fue que él nunca había soñado. Se llevó ambas manos a los ojos y tallo con fuerza de estos para después enfocar a la chica que sostenía la dona en sus manos, los orbes azul de esta llamaron su atención haciéndole enfocar aún mejor puesto que ya tenía un punto del cual tomarse. -¿Quién…? –pero antes de completar su pregunta la observo mejor y también el entorno donde estaba, ella no era una conocida, así que se hizo un poco de lado para observar mejor el parque, no recordaba en que momento había terminado ahí, pero en definitiva tenía que correr a otro lugar, la tarea que le había encomendado el shinigami seguía en pie. –Demonios! Lo había olvidado! –Se paró de golpe ignorado por unos momentos a la chica.
Comenzó a caminar, pero después de dio vuelta recordando la falta de cortesía que había tenido con ella, se posiciono a su lado mostrando algo de vergüenza- Lo siento… Hola, ¿Quién eres tú? –Tal vez era una alumna que había sido enviada a buscar al chico pues sí que se había demorado, quien sabe cuánto tiempo se había dormido en aquel parque, así que saco el móvil, solo para comprobar que no eran más de 7:37… No había dormido ni seis minutos. Se dejó caer en la banca dirigiendo una segunda mirada a la chica pero está llena de más interés- ¿Acaso Lord Shinigami te mando a buscarme? No es como si hubiera tardado demasiado, en serio, a veces siento que se pasa de estricto –refunfuño el chico, no era normal que se quejara del shinigami, pero en aquel día no tenía ánimos de hacer de niñera, ya se había cansado un poco de eso.
Lo siento, no quería quejarme contigo… Alumna ¿Cierto? –Sonrió a la chica, una de esas sonrisas auténticas que solía mostrar siempre que podía, se recargo en la banda, mientras sentía su estómago pedir comida y un café, eso en especial por lo del sueño que había sido interrumpido anteriormente por la chica de ojos azules, la miro de nuevo, su cabello tenía varias tonalidades, él podría decir que se veía más rubio, pero en algunos ángulos donde el sol pegaba era como si tuviera otros tonos. Aun así aquello no era lo importante, aún tenía que ir a la escuela para ayudar con aquellos entrenamientos, así que se puso nuevamente de pie observando a la chica –Bueno, lo mejor será que vayamos lleno a la escuela, esos entrenamientos no se harán solos ¿No? –Comento sonriendo, probablemente ella también era una de las chicas que habría que entrenar, a juzgar por el alma de esta, era un arma, pero lo mejor sería no decir nada, después de todo, no tenía el ánimo de explicar cómo era que de forma tan sencilla podía siempre adivinar lo que eran otros, eso sumado al hecho de que lo tendría que hacer en cuanto estuvieran en los entrenamientos.- Por cierto, mi nombre es Izaak-
Comenzó a caminar, pero después de dio vuelta recordando la falta de cortesía que había tenido con ella, se posiciono a su lado mostrando algo de vergüenza- Lo siento… Hola, ¿Quién eres tú? –Tal vez era una alumna que había sido enviada a buscar al chico pues sí que se había demorado, quien sabe cuánto tiempo se había dormido en aquel parque, así que saco el móvil, solo para comprobar que no eran más de 7:37… No había dormido ni seis minutos. Se dejó caer en la banca dirigiendo una segunda mirada a la chica pero está llena de más interés- ¿Acaso Lord Shinigami te mando a buscarme? No es como si hubiera tardado demasiado, en serio, a veces siento que se pasa de estricto –refunfuño el chico, no era normal que se quejara del shinigami, pero en aquel día no tenía ánimos de hacer de niñera, ya se había cansado un poco de eso.
Lo siento, no quería quejarme contigo… Alumna ¿Cierto? –Sonrió a la chica, una de esas sonrisas auténticas que solía mostrar siempre que podía, se recargo en la banda, mientras sentía su estómago pedir comida y un café, eso en especial por lo del sueño que había sido interrumpido anteriormente por la chica de ojos azules, la miro de nuevo, su cabello tenía varias tonalidades, él podría decir que se veía más rubio, pero en algunos ángulos donde el sol pegaba era como si tuviera otros tonos. Aun así aquello no era lo importante, aún tenía que ir a la escuela para ayudar con aquellos entrenamientos, así que se puso nuevamente de pie observando a la chica –Bueno, lo mejor será que vayamos lleno a la escuela, esos entrenamientos no se harán solos ¿No? –Comento sonriendo, probablemente ella también era una de las chicas que habría que entrenar, a juzgar por el alma de esta, era un arma, pero lo mejor sería no decir nada, después de todo, no tenía el ánimo de explicar cómo era que de forma tan sencilla podía siempre adivinar lo que eran otros, eso sumado al hecho de que lo tendría que hacer en cuanto estuvieran en los entrenamientos.- Por cierto, mi nombre es Izaak-
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Izaak Doors
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Sonreí con satisfacción al comprobar que mi técnica para despertar al joven vagabundo había surgido efecto, quizás debería patentarla o algo, podría escribir un libro de “como despertar al vago de tu barrio”… quizás con eso ganaría algo de dinero extra… Está bien, no, sacudí un poco mi cabeza para alejar aquellos estúpidos pensamientos, ya había comenzado a divagar. Observé como sus ojos comenzaron a abrirse con algo de pereza y dificultad para luego posar su mirada en mis ojos y luego en su entorno. Iba a agregar algo posterior a su intento de pregunta cuando el pelinegro sorpresivamente se levantó de su asiento exclamando algo que al parecer había olvidado, produciendo que instantáneamente diera un paso atrás para ganar algo de distancia con el desconocido.
Observé como el chico comenzaba a alejarse con cierta rapidez, al parecer tenía algo de prisa mas de un momento a otro se giró y volvió a dirigirse donde me encontraba hasta quedar a mi lado, no pude evitar mirarlo con curiosidad… era un chico extraño.
—No te preocupes, yo soy Aria, mucho gusto… ¿Y tú quién eres? Dudo seas solo un vagabundo, aunque nunca se sabe— Dije para luego observar sus actos y alzar una de mis cejas ante su pregunta.
— ¿Mandarte a buscar? Lo siento pero es la primera vez que oigo eso… Es verdad que me pidió un “favor” pero no fue exactamente buscar a ningún rebelde chico –Me encogí de hombros para luego llevar la dona que había utilizado para despertar al chico a mi boca dándole un pequeño mordisco.—Aunque concuerdo contigo en que a veces se pasa de estricto— Refunfuñe un poco recordando mi misión de hoy, sería un largo día.
Mire en silencio como el pelinegro sonreía y se recargaba en la banca en la que lo había encontrado hace unos minutos atrás durmiendo plácidamente. Iba a contestar a su pregunta cuando el sonido del estómago del contrario me interrumpió. Intenté contener una risa sin mucho éxito para luego observar al chico algo divertida mientras le extendía mi bolsa con donas.
—Ten come algo… no querrás despertar a media Death City, y si soy algo así como una alumna…— Dije mientras sonreía para luego volver a dirigirme a él al percatarme de su mirada.
—¿Tengo algo extraño? … —Pregunte casi en un susurro para luego abrir los ojos con sorpresa antes sus nuevas palabras. —Claro, no se entrenaran solos… ¿A ti también te llamo Shinigami-sama para que apoyaras el entrenamiento de los nuevos? y yo que pensaba que eras un vagabundo… un gusto entonces Izaak, supongo seremos algo así como compañeros por hoy —Sonreí con sinceridad para luego observarlo con algo de duda mientras me giraba un poco con el objetivo de reanudar la marcha hasta Shibusen.
—¿Cómo sabias que también tenía que ir a los entrenamientos?
Observé como el chico comenzaba a alejarse con cierta rapidez, al parecer tenía algo de prisa mas de un momento a otro se giró y volvió a dirigirse donde me encontraba hasta quedar a mi lado, no pude evitar mirarlo con curiosidad… era un chico extraño.
—No te preocupes, yo soy Aria, mucho gusto… ¿Y tú quién eres? Dudo seas solo un vagabundo, aunque nunca se sabe— Dije para luego observar sus actos y alzar una de mis cejas ante su pregunta.
— ¿Mandarte a buscar? Lo siento pero es la primera vez que oigo eso… Es verdad que me pidió un “favor” pero no fue exactamente buscar a ningún rebelde chico –Me encogí de hombros para luego llevar la dona que había utilizado para despertar al chico a mi boca dándole un pequeño mordisco.—Aunque concuerdo contigo en que a veces se pasa de estricto— Refunfuñe un poco recordando mi misión de hoy, sería un largo día.
Mire en silencio como el pelinegro sonreía y se recargaba en la banca en la que lo había encontrado hace unos minutos atrás durmiendo plácidamente. Iba a contestar a su pregunta cuando el sonido del estómago del contrario me interrumpió. Intenté contener una risa sin mucho éxito para luego observar al chico algo divertida mientras le extendía mi bolsa con donas.
—Ten come algo… no querrás despertar a media Death City, y si soy algo así como una alumna…— Dije mientras sonreía para luego volver a dirigirme a él al percatarme de su mirada.
—¿Tengo algo extraño? … —Pregunte casi en un susurro para luego abrir los ojos con sorpresa antes sus nuevas palabras. —Claro, no se entrenaran solos… ¿A ti también te llamo Shinigami-sama para que apoyaras el entrenamiento de los nuevos? y yo que pensaba que eras un vagabundo… un gusto entonces Izaak, supongo seremos algo así como compañeros por hoy —Sonreí con sinceridad para luego observarlo con algo de duda mientras me giraba un poco con el objetivo de reanudar la marcha hasta Shibusen.
—¿Cómo sabias que también tenía que ir a los entrenamientos?
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Aria Clownlay
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Observo a la chica con atención escuchando cada pregunta o afirmación que esta hacía. Se sorprendió al saber que no era una enviada del shinigami ¿Entonces porque lo había despertado de su placido sueño? —Lo siento pero no soy un chico rebelde —. Izaak sonrió y después se llevó una mano al mentón observándola fijamente — ¿Por qué me has despertado si no te han encomendado esa tarea? —pregunto observándola con una sonrisa en el rostro, era como si ella lo hubiera hecho por maldad. Sonrió cuando ella concordó con su único prejuicio de shinigami, él era un poco (tal vez demasiado) mandón. —Espero que no nos escuche diciendo esto o nos llevaremos un buen regaño.
No se negó a la dona que la chica le ofrecía, simplemente la tomo como si nada y sonrió nuevamente a la chica —Muchas gracias, déjame pagarte por ella. — comento mientras rebuscaba en sus bolcillos la cartera. Soltó una risa cuando esta pregunto que si tenía algo en el rostro y negando con el rostro respondió. —No, no hay nada en tu rostro, lo siento. Es un mal hábito mío. Así que tú también has sido llamada para ello, ya veo. Entonces el que nos encontráramos aquí solo fue una coincidencia… espera ¿luzco como un vagabundo?—pregunto sonriendo y señalándose una y otra vez mirando a la chica, ¿Cómo podía pensar eso? Se había bañado aquella mañana. Pero lo único que de verdad provoco su comentario fue que comenzara a reír de manera un poco ruidosa. Esta chica era demasiado graciosa. —Pero bueno es un gusto compañera. Por favor cuida de mi hoy —soltó mientras daba una pequeña inclinación con el rostro como se hacía en Inglaterra.
Al escuchar su última pregunta levanto el rostro al cielo. —No tenía idea de que ibas a los entrenamientos, solo deduje cosas a partir de que me despertaras. Por un momento creí que eras una alumna del shibusen enviada por shinigami para que me apresurara a los entrenamientos, debido a que en realidad estaba pensando en escaparme de ellos el día de hoy —. Soltó con naturalidad y después le vio con un rostro de culpa —. Pero no es que yo sea un irresponsable o algo similar, es solo que no me sentía con ánimos de entrenar a los chicos hoy, sabes he estado intentando descasar de la escuela o de las misiones, últimamente he tenido demasiado trabajo.
Levanto el rostro al cielo, en las ultimas misiones había tenido que ir con diferentes compañeros arma, no es que le molestase pero nunca terminaba de acoplarse a nadie, es cierto que debido a el entrenamiento que había tenido por años podía hacer una resonancia con prácticamente cualquier persona, después de todo Izaak podía moldear su alma de manera en que se acoplara a la de cualquier persona. Pero ese también era un problema, lo único que conseguía era que shinigami le ofreciera una y otra arma diferente cada vez para que estos pudieran entrenar y conocerse a sí mismos más y más, Izaak a veces se sentía como un recipiente. —Y dime, ¿te ofreciste o fuiste elegida de manera autoritaria por nuestro maestro? —Pregunto mientras comenzaba a andar hacia el shibusen, ahora con alguien más teniendo que ir no se escaparía, no quería verse como alguien irresponsable.
No se negó a la dona que la chica le ofrecía, simplemente la tomo como si nada y sonrió nuevamente a la chica —Muchas gracias, déjame pagarte por ella. — comento mientras rebuscaba en sus bolcillos la cartera. Soltó una risa cuando esta pregunto que si tenía algo en el rostro y negando con el rostro respondió. —No, no hay nada en tu rostro, lo siento. Es un mal hábito mío. Así que tú también has sido llamada para ello, ya veo. Entonces el que nos encontráramos aquí solo fue una coincidencia… espera ¿luzco como un vagabundo?—pregunto sonriendo y señalándose una y otra vez mirando a la chica, ¿Cómo podía pensar eso? Se había bañado aquella mañana. Pero lo único que de verdad provoco su comentario fue que comenzara a reír de manera un poco ruidosa. Esta chica era demasiado graciosa. —Pero bueno es un gusto compañera. Por favor cuida de mi hoy —soltó mientras daba una pequeña inclinación con el rostro como se hacía en Inglaterra.
Al escuchar su última pregunta levanto el rostro al cielo. —No tenía idea de que ibas a los entrenamientos, solo deduje cosas a partir de que me despertaras. Por un momento creí que eras una alumna del shibusen enviada por shinigami para que me apresurara a los entrenamientos, debido a que en realidad estaba pensando en escaparme de ellos el día de hoy —. Soltó con naturalidad y después le vio con un rostro de culpa —. Pero no es que yo sea un irresponsable o algo similar, es solo que no me sentía con ánimos de entrenar a los chicos hoy, sabes he estado intentando descasar de la escuela o de las misiones, últimamente he tenido demasiado trabajo.
Levanto el rostro al cielo, en las ultimas misiones había tenido que ir con diferentes compañeros arma, no es que le molestase pero nunca terminaba de acoplarse a nadie, es cierto que debido a el entrenamiento que había tenido por años podía hacer una resonancia con prácticamente cualquier persona, después de todo Izaak podía moldear su alma de manera en que se acoplara a la de cualquier persona. Pero ese también era un problema, lo único que conseguía era que shinigami le ofreciera una y otra arma diferente cada vez para que estos pudieran entrenar y conocerse a sí mismos más y más, Izaak a veces se sentía como un recipiente. —Y dime, ¿te ofreciste o fuiste elegida de manera autoritaria por nuestro maestro? —Pregunto mientras comenzaba a andar hacia el shibusen, ahora con alguien más teniendo que ir no se escaparía, no quería verse como alguien irresponsable.
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Izaak Doors
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Pestañe un poco y ladee mi cabeza al escuchar la pregunta del chico ¿Por qué lo había despertado?... a decir verdad ni yo sabía las razones exactas que me llevaron a molestar al misterioso chico mientras descansaba.
—Pues… pensé que podías ser un vagabundo que descansaba en el parque y que podía atormentar o asustar a los niños — Dije aquello con un tono de sinceridad pero bromeando un poco mientras me encogía de hombros —Aunque también pensé que podrías estar ebrio o enfermo y necesitabas ayuda—Sonreí ante lo último como si fuera lo más normal del mundo aunque ni yo misma lo creyera del todo —Bueno… a decir verdad podría ser que también fuera movida un poco por intentar desviarme de mi camino y no llegar al entrenamiento… solo quizás un poco—Confesé susurrando lo último para volver mi mirada al pelinegro y reír ante su referencia a Shinigami-sama —O mejor dicho nos ganaríamos un merecido Shinigami-chop.
Mi sonrisa acabo en el momento en que el chico ofreció pagar la dona, siendo reemplazada por una expresión de disgusto fruncí ligeramente el ceño para volver a dirigirme a él negando con mi cabeza.
—¿No puedes aceptar algo por mera amabilidad? No creo haberte cobrado nada ni haberlo siquiera insinuado, así que olvídate de ello, no aceptaré nada… tómalo como mi buena acción del día— Proclamé para luego llevar mi mano a mi mentón pensativa— Ya veo… es un extraño habito —Dije para luego observarlo de pies a cabeza— Puede que un poco, tienes ese aire a vagabundo o gatito abandonado —Bromee para luego reír un poco— Bueno, quizás no… creía que eras un vagabundo por los extraños lugares que eliges para dormir — Sonreí para luego escuchar sus nuevas palabras y observarlo inclinarse —No, no.. Bueno… también es un gusto… No te preocupes cuidare de ti —Pronuncié aquellas palabras con algo de nerviosismo y sin saber que hacer imite su gesto.
Me incorporé al escuchar su nuevo relato, dedicándome a observarlo con curiosidad, podía entenderlo, yo había tenido pensamientos similares sobre la posibilidad de escapar.
—Está bien, tiene sentido… —Dije para luego abrir los ojos algo sorprendida ante su expresión de culpa— No tienes que darme explicaciones y creo es normal quieras descansar… yo también intente negarme y pensé en alguna forma de escapar de este entrenamiento y eso que de trabajo y misiones no he tenido mucho… por no decir casi nada en el último tiempo —Confesé soltando un resignado suspiro para luego bajar la mirada pensativa.
En los últimos meses me había negado o más bien dicho no había podido asistir a misiones ¿La razón? Acoplarme con algún técnico había sido más difícil de lo que pensaba que podría ser. No es como si buscara un compañero pero las misiones para un arma en solitario escaseaban y no podía seguir viviendo de la amabilidad de Shinigami-sama sin retribuirle de algún modo… además ¿Quién querría usar un arma mancha de sangre humana y entrenada por el enemigo? … solo sería una carga.
—¿Eh? —Las palabras del chico me sacaron de mis pensamientos, alce la vista y al verlo andar comencé a seguirlo por inercia, caminando a su lado — Ah… Emm… Definitivamente fue por elección autoritaria de Shinigami —Dije mientras recordaba el episodio de la mañana —Es más, me entere hace algunas pocas horas de mi participación en este entrenamiento… Pensándolo bien creo que debería deshacerme de todos los espejos y vidrios de mi cuarto quizás podría ahorrarme cosas como esta —Di mi idea de forma seria mirando hacia el frente para luego girarme a ver al chico —Si quieres puedo inventar alguna escusa por ti… no es necesario de que vayas, podría decir que te encontré enfermo en el camino y te envié a casa —Le sonreí mientras a lo lejos ya podía distinguir las escaleras de la imponente escuela.
—Una última duda… Eres ¿Técnico o arma? … apuesto por técnico
—Pues… pensé que podías ser un vagabundo que descansaba en el parque y que podía atormentar o asustar a los niños — Dije aquello con un tono de sinceridad pero bromeando un poco mientras me encogía de hombros —Aunque también pensé que podrías estar ebrio o enfermo y necesitabas ayuda—Sonreí ante lo último como si fuera lo más normal del mundo aunque ni yo misma lo creyera del todo —Bueno… a decir verdad podría ser que también fuera movida un poco por intentar desviarme de mi camino y no llegar al entrenamiento… solo quizás un poco—Confesé susurrando lo último para volver mi mirada al pelinegro y reír ante su referencia a Shinigami-sama —O mejor dicho nos ganaríamos un merecido Shinigami-chop.
Mi sonrisa acabo en el momento en que el chico ofreció pagar la dona, siendo reemplazada por una expresión de disgusto fruncí ligeramente el ceño para volver a dirigirme a él negando con mi cabeza.
—¿No puedes aceptar algo por mera amabilidad? No creo haberte cobrado nada ni haberlo siquiera insinuado, así que olvídate de ello, no aceptaré nada… tómalo como mi buena acción del día— Proclamé para luego llevar mi mano a mi mentón pensativa— Ya veo… es un extraño habito —Dije para luego observarlo de pies a cabeza— Puede que un poco, tienes ese aire a vagabundo o gatito abandonado —Bromee para luego reír un poco— Bueno, quizás no… creía que eras un vagabundo por los extraños lugares que eliges para dormir — Sonreí para luego escuchar sus nuevas palabras y observarlo inclinarse —No, no.. Bueno… también es un gusto… No te preocupes cuidare de ti —Pronuncié aquellas palabras con algo de nerviosismo y sin saber que hacer imite su gesto.
Me incorporé al escuchar su nuevo relato, dedicándome a observarlo con curiosidad, podía entenderlo, yo había tenido pensamientos similares sobre la posibilidad de escapar.
—Está bien, tiene sentido… —Dije para luego abrir los ojos algo sorprendida ante su expresión de culpa— No tienes que darme explicaciones y creo es normal quieras descansar… yo también intente negarme y pensé en alguna forma de escapar de este entrenamiento y eso que de trabajo y misiones no he tenido mucho… por no decir casi nada en el último tiempo —Confesé soltando un resignado suspiro para luego bajar la mirada pensativa.
En los últimos meses me había negado o más bien dicho no había podido asistir a misiones ¿La razón? Acoplarme con algún técnico había sido más difícil de lo que pensaba que podría ser. No es como si buscara un compañero pero las misiones para un arma en solitario escaseaban y no podía seguir viviendo de la amabilidad de Shinigami-sama sin retribuirle de algún modo… además ¿Quién querría usar un arma mancha de sangre humana y entrenada por el enemigo? … solo sería una carga.
—¿Eh? —Las palabras del chico me sacaron de mis pensamientos, alce la vista y al verlo andar comencé a seguirlo por inercia, caminando a su lado — Ah… Emm… Definitivamente fue por elección autoritaria de Shinigami —Dije mientras recordaba el episodio de la mañana —Es más, me entere hace algunas pocas horas de mi participación en este entrenamiento… Pensándolo bien creo que debería deshacerme de todos los espejos y vidrios de mi cuarto quizás podría ahorrarme cosas como esta —Di mi idea de forma seria mirando hacia el frente para luego girarme a ver al chico —Si quieres puedo inventar alguna escusa por ti… no es necesario de que vayas, podría decir que te encontré enfermo en el camino y te envié a casa —Le sonreí mientras a lo lejos ya podía distinguir las escaleras de la imponente escuela.
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Aria Clownlay
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
— ¿Atormentar a los niños? —se llevó una mano al corazón fingiendo como si le hubiera herido. —Esas criaturas me adoran para tu saber. —nuevamente sonrió, mostrando esa expresión de niño que pocas veces podía salir de su frente duro y algo autoritario. —Yo no tomo sabes, así que fingiré que solo dijiste enfermo, después de todo solo soy un niño —. Comento señalándose a sí mismo a tono de broma en todo momento. —Claro todos queremos huir de la responsabilidad todos los días del mundo. Porque ser responsable es malo —. Indico con seriedad pero un tono de broma demasiado obvio —. Bueno me temo que tengo que ir a atormentar a las criaturas un rato, ya sabes es el pasatiempo de este vagabundo para no ser castigado por shinigami-sama.
Escucho con atención la indignación de la chica, antes ya se lo habían dicho, según las propias palabras de shinigami tenía que comenzar a ser un poco más agradecido y recibir las cosas sin pensar que la otra persona esperaba algo a cambio. Esta chica se había molestado, al parecer la había ofendido de alguna manera pero para Izaak era extraño pues desde siempre fue criado con otro tipo de enseñanzas. —Lo siento si es que te ofendí, me quedare con la dona de forma humilde y no te daré nada a cambio porque así lo pides —. Su voz se iba haciendo cada vez más en un tono juguetón y risueño para que ella olvidara aquel episodio y solo se riera un poco. Cuando ella dijo lo del gatito abandonado la miro agachando un poco su rostro y agrandando los ojos para lucir como alguien adorable —. He sido abandonado, ¿podrías adoptarme? —seguía con el mismo tono bromista y juguetón.
No me excuso, solo no quiero que pienses que además de ser un vagabundo atormenta niños, también soy irresponsable y ocioso. —Comento mirándole como si estuviera muy ofendido cuando en realidad le causaba demasiada gracia cada teoría que ella decía.
Aunque yo me deshaga de todos los espejos o demás él siempre me llama al celular, no entiendo porque lo hace, bueno es obvio que porque nunca lo dejo en casa y es el único artefacto que tengo de aquí para allá, pero aun así. —Comento mirando hacia el cielo nuevamente, se estaba tornando un poco grisáceo, aquella era una mañana perfecta para pasarla en cama acurrucado por las mantas, después bajo el rostro y la escucho con un rostro lleno de estupefacción y comenzó a reír. —No es necesario gracias, acatare mi tarea con el mayor de los placeres y después iré a casa a invernar esperando que Shinigami me olvide por un par de meses.
Asintió y sonrió —. Así es soy técnico. Aunque eso solo hace que siempre me estén mandando a misiones con un montón de armas diferentes, sabes por una vez me gustaría hacer una conexión real, pero supongo que no es del todo posible. Es algo difícil poder llegar a conocer a una persona de forma tal que se pueda generar una conexión del todo real, en mi caso puedo acoplarme a la alma de cualquier persona, lo cual me hace un objetivo para shinigami haciéndome estar con todas las armas… —entonces callo por completo y miro a la chica mientras sus mejillas se coloraban el mínimo —. Qué vergüenza me la he pasado hablando de mi únicamente, lo siento.
Escucho con atención la indignación de la chica, antes ya se lo habían dicho, según las propias palabras de shinigami tenía que comenzar a ser un poco más agradecido y recibir las cosas sin pensar que la otra persona esperaba algo a cambio. Esta chica se había molestado, al parecer la había ofendido de alguna manera pero para Izaak era extraño pues desde siempre fue criado con otro tipo de enseñanzas. —Lo siento si es que te ofendí, me quedare con la dona de forma humilde y no te daré nada a cambio porque así lo pides —. Su voz se iba haciendo cada vez más en un tono juguetón y risueño para que ella olvidara aquel episodio y solo se riera un poco. Cuando ella dijo lo del gatito abandonado la miro agachando un poco su rostro y agrandando los ojos para lucir como alguien adorable —. He sido abandonado, ¿podrías adoptarme? —seguía con el mismo tono bromista y juguetón.
No me excuso, solo no quiero que pienses que además de ser un vagabundo atormenta niños, también soy irresponsable y ocioso. —Comento mirándole como si estuviera muy ofendido cuando en realidad le causaba demasiada gracia cada teoría que ella decía.
Aunque yo me deshaga de todos los espejos o demás él siempre me llama al celular, no entiendo porque lo hace, bueno es obvio que porque nunca lo dejo en casa y es el único artefacto que tengo de aquí para allá, pero aun así. —Comento mirando hacia el cielo nuevamente, se estaba tornando un poco grisáceo, aquella era una mañana perfecta para pasarla en cama acurrucado por las mantas, después bajo el rostro y la escucho con un rostro lleno de estupefacción y comenzó a reír. —No es necesario gracias, acatare mi tarea con el mayor de los placeres y después iré a casa a invernar esperando que Shinigami me olvide por un par de meses.
Asintió y sonrió —. Así es soy técnico. Aunque eso solo hace que siempre me estén mandando a misiones con un montón de armas diferentes, sabes por una vez me gustaría hacer una conexión real, pero supongo que no es del todo posible. Es algo difícil poder llegar a conocer a una persona de forma tal que se pueda generar una conexión del todo real, en mi caso puedo acoplarme a la alma de cualquier persona, lo cual me hace un objetivo para shinigami haciéndome estar con todas las armas… —entonces callo por completo y miro a la chica mientras sus mejillas se coloraban el mínimo —. Qué vergüenza me la he pasado hablando de mi únicamente, lo siento.
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Izaak Doors
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Intente contener la risa ante las palabras del pelinegro sin mucho éxito, hace bastante tiempo que no me distraía de aquella forma, y mucho menos pensé en hacerlo con un extraño. Lo mire aun con una sonrisa en el rostro.
—Perdone por dejar el derecho a duda… ¡Pero ahora en el mundo en el que estamos se debe dudar de todo!— Llevé una de mis manos a mi rostro simulando como que secaba una imaginaria lagrima con dramatismo —En mis tiempo los niños solo jugaban en la calle… ahora… Las bebidas alcohólicas y comportamientos inapropiados son pan de cada día… ¡Lamento haber dudado de una alma tan pura e inocente como la suya! —Exclame entre risas para luego observarlo— Cierto, las responsabilidades son la base de la maldad de este mundo… y yo también debo hacer eso, soy toda una torturadora — Dije mientras intentaba hacer mi mejor expresión de maldad.
Alce una de mis cejas al escuchar el intento de disculpas y aceptación a mi dona ofrecida, solté un suspiro para luego hacer un ligero gesto con mi mano restándole importancia al asunto
—No me ofendiste… y no lo digas de esa forma que parece una transacción, solo olvidémoslo ¿Si? —Dibuje una sonrisa para luego volver a dirigirme a él —¿No estás acostumbrado a los actos de amabilidad, no? —Mi pregunta fue interrumpida con la nueva expresión del chico, expresión que sinceramente no me esperaba y la produjo que volviera a reír sin poder evitarlo —Claro, claro… —Dije bromeando mientras le revolvía un poco sus negros cabellos—Ah… perdón por eso. —Dije algo avergonzada para luego desviar un poco la mirada.
Volví la vista hacia él para luego sonreír divertida, lleve una de mis manos a mi mentón para luego verlo pensativa.
—Nah, ahora solo pienso que eres un gato abandonado ocioso e irresponsable —Respondí bromeando para luego cruzarme de brazos ante su comentario de Shinigami— Es por eso mismo que yo no tengo ese odioso aparato… pero a compensación de eso nuestro querido director siempre consigue llamarme a través de los vidrios — Agregue para luego seguir la vista del chico y observar el cielo — Espero que llueva…—Solté de la nada para luego asentir con la cabeza —Pero luego no te quejes, yo te ofrecí una vía de escape… para ti y los pobres novatos que entrenaras, de todos modos espero que sus deseos —Dije lo último con sinceridad.
Continúe caminando y cuando el chico volvió a hablar lo observe de lado con curiosidad, había acertado, mas sus palabras me dejaron algo pensativa.
—¿Qué es una conexión real?... Yo solo recuerdo haber sido usada por una persona con la que podría considerar que nuestra resonancia fuera efectiva… pero eso no significaba que fuera de mi agrado… es más podría decir que lo odiaba —Dije con seriedad para luego mirar el cielo—Creo soy lo contrario a ti, no puedo acoplarme bien ni con facilidad a los técnicos por lo que mis misiones son escasas y suelo ir en solitario — Relate para subir el primer escalón que llevaba a Shibusen para luego girarme a verlo quedando ahora más alta que él —Por como lo has dicho casi fue como que me confesaras que eres un gigolo de las armas —Sonreí con malicia bromeando un poco para quitarle seriedad a aquel asunto —No te preocupes, yo fui la que pregunto en primer lugar, me alegra me hayas contestado —Dije para luego comenzar a subir —¿Vamos bien en la hora, verdad?... si llegamos tarde realmente nos ganaremos un Shinigami-chop
—Perdone por dejar el derecho a duda… ¡Pero ahora en el mundo en el que estamos se debe dudar de todo!— Llevé una de mis manos a mi rostro simulando como que secaba una imaginaria lagrima con dramatismo —En mis tiempo los niños solo jugaban en la calle… ahora… Las bebidas alcohólicas y comportamientos inapropiados son pan de cada día… ¡Lamento haber dudado de una alma tan pura e inocente como la suya! —Exclame entre risas para luego observarlo— Cierto, las responsabilidades son la base de la maldad de este mundo… y yo también debo hacer eso, soy toda una torturadora — Dije mientras intentaba hacer mi mejor expresión de maldad.
Alce una de mis cejas al escuchar el intento de disculpas y aceptación a mi dona ofrecida, solté un suspiro para luego hacer un ligero gesto con mi mano restándole importancia al asunto
—No me ofendiste… y no lo digas de esa forma que parece una transacción, solo olvidémoslo ¿Si? —Dibuje una sonrisa para luego volver a dirigirme a él —¿No estás acostumbrado a los actos de amabilidad, no? —Mi pregunta fue interrumpida con la nueva expresión del chico, expresión que sinceramente no me esperaba y la produjo que volviera a reír sin poder evitarlo —Claro, claro… —Dije bromeando mientras le revolvía un poco sus negros cabellos—Ah… perdón por eso. —Dije algo avergonzada para luego desviar un poco la mirada.
Volví la vista hacia él para luego sonreír divertida, lleve una de mis manos a mi mentón para luego verlo pensativa.
—Nah, ahora solo pienso que eres un gato abandonado ocioso e irresponsable —Respondí bromeando para luego cruzarme de brazos ante su comentario de Shinigami— Es por eso mismo que yo no tengo ese odioso aparato… pero a compensación de eso nuestro querido director siempre consigue llamarme a través de los vidrios — Agregue para luego seguir la vista del chico y observar el cielo — Espero que llueva…—Solté de la nada para luego asentir con la cabeza —Pero luego no te quejes, yo te ofrecí una vía de escape… para ti y los pobres novatos que entrenaras, de todos modos espero que sus deseos —Dije lo último con sinceridad.
Continúe caminando y cuando el chico volvió a hablar lo observe de lado con curiosidad, había acertado, mas sus palabras me dejaron algo pensativa.
—¿Qué es una conexión real?... Yo solo recuerdo haber sido usada por una persona con la que podría considerar que nuestra resonancia fuera efectiva… pero eso no significaba que fuera de mi agrado… es más podría decir que lo odiaba —Dije con seriedad para luego mirar el cielo—Creo soy lo contrario a ti, no puedo acoplarme bien ni con facilidad a los técnicos por lo que mis misiones son escasas y suelo ir en solitario — Relate para subir el primer escalón que llevaba a Shibusen para luego girarme a verlo quedando ahora más alta que él —Por como lo has dicho casi fue como que me confesaras que eres un gigolo de las armas —Sonreí con malicia bromeando un poco para quitarle seriedad a aquel asunto —No te preocupes, yo fui la que pregunto en primer lugar, me alegra me hayas contestado —Dije para luego comenzar a subir —¿Vamos bien en la hora, verdad?... si llegamos tarde realmente nos ganaremos un Shinigami-chop
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Aria Clownlay
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
La escuchaba atentamente y sonreía amable asintiendo a sus comentarios, hasta que hizo aquello, ella le había revuelto el cabello, en realidad no le molestaba pero aquel toque había sido extraño por lo cual levanto el rostro un poco y la miro, ella puso un rostro serio avergonzada, por lo cual aprovecho y sonrió. – ¡Oye tenía un peinado de salón! Ahora debes pagarme por él. –señalo su cabeza y después sonrió palmeando suavemente la cabeza de la chica y sonriendo para ella. –Descuida, me gusta que tengamos la confianza a tal extremo, así podre hacer que hagas todo lo del entrenamiento.
Continuo caminando y al escuchar su risa se volvió a ella –Un gato adorable ocioso e irresponsable, en serio no olvides lo adorable. –observo las escaleras del shibusen, en serio no estaba del todo animado por ir a los entrenamientos, después de todo no había muchas cosas que hacer porque quienes estaba ahí era los de primer año, enseñar desde el inicio. Aquello era tan terriblemente aburrido, más cuando los chicos se estresaban por no poder convertirse en arma, muchos de ellos tenía después muchas recaídas por no poder hacerlo. –Sabes si tomara tu oferta y escapara entonces ¿Qué opinión te daría de mí? –puso un rostro de miedo y después sonrió.
Cuando la escucho por alguna razón tomo su mano y la detuvo un momento mirándola fijamente. –Sabes, yo debería de decirte que no importa si alguna vez acoplaste tu alma a la de alguien más, hasta que no te sientas realmente cómoda con una persona entonces no abras hecho una verdadera conexión. –soltó su mano y después sonrió para ella de manera amable. –Aunque si no te has acoplado a nadie más, eso es porque no me habías conocido antes. –Sonrió de manera altanera y sonrió de medio lado únicamente para poder hacer reír un momento a la chica.
Asintió y la miro sonriendo. –Sí, soy un gigolo de armas, pero no lo veas tan de esa manera, yo solo soy quien los estrena… Oh por dios eso suena aun peor que lo del gigolo –comento revolviéndose el cabello nervioso y después la miro subiendo mientras preguntaba por la hora, pero por aluna razón era como si se hubiera quedado embobado con las palabras de la chica, después de eso comenzó a caminar, saltar mejor dicho las escaleras hasta quedar nuevamente frente a ella. –solo una última cosa antes de que comencemos con los entrenamientos y demás, Aria. –dijo por primera vez su nombre y le sonrió. –Cuando estemos ahí adentro, más te vale no estorbarme. –Dijo de manera infantil y casi hecho a correr hacia el campo de entrenamientos. – ¡Por cierto, ya es demasiado tarde! -Grito mientras corría con el teléfono en la mano y riendo como un niño pequeño.
Continuo caminando y al escuchar su risa se volvió a ella –Un gato adorable ocioso e irresponsable, en serio no olvides lo adorable. –observo las escaleras del shibusen, en serio no estaba del todo animado por ir a los entrenamientos, después de todo no había muchas cosas que hacer porque quienes estaba ahí era los de primer año, enseñar desde el inicio. Aquello era tan terriblemente aburrido, más cuando los chicos se estresaban por no poder convertirse en arma, muchos de ellos tenía después muchas recaídas por no poder hacerlo. –Sabes si tomara tu oferta y escapara entonces ¿Qué opinión te daría de mí? –puso un rostro de miedo y después sonrió.
Cuando la escucho por alguna razón tomo su mano y la detuvo un momento mirándola fijamente. –Sabes, yo debería de decirte que no importa si alguna vez acoplaste tu alma a la de alguien más, hasta que no te sientas realmente cómoda con una persona entonces no abras hecho una verdadera conexión. –soltó su mano y después sonrió para ella de manera amable. –Aunque si no te has acoplado a nadie más, eso es porque no me habías conocido antes. –Sonrió de manera altanera y sonrió de medio lado únicamente para poder hacer reír un momento a la chica.
Asintió y la miro sonriendo. –Sí, soy un gigolo de armas, pero no lo veas tan de esa manera, yo solo soy quien los estrena… Oh por dios eso suena aun peor que lo del gigolo –comento revolviéndose el cabello nervioso y después la miro subiendo mientras preguntaba por la hora, pero por aluna razón era como si se hubiera quedado embobado con las palabras de la chica, después de eso comenzó a caminar, saltar mejor dicho las escaleras hasta quedar nuevamente frente a ella. –solo una última cosa antes de que comencemos con los entrenamientos y demás, Aria. –dijo por primera vez su nombre y le sonrió. –Cuando estemos ahí adentro, más te vale no estorbarme. –Dijo de manera infantil y casi hecho a correr hacia el campo de entrenamientos. – ¡Por cierto, ya es demasiado tarde! -Grito mientras corría con el teléfono en la mano y riendo como un niño pequeño.
Última edición por Izaak Doors el Jue Ago 20, 2015 4:04 pm, editado 1 vez
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Izaak Doors
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Miré al pelinegro intentando imitar una mueca de terror cuando señalo que debía pagar por su “peinado de salón”, la verdad es que fuera de todo tipo de broma estaba literalmente en la quiebra, es decir… sin misiones no hay paga… sin paga no hay dinero… sin dinero mi billetera lloraba sangre.
— Como te atreves a cobrarle a esta pobre alma en quiebra… yo, que te apoye en tus peores momentos de hambruna… deberías sentirte avergonzado — Dije con dramatismo siendo esta vez yo la que se llevaba una mano al pecho simulando estar herida, mas su tacto en mi cabeza detuvo mi actuación. Lo miré algo asombrada para luego al escuchar sus palabras inflar las mejillas y fruncir ligeramente el ceño — Te estas aprovechando — Intente sonar molesta sin mucho éxito para luego sonreír y golpearlo levemente en el brazo de forma amistosa. —Ya veremos quién es el que termina realizando todo el trabajo, además ¿Quién te tiene confianza? Aun estas a prueba… es decir solo eres el vagabundo que recogí en el parque —Bromee para luego mirar al frente.
—¿Adorable? ¿Dónde? — Pregunte buscando con la mirada algo inexistente —Yo no veo nada como lo que acabas de describir — Dije sin mirarlo para continuar su paso pero me detuve unos segundos al escuchar la extraña pregunta del chico acompañada de su expresión, medité unos segundos para luego simplemente esbozar una ligera sonrisa —¿Opinión? ¿Realmente importa lo que pienso? Eso es nuevo… pues veamos… creo que ya había quedado claro, si te vas o to te vas seguirás siendo el gato abandonado ocioso e irresponsable —Respondí sin más para luego observarlo — Aun es muy pronto como para formarme una opinión de ti, si lo hiciera seria juzgar a la ligera pero de momento me agradas — Confesé con sinceridad en un tono más neutral para luego retomar el camino.
Mis pasos fueron interrumpidos cuando la mano del chico atrapo la mía obligándome a detenerme, me giré para luego posar mis ojos en los suyos y observarlo con curiosidad — Entonces nunca he hecho una verdadera conexión— Di como resolución sonriendo de forma amable agradeciéndole mentalmente el gesto de empatía, expresión que duro poco puesto que casi inmediatamente el pelinegro volvió a salir con otra broma — Claro, claro… como no— Dije soltando una pequeña risa sincera —¿Quién sabe? … tal vez podrías tener razón… aunque lo más probable es que no y tú confianza te esté traicionando.
Guarde silencio mientras el chico volvía a hablar intentando defender su postura como gigolo de armas mas tuve que contener una pequeña risa cuando termino su explicación —Si… sonó algo mal … No sabía eras el que “estrenas” a los nuevos —Me burlé un poco para luego seguirlo con la vista. Subió algunos escalones quedando frente a mí, lo observe con curiosidad sin entender a qué se refería— Habla, Izaak — Dije pronunciando su nombre siguiéndole el juego hasta que recibí aquel sorpresivo e infantil reto —¡Ya verás quien es el que estorba a quien! ¡Vuelve aquí! —Exclame mientras comenzaba a seguirlo escaleras arriba corriendo a mi máxima velocidad —¡Noo! ¡Si llegamos tarde será tu responsabilidad! –Dije mientras observaba la pantalla del móvil con la hora en el— ¡Serás el que reciba el primer golpe! –Finalice para luego seguir subiendo con el objetivo de pasarlo y ser la primera en llegar a la cima.
— Como te atreves a cobrarle a esta pobre alma en quiebra… yo, que te apoye en tus peores momentos de hambruna… deberías sentirte avergonzado — Dije con dramatismo siendo esta vez yo la que se llevaba una mano al pecho simulando estar herida, mas su tacto en mi cabeza detuvo mi actuación. Lo miré algo asombrada para luego al escuchar sus palabras inflar las mejillas y fruncir ligeramente el ceño — Te estas aprovechando — Intente sonar molesta sin mucho éxito para luego sonreír y golpearlo levemente en el brazo de forma amistosa. —Ya veremos quién es el que termina realizando todo el trabajo, además ¿Quién te tiene confianza? Aun estas a prueba… es decir solo eres el vagabundo que recogí en el parque —Bromee para luego mirar al frente.
—¿Adorable? ¿Dónde? — Pregunte buscando con la mirada algo inexistente —Yo no veo nada como lo que acabas de describir — Dije sin mirarlo para continuar su paso pero me detuve unos segundos al escuchar la extraña pregunta del chico acompañada de su expresión, medité unos segundos para luego simplemente esbozar una ligera sonrisa —¿Opinión? ¿Realmente importa lo que pienso? Eso es nuevo… pues veamos… creo que ya había quedado claro, si te vas o to te vas seguirás siendo el gato abandonado ocioso e irresponsable —Respondí sin más para luego observarlo — Aun es muy pronto como para formarme una opinión de ti, si lo hiciera seria juzgar a la ligera pero de momento me agradas — Confesé con sinceridad en un tono más neutral para luego retomar el camino.
Mis pasos fueron interrumpidos cuando la mano del chico atrapo la mía obligándome a detenerme, me giré para luego posar mis ojos en los suyos y observarlo con curiosidad — Entonces nunca he hecho una verdadera conexión— Di como resolución sonriendo de forma amable agradeciéndole mentalmente el gesto de empatía, expresión que duro poco puesto que casi inmediatamente el pelinegro volvió a salir con otra broma — Claro, claro… como no— Dije soltando una pequeña risa sincera —¿Quién sabe? … tal vez podrías tener razón… aunque lo más probable es que no y tú confianza te esté traicionando.
Guarde silencio mientras el chico volvía a hablar intentando defender su postura como gigolo de armas mas tuve que contener una pequeña risa cuando termino su explicación —Si… sonó algo mal … No sabía eras el que “estrenas” a los nuevos —Me burlé un poco para luego seguirlo con la vista. Subió algunos escalones quedando frente a mí, lo observe con curiosidad sin entender a qué se refería— Habla, Izaak — Dije pronunciando su nombre siguiéndole el juego hasta que recibí aquel sorpresivo e infantil reto —¡Ya verás quien es el que estorba a quien! ¡Vuelve aquí! —Exclame mientras comenzaba a seguirlo escaleras arriba corriendo a mi máxima velocidad —¡Noo! ¡Si llegamos tarde será tu responsabilidad! –Dije mientras observaba la pantalla del móvil con la hora en el— ¡Serás el que reciba el primer golpe! –Finalice para luego seguir subiendo con el objetivo de pasarlo y ser la primera en llegar a la cima.
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Aria Clownlay
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Claro que importa lo que piensas, así como lo que dice cada persona en este basto mundo. Porque eres alguien importante para alguna persona así que para esa persona tu opinión es importante, por ejemplo. –la miro y sonrió. –Para mí en este momento exacto tu opinión es importante, y créeme algún día harás una conexión real, con la persona que menos lo esperes, tal vez incluso con un gigolo de armas como yo. –Comento riendo y sonriendo para ella, pero apresurando el paso porque ya era demasiado tarde.
Sonreía mientras corría con rapidez lejos de Aria, quería dejarla muy atrás por el momento solo por reír. Lo que pasaba por su cabeza era totalmente otro mundo, las palabras de la chica se habían metido en su mente, no podía dejar de pensar en lo que debería decir, ¿realmente tenía que decir algo? Simplemente quería poder distraer la mente de la chica y despejar su cabeza, seguro que por mucho tiempo se había sentido de aquella forma, el mismo se había sentido así, después de todo. Pero aquellos arremolinan pensamientos que embargaban su mente comenzaron a desaparecer cuando observo el campo de entrenamiento.
Ahí, formados en filas de 7 personas en cada fila estaban los estudiantes, un montón de gente estaba también ahí, aquellos a quienes el shinigami había llamado, después de todo no podrían solos con más de media escuela ¿Pero qué estaba pasando aquella tarde? Se quedó ahí parado esperando por que Aria sin apartar sus ojos de todos los estudiantes ahí formados. Una vez que Aria se puso a su lado la miro con ojos llenos de sorpresa. –Dime por favor que esto es recién la presentación y que después los van a separar por grupos. No puedo imaginarme teniendo a más de 100 estudiantes solo para nosotros. –Comento mientras tragaba con fuerza, no es que no se sintiera confiado de hacerlo, pero el problema real era que no tenía la paciencia suficiente para demasiado estudiantes, desde siempre a pesar de ser alguien trabajador, amable, sabía que muy en el fondo seguía siendo un niño demasiado malcriado como para tratar con todos aquellos.
Después de todo creo que si aceptare tu oferta de irme de aquí y que me cubras por favor. –comento mientras volteaba a ver a Aria no muy convencido de su intento de broma, de haber sabido que todo terminaría así jamás hubiera declinado la oferta de la rubia, pero ahora ya era demasiado tarde. Volvió a caminar a paso lento hacia los demás estudiantes, poco a poco pudo notar como estos posaban sus miradas en ellos de forma aburrida, comenzó a escanear el alma de todos y cada uno de ellos, en definitiva no todos eran armas, así que probablemente el número se reduciría por lo menos la mitad de todos aquellos estudiantes. Aunque no estaba del todo confiado.
Sonreía mientras corría con rapidez lejos de Aria, quería dejarla muy atrás por el momento solo por reír. Lo que pasaba por su cabeza era totalmente otro mundo, las palabras de la chica se habían metido en su mente, no podía dejar de pensar en lo que debería decir, ¿realmente tenía que decir algo? Simplemente quería poder distraer la mente de la chica y despejar su cabeza, seguro que por mucho tiempo se había sentido de aquella forma, el mismo se había sentido así, después de todo. Pero aquellos arremolinan pensamientos que embargaban su mente comenzaron a desaparecer cuando observo el campo de entrenamiento.
Ahí, formados en filas de 7 personas en cada fila estaban los estudiantes, un montón de gente estaba también ahí, aquellos a quienes el shinigami había llamado, después de todo no podrían solos con más de media escuela ¿Pero qué estaba pasando aquella tarde? Se quedó ahí parado esperando por que Aria sin apartar sus ojos de todos los estudiantes ahí formados. Una vez que Aria se puso a su lado la miro con ojos llenos de sorpresa. –Dime por favor que esto es recién la presentación y que después los van a separar por grupos. No puedo imaginarme teniendo a más de 100 estudiantes solo para nosotros. –Comento mientras tragaba con fuerza, no es que no se sintiera confiado de hacerlo, pero el problema real era que no tenía la paciencia suficiente para demasiado estudiantes, desde siempre a pesar de ser alguien trabajador, amable, sabía que muy en el fondo seguía siendo un niño demasiado malcriado como para tratar con todos aquellos.
Después de todo creo que si aceptare tu oferta de irme de aquí y que me cubras por favor. –comento mientras volteaba a ver a Aria no muy convencido de su intento de broma, de haber sabido que todo terminaría así jamás hubiera declinado la oferta de la rubia, pero ahora ya era demasiado tarde. Volvió a caminar a paso lento hacia los demás estudiantes, poco a poco pudo notar como estos posaban sus miradas en ellos de forma aburrida, comenzó a escanear el alma de todos y cada uno de ellos, en definitiva no todos eran armas, así que probablemente el número se reduciría por lo menos la mitad de todos aquellos estudiantes. Aunque no estaba del todo confiado.
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Izaak Doors
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Sonreí ampliamente ante las palabras del chico un poco conmovida por sus palabras pero son poder evitar mirarlo con algo de tristeza dudando de ello —Me pregunto si eso se aplica a mi caso…—Murmure más para mí misma que para que el pelinegro— Gracias… yo también lo espero... y ojala que tu también lo encuentres—Dije con sinceridad para luego sacudir mi cabeza para quitar aquellos recuerdos del pasado que amenazaban con volver— Aunque no es como si lo buscara, no me quejo del todo de mi soledad… Además no estoy tan segura de querer que sea con un gigolo, es decir ¿Tener que competir todo el tiempo porque me elija? —Negué con la cabeza volviendo a bromear para quitar algo de seriedad al tema— Creo es demasiado para mí.—Dije para luego volver a correr y no detenerme hasta que estuve finalmente en la cima, enfocando mi mente en intentar alcanzar a Izaak.
Llegue corriendo al campo de entrenamiento después del chico, sin fijarme mucho en mi entorno me posicione a su lado y puse una de mis manos en su hombro.
—Eres más rápido de lo que pareces… la próxima vez yo seré quien…—Mis palabras se vieron interrumpidas cuando al alzar la vista y ver el campo me di cuenta en la cantidad de novatos que había —Debe ser una broma…— Mire a mi alrededor, para mi alivio había más personas que probablemente fueran “tutores” como nosotros… era imposible que nosotros nos tuviéramos que hacer cargo de todo ¿Verdad?
Miré a Izaak cuando volvió a dirigirme la palabra, negué con la cabeza y lo mire con algo de confusión para que comprendiese que probablemente yo estuviera igual de impresionada que él, esto realmente no me lo había esperado.
—Yo también espero eso… no es posible que tengamos que lidiar con todos ¿Cierto? –Sonreí algo nerviosa, solo imaginar tener que enseñarles a cada uno las nociones básicas de la transformación me cansaba… es más estaba casi segura que no alcanzaría a ayudarlos a todos además de que hablar con tanto público nunca había sido uno de mis puntos fuertes. Volví a dirigir mi mirada al pelinegro buscando algo de apoyo, pero su expresión tampoco ayudaba… al parecer estaba igual de incomodo con la situación que yo sumándole sus propios problemas.
Abrí los ojos con terror al escuchar que aceptaba mi antigua propuesta, el solo imaginar estar con todos ellos sin apoyo era una tortura. En un rápido movimiento atrape uno de sus brazos para evitar que se moviera de su lugar.
—¡Ya no existe ninguna oferta!¡Acaba de expirar! Lo siento es muy tarde… No me dejaras sola con todos ellos —Agregue con rapidez para luego susurrar las últimas palabras.
Me quede en mi lugar cuando Izaak comenzó a caminar y observar a los novatos, al parecer analizándolos, aproveche esto para ir luego en dirección contraria y hacer lo mismo. Probablemente estuvieran mezclados, armas y técnicos… esperaba que fueran más técnicos que arma o en su defecto en igual cantidad para no tener tanto trabajo.
—Sera una larga tarde…—suspire con cansancio mientras me quede quieta esperando las instrucciones.
Llegue corriendo al campo de entrenamiento después del chico, sin fijarme mucho en mi entorno me posicione a su lado y puse una de mis manos en su hombro.
—Eres más rápido de lo que pareces… la próxima vez yo seré quien…—Mis palabras se vieron interrumpidas cuando al alzar la vista y ver el campo me di cuenta en la cantidad de novatos que había —Debe ser una broma…— Mire a mi alrededor, para mi alivio había más personas que probablemente fueran “tutores” como nosotros… era imposible que nosotros nos tuviéramos que hacer cargo de todo ¿Verdad?
Miré a Izaak cuando volvió a dirigirme la palabra, negué con la cabeza y lo mire con algo de confusión para que comprendiese que probablemente yo estuviera igual de impresionada que él, esto realmente no me lo había esperado.
—Yo también espero eso… no es posible que tengamos que lidiar con todos ¿Cierto? –Sonreí algo nerviosa, solo imaginar tener que enseñarles a cada uno las nociones básicas de la transformación me cansaba… es más estaba casi segura que no alcanzaría a ayudarlos a todos además de que hablar con tanto público nunca había sido uno de mis puntos fuertes. Volví a dirigir mi mirada al pelinegro buscando algo de apoyo, pero su expresión tampoco ayudaba… al parecer estaba igual de incomodo con la situación que yo sumándole sus propios problemas.
Abrí los ojos con terror al escuchar que aceptaba mi antigua propuesta, el solo imaginar estar con todos ellos sin apoyo era una tortura. En un rápido movimiento atrape uno de sus brazos para evitar que se moviera de su lugar.
—¡Ya no existe ninguna oferta!¡Acaba de expirar! Lo siento es muy tarde… No me dejaras sola con todos ellos —Agregue con rapidez para luego susurrar las últimas palabras.
Me quede en mi lugar cuando Izaak comenzó a caminar y observar a los novatos, al parecer analizándolos, aproveche esto para ir luego en dirección contraria y hacer lo mismo. Probablemente estuvieran mezclados, armas y técnicos… esperaba que fueran más técnicos que arma o en su defecto en igual cantidad para no tener tanto trabajo.
—Sera una larga tarde…—suspire con cansancio mientras me quede quieta esperando las instrucciones.
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Aria Clownlay
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Seguía avanzando a paso lento frente a todos los estudiantes y después camino hacia donde se encontraban los demás consejeros mirándolos a todos, conocía a dos o tres personas y una de los consejeros había sido en alguna ocasión su compañera para diferentes misiones que se les habían encomendado de clase A se inclinó ante todos y después tomo un archivo que la misma le entregaba.
-¡Hola Iza! –soltó la chica de cabellos teñidos de rosa mientras se abalanzaba al cuello del Izaak quien no solo no le prestó atención si no que con ella colgando de su cuello se acercó nuevamente a Aria y le sonrió.
-Aria, nos hemos librado solo son treinta y dos armas, los demás son todos técnicos ¿no es genial? Al parecer y según este archivo tu y yo trabajaremos juntos completamente, eso es fabuloso ¿no lo crees? –el pelinegro sonreía para Aria a pesar de tener a la pequeña rosadita colgando de su cuello sin zafarse y tratando de llamar su atención, pero por alguna razón Izaak no podía prestarle atención debido a que Aria estaba con él, ella le había agradado demasiado y sinceramente se sentía cómodo a su lado. Después de un momento mientras le tendía los papeles a Aria para que esta los viera se volteo hacia la chica y sonrió quitándosela de encima con suavidad. –No, no, sempai usted tiene que ir con el grupo de los técnicos, ande, ande –le dijo a la chica quien lo volteo a ver con ojos llenos de ternura y después lanzo una mirada un poco molesta a Aria pero lo dejo pasar marchándose de ahí.
Siento a la escandalosa sempai que estuvo aquí hace un momento, es solo que ella no sabe controlarse algunas ocasiones. ¿Entonces nos dividimos quince y quince? –pregunto Izaak aun sonriendo, el hecho de que no tendría que entrenar a todo el ejercito que había visto le dio muchísimos ánimos, ahora realmente pensaba en divertirse y molestar en lo que restaba del día a Aria. Volvió a leer la lista ahí estaban los nombres de todos los chicos que estarían entrenando el día de hoy, después escucho como otro de los concejeros de esa mañana pedía el orden a todo el mundo, por lo cual Izaak camino y se posiciono en la fila de los concejeros observando al frente mientras estos daban las instrucciones a seguir. Los técnicos se irían al segundo patio y las armas se quedarían ahí, y dejarían por completo a Aria e Izaak a cargo de ellos. El miro a los chicos quienes les miraban con curiosidad y sonrió amable aunque solo eso, las expresiones tendría que comenzar a controlarlas, pues no podía dejar que todos vieran como era el en realidad.
Avanzo y comenzó a decir nombres al azar sin siquiera ver a Aria, dijo exactamente 15 nombres y después sonrió. –Los nombres que acabo de decir tienen suerte, estarán conmigo lo que significa que progresaran más rápido que todos los demás. –dijo sonriente pero aun hablando en broma, después camino hacia un lado del patio. –Por favor únanse cerca mío, los demás pueden ir con ella. –Comento señalando a Aria, al tiempo que se acercaba el también. –Por favor no me entorpezcas, el que haga que aprendan más gana y el perdedor paga la comida ¿Qué dices? –Su tono sonaba infantil y aún tenía una sonrisa en el rostro mientras miraba a la chica a la espera de su respuesta.
-¡Hola Iza! –soltó la chica de cabellos teñidos de rosa mientras se abalanzaba al cuello del Izaak quien no solo no le prestó atención si no que con ella colgando de su cuello se acercó nuevamente a Aria y le sonrió.
-Aria, nos hemos librado solo son treinta y dos armas, los demás son todos técnicos ¿no es genial? Al parecer y según este archivo tu y yo trabajaremos juntos completamente, eso es fabuloso ¿no lo crees? –el pelinegro sonreía para Aria a pesar de tener a la pequeña rosadita colgando de su cuello sin zafarse y tratando de llamar su atención, pero por alguna razón Izaak no podía prestarle atención debido a que Aria estaba con él, ella le había agradado demasiado y sinceramente se sentía cómodo a su lado. Después de un momento mientras le tendía los papeles a Aria para que esta los viera se volteo hacia la chica y sonrió quitándosela de encima con suavidad. –No, no, sempai usted tiene que ir con el grupo de los técnicos, ande, ande –le dijo a la chica quien lo volteo a ver con ojos llenos de ternura y después lanzo una mirada un poco molesta a Aria pero lo dejo pasar marchándose de ahí.
Siento a la escandalosa sempai que estuvo aquí hace un momento, es solo que ella no sabe controlarse algunas ocasiones. ¿Entonces nos dividimos quince y quince? –pregunto Izaak aun sonriendo, el hecho de que no tendría que entrenar a todo el ejercito que había visto le dio muchísimos ánimos, ahora realmente pensaba en divertirse y molestar en lo que restaba del día a Aria. Volvió a leer la lista ahí estaban los nombres de todos los chicos que estarían entrenando el día de hoy, después escucho como otro de los concejeros de esa mañana pedía el orden a todo el mundo, por lo cual Izaak camino y se posiciono en la fila de los concejeros observando al frente mientras estos daban las instrucciones a seguir. Los técnicos se irían al segundo patio y las armas se quedarían ahí, y dejarían por completo a Aria e Izaak a cargo de ellos. El miro a los chicos quienes les miraban con curiosidad y sonrió amable aunque solo eso, las expresiones tendría que comenzar a controlarlas, pues no podía dejar que todos vieran como era el en realidad.
Avanzo y comenzó a decir nombres al azar sin siquiera ver a Aria, dijo exactamente 15 nombres y después sonrió. –Los nombres que acabo de decir tienen suerte, estarán conmigo lo que significa que progresaran más rápido que todos los demás. –dijo sonriente pero aun hablando en broma, después camino hacia un lado del patio. –Por favor únanse cerca mío, los demás pueden ir con ella. –Comento señalando a Aria, al tiempo que se acercaba el también. –Por favor no me entorpezcas, el que haga que aprendan más gana y el perdedor paga la comida ¿Qué dices? –Su tono sonaba infantil y aún tenía una sonrisa en el rostro mientras miraba a la chica a la espera de su respuesta.
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Izaak Doors
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Me quede unos momentos a observar a los novatos, sus rostros jóvenes reflejaban una gama de emociones deferentes posiblemente propias de cada personalidad, algunos me miraban con duda, otros solo observaban su entorno sin mayor interés, algunos por otro lado parecían felices y denotaban confianza. ¿Todos querrían ser parte del Shibusen? , Las armas, ¿Cómo se abran enterado de que poseían esa habilidad?, su familia, ¿Los abran apoyado?... realmente esperaba que sí.
Busqué a Izaak con la mirada, cuando finalmente pude dar con él se encontraba entre los demás consejeros designado por Shinigami-sama, me quede en mi posición sin acercarme… a decir verdad reconocía cada uno de los rostros que rodeaban al pelinegro, habían sido mis compañeros de clase o los había visto en los pasillos más nunca había hablado con ellos, por lo que para ahorrarme el momento incomodo preferí confiar en que el chico me contaría luego la actividades planeadas para el día.
Para mi suerte y agradeciéndoselo mentalmente mi predicción anterior se hizo realidad y el pelinegro de acerco a mí con unos archivos en su mano y con una extraña chica colgando al cuello…. Una pelirosa colgando al cuello… y el parecía pasar completamente de este hecho, no pude evitar alzar una de mis cejas y observarlo con curiosidad.
—Tal vez sea gigolo en más del sentido de técnico —Murmure para mí misma pensando que quizás luego podría molestarlo con ello.
Sonreí cuando llego a mi lado y me quede observando a la chica unos segundos para luego volver mi vista a su rostro para escuchar sus palabras. Aumente mi sonrisa viéndolo feliz cuando dijo que solo nos correspondían treinta y dos armas, no todo el salón… eso disminuía considerablemente el trabajo, también me alegre extrañamente cuando dijo que trabajaríamos juntos, pero aquello no lo confesaría.
—Define fabuloso… ¡No puedo creer me tocara con el gato gigolo! Tal vez sea el karma por haber tenidos malos pensamientos y pensado en faltar — Bromee dramatizando un poco olvidando por completo a la chica que aun colgaba en su cuello y que parecía exigirle atención, cosa de la que me arrepentí puesto que al recordarla y volver mi vista nuevamente a ella podría jurar que si las miradas mataran ya estaría a unos cuantos metros bajo el mar.
Izaak me extendió los archivos para que también los leyera, los tomé con rapidez para utilizarlos como escapatoria de la mirada aparentemente molesta de la pelirosa. Mientras leía lo que el chico ya me había dicho pude oír como este apartaba a su actual acompañante, frente a esto alce la vista para despedirme de ella pero solo gane una nueva mirada de enfado. Expresión que esta vez conteste con una mueca similar a la de ella, para luego cambiarla a una más amables sonriéndole mientras la despedía con un pequeño gesto con mi mano… acto que la chica no tomo del todo bien.
—Está bien, no te preocupes… pero creo que tu sempai me considera una amenaza… no me habías dicho que también eres popular can las chicas, aunque debí imaginarlo —Dije llevando una de mis manos a mi mentón cuando el chico volvió a mi lado para luego mirarlo y sonreír—Claro, pero serian dieciséis y dieciséis… creo que he descubierto uno de tus puntos débiles —Esboce una sonrisa con cierta malicia para luego seguirlo y escuchar a su lado las instrucciones, ver las divisiones y como los técnicos se retiraban del lugar dejando en aquella sala solo a las armas y nosotros.
Izaak comenzó con la “clase” nombrando a los que conformaban su equipo y agregando un último comentario que seguramente tenía como objetivo provocarme, acto que logro.
—Pobre iluso, los que no fueron nombrados por él no se preocupen, ¿Quién mejor para ayudar a un arma que un arma? —Dije mientras veía desafiante al pelinegro con una sonrisa dibujada en el rostro para luego comenzar a ordenar a mi grupo, acto seguido me acerque a Izaak para escuchar su nueva apuesta.
—Hecho, es un trato… pero prepárate para sacar tu billetera, hoy tengo algo de hambre y te juro las vacas y sus cinco estómagos quedan pequeños conmigo—Conteste en un tono juguetón acercándome un poco más a él hablándole más cerca del oído en un tono más bajo para que los demás no oyeran, no deseaba que pensaran que solo eran un tipo de apuesta para nosotros. Luego me dirigí hacia mis “alumnos” pero antes de llegar con ellos me volví hacia el pelinegro una vez más —Hey… ¿Qué te parece si al final del entrenamiento le mostramos como es una pareja de técnicos y arma real? Es decir… para mostrarles la forma completa de un arma… Yo sé que tengo un poco de problemas para ser acompañante de alguien pero contigo quizás sea capaz de mostrarles aunque solo sean unos segundos…-Dije bajando la mirada sin saber por qué me había avergonzado decir todo aquello — Bueno si no quieres no importa… ¡Nos vemos luego! — Me despedí momentáneamente para luego dirigirme a mi grupo y comenzar con mi explicación
Busqué a Izaak con la mirada, cuando finalmente pude dar con él se encontraba entre los demás consejeros designado por Shinigami-sama, me quede en mi posición sin acercarme… a decir verdad reconocía cada uno de los rostros que rodeaban al pelinegro, habían sido mis compañeros de clase o los había visto en los pasillos más nunca había hablado con ellos, por lo que para ahorrarme el momento incomodo preferí confiar en que el chico me contaría luego la actividades planeadas para el día.
Para mi suerte y agradeciéndoselo mentalmente mi predicción anterior se hizo realidad y el pelinegro de acerco a mí con unos archivos en su mano y con una extraña chica colgando al cuello…. Una pelirosa colgando al cuello… y el parecía pasar completamente de este hecho, no pude evitar alzar una de mis cejas y observarlo con curiosidad.
—Tal vez sea gigolo en más del sentido de técnico —Murmure para mí misma pensando que quizás luego podría molestarlo con ello.
Sonreí cuando llego a mi lado y me quede observando a la chica unos segundos para luego volver mi vista a su rostro para escuchar sus palabras. Aumente mi sonrisa viéndolo feliz cuando dijo que solo nos correspondían treinta y dos armas, no todo el salón… eso disminuía considerablemente el trabajo, también me alegre extrañamente cuando dijo que trabajaríamos juntos, pero aquello no lo confesaría.
—Define fabuloso… ¡No puedo creer me tocara con el gato gigolo! Tal vez sea el karma por haber tenidos malos pensamientos y pensado en faltar — Bromee dramatizando un poco olvidando por completo a la chica que aun colgaba en su cuello y que parecía exigirle atención, cosa de la que me arrepentí puesto que al recordarla y volver mi vista nuevamente a ella podría jurar que si las miradas mataran ya estaría a unos cuantos metros bajo el mar.
Izaak me extendió los archivos para que también los leyera, los tomé con rapidez para utilizarlos como escapatoria de la mirada aparentemente molesta de la pelirosa. Mientras leía lo que el chico ya me había dicho pude oír como este apartaba a su actual acompañante, frente a esto alce la vista para despedirme de ella pero solo gane una nueva mirada de enfado. Expresión que esta vez conteste con una mueca similar a la de ella, para luego cambiarla a una más amables sonriéndole mientras la despedía con un pequeño gesto con mi mano… acto que la chica no tomo del todo bien.
—Está bien, no te preocupes… pero creo que tu sempai me considera una amenaza… no me habías dicho que también eres popular can las chicas, aunque debí imaginarlo —Dije llevando una de mis manos a mi mentón cuando el chico volvió a mi lado para luego mirarlo y sonreír—Claro, pero serian dieciséis y dieciséis… creo que he descubierto uno de tus puntos débiles —Esboce una sonrisa con cierta malicia para luego seguirlo y escuchar a su lado las instrucciones, ver las divisiones y como los técnicos se retiraban del lugar dejando en aquella sala solo a las armas y nosotros.
Izaak comenzó con la “clase” nombrando a los que conformaban su equipo y agregando un último comentario que seguramente tenía como objetivo provocarme, acto que logro.
—Pobre iluso, los que no fueron nombrados por él no se preocupen, ¿Quién mejor para ayudar a un arma que un arma? —Dije mientras veía desafiante al pelinegro con una sonrisa dibujada en el rostro para luego comenzar a ordenar a mi grupo, acto seguido me acerque a Izaak para escuchar su nueva apuesta.
—Hecho, es un trato… pero prepárate para sacar tu billetera, hoy tengo algo de hambre y te juro las vacas y sus cinco estómagos quedan pequeños conmigo—Conteste en un tono juguetón acercándome un poco más a él hablándole más cerca del oído en un tono más bajo para que los demás no oyeran, no deseaba que pensaran que solo eran un tipo de apuesta para nosotros. Luego me dirigí hacia mis “alumnos” pero antes de llegar con ellos me volví hacia el pelinegro una vez más —Hey… ¿Qué te parece si al final del entrenamiento le mostramos como es una pareja de técnicos y arma real? Es decir… para mostrarles la forma completa de un arma… Yo sé que tengo un poco de problemas para ser acompañante de alguien pero contigo quizás sea capaz de mostrarles aunque solo sean unos segundos…-Dije bajando la mirada sin saber por qué me había avergonzado decir todo aquello — Bueno si no quieres no importa… ¡Nos vemos luego! — Me despedí momentáneamente para luego dirigirme a mi grupo y comenzar con mi explicación
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Aria Clownlay
Re: Compartiendo con una desconocida [Priv. Aria]
Se llevó una mano al pecho fingiendo estar herido y la miro con molestia falsa. –Debería de emocionarte saber que estarás conmigo, si te atoras en algo podría ayudarte. –Comento y después guiño un ojo de manera amistosa, su sempai ya se había marchado y por alguna razón sentía que no se habían llevado demasiado bien, aun así no hizo comentario alguno puesto que no quería poner incomoda a Aria, después de todo dudaba que se fueran a volver a ver aquellas dos, aun así Aria lo hizo tener que tomar el tema, cuando dijo algo que hizo que este se atragantara con su propia saliva y después miro a la chica entre toses que le cortaban la voz. –Lo siento ¿Qué? No soy nada popular, es solo que esa sempai en particular es muy cariñosa con todos los chicos, es por eso que no le he prestado si quieta atención, siempre es lo mismo con ella. –Comento excusándose aunque en realidad estaba mintiendo, ella no era cariñosa con cualquiera, pero por alguna razón no quería que Aria lo supiera. –Si claro dieciséis, eso… -y fue entonces que se alejó con el grupo para poder seleccionarlos.
Después de la selección y de haber cerrado la apuesta escucho las palabras de la chica sonriendo para ella de manera burlesca dando a entender que el no perdería. –Claro aprenderán más de un arma, pero ¿Podrán contigo hacer una resonancia?- Pregunto sonriendo mientras avanzaba a paso lento cuando escucho sus palabras, por alguna razón se sonrojo al escuchar la proposición quedándose un poco mudo y sin saber que decir o hacer exactamente, nunca antes se había sentido nervioso por trabajar con alguien más, pero en ese momento exacto no estaba del todo seguro que es lo que debería de haber hecho. Pero al parecer ella había tomado su silencio como una negativa, pero él no se quería negar a ello, de verdad que quería saber que sería sincronizar su alma con la de Aria, por alguna razón se sentía demasiado emocionado por aquella idea, así que sin pensar realmente lo que hacia tomo la mano de Aria y sonrió. –Me parece una fantástica idea, probablemente puedan aprender mucho mas de algo como eso... –No había quitado su mirada de los ojos de Aria por lo cual en un momento se sintió observado por los demás alumnos, incluso algunos habían comenzado a susurras algunas cosas que hicieron que Izaak se avergonzara terminando por soltar a Aria y llevarse la mano en puño a la boca para ocultar su sonrojado rostro disimulando una tos. –Probablemente Shinigami-sama nos eligió por esa razón… Tal vez. –comento antes de alejarse poco a poco de Aria demasiado avergonzado como para volverse y mirarla.
Observo a todos los que el mismo había elegido como estudiantes y todos le miraban demasiado interesados y después miraban a Aria de reojo, nadie había dicho nada durante su explicación de cómo se podía llegar a la primer fase de transformación. -¿Alguna pregunta hasta ahora? –pregunto Izaak mirándolos sonriente pues ahora estaba más calmado después del episodio que había mostrado.
-Sí, la señorita y usted ¿son novios? –pregunto una chica de al menos 14 o 15 años de edad, Izaak soltó una risa nerviosa y después miro a esta niña. –No, no lo somos. – ¿En serio? Porque parece como si a ti te gustara. –Soltó otro chico del fondo. – ¿Esas son sus únicas dudas? ¿Nada que tenga que ver con la clase? ¿Alguien quiere convertirse en arma y sincronizar su alma con la mía para que sepan cómo es que deben de manejarse cuando estén con su técnico? –Pregunto un poco nervioso ante las miradas curiosas de los chicos. ¿Por qué tenían que preguntar cosas como esas? Ya estaba bastante nervioso sin la ayuda de aquellos chicos que se cuchicheaban cosas que claramente podía escuchar. –Yo creo que si te gusta.
-Ella no… no me gusta, la conocí recién hoy. –Dijo Izaak mientras apretaba el tabique de su nariz esperando porque olvidaran todo ese tema, de verdad que lo estaban poniendo nervioso.
-Amor a primera vista. –Cuando escucho eso miro al chico que lo había dicho dirigiéndole una mirada molesta. – ¿Quizá? –Completo al ser objeto de la mirada molesta de Izaak. –Al menos a mí no me parece para nada fea, mucho menos desagradable, si usted no quiere yo sí. –Termino al fin el chico por lo cual Izaak solo soltó a reír y después se giró a ver del otro lado a Aria quien estaba dando su propia lección.
– ¿Saben? Solo olvidemos este tema y hablemos de lo que corresponde que es su condición de armas, como ustedes saben existen muchos tipos de armas en los que se pueden convertir, no existe nadie que sea inútil por su forma o innecesario, absolutamente todos poder ser de ayuda en muchas situaciones y sin duda siempre habrá algún técnico que les prefiera, ya sea porque congenian bien, o porque hablar con ellos sea sencillo, o gasta simplemente porque les gusta la forma que toman como arma, así mismo ustedes podrán elegir técnico dependiendo de la personalidad y el alma de estos, no se pueden forzar a ser compatibles con alguien solo porque tienen miedo a quedarse sin un técnico, además de que tener técnico no es la única opción que existe, pero si la más conveniente, trabajar en equipo siempre es mejor, además de que puedes librarte de una vida solitaria.
Izaak hablaba con ellos de manera tranquila y de a momentos dirigía miradas furtivas a Aria cuando sentía que sus alumnos no le estaban viendo, era como si un imán lo hubiera voltear pues se había dado cuenta de que no podía evitarlo.
Después de la selección y de haber cerrado la apuesta escucho las palabras de la chica sonriendo para ella de manera burlesca dando a entender que el no perdería. –Claro aprenderán más de un arma, pero ¿Podrán contigo hacer una resonancia?- Pregunto sonriendo mientras avanzaba a paso lento cuando escucho sus palabras, por alguna razón se sonrojo al escuchar la proposición quedándose un poco mudo y sin saber que decir o hacer exactamente, nunca antes se había sentido nervioso por trabajar con alguien más, pero en ese momento exacto no estaba del todo seguro que es lo que debería de haber hecho. Pero al parecer ella había tomado su silencio como una negativa, pero él no se quería negar a ello, de verdad que quería saber que sería sincronizar su alma con la de Aria, por alguna razón se sentía demasiado emocionado por aquella idea, así que sin pensar realmente lo que hacia tomo la mano de Aria y sonrió. –Me parece una fantástica idea, probablemente puedan aprender mucho mas de algo como eso... –No había quitado su mirada de los ojos de Aria por lo cual en un momento se sintió observado por los demás alumnos, incluso algunos habían comenzado a susurras algunas cosas que hicieron que Izaak se avergonzara terminando por soltar a Aria y llevarse la mano en puño a la boca para ocultar su sonrojado rostro disimulando una tos. –Probablemente Shinigami-sama nos eligió por esa razón… Tal vez. –comento antes de alejarse poco a poco de Aria demasiado avergonzado como para volverse y mirarla.
Observo a todos los que el mismo había elegido como estudiantes y todos le miraban demasiado interesados y después miraban a Aria de reojo, nadie había dicho nada durante su explicación de cómo se podía llegar a la primer fase de transformación. -¿Alguna pregunta hasta ahora? –pregunto Izaak mirándolos sonriente pues ahora estaba más calmado después del episodio que había mostrado.
-Sí, la señorita y usted ¿son novios? –pregunto una chica de al menos 14 o 15 años de edad, Izaak soltó una risa nerviosa y después miro a esta niña. –No, no lo somos. – ¿En serio? Porque parece como si a ti te gustara. –Soltó otro chico del fondo. – ¿Esas son sus únicas dudas? ¿Nada que tenga que ver con la clase? ¿Alguien quiere convertirse en arma y sincronizar su alma con la mía para que sepan cómo es que deben de manejarse cuando estén con su técnico? –Pregunto un poco nervioso ante las miradas curiosas de los chicos. ¿Por qué tenían que preguntar cosas como esas? Ya estaba bastante nervioso sin la ayuda de aquellos chicos que se cuchicheaban cosas que claramente podía escuchar. –Yo creo que si te gusta.
-Ella no… no me gusta, la conocí recién hoy. –Dijo Izaak mientras apretaba el tabique de su nariz esperando porque olvidaran todo ese tema, de verdad que lo estaban poniendo nervioso.
-Amor a primera vista. –Cuando escucho eso miro al chico que lo había dicho dirigiéndole una mirada molesta. – ¿Quizá? –Completo al ser objeto de la mirada molesta de Izaak. –Al menos a mí no me parece para nada fea, mucho menos desagradable, si usted no quiere yo sí. –Termino al fin el chico por lo cual Izaak solo soltó a reír y después se giró a ver del otro lado a Aria quien estaba dando su propia lección.
– ¿Saben? Solo olvidemos este tema y hablemos de lo que corresponde que es su condición de armas, como ustedes saben existen muchos tipos de armas en los que se pueden convertir, no existe nadie que sea inútil por su forma o innecesario, absolutamente todos poder ser de ayuda en muchas situaciones y sin duda siempre habrá algún técnico que les prefiera, ya sea porque congenian bien, o porque hablar con ellos sea sencillo, o gasta simplemente porque les gusta la forma que toman como arma, así mismo ustedes podrán elegir técnico dependiendo de la personalidad y el alma de estos, no se pueden forzar a ser compatibles con alguien solo porque tienen miedo a quedarse sin un técnico, además de que tener técnico no es la única opción que existe, pero si la más conveniente, trabajar en equipo siempre es mejor, además de que puedes librarte de una vida solitaria.
Izaak hablaba con ellos de manera tranquila y de a momentos dirigía miradas furtivas a Aria cuando sentía que sus alumnos no le estaban viendo, era como si un imán lo hubiera voltear pues se había dado cuenta de que no podía evitarlo.
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