Definitely not my cat [Priv. Corvo]

Era una tarde agradable, a pesar de que la temperatura era algo baja no llegaba a un extremo que resultara realmente molesto, por el contrario, provocaba el ambiente perfecto para querer tomarse algo caliente y meterse antes a la cama, o al menos esos eran las ideas que el ambiente lograba meterle en la cabeza al pelirrojo. Caminaba a paso ligero, con los últimos rayos del sol pegándole de costado, lo suficientemente tenues como para ser agradablemente tibios, mantenía las manos en los bolsillos mientras que un felino pequeño y negruzco caminaba a su lado, restregándose ocasionalmente contra su pierna. El arma dio un bostezo amplio, dedicando una mirada ladina al animal cuando termino.

-No eres mi mascota ¿sabes?-Le habló al animalito como lo haría a una persona-No deberías seguir tanto a alguien que no es tu dueño-Mencionó antes de agacharse y empezar a mimar a la gatita, la había conocido técnicamente en el trabajo, pues solía merodear la parte trasera que daba a un callejón del local. Jace había terminado jugando con ella o alimentándola de forma un tanto regular y ahora la gata no se le despegaba. “No es mía” Era lo que respondía cada que le preguntaban sobre la cuestión, aun así, tenía planeado usar la mayor parte de su próxima paga en llevarla al veterinario.

La pequeña bola de pelos ronroneaba, el sonido lograba hacer sentir bien al estudiante, por lo que una sonrisa tranquila se dibujaba en su rostro, acariciar gatos en definitiva era algo agradable, tal vez en serio la tomaría formalmente como su animal de compañía de no vivir en los dormitorios para estudiantes que Shibusen le ofrecia. Aun no terminaba de acariciarle cuando, por un costado de donde estaban, un par de niños pasaron corriendo y gritando, pasando demasiado cerca del par, casi pisando a la pequeña amiga de la espada, quien chillo, y erizando la cola salió corriendo calle abajo.

Soltó un par de maldiciones por lo bajo antes de, sin pensárselo dos veces, salir corriendo tras el animal que, de acuerdo al ojiverde, no era su mascota.

El día se presentaba regularmente regular sin calor y sin frió pero tirando a frió sin exagerar. Era perfecto para dar una vuelta por aquella ciudad las cosas volverían a ponerse feas y dar una vuelta antes de esos sonaba agradable. Ir por hay sin necesitar la mascara era raro llevaba tanto con ella que no necesitarla parecía raro pero ha su vez era agradable de alguna manera.

Paseaba por las calles mas pequeñas y algunos callejones no revestía problema estar por la ciudad pero tampoco era necesario dejarse ver tanto. Las calles paralelas mas grandes parecían concurridas, le llegaban los sonidos de el gentío.

Al girar en una esquina se vio sorprendido por un grupo de niños que corrían calle arriba, tubo que hacer dar un paso atrás para esquivarlos, debían estar jugado y no se dieron cuenta de que estaba allí, se paro a pensar si tanto actuar a hurtadillas le había afectado a su forma de ser, sin llamar la atención, sin hacer ruido y sin ser visto.

De pronto vio a un gato negro corriendo con el pelo erizado calle abajo y se topo con migo me agache a tranquilizarlo y acariciarlo, parecía estar bien seguro que lo habían asustado aquellos niños, como envido la despreocupación de esos pillos.

Deje el gato y me di la vuelta para seguir caminando pero me volví a girar al oír unos pasos y una voz sobresaltada.